Nuestros átomos son estrellas

Escrito por Marié

15 de abril de 2024

Hoy escribo en honor a todas mis ancestras desde el origen, a mis abuelas, a mi madre, a mi hermana, a mis tías, a mis primas, a mis amigas, a todas mis chicas. Nuestros átomos son estrellas en nuestro universo interior.

Todas vosotras componéis las estrellas de mi constelación personal.

¡Mis mujeres!

Cuando pienso en vosotras siento una gran riqueza. Porque de todo lo compartido juntas, puedo comprobar que somos las amantes de la vida, los faros que iluminan a su alrededor completamente.

¡Si nos dejasen encender todas las luces!…

Gracias a alguna de vosotras mi camino ha sido más sencillo, habéis ayudado iluminándolo a mi paso. ¡Mis estrellas y mis estrellitas!

Sois mis chicas grandes y pequeñas, abuelas y niñas.

Alguna de vosotras no encuentra el suficiente valor para asimilar su capacidad única y hermosa, nuestro talento innato de alumbrar y alumbrarnos, incluso de alumbrar vuestro propio sendero.

No encontráis la manera de llegar a vuestro conocimiento interno para tener claro que tenéis luz, luz que ilumina cualquier camino, y por eso encerráis y obstaculizáis vuestra propia luz, sin daros cuenta.

No obstante, algunas tenéis la capacidad de encontrar la suficiente valentía y generosidad cuando debéis iluminar mi vida o la vida de otros.

En muchas ocasiones habéis precedido mis pasos iluminando el camino y he podido comprobar que gracias a vosotras no tengo por qué caminar en tinieblas.

Aun sin saber enfocar vuestra luz para vosotras mismas, habéis querido iluminarme a mí.

Mi esperanza está depositada en todas. Mis mujeres.

Audaces y generosas.

Vamos caminando y a nuestro paso vamos dejando un precioso rastro de colores, un fantástico camino con las tonalidades necesarias para pintar un mundo mejor.

Amiga, ¿Trabajamos juntas para superar los desafíos que siempre nos ofrece la vida? Sé que la respuesta es sí, como lo hemos hecho en todas las ocasiones oscuras.

A pesar de todo lo que nos rodea, somos astros amorosos con capacidades únicas para amar.

Saber amar construye y te hace invencible.

Las oportunidades reconocidas y aceptadas son nuestras mejores consejeras.

Las dificultades y los diferentes modos de sentir emoción rompen con cualquier expectativa, mejorando las vivencias desde el amor.

¡Mis estrellas!, sois líderes, inventoras, maestras, artistas, entrenadoras, y tantas cosas como queráis.

Sois esenciales para la construcción del mundo nuevo que está surgiendo.

El mundo se construye paso a paso, la manera más bonita de edificar.

Gracias a nuestra gran constelación, un mundo próspero y abundante es posible para todos. Viajamos sin retorno hacia un futuro de iguales posibilidades.

No permito que ninguna muera, no existe ese hecho en nosotras, así que vuestra luz sigue siendo visible.

Somos estrellas diferentes, astros diferentes, la luz interna es similar en todas, la diferencia es la percepción que cada una tenemos de ella.

Nuestros átomos están cimentados con polvo de estrellas, de tierra, de barro.

Somos música, melodía.

Como sutiles volutas de alegría vamos ascendiendo, maestras y aprendices, exploradoras; atentas oyentes para dar a conocer nuestro propio mundo al resto del mundo.

Un universo inalcanzable e intenso para quien vive en la comodidad de lo conocido.

Algo que podemos extrapolar a todo lo demás, uniendo nuestra magia a la unidad.

Hasta el día de hoy jamás ha funcionado nada correctamente en el mundo.

No obstante, todo se está aproximando al cauce de luz que traemos como regalo.

El cosmos es más femenino, se siente, el cauce está de nuevo en su centro y viaja transformando todo desde un insólito y fresco nacimiento.

 ¡Vamos a darle tiempo!

Nuestro momento de transición, nuestra luz, la luz de nuestros candiles encendida desde el corazón, está desplazando la oscuridad mantenida durante tantos eones.

Las simientes largamente cuidadas, amadas, escondidas, ya son visibles.

Fuimos sembradas hace una eternidad, ahora vamos germinando paso a paso, pero sin pausa.

