¿Me acompañáis a una excursión? Hoy voy a relatar algo que acude como un susurro a mis oídos y necesito compañía.
Sígueme corazón, vamos a sentir.
No sé si hago lo correcto cuando te digo que vengas, algunas otras veces lo he hecho y después me he arrepentido.
Igualmente, te invito, siempre he preferido arrepentirme de lo que hago que dejar de hacerlo y arrepentirme por no haberlo hecho.
¿Qué pensarás de mí? No sabes a donde te voy a conducir y te estoy pidiendo que vengas.
¿Si te dijese que dejases tu hogar para venirte conmigo? ¿Lo harías? Seguro que no.
No obstante no hay problema a la hora de destruirnos entre nosotros, a los tuyos y a los míos, a los humanos. Es todo un embrollo además de una ofensa a la humanidad. Es más sencillo mirar a otro lado. Que la vida te bendiga y no tengas que ver sufrir a nadie a quien ames, en ese caso no podrás mirar a otro lado.
Por eso nunca te lo voy a sugerir.
Normalmente, veo que se eligen cosas injustas e incorrectas, pero si no se hiciese así, yo no estaría escribiendo hoy. Así que ¡Gracias!
¿No se entiende bien mi mensaje? Será porque la vida suele suceder en algo similar a un gran edificio frente a un letrero luminoso, pero nadie se da cuenta de que es falso, es un letrero con palabras que van cambiando tan vertiginosamente que parece invitar a creer en sus mentiras.
¡Tu eliges, convivir con una sociedad corrupta, integrarte en ella, aprender todo lo que te quiera enseñar! ¡Corre! Hay demasiada prisa.
¡Jamás me veré en algo así voluntariamente, espero no tener que aceptar por obligación, hay decisiones de las que estoy segura que no voy a tener que arrepentirme! Deseo también que nadie tenga que arrepentirse.
Es más que evidente que no he venido a rendir pleitesía a ningún rebaño ocurrente, sobre todo a los que tienen demasiado bien colocadas las anteojeras simulando persianas que ocultan las verdades. No acepto tener que amoldarme a algo así.
Puedo observar que no tengo excesiva compañía, solamente tengo una pequeña manada, igualmente voy a seguir caminando como observadora y quizás pueda servir de guía. Unas veces de guía y otras de aprendiz, pero siempre en mi manada.
Quizás alguien más se vaya uniendo por el camino.
¡Hemos llegado a un lugar enormemente alto y espacioso, vamos a hacer un descanso a ver que ocurre! Bonita acampada en un precioso marco.
¿No dicen que hay que sentarse junto al río el tiempo suficiente?, pues eso es, eso estoy haciendo junto con los míos. Observar como muchos os entregáis en manos de la desintegración. Ya he observado bastantes ejemplos y es inquietante. Desde aquí se observa todo nítido.
¿No os fiais de mí!?, ¿de mis verdades auténticas? Sin embargo, ¡Yo no miento!, no obstante, es mi verdad, a la que he ido acercándome con los ojos muy abiertos.
Aunque nada hay infalible, me puedo equivocar… El tiempo lo dirá.
Después de esta observación os invito, entonces, a que continuéis vuestro camino de no retorno, se acaba el tiempo, no nuestro tiempo, solo el tiempo de elegir.
Mi compañía y yo, estamos trabajando para construir nuestro nuevo mundo sobre las cenizas de lo obsoleto, es inevitable, siempre ha sido así.
Esta acercándose la hora en la que ya no pueda seguirnos nadie, no podrán escalar.
Desde aquí se observa todo y se puede ver que hay quien intenta estirar su cuerpo hacia arriba sin conseguir nada. Había que haberlo hecho en el momento en que era posible.
Donde me encuentro todavía hay luz, pero si miro más abajo de mi bello acantilado la luz no alcanza.
Igualmente, sigo observando, pero cada vez puedo ver menos, la oscuridad aumenta allí abajo, y cada vez es más intensa.
Al comienzo de este peregrinaje percibía que éramos pocos, pero veo que el número ha ido aumentando sin que lo haya notado.
