He vivido aquí desde que tenía meses y friso los 53. Quiero recopilar varias leyendas y curiosidades de Alcorcón y voy a comenzar con el articulo de una vecina de aqui del barrio que me hace sentir identificada con su forma de definir todo. Gracias.
¡¿Vives en Alcorcón ?!
La gente que jamás superó los límites de la M30 considera que después de ella hay un océano similar al Atlántico.
Es una de las frases que más he escuchado cuando me preguntan dónde resido. La respuesta es un sí orgulloso, a la defensiva o acompañado de mil justificaciones, según me pille el día. La reacción siempre ha mezclado asombro con cierta incredulidad.
En muchos casos, tiene que ver con el esquema que hay en la cabeza de quienes se sorprenden por ver a alguien que no se corresponde con los estereotipos que recaen sobre las habitantes del Sur de Madrid.
La gente que jamás superó los límites de la M30 considera que después de ella hay un océano similar al Atlántico que imaginaban en la Edad Media.
-¿Tras Finisterre?
– Sí, a continuación, los monstruos de siete cabezas.
Hace no mucho, cenando con varias amigas, una chica canadiense que se unió quiso saber dónde vivíamos. La de Fuenlabrada y yo no supimos decirle en inglés “a las afueras” (lo busqué después, es outskirts), así que la única que tiene casa en el centro le contó que era “algo así como una favela”. Me pareció tan increíble que estuve riéndome toda la noche. Ella pretendía explicar que estamos alejadas de la capital, sin embargo, dejó patente algo que piensan muchos: que el extrarradio está falto de servicios, es peligroso y está mal comunicado. Vamos, que es Ciudad de Dios.
Luego, dándole vueltas, me acordé de que cursé preescolar en unos barracones a los que llamaron colegio por piedad. Eran los ochenta y no recuerdo si teníamos calefacción, pero sí que el conserje me enseñó a echarme el aliento en las manos para entrar en calor. Es cierto, nuestro pasado no fue próspero pero supongo que, en esa época, en pocos lugares pudo serlo.
Ha llovido bastante desde entonces y, aunque en la actualidad no seamos súper boyantes, les garantizo que andamos mejor. Con todo, continúan las cuestiones recurrentes, una es «¿cómo venís a Madrid?”. En demasiadas ocasiones, he tenido ganas de responder “en burro”, pero no me atrevo por si alguien se lo cree. Cuando explicamos que tenemos metro (solo en Alcorcón, dos paradas de la línea 10 y cuatro de la 12), autobuses y tres estaciones de Cercanías, creo que hay personas que se decepcionan.
Ahora bien, yo, como periférica, también juego a afirmar que vivimos en “Mordor”. Lo hago cuando quiero irme pronto. Me invento que me queda toda una yincana por delante hasta llegar y que tengo que coger el último metro /tren o blasa ( nuestras “camionetas”). Enseguida me dejan ir, entre apenadas y afectadas, por mi penosa situación.
Algún día, quizá me anime a confesar que también tenemos búho.
No obstante, hay quien siendo de las afueras ha interiorizado el prejuicio. Un día, fui al Paseo de Extremadura a cortarme el pelo y una clienta de la peluquería me comentó que ella también había vivido en Alcorcón pero, como era cantante, tuvo que salir de ahí para poder triunfar. Como si Puerta del Ángel fuera Broadway. Me ofendió tanto que le respondí que yo había estado en muchos países, por haber sido reportera en Españoles en el Mundo y que no me había hecho falta abandonar(nos)… Fui una ridícula, pero el barrio duele y se defiende.
– El país. Lucía Mbomío.
Las leyendas urbanas del barrio
Cada lugar construye su propio bulo, aunque hay algunos que triunfan más y adquieren un carácter casi universal.
Las leyendas urbanas son aquellas historias que se construyen partiendo de elementos reales, y reconocibles a los que se salpimenta con ingredientes ficticios. Pueden dar miedo o no; la de “Sorpresa Sorpresa”, el perro y Ricky Martin, por ejemplo, no provocaba exactamente terror, pero sí cierto estupor.
Cada lugar construye su propio bulo, aunque hay algunos que triunfan más y adquieren un carácter casi universal, pese a que después se adapten al lugar en el que se cuentan.
Los cromos con droga son un clásico, un sinsentido que se llevó muchísimo en los 80 y los 90. La trama era surrealista y del todo inverosímil. Sin embargo, quizá, por no romper la ilusión, decidíamos creérnoslo.
También tuvo bastante acogida la de la furgoneta blanca, un vehículo que, al igual que los Reyes Magos , podía estar en varios sitios ultra distantes al mismo tiempo, ya que mucha gente aseguraba haberla visto. Pura magia. Me suena que hacía fotos a los menores o algo así, el caso es que cada vez que nos cruzábamos con alguna, salíamos huyendo, por si acaso.
La de la chica de la curva en mi zona no fraguó y menos mal porque si lo pienso, aún hoy, me entra canguelo. Y con esta leyenda concluiría las que son compartidas. Ahora, le toca el turno a las propias, las de mi municipio, Alcorcón.
Comenzaré por la de la anciana del ya extinto cine Valderas. No sé si la recuerdo bien debido a que me pilló pequeña y a que la gracia de estas trolas es que, al transmitirse oralmente, son un teléfono escacharrado infinito. A mí lo que me llegó es que si ibas al baño, podías encontrarte a una mujer muy mayor que se acercaba para pedirte ayuda, entrabas con ella al aseo y no volvías a aparecer. Eso se ha traducido en que generaciones y generaciones de alcorconeros nos tragáramos películas enteras sin movernos del asiento, daba igual que nuestra vejiga estuviera a punto de reventar o que fuera Titanic, con sus tres horas y pico. Aguantábamos.
Luego también teníamos la de los castillos, edificaciones que muchos vecinos coetáneos vimos y vivimos medio en ruinas, cosa que los convertía en apasionantes (y peligrosos) para explorarlos. Se rumoreaba que las almas de sus antiguos moradores vagaban por ahí, de modo que los más valientes y avezados iban a hacer sesiones de espiritismo, con güija incluida que tenía letras escritas a boli sobre la hoja de cuadritos arrancada del cuaderno de sociales. La precariedad era eso y la vida nos estaba avisando.
Nos las creyéramos o no, las leyendas urbanas formaban parte del folclore contemporáneo y son un elemento más del acervo común de los barrios. Nuestro acervo.
¿Seguimos con otras leyendas?
He hecho una adaptaciond de una que se remonta al Siglo XV.
Vamos a ponernos en situación, sucedió aproximadamente cuando Colón partió hacia las Américas, acompañado de una tripulación bastante extensa.
Lo curioso de esta leyenda es que en ella viajaba un vecino de nuestro pueblo.
Veamos, Alonso de Montalbán, había sido aposentador junto a los Reyes Católicos.
En la gran expedición les acompañaba un joven llamado Rodrigo, hijo de Alonso de Montalbán, procedían de Alcorcón. De hecho ellos eran los que se encargaban de mantener el Templo Parroquial de Santa María la Blanca.
Llama la atención que se encuentren en muchas iglesias y lugares comunes repartidos por toda nuestra geografía, como por ejemplo en algunas plazas, imágenes de cocodrilos disecados, tal vez simbolizando la victoria del bien sobre el mal.
Pues bien uno de esos iconos tan curiosos se encuentra, o para ser más precisos, se encontraba en uno de los lugares más castizos de Madrid, en concreto en la Iglesia de San Ginés, situada en la calle del Arenal.
Cuentan las viejas crónicas que en 1499 el aposentador (persona que tenía como oficio buscar alojamiento a los monarcas o militares) de los Reyes Católicos, Alonso de Montalbán, decidió hacer un viaje. Fue planteado hacerlo con toda su familia y el destino, las Américas. El fin era realizar una inspección in situ de la zona y posteriormente mostrar dicho informe a los reyes.
Leyenda del cocodrilo
Pues bien, cuando estaban a punto de llegar a destino un grumete se percató que desde mas o menos un día atrás, un enorme cocodrilo los estaba siguiendo. Recomendó al capitán y a don Alonso que lo mejor era esconderse en tierra firme para despistar al monstruo que los perseguía.
Y así lo hicieron. Desembarcaron cerca de la isla de Portobelo (Panamá) pero cuando iban a adentrarse en la espesura para buscar provisiones apareció el cocodrilo con la intención de darse un gran festín.
La mayoría de los marineros, obviamente, salieron huyendo. Los que quedaron en la playa, ya fuera porque estaban petrificados por el terror o porque eran más valientes que los otros, observaron incrédulos una escena desconcertante. Vieron atonitos como la familia del aposentador, con él a la cabeza, se hincaban de rodillas y se ponían a rezar a la Virgen para que les salvara de aquel animal.
Panico en el barco
En esos momentos de pánico, la mujer de don Alonso exclamó «Remédianos Virgen Santa».
En algunas historias se dice que fue la Virgen de Los Remedios a la que invocaron. Pues, ya fue casualidad, o bien que las altas esferas les hicieron caso, sucedió que en ese preciso instante se oyó un crujido y el tronco de un árbol se abrió de arriba abajo. Al mirar en su interior apareció la preciosa imagen de la Virgen de los Remedios.
Otras teorias apuntan a que dentro de la rama apareció una talla de la Virgen que el funcionario llevó consigo desde su pueblo en el barco para que les protegiese ante posibles ataques en su regreso a España.
En cualquier caso, la caída del árbol provocó la muerte del animal que fue traído a Madrid para ser disecado.
Rodrigo fue quien se encargó de proteger, durante el camino de regreso, la imagen de la Virgen.
Don Alonso y su familia consideraron este hecho como una verdadera intercesión divina. Asi que decidieron erigir un altar en la Iglesia de San Ginés donde colocaron a la Virgen de los Remedios y al reptil disecado que causó el milagro.
Desde aquel día a dicho recinto sagrado se le conoció como La Capilla del Lagarto.
Desde 1522 se tiene constancia de la existencia de este cuerpo disecado en la Iglesia de San Ginés, y hasta hace poco tiempo se podía visitar.
Pero hoy en día, por desgracia, la efigie del cocodrilo está en paradero desconocido.
¿Desaparición?
Son muchas las hipótesis de su desaparición.
Se dice que un párroco, harto de que le preguntasen cuál era la Capilla del Lagarto, decidió hacerlo desaparecer. Otros opinan que, o bien esta bajo el altar o en periodo de restauración.
Incluso se comenta que estaba en tan mal estado que un cura del lugar lo tiró a la basura.
San Ginés es una bella iglesia en donde tiempo atrás fue bautizado Lope de Vega e igualmente allí se caso don Francisco de Quevedo.
Los padres de Rodrigo de Mendoza, agradecidos de la suerte que había corrido su hijo, decidieron construir una ermita en una de sus fincas cercana a Alcorcón y en ella se empezó a venerar lo que con el tiempo se convirtiera en la «fábula» «El cocodrilo de Alcorcón».
– Pueblos con leyenda de la Comunidad de Madrid, de Amalia Fernández, historiaconminusculas
Castillos de Alcorcón
A quien haya visitado el barrio de San José de Valderas no le habrán pasado desapercibidos los palacios que dan nombre a la avenida y al barrio próximo de «Los Castillos».
En Alcorcón tenemos el gusto de poseer un maravilloso espacio que guarda un tesoro arquitectónico envuelto en una historia hermética de la que seguramente sería enriquecedor saber mucho más.
Se trata de nuestros Castillos.
En medio de una ciudad que ha ido creciendo adaptándose a las necesidades de cada momento, viven majestuosos dos grandes construcciones similares a guerreros al frente de su ejército.
En ellos ya no existen bailes o fiestas palaciegas adornando sus grandes estancias. Pero ellos, magnos palacios, siguen observando el correr del tiempo, siguen siendo testimonios vivos de sus historias.
Los castillos erigidos a principios del s. XX, allá por 1917, hace escasos años que han cumplido su silencioso aniversario centenario.
Silenciosos, casi mudos, pero de algo quiere convencernos su silencio. El nos susurra bajito que sólo guardan majestuosas historias.
Los alcorconeros los definimos como los edificios arquitectónicos más emblemáticos y representativos del municipio.
Simbolismo
Se convirtieron en un símbolo presente en nuestra vida. Sobre todo de los que hemos contemplado el paso de su estado ruinoso al actual.
En cualquier ciudad existen construcciones que la definen solo con verlas. Forman parte de su desarrollo urbano y arquitectura, siendo su imagen y creando una identidad única. En nuestro caso son los Castillos de San José de Valderas.
Son un un conjunto palaciego construidos en torno a 1917 en Alcorcón. A comienzos el Siglo XX su destino fue el regimiento de artillería de Cuatro Vientos.
Pertenecieron a José Sanchiz de Quesada, Marqués del Vasto, Conde de Piedrabuena y Villaminaya y Marqués de Valderas por ser esposo de Isabel Arróspide, Marquesa de Valderas.
Hacia 1916 compró unas fincas próximas a su regimiento y mandó construir unos castillos/palacios para vivir con su familia.
Inauguraciones
El castillo principal se inauguró en 1917 y es de estilo sajón.
A su lado se construyeron dos más pequeños, uno dedicado a capilla particular bajo la advocación de San José y otro para la servidumbre.
