Misión no es profesión

Escrito por Marié

27 de octubre de 2023

¿Como comenzar hoy? Pues yo creo que voy a escribir sobre la misión de vida. Y no quiero que se confunda misión con profesión.

Supongo que lo ideal sería que coincidiesen.

Cualitativamente son muy diferentes… si tienes que pasarte toda una vida en una profesión que no te gusta, tiene que ser un martirio.

El cuerpo, y mucho más la mente, tenderían a distorsionar la realidad.

Hay por ahí circulando una historia muy bonita sobre un pescador… Búscala y léela, es muy esclarecedora…

Desde hace demasiado tiempo nos han incrustado a fuego la idea de que el trabajo es algo sagrado, que vivir trabajando es un honor…

Si te detienes a pensar, son demasiados años estudiando, a veces cosas inservibles, ¿para trabajar en algo que no nos hace felices?

Qué triste.

Un vida totalmente pobre.

Suma: estudiar entre unos catorce y no se sabe cuántos más años para poder acceder a un trabajo.

Trabajar: seguir sumando para ver si el sueldo da… Consumo innecesario, vehículo, casa, muchas veces créditos…

Materialismo puro y duro.

No lo necesitamos, pero nos lo marcan en la piel. Lo vemos tanto, que lo creemos.

Yo, aunque sea en cositas muy básicas prefiero lo sencillo.

Como los dulces de mis abuelas, los bollos amasados con las manos, y con el corazón. Esos que intento continuar  haciendo. Si, los prefiero antes que cualquier dulce que se vende a un riñón por unidad, ¿De que están hechos? Y además, solamente para mostrarlos en las redes…

Qué triste.

Dulces fabricados con la única conciencia de negocio y dinero, dinero, dinero… Y esa conciencia es la que pasa a nuestras celulas al ser consumidos…

Bueno, mi mente está divagando… Cuando reflexiono sobre ciertas cosas, siempre aparecen otras a molestar. Como esos pensamientos intrusivos cuando intentas meditar.

Gran parte de mi vida la he dedicado al diseño de moda y a la confección. Era muy joven cuando comencé y por entonces, en mi ciudad las personas eran más humildes y mis precios eran acordes con ellas. Hoy casi nadie se siente humilde, aunque tenga que trabajar para poder comer… No se qué pasa por sus cabezas… Pura soberbia y puro teatro.

¡Es innecesario!

Bueno, pues en varias ocasiones, otras personas de zonas mucho menos humildes para las que trabajé, no se conformaban con mis precios… Me pagaban el doble… Pensaban que por pagar más, mis creaciones tenían más valor… ¡Siempre me sorprendió!

Para mi, la dedicación y el amor con el que trabajaba eran el mismo, y si tengo que valorar, tiene más valor el pago de una persona humilde, aunque fuese menor.

Triste ¿Verdad?

Que para ciertas personas algo no tiene valor si no es caro… Pero bueno «siempre hay un tiesto para una mierda» como decía mi abuela, ja, ja, ja.

Yo sigo sin entender el consumismo en si mismo… Y mucho menos desde posiciones humildes.

También desde la humildad han entrado en esa distorsión. ¡Si al menos fuese por sentirse bien consigo mismos!

Lo triste es que se suele hacer para la galería.

Cada uno dentro de sus posibilidades, y algunos fuera de ellas.

¿Para qué? Llenar tu vida de casas, llenar las casas de cosas, y un gran vacío.

Depresiones, ansiedades, sinsentidos, miedo… Suicidios.

Cada vez conozco a más personas sin ningún problema real, con estos síntomas.

Y también un montón de personas con problemas de todo tipo, incluidos de salud, con una alegría y unas ganas de vivir dignas de admiración.

Incluso personas analfabetas, que dan lecciones de vida, sin tecnología.

Muchas viven sin tener necesidad de medicinas… Pero… ¡No son rentables! ¡Son peligrosas!

Lo malo es que quedan pocos. No porque el resto no sea así, básicamente todos somos así de puros, pero vivimos desaprendiendo.

Yo creo que la vida, la vida de verdad, es otra cosa.

No me creo nada, no puede consistir en estudiar, trabajar, enfermar y morir.