Y ahora, al observar a lo lejos, en la profundidad, compruebo que no sois tantos, al menos no tantos como pensaba; sin embargo, me doy cuenta de que vuestras necesidades continúan aumentando, cambiando, distorsionando vuestra realidad.
Aquí arriba no hay prisa, existe un tiempo eterno, todo el tiempo del mundo, así que estamos cómodamente sentados y seguimos observando los movimientos del ajedrez lejano.
Hay mentiras que cada vez son mayores y se han vuelto una necesidad en ese «lugar» que habéis creado, porque la habéis convertido en una «nueva civilización».
Desde este precioso acantilado se percibe que ambicionais crecer cada vez más, estiráis y estiráis vuestra realidad hasta quedar transformados en seres cada vez más frágiles, si seguís estirando la cosa se romperá , igualmente vuestras necesidades cada vez son más complejas.
Realmente no sé si serán mis cristales, siempre me gustaron los colores y me permiten adornar todo mi entorno. Quizás los vuestros estén estropeados, porque desde arriba se ve una abominación.
¿Qué decís, que es más hermoso que lo que nosotros poseemos? Es la hermosura enfermiza y decadente de lo que le queda poco tiempo de vida y da sus últimos suspiros. No sé si quiero seguir mirando.
Yo seguiré haciendo lo necesario para nosotros, y cada vez somos más los que vemos vuestra distorsión, ir en contra de cualquier crecimiento natural.
Es imposible existir juntos, no vais a poder seguir viviendo con lo que os queréis comer, os vais a atragantar.
Totalmente imposible coexistir sin destruir.
Creo que nunca lo voy a entender. Y puedo asegurar que nunca lo voy a seguir, ni consentir en mi vida. ¿Maldad… perversidad? O quizás ignorancia.
Sigo mirando atónita, todavía con algo de esperanza, pero también se va agotando.
El momento de partir fue el momento adecuado. Las ruinas que observo son cada vez más evidentes y más oscuras.
Hay quien quiere aprovechar la altanería y la soberbia para alcanzarnos, pero ya no se puede subir aquí, y menos con esas herramientas.
Ahora las podéis usar para fertilizar lo que queda de vuestro mundo.
Vete, vete a todos esos sitios que consideras preciosos porque los ves desde tu posición mentirosa. Y si por casualidad en algún momento encuentras las oportunidades escondidas para venir a donde estamos, verás que es un hogar y que, pese a tu ignorancia, te puede acoger y enseñar.
Tus cristales siguen sin ser útiles, y a lo que llamas hogar es un estercolero. Tendrás momentos en que podrás tener acceso a la verdad y verás que eres el responsable.
¡Gracias de nuevo! Sin vosotros no existiríamos.
Sin embargo, te invito a seguir embriagado de fama, éxito o triunfo… Sigues sin percibir que te observo y desde esta distancia se ven las verdades, y no son las que tú sientes.
Mentira sobre mentira, sobre mentira, formando una torre cada vez más alta, pero cada vez más frágil… nunca nos alcanzaréis.
Nosotros vamos imparables y tenemos esperanza. ¡Somos viajeros eternos, pero hoy no toca eso!
Paciencia infinita paciencia, pero a ella se le acaba la paciencia, desde la altura de este acantilado hermoso se pueden ver los ríos, las orillas de los mares oscurecidos por los interminables desperdicios que arrojáis a ellos. La madre al completo está cansada de esos comportamientos.
Si, continuo observándolo y sois realmente desconcertantes, estáis en la oscuridad total disfrazada de luz artificial, tenéis miedo a estar a oscuras, pero no podéis desterrar las sombras.
Ellas os siguen de cerca, y quedan pendientes de todos vuestros envites, y antes o después lo podréis ver.
¿Por qué la teméis tanto y no sois capaces de salir de ella? ¿Por qué os asustáis de lo que habéis elegido?
¿Y por qué sois tan mentirosos? Erais los verdugos y os estáis transformando en ganado, en presas.
Mi acantilado se continúa llenando de amigos y vosotros cada vez más enemistados, triste ¿Verdad?