Por allí pasaron grandes personalidades como el Rey Alfonso XIII, el dictador Primo de Rivera o el infante Carlos de Borbón, abuelo materno del Rey emérito.
El Marques de Valderas se convirtió en benefactor de la ciudad.
Financiando en 1919 la instalación eléctrica, en 1925 dos aulas escolares y en 1935 los terrenos para la conducción del agua potable, incluso equipos de futbol.
Durante la Guerra Civil los Castillos fueron abandonados. En el Castillo Principal se instaló un cuartel.
Tras el fallecimiento del Marqués, Los Castillos tuvieron diferentes usos hasta finales de los años´60.
Momento en el que comenzó su abandono llegando a los años 80 en un estado ruinoso.
Mis recuerdos de ellos son mas intensos en ese estado que en el actual.
En 1988 el VI Marque de Valderas los donó al Ayuntamiento.
En 1991 los arquitectos Enrique Fombella y Eduardo Paniagua iniciaron el proceso de reforma y restauración.
La capilla fue derruida por el estado en el que se encontraba. (Una pena).
Actualmente el Castillo Principal acoge el Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón. El más pequeño acoge actividades de la Universidad Popular, de la Escuela de Teatro o diversas actividades culturales.
Unas construcciones que forman parte de la historia de mi ciudad, de nuestro día a día y que cuentan con nuestros recuerdos y cariño.
Historia de fantasmas en los Castillos
Relata la historia que Los Castillos de Alcorcón, fueron mandados construir por el marqués de Valderas (cuyo bisabuelo había sido gentilhombre de Cámara de Fernando VII).
El encargo fue hecho a un conocido arquitecto, Luis Sainz de los Terreros, que hizo el palacete en estilo modernista.
Posteriormente, se edificó otro más pequeño, de planta cuadrada, el Oratorio de San José y todavía un tercero para la servidumbre.
El autor añade que a la ceremonia de la boda de la segunda hija del marqués, María Milagros, celebrada en los Castillos, fueron invitados todos los vecinos de Alcorcón. Cuentan que el célebre aristócrata tenía fama de regalar a las nuevas parejas que se formaban, el armario de la alcoba.
Alfonso XIII durmió también, según se cuenta, en Los Castillos, invitado a una cacería.
En 1936 el oratorio se transformó en emisora de radio dirigida por un hijo de Gregorio Marañón, y aún encontramos en esta fuente sobre la historia de Los Castillos, que fueron Colegio Trinitario y escuela de educación sexual para los jóvenes de San José de Valderas.
Pero lo más curioso que se nos narra es que en la década de los ochenta o noventa del siglo XX corría la leyenda de que había fantasmas en los Castillos.
Precisamente los de los marqueses de Valderas, que se paseaban por sus posesiones indiferentes al tiempo transcurrido.
(Recuerdo a la perfección esas leyendas, ellas hacían que los chavales bajasemos a ese entorno en busca de aventuras)
– Volumen segundo del libro de Javier Leralta, «Madrid: cuentos, leyendas y anécdotas»
¿Mitos?
Todo mito que rodea a nuestros castillos nos permite imaginar o incluso fantasear sobre cuánto habrán visto a lo largo de su historia.
Los relieves de su heráldica, siempre como sello distintivo, y la presencia de hermosas gárgolas que, a modo de vigías de piedra que han visto pasar el tiempo, son signos evidentes de su autenticidad.
Son símbolos de su nacimiento bajo la estrella arquitectónica de la grandeza.
Han sobrevivido al tiempo y a la adversidad.
Y hoy quizá puedan crearse más historias con todos los que se acerquen a visitarlos o a contemplar su silenciosa belleza.
Yo tengo mil historias infantiles creadas entre sus muros, guardadas en mi corazón.
Mundo recorrido
Desde cierta panorámica conservan esa factura señorial, de cuento fantástico, de tierra de magia. Y entonces reconocemos que no tienen nada que envidiarle a los íconos que seguramente se inspiraron en la grandeza de estos mellizos.
Los atardeceres son bien recibidos en este entorno.
Una construcción modernista y próxima sirve de espejo al sol, que viene a despedirse de los Castillos puntual cada tarde.
El viento parece doblar en este lugar encantado y ayuda a que las banderas ondeen orgullosas, como en todo Castillo deben lucir,
La torre redonda nos intriga con la circularidad de su interior. Como en los cuentos de fantasía, aquellas habitaciones circulares retan nuestra común predilección por lo cuadrado.
Las almenas juegan con la luz y nos regalan paisajes geométricos.
Sus ventanas, sus portones, sus accesos, son todos límites de la grandeza, a pesar de la adaptación a su rol de lugar público y cultural, .
El sol suele permanecer a ratos contenplamdo sus propios juegos sobre la piedra.
La gente que pasea por lo que ahora rodea a estos mellizos, que es un parque con posibles edificaciones de carácter social, suele fundir el paisaje con estos gigantes.
Cuántos secretos esconden estos castillos.
Cuánto silencio y cuánto tiempo los rodean.
Ojalá algún día alguien nos contase más historias sobre ellos, por ahora, tendremos que conformarnos con la imaginería de cuentos, de grandes salones, de bailes y mascaradas.
Con un paseo al atardecer fantaseamos sobre historias, batallas, cuentos, hadas y militares.
En el mismo libro encontraremos de todo. Y eso hace que este encuadre sea aún más fantástico.
– Mundo recorrido.
Si quieres conocer su historia detalladamente, este nuevo libro recrea sus más de 100 años en ‘Los Castillos de Valderas’.
Esta nueva obra trata de recopilar en un único volumen toda la historia de este centenario conjunto palaciego.
¿Ovnis en San José de Valderas?
Desde el barrio de mi infancia, y si mirábamos hacia la línea del horizonte, lo que veíamos al fondo nos decían que se llamaba Madrid.
La capital, irreal e inalcanzable, parecía no existir con sus nubes y skyline pintado con temperas de colores.
Vivíamos a las afueras de Alcorcón, en un promontorio fronterizo con Leganés urbanizado a principios de los setenta para acoger a familias jóvenes de trabajadores.
Ahora me da pena ver mi bloque, con las tiendas abandonadas, borrado por la historia y enterrado entre otros edificios de viviendas más impersonales y modernos.
En su día, esa solitaria mole de ladrillo rojo gobernaba aquel reino del descampado. Un feudo sin mucho glamour pero que, entre sus posesiones, atesoraba orgulloso tres castillos de principios de siglo que a todos nos parecían construidos con piezas gigantes del Exin Castillos.
Estas fortalezas de cartón piedra, abandonadas por sus dueños y habitadas por misteriosos músicos gitanos que nunca nadie vio, se convirtieron en el lugar ideal para que los niños del barrio emulásemos entre sus muros las aventuras que salían en la pantalla del mítico cine Valderas.
Los castillos del Marqués de Valderas eran famosos en el mundo entero.
Al menos eso creíamos todos los chavales del barrio porque presumíamos de ello ante los primos que asistían a nuestras comuniones.
La fama no les vino solo por la película de Drácula de serie B que allí se rodó, sino por un acontecimiento sucedido no hacía mucho tiempo.
La tarde del 1 de junio de 1967, cuatro años antes de yo nacer y a los ojos de todo el mundo, un platillo volante sobrevoló sus tejados a plena luz del día.
Podíamos ser pobres pero teníamos un OVNI, una civilización extraterrestre nos había elegido a nosotros por delante de todas las urbanizaciones pijas americanas.
El platillo llevaba en la panza el símbolo del planeta Ummo, una especie de letra h de seis brazos, al que un testigo presencial describió como un cambio de marchas de los automóviles antiguos.
Estuvo haciendo diferentes movimientos durante doce minutos en el aire para después alejarse en dirección a la carretera de Extremadura.
Allí en otro descampado, donde años después Esperanza Aguirre quiso construir Eurovegas, el ovni se posó dejando como testigo unos cilindros metálicos. El suceso fue visto, dicen, por multitud de personas que jugaban a la petanca o pasaban la tarde al sol. Al menos dos de los testigos llevaban consigo sus cámaras fotográficas.
Uno de esos personajes misteriosos, que nunca se llegaron a identificar, entregó ese mismo día unas tiras de negativos Valca de 400 ASA al diario Informaciones quien, al día siguiente, sacó en portada las impactantes imágenes bajo el titular ¿Platillos volantes sobre Madrid?.
Este caso se sumaba al avistamiento reciente de Aluche y a la oleada de cartas mecanografiadas que habían ido apareciendo por esas fechas y que parecían ser mensajes de los ummitas a los terraqueos.
La cantidad de testimonios y los documentos gráficos del caso Valderas lo convirtieron en un hito de la ufología mundial.
Decenas de investigadores internacionales se desplazaron a las afueras de Madrid para buscar testigos y analizar los negativos en busca de un posible fraude.
En 1976 una pareja de investigadores, abrumados por las pruebas, escribiría el libro Un caso perfecto.
Sus ejemplares, que tenían en portada tres platillos volantes sobre un fondo azul y como subtítulo la frase el caso más documentado del mundo, habitaban la mayoría de los muebles de los salones de mi barrio.
Eran objetos extraños esos libros en aquellas baldas despobladas de ellos y con huecos estudiados para el televisor.
Estanterías plagadas de figuras de porcelana, ceniceros y otros cachivaches inservibles que hacíamos en el colegio por el día del padre.
En mi casa se leía poco y el libro Un caso perfecto nunca lo tuvimos.
Con la llegada del maldito Amazon me he podido hacer con uno de esos ejemplares míticos que preside ahora a modo de tótem la estantería de mi estudio.
No tuve ese libro pero crecer en un barrio con OVNI marca la vida.
Desde muy pequeño me aficioné a escuchar en la cama programas de misterio con la oreja pegada a un radio que sonaba a tierra y que me trajeron de Andorra. Mi programa preferido era Medianoche de Antonio José Ales. Relataba todas las noches historias de fantasmas, psicofonías, civilizaciones perdidas o universos paralelos que, como siempre sucede, una conspiración internacional se preocupa en ocultarlos.
A principio de 1990, el bueno de Alés me sorprendió con la emisión de una cuña publicitaria donde anunciaba que el 7 de abril convocaría una de sus Alerta OVNI junto a los castillos de San José de Valderas. El locutor, al que escuchaba todas las noches, en otro golpe de suerte, visitaría mi barrio.
Aquellos encuentros, que se hacían cada varios años, reunían en un lugar de avistamiento histórico a los seguidores del programa. Se solían hacer en la medianoche y los que acudían miraban al cielo convencidos de que los extraterrestres volverían ante tanta expectación.
Por supuesto que yo acudí a esa cita.
Convencí a un grupo de amigos de que esa era la mejor manera de pasar un sábado por la noche. Y no estuvo nada mal, una pena que aun no fuera fotógrafo porque tengo grabado la explanada de los castillos llena de fuegos y telescopios mirando al cielo.
Yo, que conocía los agujeros de entrada al castillo, guié a mis amigos hasta la torre principal desde donde teníamos una visión panorámica del evento. Era chulo mirar al cielo y vivir con la inútil esperanza de que la suma de ilusiones atraería a los extraterrestres. Por supuesto que los marcianos no nos escucharon y nadie vino a visitarnos.
Menos mal, pienso ahora, hubiera sido demasiado pronto.
Años después, en 1996, cuando yo me dedicaba a recoger la basura de mi barrio y pasaba a diario delante de los castillos vestido de naranja, agarrado a un camión y con mi coleta al viento, Jose Luis Jordán Peña, un científico asociado a lo parapsicología, confesó lo que era un secreto a voces; él era el artífice de toda aquella falsificación de los ummitas en Valderas:
¿Falso?
En su confesión detalló con todo lujo de detalles como jugó con nuestras ilusiones:
UMMO evoca a Humo. Elegí al azar la estrella Wolf 424 ya que mi objetivo real no era desarrollar un mundo extraplanetario creíble.
Redactaba los informes los sábados y domingos por la tarde, y aprovechaba mis viajes al extranjero para enviar desde allí las cartas.
Utilizamos la maqueta colgada de un hilo de nailon muy delgado. Usamos una velocidad muy rápida 1/1000 para que el platillo y el fondo de la foto saliesen igual de enfocados, y el platillo pareciese más grande. Llegué a entrevistar personas que decían haber visto el platillo, pero que no recibían mi remuneración.
Empecé a indignarme al ver que la secta Edelweiss marcaba a fuego con mi símbolo a niños. Y luego recibí una invitación anónima desde Cuba, para asistir a no sé que reunión ummita en casa de Joaquín Farriols, así que decidí cortar el experimento que llevaba haciendo 25 años. Estoy arrepentido de haber creado un experimento inmoral que se ha vuelto contra mí.
Si Jordán Peña viviera le daría las gracias por toda esta mentira que se fue capaz de construir. Estoy convencido que aquellas fotografías de un OVNI montado con dos platos de plástico ensamblados y sujetados por una caña de pescar cambiaron mi vida.
Desde entonces nunca he tenido clara la frontera entre la realidad y la ficción y eso se lo debo a él. A él seguramente también le debo la ascensión al zenit de mi carrera cuando mis obsesiones me llevaron al programa Cuarto Milenio de Iker Jiménez.
