Perdón por los días desperdiciados

Escrito por Marié

15 de marzo de 2021

Lo siento, perdóname por los días desperdiciados

 

Todos los que nacemos en este maravilloso mundo, lo hacemos para trabajarnos, para alcanzar una humanidad que dé sentido a nuestra existencia. Comenzando en nuestro interior y a partir de ahí, llegar a desentrañar la misión que traemos a esta hermosa vida. Debemos continuar preparándonos para lograrlo. Lo siento. Perdón por los días desperdiciados.

Podemos hacernos una autocritica individual para poder llegar a comprender nuestro objetivo en la vida, recapitular y alcanzar ese conocimiento. Debemos decirnos las conclusiones en silencio o a voces, según necesitemos manifestar nuestro interior, siempre y cuando seamos coherentes con nuestras emociones y nuestro sentir.

Antes de continuar me pido perdón y pido perdón.

Me pido perdón por tantos días desperdiciados, por tantas acciones sin meditar.

Por desaprovechar tantos amaneceres y atardeceres.

Perdón por los silencios infructuosos no empleados en mejorar, por las palabras no pronunciadas, por el daño causado por esas silenciosas palabras.

Pido indulgencia por las prisas, por que no moderé la intensa carrera y perdí la oportunidad de saborear los aromas con que la madre naturaleza me obsequió.

Perdón también por ese apremio en pretender beber todo a grandes tragos, sin recrearme en las sensaciones lentas.

Por esa celeridad que me imposibilitó escuchar el llanto de tu guitarra, el gorjeo de tus pájaros, el murmullo del cielo al llorar, el galopar de las nubes en la inmensidad del cielo, las luciérnagas celestes adornando la noche.

Siento las grandes oportunidades desperdiciadas… mis mas sinceras disculpas por esos instantes irrecuperables que dejé deslizarse entre mis dedos sin saborearlos hasta apurar su copa.

Perdón por esos momentos en que descuidé mi indomable vigilancia felina. Por perder la oportunidad de evocar, revivir y rememorar mi origen, oportunidad que finalizó su viaje naufragando en playas desiertas. Por perder también la ocasión de desenmarañar, comprender y descifrar mi destino.

Indulgencia por vestirme de tinieblas, de oscuridad y de sombras causadas por esas noches, en las que no me permití contemplar la magia del universo,  el brillo de los astros nocturnos… y con esta actitud huidiza y arisca, me olvidé de lo que soy.

Pido perdón por no saber leerme correctamente, lo que sentía: mi pena, mi emoción, mi aflicción… mi pasión.  Por no bucear en mis profundidades y no canalizar adecuadamente las sensaciones desconocidas: Mi rio se desbordó, inundo mis mejillas, mi cuello y mis manos. Y yo no supe honrar la esencia de esa intensa emoción, para encauzarla y transportarla hasta alcanzar una perspectiva coherente. No supe usarla para procurar acrecentar mi evolución con los aprendizajes que cada vivencia me ofrecía.

Perdón por esas ocasiones en que no convertí mi tiempo en crecimiento, por todas las oportunidades en que hilvané lentamente los aprendizajes sin tejer después la trama en la que debía basar mis interpretaciones, sin incorporar en mi las experiencias.

Mediante una profunda introspección y autoanálisis pido perdón por desperdiciar las épocas de estudio sin progresar, sin  aprovechar al máximo la enseñanza, sin aumentar mi fuerza interior y mi poder. No percibí que el tren avanzaba con vagones o sin ellos, y mi vagón perdió el eslabón de unión con mi tren.

Sentí, en ocasiones oscuras y ausentes de voluntad, no haber compartido mis sentimientos, no haber aceptado la ayuda ofrecida.

No haber sabido saborear tampoco esa oscuridad que tras su paso dejó una brillante y limpia luz que me hubiera reconfortado.

Perdón por no haberlos disfrutado y por las veces que fui desagradecida.

Por favor perdóname por no haber aprovechado todas las circunstancias en que fui aprendiz. Disculpas por no aprovechar las situaciones hasta el limite de mis fuerzas, por no potenciar y reforzar la trama y el tema de las historias que estaba tratando: por mi falta de voluntad y sacrificio.

Pido perdón por olvidar en muchas ocasiones mi creatividad, por ignorar mi voluntad dispuesta a todo. Perdón por mis pensamientos en ocasiones negativos. Por la siempre presente prisa que me hizo descuidar mi creencia de que el tiempo es proporcional a la profundidad de como vives las cosas. Perdón por ignorar los detalles, por desperdiciar los pequeños instantes.

Indulgencia por las veces que no fui aspirante, por las veces que no olvide de manera instantánea una ofensa, por las veces que salí a la calle sin voluntad, sin la imaginación creativa completamente dispuesta.

