Esta mañana he tenido varias terapias. Mis terapias son energéticas, en ellas utilizo varias técnicas, unas aprendidas y desarrolladas y otras son regalos de nacimiento que igualmente he desarrollado.
Por eso no me gusta darle un nombre específico, aunque a veces lo haga para que las personas que no están acostumbradas a este mundo no tengan tantas dudas.
En los últimos días me habéis hecho muchas preguntas y casi todas han coincidido.
Y a todos os suelo decir lo mismo: si pides señales al universo procura creer en ellas para ir aprendiendo a reconocerlas.
Son distintas para cada uno, pueden llegar de muchas maneras y desde muchos medios, hay que aprender a observar.
Suelen ser muy personales así que no puedes preguntar a otro como son las señales, a cada uno nos envían cosas distintas.
Cuando lances una pregunta al aire, una plegaria, una petición, debes estar pendiente a todo, observar más cualquier cosa que suceda, libros, música, personas, animales, naturaleza, programas, todo a tu alrededor puede dar la respuesta que necesitas.
Lo que puedo decirte de mi experiencia es que tanto los dones innatos como los conocidos durante todo mi trayecto, han necesitado de mucho tiempo, y también de mucho trabajo.
A los que nacieron conmigo no puedo darles nombre, pero puedo deciros alguno que quizás conozcáis.
Corría el año 2021 cuando me hicieron la primera iniciación en una terapia energética que según me dijo el que fue mi primer maestro se llamaba Reiki.
No me ofrecía confianza, pero me dijo que vio en mi algo poco común y que debería desarrollar, que con el Reiki podría llegar a niveles mucho mas altos que los que actualmente poseía. Lo hicimos y posteriormente conocí a mi segunda maestra que me proporciono otra resintonización en el primer nivel, el segundo y el tercer nivel, alcanzando la maestría en esta terapia con un ultimo maestro.
Entre todas estas sintonizaciones también hice otras dos con un maestro llamado Eric Pearl en uno de sus viajes a Madrid, se denominan Reconexión, terapia reconectiva y sanación reconectiva. Todas me han ayudado potenciando mis capacidades a niveles mucho mas intensos.
Durante todos estos años he conocido a muchas personas que me han aportado otros conocimientos y ayudado a potenciar dones que ya me acompañaban y a una personita capaz de ver la energía universal, los canales que llegan a cada uno. Los que llegan a mi, y después salen por mis manos y mis ojos, y se reparten entre las personas que forman parte de un circulo de sanación.
Es la experiencia mas bonita que me han regalado. Que alguien tenga la capacidad de ver fácilmente lo que yo tengo la certeza de que existe sin poder verlo.
Pero volviendo al origen, todavía recuerdo mis primeras andanzas por este mundo, era demasiado pequeña, y por entonces algunas cosas me asustaban.
Sobre todo cuando comenzaba a entender algo. La mente iba desarrollándose y teniendo las capacidades para que este mundo fuese pareciendo mas cercano. Este entendimiento también me aportaba temor. Temor a tantas cosas desconocidas.
Realmente este mundo ha ido creciendo desde mi nacimiento a la vez que yo.
Mis recuerdos mas antiguos son que siempre procuraba estar rodeada de seres queridos, mis padres, tíos o primos mayores para que nada pudiese acercarse a mi.
Asistíamos a tantas reuniones de mediums, videntes, oyentes, sanadores, psíquicos… y se hablaba de tantos temas, que muchos de ellos me causaban asombro y un poco de temor. Imposición de manos, lecturas, trances, psicofonias, limpiezas, apariciones, cosas desconocidas… un largo etcétera.
Entonces no me imaginaba que algunos de esos dones me habían sido concedidos. Pero desde el colegio pude experimentar y pudieron experimentarlos.
Muchas de las cosas que entonces escuché no tenían sentido para mi, y si alguna lo tenía me daba miedo. Por entonces no había «visto» a ningún ser, y cuando hablaban de seres que estaban a nuestro alrededor yo miraba sin ver nada.
Hablaban de demasiados temas incomprensibles para una mente tan pequeña, por eso quería estar rodeada de mis seres queridos, temía que alguno de esos seres se hiciese visible para mi en cualquier instante y no me apetecía que se acercasen.
Realmente entonces no sabía que nada puede evitar que se acerquen si quieren y pueden hacerlo, absolutamente nada.
Y esto no tiene nada que ver con vibraciones, sintonías, ni nada de todo esto que se escucha de unos años a esta parte. El mundo que creció acompañándome no tenia nombres, simplemente era.
Cada uno de los que asistíamos a ellos, con el tiempo hemos desarrollado «poderes» que hoy puedo entender. Quizás era necesaria esta preparación desde mi mas tierna infancia para lo que tenia que experimentar con los años.
He visto, he viajado y compartido espacio con cosas muy feas, muy oscuras. A algunas he ido sola y a otras con compañía y no me gusta lo que siento allí, no voy a describir nada porque es difícil tanto de describir como de entender.
Si alguien tiene necesidad de saber mas, en privado puedo explicar este tipo distinto de experiencias. No son agradables.