Durante cuatro programas declaré como experto en fotografía en el programa. Esta circunstancia no la incluyo en mi curriculum porque aun hoy no estoy seguro de si sucedió en realidad.
Fantasias
La capacidad de fantasear o incluso de mentir es quizás la más bella habilidad humana. A poco que se lea de física cuántica se sabrá que la realidad no habita en ningún lado.
Lo importante del OVNI de mi barrio son las imágenes que sugirieron en nosotros aquellos visionarios. Me los imagino en esos descampados con miedo de ser descubiertos, llenos de cachivaches como si fueran los cazafantasmas, fotografiando una maqueta cutre en los mismos campos de cardos donde jugábamos al fútbol.
Falsificar de esta forma tan solitaria me parece un acto conmovedor. A día de hoy, cada vez atravieso la Avenida de los Castillos, no puedo evitar echar la vista al cielo esperando ver a los ummitas. Sueño con que salga un haz de luz desde la nave que me señale como el elegido para su abducción.
Ahora que tengo entre las manos las fotografías que mis padres se hicieron, en el mismo lugar del avistamiento, con su hijo recién nacido me pregunto si en realidad yo tuve algo que ver en todo aquel asunto del OVNI.
Y no tengo claro qué contestar.
– Paco Gómez
Comisario, diseñador de exposiciones
Alcorcón en los comics de Bruguera
¿Seguro que alguno de los lectores recuerda a «Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón«, que dibujaba Roberto Segura en los tebeos de Bruguera?
En sus viñetas estaba plasmada la sociología del momento.
El joven matrimonio de la nueva y engañosa clase media, mas el compañero de piso, familiar, viendo pasar la vida como un señorito tumbado en el sofá, y beneficiándose del progreso sin mojarse. Los tebeos ya son viejos, pero la esencia es la misma.
Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón refleja la costumbre que se daba en España durante el franquismo de que los matrimonios jóvenes compartiesen su casa con un familiar soltero. Imprenscindible para poder afrontar el pago de la hipoteca.
El matrimonio de esta historieta está compuesto por Arturo, de profesión oficinista, y su mujer, que es la hermana mayor de Pepón. Este último vive en la casa sin aportar nada a cambio, lo que provoca fuertes irritaciones a Arturo.
Solterón, vago y, en ocasiones un sinvergüenza de alma cándida, Pepón, el motor de la serie, convive con su hermana (¿alguna vez tuvo nombre?) en el ¿hogar? que esta ha creado junto a Arturo, su marido.
Pepón, que bien podía ser el hijo sesentero de Bartolo, es el cuñado más plasta de la historieta española. Arturo acaba siempre las historietas con un irrefrenable deseos de matar a Pepón quien para mas INRI, le llama cariñosamente “el nene”.
Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón apareció por primera vez en el número 1 del tebeo «Ven y Ven», rebautizado ese mismo año como «Suplemento de Historietas de El DDT».
En 1960, pasó a «Tío Vivo», y se publicó después en otras revistas de Bruguera, como «Super Tío Vivo» (1972), «Mortadelo Gigante» (1974), «Mortadelo Especial» (1975), «Super Carpanta» (1977), «Super Cataplasma» (1978), «Mortadelo» (1984) o «Pulgarcito» (1985). Ediciones B la incluyó en «Super Mortadelo» (1988).
Curiosidades sobre la alfarería en Alcorcón
El inicio de la alfarería
Esto tuvo su desarrollo en el tiempo de forma exponencial, ya que según las Relaciones Topográficas de Felipe II, publicadas en su periodo, Alcorcón cubrió las necesidades del resto de la Comunidad en torno a la alfarería durante cinco siglos.
Y es 300 años después cuando se empiezan a guardar originales de finales del siglo XIX sobre la industria alfarera. Las fotografías son muy ilustrativas acerca del funcionamiento y su fabricación, y que, como bien describe el artículo de Blanco y Negro de aquel año “Modesta, eso sí; ya no puede ser más modesta, más sencilla ni con menos pretensiones”.
Este artículo se puede transcribir perfectamente debido a su buena conservación y legibilidad.
Con orgullo, en aquella época se afirmó que quizá el puchero de Alcorcón podría estar en un futuro en los Museos, y puede ser posible.
Generar tanta cantidad y de calidad como para abastecer a los vecinos de la Comunidad durante cinco siglos es una tarea altamente complicada, y eso se merece un reconocimiento, quién sabe.
A través de las fotografías podemos encontrar que en su nivel preiconográfico no hay más de tres o cuatro personas en cada función, lo cual denota una baja explotación. Estas tareas: eran la fabricación, el examen de las piezas para posteriormente elegir el mejor género, y, por último, la exportación.
Como Luis Bermejo escribe de forma acertada “Pensemos, uniendo la cerámica a la historia, que lo único que nos queda en puridad son las cazuelas y pucheretes de Alcorcón. Y que ya no poseemos la fórmula de aquellos reflejos metálicos de los platos hispano-árabes, ni de los finos y múltiples colores de la loza talaverana, ni de los alardes y primores de la porcelana del Buen Retiro”.
Realizando una crítica sutil a la situación política de la época, reivindica la alfarería de Alcorcón, presente en el escudo de armas del municipio, como algo nacional, sin buscar algo extranjero.
Eso denota la calidad de nuestra cerámica, aquella que sobrevivió tantos siglos a las órdenes de diferentes reyes y situaciones diametralmente opuestas.
Más curiosidades alfareras
La alfarería fue una actividad artesana muy importante durante siglos en Alcorcón.
Era abundante la materia prima en todo el término de la población pero destacó por su calidad la arcilla de las proximidades de Torres Bellas, la Ribota y la de otros filones del camino de Villaviciosa de Odón.
La época de apogeo de los hornos de Alcorcón fue la segunda mitad del siglo XVIII.
En 1750, según el Catastro de Ensenada, trabajaban en ellos 62 alfareros entre los que estaban varios miembros de las familias Blanco, Beltrán, Simón, Gómez, Pontes, Campos, de la Calle, de la Cuesta, Talavera, etc. Apellidos de personas que aparecen ya en documentos del siglo XVII dedicadas a la misma profesión.
En 1788 el 90 por ciento de los vecinos de Alcorcón vivían de la fabricación de recipientes de barro o de su distribución. Unos años después, a finales de siglo, funcionaban de 25 a 30 alfares. A partir de entonces la dedicación a la alfarería fue disminuyendo gradualmente en Alcorcón.
Aunque se fabricaron a veces tinajas y alambiques para boticas, fue mucho más frecuente la elaboración de piezas de uso diario en los domicilios como cántaros, cazuelas, jarros, pucheros, etc. Eran objetos utilitarios toscos y carentes de decoración pero que siempre conservaron como principal característica su resistencia al fuego.
En 1576 los objetos de barro hechos en Alcorcón gozaban ya de buena fama:
…la granjeria que tienen y lo que se hace y se labra en el dicho lugar mejor que en otra parte es cántaros, ollas, jarros y puchericos y esto se labra tan bien y es el barro tan a propósito para el menisterio que son, que se llevan a muchas partes lejos y se tienen en mucho en todo el Reino.
En el reinado de Felipe V un alfarero de Alcorcón, Manuel de la Calle, fue el proveedor del vidriado que necesitaba la casa de la reina madre.
Llegó aquél a construir una barraca en las proximidades del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue construida para guardar las piezas que necesitaba la familia real cuando se trasladaba a pasar temporadas de descanso a ese lugar.
En 1786 los productos de los alfares de Alcorcón seguían manteniendo su prestigio como lo de muestra el que se siguieran utilizando en la Real Cocina, Real Botica y Reales Hospitales.
Fue a principios del siglo XIX cuando empezó a descuidarse la forma de realizar el vidriado de las vasijas hasta tal punto de que se producían a veces cólicos con su uso:
…convendría que se cuidase de mejorar el vidriado o que se tuviese más preocupación para usar el vinagre en sus vasijas por lo muy expuestas que son a producir el cólico llamado de Madrid que suele a veces no ser otra cosa que el envenenamiento ocasionado por estos descuidos.
La calidad de los objetos fabricados en Alcorcón había empeorado unos años más tarde:
Se trabaja vidriado pero tan mal hecha la mezcla de las tierras, empleando éstas con muy poca inteligencia.
Las formas de las piezas o vasijas tan toscas, su grueso tan desproporcionado y sobre todo tan mal aplicado el barniz y tan imperitamente graduado el fuego, que es de lo más malo que puede verse.
Sin embargo todos estos defectos pudieran remediarlos los mismos fabricantes y poner sus producciones al nivel de los vidriados de las demás fábricas, bien construidos y de un uso común.
A pesar de los riesgos de la vida a que exponen el uso de estas vasijas tan mal acondicionadas, no dejan de emplearse, ya por su baratura, ya por su duración.
En 1848 la calidad de los objetos fabricados por los alfareros de Alcorcón había mejorado porque sin duda se empleaba una mejor técnica para realizar el vidriado:
Hay ocho fábricas de alfarería ordinaria pero superior en su clase por su duración, ya sin vidriar, ya vidriado, cuyos barros tomados de la jurisdicción del pueblo, aventajan en calidad a todos los del país, por lo que surten a la corte y otros muchos pueblos cercanos y distantes.
En 1865 seguían fabricándose en Alcorcón vasijas toscas y ordinarias pero de gran duración:
La celebridad de Alcorcón, que la tiene seguramente, es debido a la tierra de su término y a las vasijas de alfarería que fabrica de ella. Pues aunque toscas y ordinarias, son de mucha más duración que las de otros puntos y forman sin duda un ramo muy importante de industria y de comercio.
De 1900 a 1920 funcionaron 13 hornos que quedaron reducidos a partir de esa fecha a 3. Desde 1936 trabajaron ya sólo 2 alfares en Alcorcón, el último de los cuales cerró en 1968.
Y apareció el plastico
Una serie de circunstancias como el empleo de objetos de vidrio y plástico, etc. terminaron con una tradición de varios siglos.
Las operaciones necesarias para la elaboración de piezas de alfarería suponían mucho trabajo.
La arcilla extraída tenía que ser limpiada de piedras y orearse bien.
Después se colocaba en fosas o pilones de agua y la pasta obtenida se batía y se hacía pasar por un tamiz para eliminar la arena y otros materiales.
Luego se amasaba pisándola con los pies de la misma forma que se hacía antiguamente con la uva para obtener el vino.
La masa se colocaba en un tablero donde se continuaba el amasado hasta dejarla en condiciones de fabricar las piezas.
El modelado de éstas se hacía a mano empleando el torno.
Las últimas operaciones eran el secado bien al sol o bien en un cobertizo, para quitar a los objetos ya modelados parte del agua que contenían.
El barnizado o vidriado, recubriendo la parte interna, la externa o ambas de una vasija de un barniz vitreo y por último la cocción que en los objetos vidriados era doble.
La participación femenina en la artesanía madrileña, si exceptuamos el hilado y tejido de la lana, el lino y el cáñamo, fue poco frecuente en siglos pasados. En cambio en Alcorcón, a pesar de la dureza del oficio de alfarero, las mujeres intervinieron, como los hombres, en la realización de las diversas operaciones.
Según las Relaciones histórico-geoqráficas de Felipe II en el último tercio del siglo XVI eran las mujeres exclusivamente las que trabajaban el barro en Alcorcón.
A mediados del siglo siguiente Francisca de Pontes, viuda de Juan Manuel Godino, fabricaba gran cantidad de vasijas. Unos años después Catalina Godino estaba dedicada a fabricar ollas.
De los 62 alfareros que había en Alcorcón a mediados del siglo XVIII, 8 eran mujeres: Angela Pontes, Ana Simón, Angela Simón, Angela Alvarado, Ana de Madrid, María Marín, Ana Talavera y Ana de Orgaz.
Manuela Talavera y su esposo, Pedro León Godino, fabricaban ollas en el taller que tenían en el patio de su casa en la calle Calderería.
En 1788 las mujeres de Alcorcón seguían trabajando junto con los hombres en la elaboración de piezas de alfarería, según Larruga:
Tiene la fábrica 15 hornos y las mujeres son aplicadas a sus faenas.
Fue frecuente que las mujeres alfareras de Alcorcón padecieran de dolores reumáticos producidos por la humedad a que estaban expuestas.
Los hombres eran generalmente los que aplicaban el alcor u óxido de cobre negro a los objetos de barro para vidriarlos, lo que les producía a menudo dolores de pecho, según D. Matías Ramos Pérez, cura párroco de Alcorcón en 1786. Según este cura párroco se creía en la población que el nombre de ella se derivaba de la palabra alcor u óxido de cobre negro que se usaba para vidriar:
… las enfermedades que comunmente se padecen por las mujeres son dolores reumáticos provenidos de que ellas son las que fabrican y perciben muchas humedades. Los hombres padecen algunos raros accidentes de pecho que en pocas partes se ven iguales y aseguran provienen del alcor que causa tan terribles efectos como el antimonio.
En la segunda mitad del siglo XIX se atribuía a las emanaciones del alcohol quemado que entonces se empleaba para el vidriado, las afecciones de pecho y los cólicos saturninos que padecían muchos vecinos.