En vuestro mundo sombrío, lleno de bombillas amarillas que provocan sombras grotescas que os asustan, habéis construido calumnias llenas de humo y artilugios resplandecientes. Una civilización absurda que terminará rodando por el suelo.
¿Qué se puede esperar? Solo hace falta mirar vuestros rostros, mirar vuestras moradas como agujeros cada vez más inhóspitos, no por el aspecto, sino por la energía. Vosotros no os percatáis de esta realidad que se observa desde la distancia, y vuestra vida continúa regocijándose con vuestras genialidades, voluntades… ambiciones desmedidas que explotan en cada uno de los semblantes.
¿Quizás pensáis que nada os puede detener en ese camino sin salida?
Como sois depredadores sabéis que también estáis expuestos ¿verdad? Tened cuidado, cuidado con todo el mundo. En vuestro mundo no hay amigos. Solo estrategias.
¿Os creéis poseedores de la verdad? ¿Qué verdad? No sabéis solucionar, no sabéis nada, solo soñar un sueño iluminado de amarillo.
Y como lo que habéis construido, lo habéis estirado y engordado, engordado y engordado hasta que los pequeños cimientos que os sostienen, día día se van hundiendo y la caída será muy dura. ¿Os creéis tan ingeniosos como para resolverlo?
Seguiré observando. Además de borregos, divertidos.
Ah. ¿Qué no lo sabéis? Ya me parecía.
Alguno se da cuenta de que está siendo engañado, pero no os preocupéis, tenéis lo que queríais, ahora no queráis medrar, no hay posibilidad.
Lo único que os queda es morir, y es mejor morir sabiendo, qué hacerlo con la venda sobre los ojos.
Y a los que siguen en la ignorancia, es la mejor vendetta que teníamos reservada. Os creísteis merecedores del mejor premio, pero él es solamente para los nuestros.
Él premio es el tiempo que vosotros ya no tenéis.
Pero bueno, quizás sea mejor así, deseo que vivas feliz en tu tonta ignorancia elegida.
Nuestro número era reducido, pero ahora somos suficientes, seguimos pudiendo veros, vosotros a nosotros ya no.
La vuestra es una felicidad efímera e ilusoria de viajes en los que se arruga vuestro mundo como una bola de papel de envolver.
Cada vez que miro hacia abajo, lo que observo se me antoja más detestable, más absurdo.
No merecé mi mirada, todo está dañado, todo apesta a rebaño. Siempre voy a preferir mi manada.
Borregos adiestrando más borregos, todos igualitos, dormidos, moviéndose a la vez de un sitio a otro.
Desde aquí se pueden escuchar los pasitos unos detrás de otros. Los que caminan en segunda fila van recogiendo esas bolitas redondas y negras que quedan como rastro, para guardarlas como su mejor tesoro.
Domesticados, pero como siempre… los borricos andan sueltos…
Y ¿Cómo se hace todo eso?, como se ha hecho siempre, con un látigo, con el miedo, el odio, el chiste, la adoración ignorante, el desprecio, abriendo la carne del otro sin sentimiento alguno.
Arrogancia, tranquilidad con vuestros infinitos cacharros, rodeados de cacharros para presumirlos, pero bueno, es lo único que os queda para poder calentar vuestro corazón.
Una chispa, pido una pequeña chispa de esperanza, para poder mostraros el lugar donde estáis habitando. Borregos que crean y creen. Estúpidos que se creen poseedores del suelo que pisan, del mundo que moran…
¿Será que la inteligencia en la tierra se reduce solamente al efecto rebaño que se deja pastorear por un zagal invisible pero inmensamente poderoso?
Un pastor que tiene la capacidad de anular la individualidad para poder formar el rebaño.
Uffff, que a gusto me he quedado. ¿Por qué no pruebas a escribir?
Total, te has tenido que quedar en la gloria, jajajaa, te has despachado bien, un abrazo amiga, como siempre genial❤️😘😘
¡Cómo lo sabes! Ya me conoces. Un abrazo también de vuelta.