Perdón por no ponerme en tu lugar, por no comprenderte. Perdón por perderme en mi victimismo, por perder la empatía y dejar de comprender que seguir motivada es dejar huellas inspiradoras. Entenderte es amarte incondicionalmente.

Y por encima de todo, perdón por no agradecer las pruebas que me fortalecieron.

Sentí mucho cuando bajé mi nivel de simpatía, cuando olvidé que podía conseguir la libertad de crecer usando las prohibiciones, esas prohibiciones injustas que me hicieron ser la oveja negra.

Y aunque terminé derrumbada, cansada de transitar senderos de incomprensión, amo el nuevo día para poder estar de nuevo en pie.

Te amo. Amo la libertad, la libertad que no integra la violencia. Te amo así, con educación, con cultura, con cortesía, con ejemplo.

Amo la experiencia de aprender, porque aprender antecede a enseñar.

Adoro enseñar aprendiendo, amo aprender enseñando. Ser maestra y aprendiz… rescatar antiguos conocimientos, que ahora parecen nuevos…

Te amo, conocimiento incompleto, inacabado, por que me enseñas a querer continuar permanentemente siguiendo tu estela. Agradezco la comprensión de tener la certeza de que sigo siendo educable. Amo el reconocimiento de lo inconcluso de mi conocimiento.

Adoro mis vivencias y recuerdos por ser el bagaje de mi experiencia. El conjunto maravilloso que hacen juntos son la base de lo que escribo, de mi obsesión como creadora que aprende en el flujo constante de la vida.

Yo, amo la creatividad para inventar soluciones inéditas. El humor solemne que endulza mis adversidades, crecer con todo lo que acontece.

Amo el incendio que me provocan las lecturas hasta las mil de la madrugada, el misterio y el deseo de descubrir en ellas un nuevo aprendizaje, el ansia por querer crear cosas así.

Ahora te doy las gracias por tu compañía eterna. En mi alma vive, por una de esas alineaciones planetarias y oculta a la vista, la certeza de que solo tú y yo conocemos los acontecimientos que he vivido.

Conoces mi espíritu y las heridas que hay en su piel, te agradezco no tener que estar nunca sola, y agradezco también poder beber de tu presencia invisible. Agradezco profundamente que me regalaras alas, por que ahora se también volar.

Siento agradecimiento profundo por tu comprensión en las emboscadas de mis enigmas y mis momentos confusos.

Eterna gratitud por saberme adorada y saberme a la vez equivocada, al sentir mi desnudez, creyendo que puedo perderte.

Gracias por poder caminar el extenso camino de esta vida, este camino a largo plazo, el comienzo de otro nuevo camino.

Gracias, de nuevo, por ser maestra y aprendiz, por las pocas veces que me corresponde enseñar y las infinitas veces que me toca aprender.

Mi agradecimiento por la certeza de que todo se consigue con su igual, por ese inalterable espejo que lo muestra: Gracias por que la libertad se consigue dando libertad, la igualdad siendo igual… el amor siendo amorosa.

Te agradezco tu apoyo a mi vida mientras sobrevuelo mis inquietudes, mientras me convierto en amor. Este amor que creció observando mi pueblo blanco, pasional y recostado como un felino con el lomo erizado de preciosas torres.

Gracias por conducirme y acercarme al sentido de mi vida: el amor. Busqué en los ríos de mi memoria y la conclusión fue que sin él la existencia no tiene sentido.

Te agradezco que pintes mis noches de color y tu ayuda para convencerme de que con esas tonalidades todo es posible.  El pincel del amor es la mejor terapia, la optima manera de vivir.

Gracias por tu ayuda para convertirme en lo que amo, por enseñarme a saborear la esencia, el instante, la eternidad.
Te agradezco tu sabiduría, ese brillo que vive en el interior de todos los seres.

Infinita gratitud por enseñarme lo que significa la pobreza de vivir solo en lo externo. Esa debilidad, vulnerabilidad manipulable, confusa, que hace desperdiciar esta experiencia de vida sin profundizar en la invisible experiencia interna.

Continuamente me muestras que el tiempo es siempre escaso para aprender.

Lo siento, por no buscar tiempo, por esas ocasiones en las que he estado inanimada, descolorida.

Siento haber hecho tanto ruido que me imposibilitó escuchar tu música.

Siento profundamente no haber pensado si habría un mañana para poder hacer las cosas que vivían en mis evocaciones,  si habría tiempo para poder expresarme.

No me detuve a considerar el sueño eterno, que mi templo podría estar envuelto en tierra y mis cabellos enredados en las raíces de tus arboles en cualquier instante.

Perdón, por pensar solo en mi, por danzar, cantar, saltar, celebrar mi vida y hacer locuras solo para mi.