Los beneficios que proporcionaba esta industria a los alfareros de Alcorcón fueron escasos porque, aunque la arcilla la tenían próxima, la leña escaseaba mucho y tenían que acarrearla de otros lugares, sobre todo de Manzanares el Real, a seis leguas de Alcorcón:
…dijeron que el dicho lugar es muy falto de leña porque todo su término y dezmería no tiene encinas ni montes que tengan otra leña; provéese de leña del Real de Manzanares, que hay seis leguas hasta el dicho Real.
Retamas
Se sembraban en Alcorcón retamares que se empleaban principalmente para caldear los hornos alfareros. A mediados del siglo XVIII había 1.500 fanegas de tierra dedicadas a ese cultivo.
Fue frecuente que los alfareros de Alcorcón cuando regresaban a sus casas con sus carros vacíos después de haber vendido su mercancía, los cargaran de leña de los pueblos donde abundaba.
En la escasez de beneficios que proporcionaba la dedicación a la alfarería influyeron también la fragilidad de la mercancía que les ocasionaba bastantes pérdidas por la rotura de muchas piezas. Especialmente durante su transporte, y el que se vendieran aquellas a precios módicos para poder competir con los productos de otros lugares.
En el siglo XVI se consideraba el oficio de alfarero en Alcorcón como una «granjeria de mucho trabajo y poco provecho» que se practicaba «por no holgar ni tener otra cosa en que entender».
De los 54 maestros alfareros que en 1750 había, 11 ganaban un jornal de 8 reales, 29 percibían 6 y el resto, 5 reales. Eran jornales parecidos a los que cobraban otros artesanos como los sastres, zapateros, herreros, etc. de la población con menos trabajo.
La venta de los objetos de barro elaborados en Alcorcón fue durante muchos años una ocupación habitual de bastantes de sus vecinos. Utilizando bestias de carga con angarillas o carros, transportaban su frágil mercancía a Madrid y a otros muchos lugares a veces muy distantes.
Sabemos que en 1576 se llevaban a vender los cántaros, ollas, jarros y pucheros «a muchas partes lejos».
Repartiendo
Recién construido el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, alfareros de Alcorcón vendían allí muchas piezas, especialmente cántaros.
En 1786, según el cura párroco antes citado, se vendían los objetos de barro de esa población «en Madrid y sus contornos, en Alcalá, Guadalajara, Toledo, Mancha, Segovia y sus sierras».
Entre estos alfareros de mediados del siglo XVIII estaban dos hidalgos, Diego y Francisco de Vergara, que ocuparon cargos políticos en Alcorcón por el estado nobiliario en bastantes ocasiones.
Madrid fue ya en siglos pasados el gran mercado al que acudían diariamente arrieros y carreteros sobre todo de los pueblos de alrededor aunque también de otros bastante alejados.
Los vecinos de Alcorcón aprovecharon la proximidad de la capital, a la que podían llegar entonces en unas dos horas, para vender allí su mercancía en los distintos mercados o de forma ambulante, recorriendo las calles.
A menudo los propios alfareros eran los vendedores de las piezas por ellos fabricadas. Otros eran revendedores todo el año de las vasijas que compraban en los alfares.
También fue frecuente que algunos labradores y jornaleros se dedicaran a la venta de forma temporal. Normalmente en la época en que no podían realizar sus trabajos agrícolas, compatibilizando ambos oficios para obtener unos ingresos imprescindibles por la baja productividad de la agricultura.
Los beneficios anuales que obtenían los vendedores variaban, lógicamente, del empleo de una caballería mayor o menor o bien de un carro. A mediados del siglo XVIII estaban comprendidos entre los 1.000 y los 2.000 reales.
Problemas
Los vendedores de Alcorcón, como los de otros muchos lugares, tuvieron a veces grandes problemas para vender su mercancía en Madrid. Generalmente por la oposición que encontraron por parte del Gremio de Vidrio y Vidriado de la capital que tenía, entre otros muchos, el privilegio de la venta exclusiva de esos productos.
Las luchas entre los vendedores de Alcorcón y los representantes del Gremio se enconaron más a finales del siglo XVII y durante todo el XVIII.
En 1692 se resolvía un pleito existente entre los repartidores del Gremio y Manuel de Pontes, Juan de Pontes, Domingo García, Antonio de Vega, Juan Gómez, Francisco Avarado y Francisco Blanco, vecinos de Alcorcón que representaban a bastantes más, por practicar la venta de objetos de barro por las calles de Madrid.
Hubo una sentencia dictada por D. Francisco Ronquillo Brizeño, corregidor de la villa de Madrid, el 11 de octubre.
Fue confirmada el 17 de noviembre del mismo año por la Real Junta de Comercio, condenaba a todos los vecinos de Alcorcón que comerciaban con vasijas de alfarería. A que a partir de esa fecha dejaran de venderlas si no estaban avecindados en la capital y tenían tienda abierta de esos géneros. En caso contrario serían castigados «con grave rigor».
Los vendedores de Alcorcón siempre se resistieron a perder su más importante mercado y por lo tanto hicieron caso omiso de la citada sentencia, ante las protestas de los repartidores del Gremio.
Recursos
Utilizaron los alcorconeros diversos recursos para poder vender su mercancía.
Fue frecuente que llegasen con su carga a la capital, se alojasen en algún mesón o posada. Luego pedian licencia para efectuar la venta alegando los grandes gastos tenidos y los perjuicios que se les ocasionaba si no vendían pronto sus productos.
En tales casos las autoridades solían conceder el permiso, ante las continuas reclamaciones de los agremiados, en estos términos: «Sin perjuicio de los executores de los tratantes en vidrio y vidriado de esta corte y en conformidad de la costumbre, se concede licencia».
El 12 de septiembre de 1699 se hizo almoneda de sus bienes y otros alfareros de la población como Manuel Talavera y María Escobar compraron los bancos de hacer ollas y otros utensilios de su taller.
A finales de 1701 por una denuncia de los del Gremio, se apresó a Julián de Talavera, vecino de Alcorcón, se le quitó la carga y fue encerrado en prisión de la que escapó poco después refugiándose en el Convento del Corpus.
Más tarde recurría aquél ante el corregidor para que se le devolviese el género requisado. Por el contrario Francisco Pantoja, como representante de los repartidores del Gremio, pedía por escrito de fecha 2 de diciembre de ese año que se volviera a prender a Julián de Talavera. Que no se le devolviera la carga y se les impusiera una multa de 20 ducados no sólo a él sino a cuantos en lo sucesivo infringieran la ejecutoria de 1692.
¿Castigos?
Unos días más tarde el corregidor Ronquillo ordenaba que se castigase a los vendedores.
…además del perdimiento de las mercancías tocantes al Gremio de estas partes y caballería en que se aprehendieren, en diez ducados de vellón por primera vez… y por las demás se pasará a lo que haya lugar en derecho.
A pesar de estas severas medidas no dejaron los trajinantes de Alcorcón de vender en las calles y plazas madrileñas. Ni los del Gremio de Vidrio y Vidriado de perseguirles.
Tras una nueva protesta de éstos, tuvo que intervenir otra vez el corregidor de la villa que en esta ocasión era el marqués de Fuente Pelayo, permitiendo por escrito de 2 de marzo de 1705 la venta de artículos de vidrio y vidriado a los fabricantes, pero no a los revendedores:
Si acaso algún fabricante de dichos géneros viniese a venderlos a esta corte por ser sus frutos, los puedan vender y vendan por sus personas en público o en secreto, como les pareciese.
Los pleitos continuaron durante todo el siglo XVIII. Por la ejecutoria de 13 de marzo de 1721 se autorizaba a los vendedores a vender al por mayor en los mesones pero se ponían los mismos inconvenientes que antes a la venta por menor.
Los trajinantes estaban obligados a llevar su mercancía a un mesón y notificar a los comerciantes del Gremio la fecha de llegada para que éstos pudieran adquirirla.
Surgieron nuevos problemas porque los comerciantes madrileños se quejaban de que los vendedores almacenaban en los mesones tal cantidad de mercancía que no podían retirarla dentro de la fecha de notificación. Y por lo tanto se consideraban libres los arrieros de venderla al por menor, cosa que hacían en los alrededores de las ermitas de Nuestra Señora del Puerto, del Angel y de San Isidro, principalmente.
Un nuevo pleito que se resolvía en 1734, condenaba a Pedro Simón, Diego Muñoz, Fernando de la Calle y Manuel Fraile, vecinos de Alcorcón dedicados a la venta ambulante de objetos de barro, a cumplir lo ordenado en la ejecutoria de 1721.
Se permitió luego vender a los trajinantes en tiempo de feria pero los comerciantes del Gremio acostumbraban a acudir allí y acaparar todo el género para luego revenderlo, privando así al público madrileño de poder comprar en esos días a precios más asequibles.
El 22 de enero de 1760 Manuel de la Calle ya había muerto y su viuda, Francisca Blanco, intentaba vender la barraca de El Escorial.
En 1799 el Gremio de Loza, Cristal y Vidrio elaboró y sometió a aprobación unas nuevas Ordenanzas. En ellas se otorgaban ellos nuevos privilegios prohibiendo la venta de objetos de barro no sólo de forma ambulante por las calles de la capital, sino también en los alrededores situados a menos de una legua de ella.
Justificaban esa decisión en los perjuicios que, a su juicio, los vendedores ocasionaban a los vecinos de la capital:
Habiendo notado que muchos, contraviniendo a las Ordenanzas en perjuicio del Gremio y de la causa pública, pudiéndose dedicar a otros ramos útiles, vienen a vender a esta corte los géneros del Gremio.
Abandonando sus nativos hogares y domicilios, andando por las casas, calles y plazas con banastas debajo del brazo, poniéndose en los parajes de mayor tránsito y concurso, incomodando al vecindario.
Dedicando a sus hijos y a otras personas jóvenes a la misma ociosidad, por cuyo medio impiden que sigan otra carrera más útil al Estado y defraudando al mismo tiempo la Real Hacienda.
Con la introducción entre las cargas de vidrio y vidriado de géneros de contrabando. Vendiendo al público la loza inferior como buena y juntamente dando muchas piezas inservibles con agujeros y rajas.
Estas Ordenanzas fomentaban el monopolio y por lo tanto perjudicaban económicamente a los madrileños. Afortunadamente poco después D. Bartolomé Muñoz, escribano de Cámara y Gobierno del Consejo, por un escrito de 21 de marzo de marzo, las rechazaba.
Comenzaba un nuevo siglo con mejores perspectivas para los vendedores de Alcorcón que continuaron bastantes años más realizando su comercio en la capital.
Muchos de nosotros aún conservamos en nuestra mente la imagen del alcorconero llevando por el ronzal a su caballería cargada de vasijas de barro y pregonando su mercancía por las calles madrileñas.
Una tradición que como otras muchas, se ha perdido.
– Alejandro Peris Barrio, Diego Rivera
Datos de Alcorcón
Alcorcón es un municipio de España, del área metropolitana de Madrid en la Comunidad de Madrid (España), situado a 13 km de Madrid en dirección suroeste, concretamente en la Carretera A5 Madrid-Extremadura.
Sus coordenadas geográficas son: Latitud 40º 21′ N y Longitud 3º 49′ W
El término municipal forma parte de la denominada depresión del Tajo, que separa las cuencas de los ríos Manzanares y Guadarrama.
Está elevado más de 700 metros sobre el nivel del mar, por lo que destaca por encima de sus vecinos, Madrid, Móstoles, Leganés, etc.
Sus puntos más altos son: el Ventorro del Cano con 741 metros y el casco antiguo del municipio con 719 metros. (En su parte mas alta, me he criado yo).
Alcorcón limita con los siguientes municipios: Madrid, Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Móstoles, Fuenlabrada y Leganés.
Cuenta con 33,73 km², su población actual es de 170.296 habitantes (censo oficial a 1 de enero de 2022) en continuo crecimiento, la forman sobre todo emigrantes de otras regiones de España.
El pueblo afronta un enorme desarrollo urbano en la iniciativa denominada Ensanche Sur de Alcorcón.
Obtuvo el título de «Gran Ciudad de la Comunidad de Madrid», título que se le concede a los municipios de más de 150.000 habitantes con unos mínimos de ciudadibilidad.
Escudo
El escudo de armas oficial de Alcorcón fue aprobado el 20 de julio de 1974.
En el Boletín de la Real Academia de la Historia figura:
Las tres ollas o pucheros hacen referencia al pasado alfarero de Alcorcón.
El escudo de armas del municipio, aprobado previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión de 19 de Julio de 1974, y publicado en el BOE de 19 de Agosto de dicho año, queda organizado de la forma siguiente.
“En campo de oro, una colina, de sínople, surmontado de tres ollas, de gules, timbrado de Corona Real”
En campo de oro (gualda), que representa el cielo y el sol en Heráldica.
Una colina, de sinople (color verde), que representa la tierra.
Surmontado de tres ollas, de gules (color rojo) que se supone representa la cerámica.
Origen del escudo del Alcorcón.
Según describe don Faustino Moreno en sus libros –El pueblo que más creció en su historia– e –Historia, literatura, leyenda– “Alcorcón nunca tuvo escudo propio, aunque en alguna fachada de sus casas grandes en siglos pasados campearon las armas heráldicas de aquella familia de hidalgos a la que pertenecieran.
