Marié

Línea del tiempo

Sobre mí

Muy atrás en el tiempo siendo bastante pequeña, creo que tendría alrededor de dos añitos, recuerdo asomar mi cabeza a la cunita de mi hermana y preguntarle… 

¿Recuerdas algo antes de esto?
¿Recuerdas donde estábamos antes de venir?
¿Tu eres feliz aquí, aquí es donde debemos estar?
¿Por qué hemos venido?

¡Allí estábamos más tranquilas!
¿Es real lo que estamos viviendo? ¿Qué es real?…

No alcanzo a recordar donde se supone que estábamos y aunque era muy pequeña y mis recuerdos de esa edad sobre este mundo quedan en esas preguntas, ya había comenzado mi certeza de que no todo lo real está a la vista.

Por eso desde entonces hasta hoy toda mi vida ha sido un continuo preguntar.

Cualquier oportunidad de aprender algo relacionado con mis inquietudes la exprimía al máximo. Si conocía a alguna persona que tuviese conocimientos más avanzados sobre estos temas, la acosaba a preguntas, ¡la cansaba a preguntas!

De cualquier persona dispuesta a enseñarme aprendí lo que pude, pero todo ese conjunto de respuestas y aprendizajes nunca eran suficientes, mi curiosidad iba más allá.

Muchas de las veces sufrí críticas por preguntas atrevidas, otras veces respuestas evasivas… todo dio lugar a que fingiera estar cómoda en un mundo que no comprendía, al que no le encontraba un sentido…

¿Cuál es el verdadero propósito de la existencia?…
¿Cuál es nuestro verdadero propósito, el propósito individual de cada persona?…
¿Traemos a la vida valores y capacidades innatos?…
¿Si es así, de dónde vienen?…
¿Con qué objetivo deben ser usados?…

Nunca desistí en mi empeño y opté por divertirme y aprender también de todas esas reacciones.

Estas inclinaciones y gustos no han dejado de estar en mi mente y, en mi ansiedad por encontrar respuestas, recurrí a estudiar las diferentes escuelas filosóficas, las diferentes religiones… artículos, seminarios, revistas, vídeos, documentos, cursos, además de incontables libros. Algunas de las preguntas obtenían respuestas más o menos satisfactorias, pero mientras más estudiaba y profundizaba, mientras más creía haber hecho algún avance, más confundida me sentía… más ganas tenía de llegar a la verdad…

Con el tiempo he ido llegando a diferentes conclusiones, una de ellas y creo que la más evidente para mi, es que la verdad que busco no siempre está en los libros… aunque aprendí muchas cosas… siguen sin satisfacer por completo mi curiosidad…

He tenido la gran suerte de pasar mi infancia rodeada de familiares y amigos con dones espirituales, por lo que he crecido aprendiendo a amar la espiritualidad, las cosas que puedes aprender a través de ella, la manera de usarla para ayudar a los demás. Pero por encima de todo la manera de llegar a ese lugar, íntimo y silencioso donde casi todas las preguntas pueden ser respondidas,
ese otro nivel de conciencia….que trasciende lo puramente físico, lo sensorial… que no se basa en la materia… donde se puede sentir la unidad con todo…

Y desde ese lugar seguí mi camino.

Mi inquietud por seguir aprendiendo y por ayudar a los demás me llevó de manera sincrónica a conocer a un maestro de Reiki en el año 2001, por entonces no se había oído nada sobre este tema en España, no sabía que cualquier persona podría iniciarse en ello, y accedí a que me iniciara en el primer nivel.

He ido estudiando y consiguiendo los siguientes niveles hasta el año 2013 en el que obtuve mi maestría.

Desde entonces lo he usado casi a diario para sanar a todo el que se acerca a mi con alguna necesidad y para mi crecimiento, auto sanación y autoconocimiento.

Desde mi puesta en contacto con esa energía universal, he realizado sintonizaciones en otras disciplinas energéticas que me han acercado más a entender su funcionamiento y me han animado a utilizar su ayuda en cualquier ámbito de mi vida.

Este uso diario de la energía ha dado lugar a que cada vez sea más potente y de más rápido acceso, a que cada vez que la uso sienta su presencia más rápidamente y más Intensamente.

El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo.

Evangelio perdido de Tomás.

Mi inquietud por seguir aprendiendo y por ayudar a los demás me llevó de manera sincrónica a conocer a un maestro de Reiki en el año 2001, por entonces no se había oído nada sobre este tema en España, no sabía que cualquier persona podría iniciarse en ello, y accedí a que me iniciara en el primer nivel.

He ido estudiando y consiguiendo los siguientes niveles hasta el año 2013 en el que obtuve mi maestría.

Desde entonces lo he usado casi a diario para sanar a todo el que se acerca a mi con alguna necesidad y para mi crecimiento, auto sanación y autoconocimiento.

Desde mi puesta en contacto con esa energía universal, he realizado sintonizaciones en otras disciplinas energéticas que me han acercado más a entender su funcionamiento y me han animado a utilizar su ayuda en cualquier ámbito de mi vida.

Este uso diario de la energía ha dado lugar a que cada vez sea más potente y de más rápido acceso, a que cada vez que la uso sienta su presencia más rápidamente y más Intensamente.

El que busca no debe dejar de buscar hasta tanto que encuentre. Y cuando encuentre se estremecerá, y tras su estremecimiento se llenará de admiración y reinará sobre el universo.

Evangelio perdido de Tomás.

Terapias

Déjame ayudarte

Reiki

Sesión presencial

En ella vas a estar en un ambiente de tranquilidad y lograrás una máxima relajación.

Reiki

Sesión a distancia

Si tienes poco tiempo libre, te animo a probar las sesiones a distancia, el efecto es el mismo!!

Sanaciones

Otras terapias energéticas

Hay ocasiones en la vida en las que solo son necesarios unos momentos para lograr una transformación holística positiva. Vamos a por ello.

Artesanía

Cuadros con mágia

¡¡Te invito a que veas mis creaciones!! Sentimiento hecho color

Meditación

Autoconocimiento

Te ofrezco Meditaciones, ejercicios, retos… divertidos e inspiradores para conectar con tu alma, mostrarte y mostrar al mundo tu mejor versión!!!

Concertar una cita

4 + 10 =