Entonces el resto de libretos me sobraban, yo sola me era suficiente, era yo misma, me sobraban los guiones, era autentica, era prioritaria, fundamental e invariablemente para mi.

Vivía en el paraíso de la felicidad, del sentido del humor, de mis prioridades, de mis indiferencias, ingenuidades y mis ignorancias.
Fui feliz en esa ignorancia, pero llego un instante en que me sentí egoísta.

Actualmente veo que mi esencia es la misma, pero se ha echo extensiva al universo. He conseguido, que siendo yo misma y conservando mi autenticidad reconocer que esta autenticidad extendida a todo lo que me rodea, es el primer requisito para entrar en el paraíso. Y como mejor efecto: tener momentos felices aquí en este pequeño planeta.

Ahora el amor me permite hablar de ello, me hace poner las cosas del revés.

No hago el amor, el amor me hace a mi, y así renazco en cada experiencia.

Es espiritualidad en estado puro.

Es un trabajo ceremonial y mágico, este amor en el que estoy envuelta es luz, es perfume que llena todo mi espacio, le permito desde ahora en adelante hacerse cargo de toda mi existencia.

Vuelvo a repetir, te amo, respiro profundamente amor, es mi eterno remedio, se que es el antídoto para no enfermar.

Te amo, y no postergo este lenguaje divino, porque me conecta con el universo.

Pero no te puedo decir la técnica, no hacen falta técnicas, él lo hace todo, solo hay que permitirle actuar, así podrá ser tu mejor protección.

He comprendido que sin amor estoy expuesta, desprotegida, perdida.

Amo tu voluntad de piedra, tu entusiasmo que se mantiene inalterable.

Te amo, porque sin amor se abre paso el temor.

Comprendo que en el amor puro no tiene cabida el miedo, ni la posesión, ni las condiciones y muchísimo menos los celos.

El amor incondicional y puro es libertad, confianza, gratitud, protección, respeto, compasión, es un circulo o mejor un símbolo infinito, no necesita nada mas.

Cuando lo acoges en tu vida, cuando lo alimentas fielmente, no tiene fin. Si en alguna ocasión parece que va a terminar, si es puro, veras que vuelve a comenzar, vuelve a resurgir… como un Fénix.

Por eso creo que usando el amor a traves de nuestro cuerpo, nuestras manos, nuestras miradas hacia el exterior, sanaremos el mundo.

Una mirada cargada de amor hacia una persona, un anciano o un niño, que son los mas vulnerables, cambiarían su vida.

Unas manos amorosas transformadas en caricia sanadora no necesita ningún titulo ni acreditación.

Gracias, gracias, gracias, porque esta actitud nadie me la puede impedir, ni negar, ni prohibir.

¡Nadie en el mundo puede parar un huracán, un volcán cuando entra en erupción!

Gracias, gracias, gracias, porque este amor sin medida es el leguaje divino.

Te amo, por enseñarme que hay cosas que no se leen en los libros, se leen en los ojos, en la respiración, en el fuego, en el aire, en los amaneceres…en la madre naturaleza… en el universo…

Adoro sentir que la eternidad palpita en todos los instantes.

Una de las conclusiones es que no se puede pedir ayuda a quien no te pueda ayudar, tu maestro va siempre contigo y te envía símbolos codificados continuamente, uno de tus trabajos mas interesante es interpretarlos.

Si utilizas la experiencia de otro, la tormenta que atravesó su vida, puede arrastrarte a ti también con ella.

Tu tienes que crear tu propio sendero, no seguir un sendero caminado por otros. El suyo puede ser un camino equivocado para ti, y puede terminar guiándote a ningún lugar. Aunque tu intención se base en el amor y tu corazón sea puro, puedes concluir tu peregrinar en un lugar que no es para ti.

Lo que si puedes hacer es usar las enseñanzas mostradas desde el amor, tus guardianes te ayudaran a descifrar cuales son las correctas para tu experiencia de vida: si desaceleras tus pasos y te demoras a escucharles te guiarán.

 

¡Aprende a descubrir desde el amor tu innegociable misión, tu evolución esta en juego! 

¡Crece, ama, disfruta, comparte, sueña, juega, siembra, danza, haz un ritual ceremonial de toda tu existencia!

¡Namasté!

4 Comentarios

  1. Sissy

    Jo, Marié sin palabras😍.

    GRANDE😘

    Responder
    • Marié

      ¡Cuánto me alegro de que te guste! Gracias por leerme.

      Responder
  2. Rosa

    GRACIAS, LLEGA EN EL JUSTO MOMENTO!!!. SINCRONICIDADES!!!😇💗🙏

    Responder
    • Marié

      Un placer, me alegra mucho que te haya servido de ayuda. Objetivo cumplido.

      Responder

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