El origen del escudo de Alcorcón
Probablemente correspondieron a descendientes de don Alonso de Mendoza”.
El origen del escudo de AlcorcónTambién indicaba don Faustino “Ignoramos de qué época procederá…” pero que indicaba que lo más probable es que fuera del siglo XVIII. También explicaba que el escudo estaba dividido en dos cuarteles. En uno de ellos aparecen cinco media lunas, eso hace indicar el origen árabe de Alcorcón y en el otro cuartel, aunque con dificultad, puede leerse: «Ave-Maria-Gratia Plena». Este último, que nos conduce a pensar en don Alonso de Mendoza, el terrateniente de Alcorcón en 1575, y en sus descendientes, pues hay nobles de este apellido que en su escudo llevan la misma inscripción.
También observamos en un emblema corriente o diezmo de 30 céntimos de peseta del año 1951 un escudo muy similar al actual, pero sin la corona real actual.
En el año 1971, se empieza a gestar la creación del escudo heráldico de Alcorcón, que se le encarga a don José Antonio Dávila y García-Miranda, abogado de los Ilustres Colegios de Madrid y Zaragoza, diplomado en Genealogía, Heráldica y Derecho Nobiliario, investigador histórico.
El escudo que propuso tras el estudio basado en el origen árabe de la localidad, la situación originaria del lugar sobre una altura o colina y la importancia histórica y tradicional de sus alfares y cerámicas, se compone un escudo de armas que, debidamente blasonado se describe de este modo:
ARMAS: En campo de oro una colina de sinople, cargada de matojos del mismo color, perfilados de sable y surmontada por una rueda de alfarero, de gules. En punta media luna, ranvesada, de plata. Timbre, Corona real.
El origen del escudo de Alcorcón
De izquierda a derecha, primer y segundo boceto del escudo heráldico de Alcorcón.
Programa de fiestas 1971El segundo boceto, de los dos realizados, debió ser el que más gustó a la Corporación, porque, antes de ser aprobado, lo insertaron en el cartel de las fiestas patronales de 1971 y que está dedicada al edificio del viejo ayuntamiento, que en el otoño de ese año se demolería y en la fachada del nuevo ayuntamiento que estaba en construcción.
El día 14 de enero de 1974 se recibe un escrito de la Dirección General de Administración Local, encuadrada en el Ministerio de la Gobernación en el que se indica que se ha recabado de la Real Academia de la Historia el preceptivo dictamen en relación con el proyecto de escudo heráldico municipal donde se señala que:
“… si bien está conforme con que hay que recordar la industria alfarera, que dio fama, desde remotos tiempos, a la localidad de Alcorcón, no lo está con la forma que en el escudo está representada, ya que el torno de alfarero es una figura totalmente nueva en la heráldica española, y si bien hay que introducir algunas veces figuras desconocidas hasta el momento en la ciencia del Blasón, ya que la heráldica es ciencia que debe estar renovándose y en efecto se ha renovado a través de los siglos, pero ello no debe hacerse cuando tradicionalmente se ha representado la acción, hecho, virtud, industria, etc. etc. que se pretende evocar con otras figuras, como en este caso, la alfarería y la cerámica tiene ya sus piezas representativas, como son la olla, el jarrón, el ánfora y otras análogas y no se nos alcanza el motivo de introducir en la heráldica el torno de alfarero…”
Continúa el escrito, rechazando los matojos de la colina:
“La heráldica debe ser, al mismo tiempo que representativa diferencial, lo más sencilla posible y con el menor número de cuarteles, piezas y figuras, por lo que no veo el motivo de que la colina que se pretende colocar en el escudo esté llena de matojos, que además de no ser necesario, en un sello de un centímetro apenas podría distinguirse.”
El origen del escudo de AlcorcónMás adelante justifican el porqué no se debe incluir la media luna ranvesada:
“La adición de la media luna amparándose en el origen árabe de la palabra Alcorcón, complica el escudo sin necesidad, ya que son multitud los Ayuntamientos de poblaciones españolas en los que concurran idéntica circunstancia y por ello con igualdad de motivos para usarla, lo que podría ser causa de confusión…”
Finaliza el escrito la Real Academia de la Historia aconsejando la siguiente propuesta:
“En campo de oro una colina de sinoples, surmontada de tres ollas de gules. Timbrado de una corona real cerrada.”
Imagen del escudo oficial de Alcorcón, que contiene tres ollas, en vez de la rueda de alfarero y se ha eliminado la media luna.
Más noticias de Alcorcón en AlcorconHoy.com https://alcorconhoy.com Descubre Alcorcón a través de fotos antiguas en http://alcorcon.netLa Corporación, aunque a regañadientes, adoptó como suya esa sugerencia y se solicitó un nuevo diseño para el escudo, que, al igual que el cartel de las fiestas patronales de 1971, fue realizado por el dibujante don Francisco Buendía Perona, siendo aprobado, en Consejo de Ministros de 19 de julio 1974 y publicado en el BOE de 19 de agosto de 1974.
Escudo de 1970Parece ser que en otro equipo diferente al de don José Antonio Dávila y García-Miranda, diseño otro escudo distinto pero que no fue aprobado. Este escudo se utilizo posteriormente por la Agrupación Deportiva de Alcorcón, se puede observar el águila que es uno de los elementos que mantiene el actual emblema del club alfarero.
Cartel fiestas de alcorcón 1970El origen del escudo de Alcorcón
En la imagen de la izquierda se observa del escudo oficial en 1974 y en la derecha el actual escudo.
Así hemos contado el origen del escudo de Alcorcón.
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Descubre Alcorcón a través de fotos antiguas en http://alcorcon.net
Bibliografia:
Faustino Moreno. El pueblo que más creció en su historia
Faustino Moreno. Historia, literatura, leyenda
Policia Municipal de Alcorcón. Libro Historia de la policia municipal de Alcorcón
– Joaquín Parejo Blanco. alcorconhoy.
Bandera
La bandera figura como:Aunque existen dos versiones oficiales del escudo y de la bandera, el ayuntamiento de Alcorcón utilizada unas versiones alternativas más simples.
El origen de la bandera de Alcorcón. Siempre es interesante conocer la historia de un pueblo, al investigar sobre el origen de la bandera de Alcorcón, descubrimos detalles importantes de nuestra historia.
AEPA, Asociación de Empresarios y Profesionales de Alcorcón
En el Reglamento Orgánico Municipal descubrimos algunos datos muy curiosos.
La bandera del municipio de Alcorcón, aprobada previa deliberación del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid de 14 de mayo de 1992, y publicado en el BOE de 17 de Julio del mismo año, responde a la siguiente descripción:
“Bandera de proporciones 2:3, gironada al asta de gualdo, rojo y verde, y sobre la superficie de esta tela cargando el escudo del municipio”.
- Joaquín Parejo Blanco. alcorconhoy.
Otros datos de Alcorcón
Alcorcón, que hoy es una de las ciudades más representativas de la Comunidad de Madrid, fue hasta bien mediado el pasado siglo XX un pequeño pueblo a las puertas de la capital.
En el censo de población de 1955 datamos 1370 habitantes, población que se triplica en el censo de 1960.
Pero pasa una década y el número de habitantes se multiplica por catorce.
En 1975 el municipio llegará a tener 112.616 habitantes.
El aluvión de emigrantes de otras regiones de España fue tan importante que se llegó a perder la conciencia de lo que en el pasado había sido Alcorcón: un pequeño pueblo campesino en el Camino Real hacia Extremadura.
Había vivido de la agricultura y de la alfarería (la que da lugar a nuestros emblemáticos pucheros) y cuya forma de vida desapareció, dedicando el espacio a albergar a su creciente población.
Toponimia
Sobre el topónimo Alcorcón se sostienen actualmente dos interpretaciones:
Es una construcción híbrida de origen mozárabe, formada por los artículos árabes al-(‘es’) y -corcan o -corcon, un derivado de corco, en latín quercus (‘roble, encina’).
Es la forma en la que sus fundadores la denominaban, Al-Qadir (colina), y que se detalla en Orígenes.
Otra interpretación es la que dan los historiadores José Luis Rodríguez Jiménez y Luis Palacio Bañuelos. El nombre podría provenir del árabe al-gor o al-kur, cuyo significado es cerro, colina o collado.
De hecho, se encuentra en un altozano, por lo que Alcorcón habría sido en sus orígenes una atalaya destinada a proteger las ciudades árabes de Alcalá, Talavera y Medina Magerit (Madrid).
Además, en el actual escudo del municipio figura una colina y tres pucheros de barro que parece corroborar esta teoría.
Otra teoría indica que el nombre hace referencia a un alcornocal.
Orígenes
La historia de Alcorcón comienza con el antiguo territorio de Alcorcón. Estaba enclavado en la zona geográfica en la que vivían los carpetanos que, como otros pueblos celtíberos, se resistieron durante más de 100 años a la dominación romana.
La romanización en la actual Comunidad Autónoma de Madrid fue muy escasa ocupando la zona sur este de la misma.
Sus orígenes no están del todo claros.
Una de las opciones es que fue fundada por artesanos (alfareros) musulmanes, que la denominaron Al-Qadi. Su traducción sería la “colina” o “atalaya”, de donde derivaría el actual nombre; además, en el actual escudo del municipio figura un puchero de barro que parece corroborar esta teoría.
Otra teoría indica que el nombre hace referencia a un alcornocal.
Pero lo que parece más probable es que la aparición de la aldea de Alcorcón no sea antes del siglo XI o XII.
En la Antigüedad, Alcorcón estaba rodeado de agua, como la laguna de Ondarreta.
Pellicer en su Disertación histórica-geográfica sobre el origen, nombre y antigüedad de Madrid menciona restos romanos en las cercanías (que hoy nadie sabe ubicar), y propone que en este lugar se cruzaban las vías XXIV, XXV y XXIX del Itinerario Antonino.
Aduce la existencia cercana de un arroyo llamado Meaques, que pudiera hacer referencia al Miaccum romano.
Tras los descubrimientos recientes en Collado-Mediano se abre paso la hipótesis de que en la zona se encontrara la verdadera Titulcia romana.
Prehistoria y resumen de historia
Desde la prehistoria, los seres humanos han buscado lugares próximos al agua para establecerse, ya que es imprescindible para su propia supervivencia, tanto como para los animales que cazaban y les alimentaban.
Se han encontrado pocos restos prehistóricos en Alcorcón.
En torno al arroyo Butarque se encontró un pequeño yacimiento paleolítico y en la fuente de la Canaleja, arroyo en la prehistoria, se encontraron lascas de sílex.
Tampoco hay fuentes documentales sobre la existencia de Alcorcón durante el periodo romano en Hispania.
El territorio de Alcorcón estaba enclavado en la zona geográfica en la que vivían los carpetanos que, como el conjunto de pueblos celtíberos, se resistieron durante más de 100 años a la dominación romana.
Las fuentes consultadas para la época visigoda y musulmana tampoco nos hablan de Alcorcón, por lo que deducimos que no existía o que era una población insignificante.
El historiador Julio González que nos habla de que esta parte de la Meseta era una zona despoblada, desdoblamiento que se agravó con la llegada de los musulmanes.
Las rutas por las que circularon las expediciones militares musulmanas, según Julio González, nunca pasaron por Alcorcón, aunque el topónimo aluda a un termino árabe.
Incluso puede que el nombre del municipio no provenga de atalaya, si no que haga referencia a alcornocal.
Comprendemos que es una afirmación muy importante decir que Alcorcón no es una fundación del tiempo en que los musulmanes organizaron políticamente esta parte de la península.
Esta afirmación es el producto de una investigación, aún parcial, que, con todo interés, sale a la luz. Con el firme compromiso de seguir investigando sobre el tema para poder aseverar con toda la seguridad posible si hubo o no, una torre defensiva de época musulmana que sea el origen de nuestro municipio.
Resumiendo
Alfonso VI (1072-1109), entró triunfante en la ciudad musulmana de Toledo en el 1085, y toda la marca media musulmana pasó a poder del rey cristiano. Entre las ciudades conquistadas por el monarca estaba Madrid.
En las capitulaciones que se realizan entre los musulmanes y Alfonso VI y en la relación de las ciudades que se entregan al reino figura Alcorcón. Pero quedan integrados al reino de Toledo, propiedad del Monarca, las tierras entre los Montes de Toledo y el Sistema Central.
Las referencias documentales indican que la mayor parte de las aldeas madrileñas nacieron durante el dominio cristiano.
La primera repoblación del nuevo territorio conquistado por Alfonso VI sólo se hizo donde ya había núcleo urbano, dejando por lo tanto grandes extensiones yermas.
Lo que debió ocurrir es que , una vez ocupado el terreno y repoblada la población existente, los musulmanes desplazados a los arrabales, buscarían territorios donde poder vivir sin mayores problemas.
El primer documento medieval que hace referencia a Alcorcón data de 28 julio de 1208, en el cual se hace referencia a la Cañada de Alcorcón como camino de tránsito para el ganado lanar. Y el referido al lugar donde está ubicada tal cañada sirve de linde para el Concejo de Madrid.