En los tiempos actuales vamos explotando en todo lugar igual que un puñado de palomitas en una sartén.

Entre nosotras nos acunamos, nos calentamos y estallamos cubriendo el mundo con todos los colores posibles.

Ciertas personas tienen la bonita capacidad de ver lo que somos y como somos, y nos ayudan aportando su propio calor.

Ese calor nos sirve de refugio cuando necesitamos recargarnos.

Nos ayudáis igual que el calor que nos ofrecemos entre nosotras, similar a acurrucarnos unas a otras en nuestro regazo.

El amparo de nuestros abrazos, la pasión de nuestros besos, la dulzura de nuestro cariño.

Vosotros tenéis la hermosa capacidad de caminar junto a nosotras, a nuestro lado, y ayudáis en cada manifestación.

Cada vez que manifestamos en nuestra propia exposición, podéis ver las creaciones, damos a luz comienzos irrepetibles, pues somos amorosas creadoras.

El amor es el mayor motor creativo.

Podemos ascender y manifestarnos como fuegos artificiales, reflejando maravillosas aventuras sin límite.

Las diferencias son que en nuestras andanzas no hemos aceptado la creación de ciertos personajes.

A los personajes oscuros los dejamos olvidados en los rincones en penumbra, volviéndose todavía más oscuros…

Afortunadamente, no tienen recursos para ver la salida y ahí permanecerán anónimos y enterrados.

Podría dar algún nombre, uno de ellos se llama Verdugo, otro Víctima, ellos van siempre de la mano. Otro personaje monstruoso se llama Autoengaño, y lleva de la mano a una perjudicada Ignorante.

No obstante estoy contenta, sus densas sombras van quedando atrás, ya no es tiempo de tinieblas, estamos en un momento de más iluminación.

Los bosques frondosos ya no son sirvientes de la oscuridad, su espesura no alberga miedos. El abundante follaje no puede impedir que la luz llegue a los corazones que danzan entre sus ramas.

Las diosas observan a través de los árboles maestros, entregan una antorcha encendida a cada mujer salvaje y resuelta, pero no acepta iluminar a la conformista. ¡Solo a la mujer valiente!

Las mujeres que se resignan, que se quejan y se mantienen en una decadencia elegida, desprovista de confianza en su propio poder, no obtendrán ayuda, merecen recibirla desde la valentía.

Para ser ayudadas deben vivir sobreponiéndose, levantándose, atravesando miedos, rompiendo cadenas, caminando firmemente hasta sentirse volar.

Volar un vuelo luminoso y amplio, que permita desplegar sus preciosas alas blancas.

Si no es es este su comportamiento les será imposible alzar el vuelo.

Creo que todas somos así, aunque seamos solamente semillas esperando que llegue el momento oportuno para germinar, crecer y florecer. Para ello es necesario un agua clara llena de espiritualidad.

Sin embargo, aunque mis estrellas brillen altas, en el intento de seguir viajando, algunas enraizaron en ideas obsoletas.

Solitas fueron obligándose personalmente a permanecer como estrellas enanas, paralizadas por el miedo a ser brillantes guías. Impotentes, sometidas al miedo, entumecidas por una ficticia seguridad ofrecida desde una cárcel de oro. Una cárcel paradójica y engañosa que engorda la felicidad artificial.

Son similares a estrellas muertas, cadáveres flotando en el inmenso cosmos, sin perder el apetito por su alimento favorito. Sus constelaciones viajan lejos de mi constelación, son estrellas apagadas esperando la oportunidad de despertar.

¡Mis estrellas amigas!, ¿os sentís representadas en mis descripciones?, mujeres que comienzan de pronto un nuevo camino de rebeldía, una rebeldía imparable, una gran divergencia frente a injusticias. Disidentes de lo establecido.

No queremos más verdugas, ni víctimas, solo creadoras, imaginativas, conductoras del amor.

Siento un profundo respeto por el crecimiento que acarrea esta forma de vivir e iluminar el camino.

Y, ¡sí!, mujer lucero de mi camino, yo te considero sagrada, nunca antes de hoy tuvimos una oportunidad tan abierta de mostrar y demostrar nuestro ser interno, sabio y sobresaliente, inteligente y magnífico, clarividente y admirable. Somos marciales caminantes.

Y ¿sabes el secreto de nuestro triunfo?, ¡nadie nos puede vencer! Porque nuestro objetivo nunca fue ganar.