Es la dualidad de este mundo. Es la parte que todos temen, pero que también existe. Aprendí a tener respeto pero no miedo, realmente no me han hecho nunca daño. Supongo que he ido solo a observar o a aprender a donde no quiero ir.
Por todo ello y tras el tiempo transcurrido he aprendido a sentirme segura en compañía de lo que pueda mostrarse, independientemente de su luz.
También a sentirlos, si no tienen la capacidad de mostrarse o yo de verlos. Otras veces a escucharlos sin verlos, unas pocas a verlos sin reconocer que están al otro lado, y otras más a ver luces o sombras a mi alrededor.
Por eso, porque he crecido conviviendo con ellos, no temo a las sombras, normalmente se han acercado buscando ayuda. Y la han encontrado. Todas las sombras han podido continuar su camino desde mi casa.
Todos, tanto las sombras, como las luces necesitan ayuda, pueden necesitar la tuya si crees en ello.
Solo hago excepciones si estoy excesivamente cansada o algo muy importante necesita de mi atención. Si vienen a mi presencia es porque saben que pueden ser atendidos.
Muchas veces pienso que si estuviese en ese lado y no tuviese la suficiente luz para continuar avanzando, también me gustaría que me ayudasen. Se llama empatía, independientemente del plano en el que nos movamos.
De algo que me siento muy orgullosa es de que mis terapias no son un negocio, sin embargo recibo mucho más que si lo fuese. Recibo la voluntad de quien viene, que es más de lo que podría esperar, ademas de mucho agradecimiento, confianza, cariño, respeto, y también un aumento en la capacidad para que la energía siga formando un perfecto equilibrio.
No suelo medir un tiempo anticipadamente porque cada persona necesita uno distinto y muy diferente de cualquier otra. Me gusta lo que hago y disfruto de ello, comparto y me comparten emociones y experiencias cálidas. Otras son muy duras, y entre los dos deshacemos los nudos.
Muchas veces lloramos juntos, otras reímos, nos abrazamos… es todo muy intenso y satisfactorio.
Ofrezco mi corazón en cada una de ellas y recibo el universo entero en compensación.
No se puede encerrar lo eterno en lo temporal y creo que cada cosa es distinta y necesita distintas maneras de ser enfocadas.
Por eso no le doy un nombre, aunque si vienes a verme, lo puedes llamar como prefieras.
Regresando a las señales, la cuestión es que quizás nos equivocamos en la manera de hacer las peticiones. Cuando miramos al universo y lanzamos una plegaria para que nos envíe señales claras por ejemplo para tomar una decisión o que camino tomar, y esperamos una respuesta demasiado evidente, dejamos todo el poder fuera de nosotros. Todos tenemos poder, poder de decidir, aunque si lo hacemos de la manera especial que debemos hacer, siempre obtendremos una respuesta, hay que interpretarla.
Cuando una señal es recibida, puede ser mas o menos evidente y nuestro poder nos debe ayudar a su correcta interpretación. Aunque estos temas causen dudas. Cuando tienes dudas buscas y es lo correcto. Sigue tu intuición, lo primero que llegue a tu mente y que puede pasar desapercibido si no le prestas atención.
Quizás se necesite mas tiempo, el verdadero interrogante es que las señales aparecerán mas habitualmente cuando realmente estés preparado. Puede explicarse como un trato que hacemos inconscientemente con el universo. El nos va a contestar de acuerdo a nuestra preparación. He aprendido a que en estos temas no hay que tener prisa. Mientras mas prisa tienes mas despacio aparecen las respuestas.
De ese otro lado tienen que tener claro que estamos verdaderamente preparados, aunque nosotros pensemos que lo estamos.
Empieza por escucharte, date caprichos, mímate un poco, relájate e intenta entender el propósito real de tu vida. Aunque suene egoísta vas a necesitar un poco mas de tiempo para ti, pese a que sea a costa de ocuparte de tu familia. Explícalo, di que necesitas un poco de tiempo y seguro que te apoyarán. Evidentemente tu les has ayudado toda tu vida a conseguir los suyos, te mereces un poco de lo que das.
Cada persona es dueña de su vida y debe hacerse cargo de ella, pero piensa que nadie, absolutamente nadie va a sanar por ti, ni será feliz por ti, ni vivirá por ti. Tu vida es solo tuya, eres la única responsable de proporcionarle placeres. Y lo que a ti te proporciona placer solo lo sabes tu.
Creo que tenemos una edad en la que no tenemos que pedir permiso a nadie para sentir, para ser, para querer algo. Es mas fácil de lo que pensamos.
Cuando dejamos de querer llegar resulta que hemos llegado.
Tan pronto como te relajes y pienses que todo sucederá a su debido tiempo, verás que comienza a aterrizar. El universo inicia una conspiración con algo superior a todo para que veamos las señales cada vez más claramente. Cuando empieces a percibir la primera, las demás serán más sencillas.
Desde aquí ya sabrás que camino seguir, cada señal refuerza tus propias intuiciones.
Siempre tiene mas sentido lo que nos hace sentir nuestro corazón que lo que nos dicta nuestra mente. Deja que tome el control.
La mente duda, el corazón siente.





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