Como el pleito que recoge dicho documento no estaba solucionado, se harán otros nuevos que confirmen los límites del Concejo de Madrid, y en ellas siempre aparece el término «Cañada de Alcorcón».
Seis meses después, el 12 de diciembre de 1208, se confirma en otra carta la propiedad de la cañada de Alcorcón. Con un millar de ancho hasta el valle del Maro (Valdemoro), al Concejo de Segovia para que sus rebaños puedan desplazarse a la propiedad del Concejo en zona de Valdemoro.
No fue hasta la época de Fernando III (1217-1252) cuando los limites del Concejo de Madrid estén más claros. En 1222 Fernando III de Castilla otorga nuevos fueros a la villa de Madrid.
El término jurisdiccional de Madrid es dividido en tres compartimentos rurales: Vallecas, Villaverde y Aravaca.
Alcorcón estaba incluido en el sexmo de Aravaca. Comprendido por Aravaca, Majadahonda, Boadilla del Monte, Alcorcón, Leganés y Carabanchel.
Durante la época de Juan II (1406-1454), se promulgan decretos ordenando a los judíos y musulmanes que vivieran separados de los cristianos.
Esta expoliación es la que nos parece la más acertada para explicar el origen de Alcorcón: El de un grupo de musulmanes que han sido expulsados de sus hogares por los invasores cristianos y buscan un lugar tranquilo para vivir y trabajar.
Este lugar pudo ser nuestro municipio.
Suficientemente lejos de la recién conquistada almudaina de Madrid (más de tres leguas ) y en una zona con buen barro y aguas subterráneas para realizar sus trabajos de alfarería.
Recordemos que otra de las interpretaciones de Alcorcón es óxido de cobre.
Si además, existían alcornocales para calentar los hornos que cocían el barro moldeado, mejor que mejor.
Edad Media
En 1383 existen noticias de que la población fue entregada a D. Pedro de Mendoza para, posteriormente, volver a posesión real.
Esta fugaz pertenencia de la propiedad real a manos de un noble se debió al continuo enfrentamiento que hubo entre la nobleza y los sucesivos reyes de la casa de Trastamara por ver quién cedía privilegios y posesiones.
Será en 1485, durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando se produzca la división de los términos municipales de Alcorcón y Móstoles.
En 1496 se ponen las lindes entre las jurisdicciones de Madrid y Toledo (Alcorcón pertenecía a Madrid, y Móstoles a Toledo).
Si pensamos que el origen del municipio es la alfarería, ya durante el reinado de los Reyes Católicos está plenamente confirmado no solamente la fabricación de “pucheros” sino la venta y la regulación de la misma en la Plaza de San Salvador (actual Plaza de la Villa de Madrid).
También durante la Edad Media, un grupo de cristianos, debido a la presión demográfica del norte peninsular y a las facilidades dadas por los reyes castellanos, se asientan en la zona que actualmente puede corresponder al Prado de Santo Domingo y fundan una pequeña población, probablemente de origen agrícola.
Es probable que este grupo de cristianos venga de la zona de La Rioja.
Con ellos traen un santo para que les proteja, Santo Domingo de la Calzada o, como se le conoce en Alcorcón, San Dominguín, por su reducido tamaño.
Y junto a sus casas de adobe levantan una pequeña ermita: Santo Domingo de la Ribota (o de la ribera).
En las «Relaciones» aparece esta ermita como un lugar de mucha devoción, indicando que debió haber una población que había desaparecido hacía unos ochenta años, debido a una gran mortandad. Circunstancia esta muy frecuente durante la Edad Media, por las ínfimas condiciones en que se vivía.
Desapareció en el siglo XVI.
Siglo XVI Edad moderna
Tenemos que esperar al reinado de Felipe II (1556-1598), para tener nuevamente noticias del municipio. Este rey mando hacer el inventario más completo hasta entonces, de todos los pueblos de sus reinos: «Relaciones Topográficas de Felipe II».
En estas relaciones figura Alcorcón y en el capítulo II :
“no se ha podido hallar la antigüedad de dicho lugar, ni quién fue su fundador (…)”.
Como principal actividad en el capítulo 42 nos habla (…) de lo que se labra en el dicho lugar mejor que en otras partes. Cántaros, ollas, jarros y pucheros, y esto se labra también. Y es barro tan a propósito para el ministerio que son, que se llevan a muchas partes lejos y se tienen en mucho en todo el reino. Hacen esto las mujeres(…)
Por ello frente a la opinión más generalizada de que Alcorcón es de origen musulmán. Se basa esta creencia en que unos grupos de alfareros musulmanes, (oficio muy común dentro de la villa de Madrid), por la presión social y política que padecen buscan un lugar tranquilo para poder vivir. Se cree que trabajaban en torno la que podía ser actualmente la Plaza del Tejar de Alcorcón.
Durante cinco siglos, la alfarería de Alcorcón cubrió las necesidades de los vecinos de la capital de España, como queda referido:
…y lo que se suele y se labra en el dicho lugar mejor que en otra parte es cántaros, ollas, jarros y puchericos y esto se labra tan bien y es el barro tan a propósito para el menester que son que se llevan a muchas partes lejos y se tienen en mucho en todo el Reino.
De las Relaciones de Felipe II se extrae además el primer dato estadístico sobre la población de Alcorcón, fechado hacia 1576:
… dijeron que el dicho lugar es de 140 casas, y vecinos habrá al presente ciento setenta vecinos, contando dos viudas por un vecino, ha sido un pueblo pequeño siempre, vase ahora aumentando poco poco.
También se menciona la existencia de una iglesia construida en el último tercio del siglo XVI (actual iglesia de Santa María la Blanca).
El actual templo es posterior a 1576, ya que la inestabilidad de la iglesia construida tras la conquista de la región por Castilla hizo que terminara desmoronándose.
En el presbiterio del templo, debajo del altar, figura una tumba que data del 3 de julio de 1595, donde se encuentra enterrado el sacerdote de la época.
Pero no están suficientemente datados ni su primitivo origen de mezquita ni su posterior transformación en iglesia cristiana.
Según el informe de la restauración de 1992, realizado por la Comunidad de Madrid, sabemos que es el edificio más representativo del lugar, situado sobre un altozano, donde se supone que se encontraba la mezquita.
Pero las primeras referencias están en las «relaciones» de Felipe II, y la actual iglesia puede fecharse entre finales del siglo XVI y principios del XVII para la cabecera y el ábside, finalizando su construcción en el siglo XVIII.
Según este informe no se han encontrado restos de una iglesia anterior a esta. La fecha más antigua que aparece en ella es la de una lapida sepulcral (3 de Julio de 1595) que está bajo el actual pavimento.
Edad Moderna
Uno de los hechos más importantes del municipio ocurridos en este siglo se produjo en 1619. El 22 de abril, Felipe III partió con una comitiva hacia Portugal.
A su regreso, el rey enfermó de unas calenturas y se vio obligado a permanecer en Casarrubios del Monte, en Toledo.
La villa de Madrid organizó entonces una procesión por la curación del monarca y el cuerpo de Isidro Labrador (poco después beato y santo) fue trasladado a esta localidad toledana.
Al curarse el rey, la comitiva regresó a Madrid.
Su última etapa fue para descansar en Alcorcón.
En el pueblo se hospedaron el príncipe Felipe (futuro Felipe IV) y parte de la comitiva.
En el templo se depositaron los restos de Isidro Labrador hasta el día siguiente. Este hecho se recogió en la Vida de San Isidro Labrador de fray Nicolás José de la Cruz (1790):
Llegó a Alcorcón el bienaventurado Patrón de Madrid, enalteciendo aquella noche con su santo cuerpo el templo parroquial de aquel antiguo pueblo, que en las extremadas demostraciones de regocijo, manifestó bien su mucho afecto al Santo.
Durante el llamado Siglo de Oro de la Literatura española, Alcorcón aparece en varias obras literarias como La «Tarasca de Alcorcón», de Calderón de la Barca, y «El Alcalde de Alcorcón» de Agustín Moreto.
También encontramos una fuente de información, de carácter costumbrista, en los protocolos depositados por los escribanos que abarcan los periodos de 1571 a 1768.
A principios de siglo XVII se realizó una expedición a las Indias, comandada por Alonso de Mendoza.
Al regresó a Castilla se expandió por la capital la noticia de un milagro realizado por la Virgen de los Remedios. Esta devoción se asentaría en Alcorcón llegando hasta la actualidad. (Contado en las leyendas).
En siglo XVIII, figura otra noticia en el año 1786, el cura de Alcorcón fue citado por el Arzobispado de Toledo, para que aportase información sobre el pueblo. Esta fue recogida en las Relaciones de Lorenza. En la que figura el descenso de la población entre los siglos XVI y XVIII.
En el siglo XIX, las características del pueblo siguen sin variar sustancialmente:
Siglos XIX
Siguiendo con la historia de Alcorcón, en el siglo XIX, las características del pueblo siguen sin variar substancialmente.
Con respecto a los portazgos. «En 1819 los cinco portazgos inmediatos a Madrid «Alcorcon, Valdemoro, Venta del Cerezo, Vallecas, y Viveros» (de los que ya le tenían datos contrastados de lo que producían por administración fueron arrendados y su primer remate quedaron 483.818 reales .
«Y Solo la barrera de Alcorcón-Móstoles, rendía tanto como la del resto de la ruta Madrid-Badajoz».
Entre los años 1842-1860 fueron nuevamente arrendados estos portazgos y por el de Alcorcón-Móstoles se pagaron en 1842,132.290 reales de vellón y 274.501 en 1860″.
El 15 de mayo de 1884 se inaugura una nueva casa consistorial, ante el deterioro de la anterior. La segunda planta se dedica a la administración civil y jurídica y la primera se usa como escuela. En 1892 se instaló el reloj del pueblo.
En 1890 se construye la estación de Alcorcón, dentro de la línea de ferrocarril Madrid-Almorox que se estaba construyendo. Esta fue inaugurada en 1891.
Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar relata de Alcorcón lo siguiente:
Forman el casco de la población 82 casas, de ellas solo 10 regulares, ordenadas en 4 calles y una plaza, con casa municipal, cárcel, escuela de niños dotada con 1.900 reales, a la que asisten 14 alumnos; una iglesia parroquial con la advocación de Sta. María la Blanca. (…)
Población: 105 vecinos. 392 almas. (…)
En el siglo pasado y principios del presente contaba con 300 vecinos; empezó a decrecer durante la guerra de la Independencia y muy especialmente el año 12 que, por causa del hambre, fue muy molestado por la guarnición de Madrid.
Mientras el Diccionario geográfico de España, de 1956, cifra su población en «697 hbs. De hecho y 718 de derecho.»
Edad Moderna Siglo XX y actualidad
A principios del siglo XX se construyen los Castillos de los Marqueses de Valderas, tres edificios. El consorte de la entonces marquesa, José Sanchiz de Quesada había sido destinado en 1915 al regimiento de artillería en Cuatro Vientos.
Por todo ello en 1918, el ayuntamiento le concedió el título de hijo adoptivo de Alcorcón y alcalde honorario perpetuo.
Tras la guerra civil la población descendió de 809 habitantes en 1930 a 614 en 1940.
A pesar de ello, Alcorcón, como municipio de la corona metropolitana, sufrió un gran desarrollo a partir de la década de 1950.
En 1950, la población de hecho de Alcorcón es de 759 habitantes, según el censo de aquel año, en 1970 eran 46.048 habitantes y en 1980 alcanzó los 140.657 habitantes.
A finales de siglo el crecimiento poblacional se estancó en estos valores hasta el año 2000, fecha en la que volvió a crecer hasta la cifra actual.
El crecimiento es debido a la fuerte inmigración.
Hasta 1980 la recepción de inmigrantes provenían de otras provincias españolas, y desde 2000, procedían principalmente de Sudamérica, el norte de África y Europa del Este.
En el ámbito de la construcción, en la década de 1950, Alcorcón empezó a transformarse rápidamente en una ciudad dormitorio. Dependia de los servicios de Madrid, hasta alcanzar un pleno equipamiento en el campo educativo, sanitario y de transportes.
Monarquia
En 1975 muere Franco y es sucedido por Juan Carlos I.
En 1978 se aprobó la constitución española y en 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales desde la segunda república.
El candidato que alcanzó la alcaldía fue José Aranda Catalán, ganando con mayoría absoluta.
Fue el alcalde que más tiempo estuvo al frente de Alcorcón.
En su tercera legislatura enfermó, lo que le aparto de sus funciones en 1990 hasta su fallecimiento en 1991.
En su honor una avenida de la ciudad lleva su nombre.
Durante estas dos décadas se acelera el desarrollo masivo de Alcorcón:
… Se crean nuevos barrios en el municipio ante el aumento de población (46.073 en 1970 a 139.641 en 1991), se construyen nuevos centros educativos tanto públicos como privados, se construyen edificios municipales como bibliotecas, centros deportivos, centros comerciales…
Además en este periodo se restauran los Castillos de Valderas en enero de 1991.
Ciudad deportiva
En 1995, se funda la Ciudad Deportiva de Santo Domingo, inaugurada por Jesús Salvador Bedmar y Francisco Iváñez Jiménez, respectivamente Alcalde y Concejal de Deportes. Esta sería reconfigurada en una nueva reforma entre 2009 y 2013.