La perfecta constelación que me rodea me hace sentir nuestra tolerancia. Pero también me muestra en cada paso, lo relevante que es tener obstáculos que salvar.

¡Mis viejas estrellas!

Vosotras me habéis enseñado a pintar cada obstáculo de color, tintando de resistencia el camino, fortaleciendo las voluntades, llenando cada resultado de serenidad y valentía, desenvoltura y aplomo.

Por eso, si lees y no te identificas, no eres de mi constelación. Y siento decirte que vives en nombre de una normalidad anormal. Esclavizada, sin libertad, mutilada y encerrada en cárceles sin hierros.

Pero si te sientes identificada, muestra tu precioso ser, el infinito derroche de belleza que escapa por cada poro de todo tu conjunto. Deja escuchar las melodías que invitan a quien te rodea a instalarse junto a ti y continuar viviendo en la monumental dimensión épica de la existencia.

¿Te has mirado en mis ojos?

¿Sí?, y yo en los tuyos, y nos hemos reconocido. Ambas sabemos que nos conocemos. Son demasiadas veces. Somos numerosísimas. Y lo más bonito es que no necesitamos hablar.

No es necesario que nos digamos nada, la mirada es suficiente, es silencio; sin embargo, todos ellos son formación.

¿Qué más quieres? Ya tienes mucho más desde que te reconoces en ello. Te tienes a ti misma completa.

Tienes tu espacio perfecto, el espacio que habitas, lleno de luz. Te puedes permitir estar a solas sin sentirte sola, nunca más vas a estar sola.

Tu vida se ha convertido en pura ceremonia, noble, venerable, intocable, importante, llena de serenidad y amor.

Mujer perdida, ¿Quieres encontrar propósito?, Una transformación desde mujer común a guerrera marcial caminando por la inmensidad de su sueño.

Sabes que el poder está en ti, no tengas miedo, sabes que la palabra utopía no es para nosotras. Somos magas de la vida. Y cuando sientas todas estas verdades comprobarás que el paraíso no es un lugar, es un estado.

Y solo se llega a través de nosotras.

Así, que di conmigo que ser mujer hoy es el principio de lo que no tiene fin.

Es la iniciación perpetua.

Es la interiorización para la creación, no necesitamos un cuerpo para sentir, sentimos con el espíritu, y si tu espíritu no siente, tu cuerpo externo solo sentirá de manera cuantitativa y tu piel sentirá una rebelión.

Tus átomos son los que deben sentir cualitativamente, haciendo vibrar hasta el aire que te rodea.

No descuides esta esencia preciosa pisoteando lo sagrado.

El orgasmo cósmico que sientes entonces, se sentirá en cada rincón del universo, lo sentirán los astros y creará.

Compruébalo atreviéndote a ser tú misma, libre, natural, silvestre, adolescente, fuerte, salvaje, inocente, niña y anciana.

Mírate ahora en un espejo, mira la luz que desprende tu semblante, que pasión sale de tu mirada. ¡Qué pura energía sale de tus manos! ¡Poder!

Utilizo muchas palabras insurgentes, con connotaciones de rebelión, actos supremos de valor que nos otorgarán el poder de la transformación, la metamorfosis imposible de detener.

¡A eso hemos venido!…

… A ser faros entre nosotras, hasta que todos estén preparados para ver nuestra luz.

¿Ya eres más consciente de la importancia de haber nacido mujer en la tierra? En un pequeño planeta, que necesita todo el apoyo del universo. Eres el amor.

Eres la antagonista del temor, y si no lo sientes permanecerás paralizada.

¡Avanza! ¡Mujer!

¡Salta los miedos!, hazte amiga de los monstruos, ¡sabes hacerlo!

Acepta lo irregular y verás que todo es de papel de fumar. ¡Todo monstruo prende y desaparece con tu calor!

Eres fluida, adaptable, superviviente, eres tierra y eres aire, eres fuego y eres agua.

Puedes servirte de la más dura roca, erosionándola con tu saliva, con tus lágrimas y tus fluidos. Así de fuete eres.

Todo se termina adaptando a ti, no tengas miedo. ¡Nunca te dejes engañar!

 

¡Agua viva, pura, saludable, sana, agradecida, purificada, bendecida!

¿Dónde está tu hogar?

¡Alla donde tú estés!

 

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