Y mientras tanto consumir, consumir, consumir. Consumir hasta que somos consumidos por eso mismo que consumimos… ¡Uy parece un trabalenguas!

Bueno, creo que podemos escapar.

Observando, puedes comprobar que hay varios tipos de personas. Yo digo que son almas con distintas evoluciones.

Hay unas muy evolucionadas, que han pasado sus vidas trabajándose y ascendiendo hasta alcanzar una realidad superior y aparentemente más sencilla. Viven amando lo que hacen, viven según su vocación, su misión de vida y no necesitan mucho más. Viven sin miedo. Sienten que lo que tenga que ser será.

Y otras, en el lugar opuesto, las que se quedan con lo convencional, los que oscurecen sus vidas sin trabajarse, primitivos, instintivos, discutidores. Viven trabajando para enriquecerse sin tener en cuenta si les gusta o no. Viven con miedos, por lo que pueda pasar. Y nunca es suficiente.

En eso no consiste la vida. La vida es otra cosa.

Eso que se ve hoy en las noticias, son almas sin evolución, las que necesitan del insulto a otro para sentirse mejores. Pobreza mental total y absoluta. ¡Menuda pantomima!

Los que esconden sus insultos con ironías. Ironías borreguiles que les ríen los borregos. ¡Beeee, beee, beeee!

Qué triste.

Luego hay un sinfín de almas intermedias en distintos procesos de evolución. Intentando seguir su misión o al menos intentando amar lo que hacen.

Todas estamos llamadas a vivir y volver a vivir afinando el instrumento que se nos presta.

Vivimos en una sucursal que nos dará paso, o no, al universo mayor.

Las que siguen su verdadera misión son las que viven más felices, más tranquilas, mentes en paz, con un acceso cada vez mas cercano a ese universo superior … Llamalo como quieras, fuente, energía primigenia…

Somos guardianas de todo, y viviremos obteniendo lo que brindemos.

Creo que debemos enseñar cuidadosamente a las generaciones siguientes. Es una gran responsabilidad. Enseñarles desde el ejemplo, a pensar, a decidir y actuar por si mismos, desde unos valores puros y sencillos.

No tienen que pensar, ni decidir, ni actuar igual que nosotras, no son nosotras y no tienen la misma evolución.

Observando, creo que hay personas que no deberían tener hijos, da vergüenza escucharlos y perpetuarían sus maneras distorsionadas.

No es crítica, soy la persona con más defectos del mundo, pero los reconozco y procuro trabajarlos.

Quizás esos niños que nacen de padres infantiles, puede que sean más evolucionados y vengan a enseñar. Aunque sean más jóvenes en cuerpo. Les deseo fuerza y energía.

Aprender a vivir, realmente, consiste en aprender a no destruir, al menos.

Ni una idea, ni una persona, ni una planta, árbol, río, mar o montaña.

Y ¡Que mal vamos! Hay a quien no le importa, y ni siquiera lo cree.

Eso es lo de menos, nos va a tocar sufrirlo, de hecho ya estamos viviéndolo, tanto si lo creemos como si no.

Pero volviendo a la misión, me remito a mi presentación:

Creo que en la vida de toda persona hay varios días especialmente importantes. Entre ellos:

Cuando decides venir a este contradictorio y maravilloso mundo, la llegada a él mediante tu nacimiento y por supuesto el día que recuerdas tu misión y propósito en esta vida.

Descubrirlo forma parte del proceso de crecimiento y no debemos confundir el camino con la meta.

Tengo la plena certeza de que siendo lo que soy estoy siguiendo mi misión, y puedo ayudarte a encontrar la tuya, a ser tú y a vivir con plenitud en ti.

¿Te ayudo a vivir una vida plena?

Podemos descubrirlo juntos. 

Pero si no escuchas a tu alma, va a resultar complicado.

 

¡Namasté!

 

 

2 Comentarios

  1. Mari

    100℅100 verdad todo lo que dices, vivimos en una sociedad que somos borregos, es una pena pero es asi, bueno empezamos a trabajarlo🙂

    Un abrazo enorme

    Responder
    • Marié

      Encantada de que pienses como yo. Y sobre todo lo de empezar a trabajarlo. Creo que la solución comienza ahí.
      Un abrazo.

      Responder

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