En este periodo también se construye la sede del campus de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos. También el Campus de Monte príncipe de la Universidad CEU San Pablo, separada del casco urbano, pero perteneciente al término municipal de Alcorcón.
En el ámbito sanitario se funda en 1998 el Hospital Universitario de Alcorcón, que sustituyó al antiguo Hospital Hermanos Laguna fundado en 1975, que pasó a ser un centro para personas mayores.
Actualidad
En la actualidad, en las inmediaciones de los castillos, se ha construido un gran centro de las Artes, Centro de Artes de Alcorcón, que se busca se convierta en un gran centro neurálgico del arte, ya que se pretenden construir un teatro y varias escuelas de arte (cine, teatro, música…).
El Centro de Creación de las Artes de la ciudad de Alcorcón CREAA, es un espacio dedicado al arte más emergente, enmarcado en los nuevos movimientos artísticos del siglo XXI.
Su objetivo es promover el conocimiento, la formación y la producción artística más innovadora, con proyección nacional e internacional.
El Centro de Artes de Alcorcón no ha estado exento de polémica, pues han sido muchas las protestas vecinales por la ubicación de su construcción.
Actualmente, esta obra está parada esperando dar luz verde a su terminación la situación actual de esta obra sigue en paro.
Vuero Ballejo
Monumento al dramaturgo Antonio Buero Vallejo junto al Centro Cultural que lleva su nombre.
Alcorcón es el escenario en que transcurre la novela negra Hombres en vano, del escritor Tony Fuentes, liberada gratuitamente en la Red en el año 2012.
En octubre y noviembre de 2013, Alcorcón se vio afectado por la sacudida de tres terremotos de baja intensidad, con un magnitud máxima de 3,5 grados en la escala de Richter. Esto no ocasionó ningún desperfecto.
Alcorcón tuvo una gran notoriedad entre los años 2012 y 2013 como consecuencia del proyecto Eurovegas, un macrocomplejo de juego y convenciones impulsado por el magnate Sheldon Adelson.
El proyecto se vio frenado por las leyes de Extranjería, el tabaco o el estatuto de los trabajadores.
El empresario también reclamó suelo público para erigir su capital del juego y desplazar las viviendas protegidas.
Este proyecto contó en un principio con el apoyo del Partido Popular de Madrid y el alcalde de Alcorcón que aseguraron que en 6 meses habría miles de contratos.
Dos años después el proyecto contó con el rechazo del Gobierno de Mariano Rajoy.
En diciembre de 2013, Eurovegas renunció a levantar su complejo de casinos en Madrid.
Las razones aducidas por el gobierno fueron las peticiones inasumibles de Adelson. Entre las que destacaban que el gobierno español asumiera las pérdidas que se pudieran generar en el proyecto, así como compensaciones económicas si a mitad de proyecto este no terminaba viendo la luz.
Himno de Alcorcón
Al oeste de la gran ciudad
hay un lugar llamado Alcor,
donde antaño convivían musulmanes y cristianos,
alfareros, mercaderes, comerciantes y labradores.
Encrucijada de caminos, de gente extraña y de destinos.
Atalaya es Alcor o colín o collado.
Bajo ella desfilaron estandartes y banderas,
hombres rudos, caballerosos, aguerridos y valerosos.
Estribillo:
Cual árbol de raíces profundas
así Alcorcón nuestro pueblo creció,
acogiendo en su dulce penumbra
a todo aquel que cobijo pidió.
Sintámonos hermanos fraternos,
juntando nuestro esfuerzo y vigor,
manteniendo un legado tan bello
y elevarlo cada día mejor.
Alcorcón, cuna de alfareros;
Alcorcón, pueblo de Castilla,
lugar acogedor.
Eres para mi, cual árbol de raíces profundas
así Alcorcón nuestro pueblo creció,
acogiendo en su dulce penumbra
a todo aquel que cobijo pidió.
– Don Martín Rodríguez Peris
Desarrollo social y Cultural
La cultura, la participación y el arte, son señas de identidad, espacios de creación y diversidad, oportunidad de desarrollo y cohesión social. La ciudad de Alcorcón merece ocupar un espacio importante como referente de la acción cultural en la Comunidad de Madrid y el resto de España. Con esta misión, la concejalía se plantea los siguientes objetivos.
Facilitar el acceso a la cultura a toda la población, mejorando cuantitativa y cualitativamente el consumo cultural y presentando a la ciudadanía una amplia oferta de servicios y actividades culturales que estimule la demanda cultural.
Estimular la creación cultural mediante un plan de fomento de la creación articulado en la formación y el apoyo a los creadores y creadoras.
Promocionar la cultura local y generar rasgos de identidad colectiva, así como conservar el patrimonio, entendiendo como tal no solo el arquitectónico o histórico sino también las costumbres, la memoria colectiva o la identidad de la ciudad.
Promocionar lo local desde el aquí y el ahora, creando signos de identidad colectiva, apoyando a los creadores locales o facilitando puntos de encuentro ciudadano, siempre desde el interés y conocimiento de otras realidades, para enriquecernos.
Garantias culturales
Revitalizar la amplia red de infraestructuras culturales de las que dispone el municipio, con un plan de mantenimiento y rehabilitación; dotándolo de las inversiones necesarias para que sean accesibles y eficaces, y respondan en su funcionamiento a un plan general y a los proyectos y programas culturales que se deben desarrollar a medio y largo plazo.
Garantizar que la política cultural municipal atiende a toda la ciudadanía; atender a las particularidades culturales de las poblaciones por edades, género, multiculturales o diversas capacidades, así como garantizar el equilibrio territorial entre los distintos barrios de la ciudad.
– Ayunatamiento de Alcorcón
Viva Alcorcón, que es mi pueblo
Una obra de teatro de 1930, que se estrenó en la Zarzuela de Madrid.
Comedia comica en tres actos en prosa estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la noche del 17 de diciembre de 1930 Cubierta anterior y posterior con escenas de la obra protagonizada por Aurora Redondo y Valeriano Leon.
Autores: Ramos de Castro, Francisco 1890-1963. Dibujos de Gutiérrez Navas. Carreño, Anselmo C.1890-1952
Ficha de estreno: Temporada: 1947
Autoría: Francisco Ramos de Castro; Anselmo Carreño
Producción: Luisa Puchol y Mariano Ozores
Ficha artística: Autoría: Anselmo Carreño, Francisco Ramos de Castro. Intérpretes: Luisa Puchol, Mariano Ozores. Estreno: 24 de julio de 1947 en el Teatro Pavón de Madrid.
Se representó en toda España.
Asociación Folklórica Nuestra Señora de los Remedios de Alcorcón
El grupo recibe su nombre en honor a la patrona de la Villa de Alcorcón. Se funda en el año 1979 por las inquietudes de un grupo de personas que, lejos de sus orígenes deciden promulgar el folklore de su tierra.
Música
La música vocal, instrumental, la danza y el baile, pertenecen a culturas que se han transmitido de forma oral a lo largo de los tiempos.
Se interpreta y transmite a partir de ala memoria y de la práctica viva, de los pueblos, de su talento, ingenio y singularidad de cada grupo humano de las tierras del país.
Gastronomía
Aguamaniles de Alcorcón, de la Escuela de Hostelería Fuenllana, nuevo dulce típico del municipio.
Se trata de un postre a base de bizcocho de almendras con relleno de crema: pastelera, de pistacho o de chocolate, según la variedad. El nombre con el que el Centro Educativo Fuenllana ha bautizado el dulce tiene que ver con el pasado alfarero del municipio. El aguamanil era una vasija de barro típica de Alcorcón que se utilizaba para servir bebidas.
Un clásico es el potaje de vigilia o Cuaresma, que se prepara con garbanzos, espinacas y bacalao y que permite respetar la ausencia de carne que debe reinar los viernes durante la Semana Santa.
Otro plato que no puede faltar son las croquetas de bacalao. Se preparan con ese pescado, ajo, cebolla y patata y posteriormente se rebozan en pan rallado para ser fritas. Esta receta se sirve como aperitivo o como plato principal y es ideal para compartir entre los comensales.
Y cómo no hacer mención a los soldaditos de Pavía, un aperitivo auténticamente madrileño, que consiste en una fritura de bacalao rebozado, con forma alargada. Esta receta se sirve generalmente acompañada de pimiento rojo, que le aporta un toque especial al plato.
Tradicional pan del santo, producto típico de las fiestas de Santo Domingo y Santo Dominguín.
Estos platos son una parte importante de la cultura local y sirven para mantener vivas las tradiciones de la región. Si te encuentras en esta ciudad no dudes en probar alguno de estos manjares para vivir la gastronomía local al máximo.
El Cocido Madrileño, evidentemente es un plato adoptado ó generalista de la Región y también de Alcorcón .
Caldereta “pa” la Olla, como no si cabezas de lanar paseaban por estos pequeños cerros “alkor” como nos podía faltar en la historia gastronómica de este pueblecito una buena olla de guiso “Cadereta”.
Cascajo ó Cascajos que indagando se a de encontrar que “Cascajos” es una mezcla de frutos secos varios con vino “rancio” en su receta generalista, pero ¡ojo! que nos dicen los entendidos de nuestra ciudad que “nuestra receta es con Garbanzos del cocido” del mediodía ó el día anterior pasados por la sartén, así que sin dar por terminado este capitulo detectivesco iremos encontrando el plato de “Alcorcón”.
Sangría y que contar de la sangría que no sepamos ¡a ya cada uno! con las medidas que le quiera echar pues vino teníamos, poco pero teníamos con eso nos conformamos.
Estos platos de los que hablamos salen a relucir en las festividades claves del Pueblo “Sto Domingo” y la “ Virgen en Septiembre el 7 ” “El plato de Aguador” y el “menú de San Dominguin”.
– rutadelatapadealcorcon.
Festivales anuales
Festival de Folklore Villa de Alcorcón, desde 1990 organizan este festival de carácter nacional.
Cada año y más o menos en el mes de marzo tiene lugar este festival en el Teatro Municipal Buero Vallejo. Previamente hacen un pasacalles y recepción de las autoridades.
Tiene un éxito asegurado con un aforo completo (900 personas) en prácticamente todas las ediciones.
El Festival Internacional de Folklore Fiestas de Alcorcón: Durante las fiestas en honor a Ntra. Sra. de los Remedios de Alcorcón (8 de septiembre) tiene lugar este festival de carácter internacional.
Desde 1983, este grupo colabora en la organización de este evento con la Concejalía de Cultura y el Ayuntamiento de Alcorcón.
Además de su actividad como asociación folklórica, dando a conocer el folklore allí donde van, este colectivo participa en las actividades de la ciudad en Reyes, Carnavales, Fiestas patronales, etc…
También mantienen aulas de guitarra, sevillanas y un grupo infantil.
El Belén viviente de Alcorcón, joya de sus fiestas navideñas
Artesanos, pastores , panaderos, hilanderas, herreros… y vivientes hacen sentir de otra forma la Navidad. Con San José, La Virgen María y el Niño traslada a los vecinos de Alcorcón a la ciudad de Belén en un viaje entrañable a través de la historia.
En total unas doscientas cincuenta personas ataviadas con trajes de la época participan en un Belén Viviente en Diciembre. La organización de este ya tradicional Belén cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Alcorcón y la participación de varias asociaciones de la ciudad: Alcor, Los Remedios, Casa de Andalucía, Coro Rociero de la Isla y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
La plaza de España, la de los Reyes de España y la calle Mayor de Alcorcón se llenan a rebosar cada navidad desde 2009 con pasajes bíblicos, conseguidos gracias al esfuerzo de los miembros de la Hermandad de Santo Domingo y Santo Dominguín, que llevan quince años organizando esta bonita iniciativa, con la colaboración de las asociaciones mencionadas.
Igualmente, el Ayuntamiento, a través de las concejalías de Cultura y Festejos, Seguridad y Movilidad, Parques y Jardines y Conservación y Mantenimiento de la Ciudad, participa activamente en la organización de esta ya tradicional cita navideña, que durante todo el fin de semana congrega a cientos de vecinos y visitantes.
En la cita con el Belén Viviente está incluida también la degustación de dulces y comidas típicas. Entre los productos que se podrán degustar destacan migas, gachas, sopas de ajo y dulces navideños: polvorones, caramelos, castañas, vino, chocolate, caldo casero y un cerdo que será asado en porciones.
A la plaza acuden también Los Reyes Magos, que dan audiencia a niños y niñas y recogen sus cartas. En la plaza, acompañándoles, todo un Belén en el que participan desde un bebé hasta el integrante más veterano, con ochenta años.
– ABC, madrid en ruta.
La Jota de Alcorcón
Una historia de alegría y memoria, de la época en que la ciudad era una aldea.
De vez en cuando dice “se me va la olla”, pero no es verdad. Con una memoria prodigiosa, la nonagenaria Emilita Rodríguez Montesinos me ha contado su historia, paralela a la de Alcorcón, esa aldeíta a la que tenía que ir en bici desde el madrileño barrio de Campamento, porque la blasa no tenía la frecuencia actual.
