No es suficiente con tener buenas intenciones

Escrito por Marié

18 de julio de 2022

Me encantaría enriquecer los propósitos actuales de los jóvenes, me agradaría poder hacer que germinase en la inmensa mayoría la necesidad de reflexionar. Deseo que mis mensajes sean acertados y puedan prender en profundidad, sobre todo en ellos, ya que en sus manos está la clave de nuestro porvenir. Creo en la diversidad y en el enriquecimiento que ella ofrece para la adquisición de cultura y conocimientos diversos. Y aunque intento que los mensajes lleguen a la máxima cantidad de personas, tengo claro que no es suficiente con tener buenas intenciones.

También tengo claro que no todo el planeta está preparado y que se necesita de cierta comprensión y de una amplia apertura de mente para llegar a ciertas conclusiones. Sé que muchas cosas son complicadas de entender en un primer momento.

Igualmente, para mí hay cosas incomprensibles por mucho que pruebe a intentar encontrarles una explicación.

En mi caso quisiera entender a todas esas personas que viven bajo unos valores excesivamente superficiales. Para ellos las cosas son muy diferentes de la frescura de una vida cimentada en el crecimiento personal y lo peor es que no son capaces de reconocer que es así.

Me refiero a todas esas figuras expertas en cualquier cosa a cambio de atención, éxito, dinero o fama. O incluso los que tienen la necesidad de imponer sus razones por encima de todo. Son ejemplos que infinidad de jóvenes han decidido obedecer. Ellos quieren protagonismo y aprobación sin necesidad de esfuerzo, voluntad ni adquisición de conocimientos y cultura…

Hoy nadie acepta una opinión constructiva, ni quiere escuchar mensajes opuestos a sus vanos objetivos, solo quieren emprender proyectos con resultados inmediatos. No hay paciencia, ni necesidad de superación, solo comodidad, conveniencia, intenciones ocultas y falta de ética.

Es desesperanzador ver que solo se desea que los demás sean iguales que tú, no se cuestiona nada, ninguna información invita a la reflexión. Es inaudito que se dejen engañar sin dudas y sin objeciones. Y mi deseo es que surjan propuestas eficaces para transformar este mundo hipócrita que está originándose a pasos cada vez más acelerados.

Por favor, no creas todo lo que te dicen, intenta comprometerte para generar un cambio antes de que esta manera de vivir avance hasta un punto de no retorno.

Te pido que no te dejes utilizar por esos mercaderes de humo que cada vez son más frecuentes. Desobstruye tu mente y atiende la evaluación de tus entrañas.

Considero que nos hallamos en una encrucijada. También que hay una irresponsabilidad general en no querer modificar el presente, este estilo de vida superficial, para intentar viajar hacia un futuro más sano.

Creo que las palabras civilización y progreso cada vez nos definen menos, y si seguimos llamando progreso al tinte que están tomando las cosas, vamos hacia la desintegración.

Cómo muy bien se ha dicho en todos los tiempos, siempre nos vamos a encontrar con falsos profetas, la cuestión es saber identificarlos mediante la reflexión. Debemos diferenciar, a través de la observación, entre estafadores y sabios, yo creo que sí viviésemos más despacio podríamos ver la diferencia.

No te dejes engatusar por estos modernos sofistas, impostores que solo buscan reconocimiento.

Vuelvo a insistir, es una pena que en esta época en la que tenemos un acceso casi ilimitado a gran cantidad de información, la inmensa mayoría de individuos se mantengan con cosas insignificantes, sin sentido, arcaicas y obsoletas.

Pocos son los que bucean e investigan, siendo esto, para mí, un gran inconveniente de intensa trascendencia. Su gravedad me da miedo, y lo que puede ocurrir en unos años, cuando todas estas personas gestionen nuestro mundo.

A pesar de todo, no pierdo la esperanza, porque también tengo conocimiento de muchos jóvenes sedientos de aprender, de crecer, de aumentar su sabiduría. Veo que en gran medida perciben los fraudes en los que han estado inmersos, y se sienten cansados de compromisos y palabras bonitas pero vacías.

Agradezco que todavía queden jóvenes con ganas de apuntalar sus cimientos. Gracias a su apoyo nos pueden ayudar a no flaquear cuando se presenten las tempestades y cataclismos.

Me gustaría que continuasen construyendo sobre estas bases enfocados en sus moradas espirituales.

Gracias a vosotros la niebla que impide ver el camino con claridad, se va disipando. Vuestros aposentos se sostienen en las partes más altas de cada bosque, selva, monte o cordillera, mostrándonos como escudriñar por encima de toda esa bruma.

Vuestro ejemplo sirve de motivación para los emprendedores que no quieren seguir peregrinando senderos establecidos, les ayudáis a inaugurar sus propios caminos, aunque deba ser a pasitos ajustados, atravesando la confusión.

 

¡Jóvenes sabios, el futuro es vuestro!

¡Incluid también en vuestras incertidumbres, la intuición del corazón, la sensibilidad, las realidades invisibles!

¡Y esos grandes silencios elocuentes de la generación más anciana!

 

 

¡Namasté!

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