El pueblo creció hasta convertirse en una ciudad grande y Emilita también se hizo enorme aunque, quizá, ya lo era y desde bien pequeña, además. “Yo comencé a bailar de niña, mi abuelo me tocaba las palmas y yo enseguida me animaba”. Era la alegría de la casa, tanto que pese a los escasos recursos de los que disponían sus padres, la apuntaron en la escuela de baile de los hermanos Pericet por donde, cuenta Emilita, habían pasado Estrellita Castro o Carmen Sevilla, entre otras.
Aprendió bastante y cuando su familia le cortó el grifo por no poder más, consiguió seguir gracias a un trueque: ella cuidó a la madre de su profesora y a cambio pudo asistir a clase de forma gratuita.
La suya ha sido una vida de trabajo duro, arte e ingenio, hasta para construir su casa en Alcorcón, mano a mano con su marido y con un montón de recién llegados de tantos sitios dispares que ni se pueden contar con los dedos de las manos.
Necesitaron todos los fines de semana de tres largos años para conseguir mudarse y cuando, al fin se instalaron, si llovía, todo a su alrededor era barro. “Nos vinimos a vivir tapando con ladrillos y sacos las ventanas. No teníamos suelo ni cuarto de baño y fuera, no había alcantarillado”.
Emilita recuerda los barrios del sacrificio y la estrecha relación que tenía con sus vecinos a quienes se unió para que los derechos no fueran quimeras y se pudieran tocar. La luz se hizo y el fango desapareció.
Entre tanto, en el fragor de las mil batallas, se enamoró del municipio por el que tanto luchó y, hasta el día de hoy, le demuestra su respeto y su amor. ¿De qué manera? Recuperando su historia y sus tradiciones para que no mueran las raíces de la aldeíta que encontró, tirando de transmisión oral de saberes, de relatos y de danza, cómo no.
“Pregunté a alcorconeras de toda la vida por los orígenes, las fiestas y los bailes. Me explicaron que había una jota antigua que conocían por sus mayores. A partir de ahí, me puse a investigar y, tras sacarme el carnet de bailarina, con el fin de ser docente, enseñé a varios niños la jota de Alcorcón”.
Como no olvida su pasado, en su academia no cobraba a quienes no podían pagárselo. Sus otrora alumnas rondan ya la cincuenta y forman parte del grupo “bailes y costumbres tradicionales de Alcorcón”, que danzan el legado tangible de otra época y que adoran a Emilita. Es fácil verlas ensayando en el teatro municipal Buero Vallejo, así como en el Belén viviente de la localidad, por esas fechas.
Sin embargo, temen que no haya continuidad, puesto que no ven interés en las nuevas generaciones.“Yo ya no puedo moverme mucho, pero quiero que esto siga y dar alegría a la gente”.
Alegría y memoria, Emilita.
Las dos cosas.
– El país. Lucía M.Bomío.
Patrimonio artístico Santa María la Blanca
De la iglesia antigua llamada Santa María la Blanca, no están suficientemente datados ni su primitivo origen de mezquita ni su posterior transformación en iglesia cristiana.
La Iglesia de Santa María la Blanca es una iglesia católica localizada en el centro histórico de Alcorcón, Comunidad de Madrid, España. Se dice que la iglesia se construyó sobre una mezquita medieval.
Sin embargo, ningún resto del periodo islámico ha sido encontrado.
Pero las primeras referencias están en las Relaciones de Felipe II, y la actual iglesia puede fecharse entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII para la cabecera y el ábside, finalizando su construcción en el siglo XVIII.
La fecha más antigua que aparece en ella es la de una lápida sepulcral (3 de julio de 1595) que está bajo el actual pavimento.
En septiembre de 2015, durante unas obras de restauración de la iglesia, se descubrió el solado original de la misma.
Exterior
En el exterior, el edificio se alza a partir de cajones de mampostería y ladrillo, con clara influencia toledana.
De marcada sobriedad, el edificio se ornamenta con dinteles decorativos enmarcando los vanos, construidos con ladrillo a sardinel.
Las paredes son de 80 centímetros de grosor y esta apoyada en contrafuertes.
En las fachadas norte y sur se encuentra las entradas al templo.
En la fachada norte se encuentra una torre rectangular de 25 metros de altura.
Interior
La sencillez caracteriza el interior del templo, donde únicamente la cabecera rompe la línea de sobriedad.
El templo es de planta de cruz latina, aunque los brazos del crucero no se acusan al exterior. La nave principal mide 20 metros de longitud por 9 metros de ancho y 15 metros de altura.
Al final de la nave central se encuentra el coro, que siglos atrás poseyó un órgano barroco. El transepto mide 19 metros de longitud de lado a lado y 8 metros de ancho.
El crucero mide 8 metros de longitud, 9 metros de y 16 metros de altura.
Ambas naves forman bóvedas de cañón que se cruzan en el crucero.El ábside es de forma poligonal, con cinco parámetros y mide 8,5 metros de ancho por 5 metros de largo y 15 metros de altura.
Retablo mayor
Un retablo que es patrimonio histórico artístico nacional.
En el ábside se ubica un retablo barroco que es patrimonio histórico artístico nacional.
El retablo es de madera dorada construido en el siglo XVIII que sigue el modelo de los realizados por José de Churriguera.
Estructurado a través de columnas salomónicas, sostiene las tallas de la Virgen, Santa Ana, San Antonio, Cristo de los Alfareros y los cuatro evangelistas, junto con el Sagrario. En el libro de una de los evangelistas se puede leer:
… y arzobispo de Toledo, el cardenal infante de España, reverendísimo señor don Luis de Borbón y cura el señor don Juan Domingo de Laema y le doró don Próspero Mortola, dorador de cámara de S.M.
Durante la guerra civil, en 1936 el retablo fue dañado: Se destruyeron las imágenes de San Pedro, San Pablo, San José y el Cristo de los Alfareros.
La imagen de la virgen fue tirada a un pozo pero se pudo recuperar. El basamento del retablo, la mesa y el sagrario. tras el final de la guerra, las imágenes fueron sustituidas por las actuales.
– Referencias: Moreno Villalba, Faustino (1976). «San Isidro en Alcorcón». Alcorcón Historia Literatura Leyenda. Alcorcón Gráfico. p. 49-52. ISBN 84-400-1718-9.
«BOE nº18 del Viernes 21 enero 1994 (p. 2095)». BOE. Consultado el 11 de agosto de 2016.
«Hallazgo del solado original de la iglesia Santa María la Blanca durante las obras de restauración». Noticias para municipios. Consultado el 11 de agosto de 2016.
Parroquias
Inmaculada Concepcion de Nuestra Señora
Nuestra Señora de la SaletaPlaza del Brasil
Sagrado CorazónC/ Los nardos
San Juan de MataPlaza de la Constitución
Santa María la Blanca
San Pedro BautistaPlaza San Pedro Bautista
San SaturninoPlaza Príncipes de España
Santa Sofía
Santo Domingo de la Calzada Virgen del Alba
Iglesia de Santa María la Blanca (Alcorcón) División Alcorcón
Dirección Calle de San Isidro, 2. 28804
Alcorcón, Comunidad de Madrid, España
Bibliotecas
Bibliotecas públicas
B. Municipal «José Hierro»
Biblioteca de adultos
B. infantil/juvenil
Biblioteca Municipal «Centro»
Biblioteca Municipal «El Parque»
B. Municipal «El Pinar»
Biblioteca Municipal «Joaquín Vilumbrales»
Biblioteca Municipal «Ciudad Nejapa»
B. Popular de Alcorcón
Bibliobús Comunidad de Madrid
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Museo municipal de arte en vidrio
Antecedentes:
A principios del año 1994 el escultor Javier Gómez expuso ante los responsables de Cultura del Ayuntamiento de Alcorcón su proyecto de crear en el municipio un Museo con obras de vidrio.
Con el tiempo el proyecto fue ganando cuerpo apoyado por el Concejal Delegado de Cultura, Miguel Arranz Sánchez.
La idea de Javier Gómez era crear un Museo con obras de los mejores artistas nacionales e internacionales especialistas en vidrio contemporáneo consiguiendo de ellos la donación de sus propias obras.
Casi de inmediato se iniciaron las gestiones enviando una carta a los artistas seleccionados por Javier Gómez.
Takako Sano
Firmada por el responsable de Cultura del Ayuntamiento, en la que se les informaba del proyecto. La primera en contestar fue la coleccionista japonesa Takako Sano, gran amiga del artista y persona de prestigio internacional en el arte del New Glass por ser, entre otras cosas, comisaria de las exposiciones de Glass Now durante años.
La Sra. Sano que ya conocía Madrid de otras ocasiones en las que había venido para seleccionar piezas de Javier Gómez, viene en esta ocasión a Alcorcón.
Con un miembro de la Concejalía de Cultura y el escultor Javier Gómez recorre la zona denominada de «Los Castillos» futuro emplazamiento para el Museo del Vidrio.
Esta visita resultó ser de enorme importancia para el Museo ya que, tras ella, la Sra. Sano decidió donar 57 obras de su colección.
Con este primer grupo de piezas ya confirmadas y otras de aquellos artistas que comenzaban a contestar, la Concejalía de Cultura ve llegado el momento de que se inicien las gestiones oficiales dentro del Ayuntamiento para la creación del Museo.
Creación del museo
Día 22 de marzo de 1996 la Comisión Informativa de Cultura resuelve por unanimidad dictaminar favorablemente la propuesta de creación del Museo y la aceptación de las donaciones, trasladando este dictamen al Pleno Corporativo.
El 27 de marzo de 1996 el Ayuntamiento Pleno acuerda aprobar, también por unanimidad, la creación de un Museo Municipal con obras de arte contemporáneo realizadas en vidrio.
El 23 de octubre de 1997 tuvo lugar la ceremonia de inauguración del Museo Municipal de Arte en Vidrio de Alcorcón MAVA, con la presencia de la Sra. Takako Sano, que durante el acto hizo donación de su obra número 60, una pieza de Torres Esteban.
Distritos
Alcorcón se divide en tres distritos:
Distrito Número 1: Centro (Casco Antiguo)
Número 2: Norte: se compone de los barrios de San José de Valderas y Parque Lisboa.
Número 3: Suroeste: se compone de los barrios de Ondarreta, Las Retamas y Parque Oeste.
Carreteras
Los accesos de Alcorcón por carretera son:
Autovía A5 Madrid – Extremadura (Km 13)
Autopista de circunvalación de Madrid M-40 (Km 31 y 32)
Carretera M-406 a Leganés
Carretera M-501 a San Martín de Valdeiglesias
Avenida de Móstoles (Antígua Carretera de Extremadura)
Paseos por Alcorcón
Parque Oeste (Europa en Alcorcón)
El centro de Alcorcón – El casco antiguo
Los Castillos, Avda. de Lisboa, Avda. de Leganés
Visita al Olimpo (Parque de La Ribota)
Jardines de la Ermita de Nª Sra. de los Remedios
Plaza de la Constitución
Personajes destacados
Jesús Talán: Shihan de Kiokusinkay
Javier Basilio. Periodista.
Inma del Moral. Presentadora.
Maribel Verdú. Actriz.
Eduardo Mayo. Actor.
Sofía Nieto. Actriz.
Iván Moro. Deportista.
Iván. Cantante pop.
Sôber. Grupo rock.
Meswy. Cantante de hip-hop.
Zénit. Cantante de hip-hop.
Carlos Arroyo. Futbolista del Valencia Club de Fútbol.
Alonso Caparrós. Presentador.
Savia. Grupo rock.
Lucía Mbomío.
La Terremoto de Alcorcón. Cantante.
Kufax. Fax ilustre
Fiestas de Alcorcon
San Dominguín: 26 de Marzo
San José de Valderas: 1 de Mayo
Nuestra Señora de los Remedios: 8 de Septiembre
– Fuentes:
La libreria, WordPress, mundo recorrido, alcorconhoy (Joaquín Parejo Blanco, Diego Rivero), ayto-alcorcon, recorriendocomunidaddemadrid, ecured, lugaresquever, Archivo Histórico cié. Cervantesvirtual. El país Lucía- Asué Mbomio Rubio).
Protocolos de Madrid. Protocolo 32057, folio 13. Archivo Diocesano de Toledo: Interrogatorio del Arzobispo Lorenzana. Miñano, Sebastián de, Diccionario geográfio-estadístico de España y Portugal. Madrid 1826.
Regás. Antonio, Estadísticas de la provincia de Madrid. Madrid 1835. Madoz, P. Diccionario geográfico-etadístico-histórico de España y sus posesiones cíe Ultramar. Madrid 1848. Rosoli, Cayetano, Crónicas de la provincia de Madrid. Madrid 1865, página 53.
Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, varios. Catastro de Ensenada: Alcorcón. Larruga, E. Op. cit. Tomo III, página 185. Archivo Diocesano de Toledo: Interrogatorio de Lorenzana. Relaciones histórico-geográficas-estadísticas de los pueblos de España…
Archivo de Villa de Madrid, varias secretarías.Larruga, E. Memorias políticas y económicas… Madrid 1788. Tomo III, página 185. Moreno Villalba, F. Alcorcón: Historia. Literatura. Leyenda. Madrid 1976, página 269. Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II.
…¡Otro día mas!
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