La antigua leyenda India del colibrí

Escrito por Marié

14 de mayo de 2021

La unión hace la fuerza

 

La antigua leyenda india del colibrí.

Esta preciosa parábola nos muestra el valor del trabajo en equipo. En ella podemos ver cómo, si cada uno aporta un granito de arena, se pueden construir grandes cosas.

Debemos aprender a aceptar la ayuda de quién nos la ofrece, ya que el conjunto que se puede llegar a crear, logrará lo que se proponga. Gota a gota llenaremos el recipiente que necesitemos.

Vamos a disfrutar de esta hermosa enseñanza que nos trae el ave más pequeña de la naturaleza.

Leyenda del colibrí

Paseamos por un espeso bosque, el gran abuelo bosque, antiguo, majestuoso, plácido y tupido de vegetación.

 

Por supuesto, en el vivían infinidad de animales.

 

Por los contornos de ese bosque se escucha una antigua leyenda.

 

Esta fabula nos cuenta como con la llegada del intenso calor del verano y con las sequías, se produjo un gran incendio.

 

El fuego se extendía rápidamente por el inmenso bosque y los animales, asustados, comenzaron a huir despavoridos. Era un fuego terrible.

 

En medio de esta gran confusión, se vio volar a un pequeño colibrí, lo contradictorio era que esta pequeña ave, volaba en sentido contrario a la dirección que tomaron el resto de los animales.

 

De pronto, un jaguar vio pasar al ave sobre su cabeza… En dirección contraria, es decir hacia el infernal incendio. Quedó enormemente extrañado, pero no detuvo su marcha.

 

Su extrañeza aumentó cuando vio de nuevo al pequeño colibrí volar de nuevo, esta vez en su misma dirección.

 

Un instante después volvió a verlo de nuevo en dirección al fuego, y así estuvo un buen rato observando este ir y venir repetidas veces hasta que le pudo la curiosidad.

 

Y en una de las veces que el colibrí sobrevolaba por encima de él, le preguntó por ese comportamiento tan extraño.

 

– ¿ Que haces, pequeño amigo? Le dijo.

 

A lo que respondió el ave con gran entusiasmo: – Voy al lago, tomo agua en mi pico y la llevo al incendio para apagar el fuego.

 

El jaguar, al escuchar la respuesta, sonrió diciéndole:

 

– ¡Estás loco! ¿Crees que vas a poder apagar este inmenso fuego con tu pequeño pico y tú solo?

 

– No. Respondió el colibrí, se que yo solo no lo lograré. Pero este abuelo bosque es mi hogar, en el está mi vida, mi nido, y todo lo que construí.

 

Yo lo ayudo a crecer polinizando sus flores. Formo parte de él y el forma parte de mi. El me alimenta, me da cobijo a mí y a mi familia, igual que a todos vosotros. Por todo ello le estoy enormemente agradecido.

 

No quiero que muera y desaparezca. Me sentiría muy mal sabiendo que puedo hacer algo, por poco que sea y no lo he hecho. Por esa razón vuelo hasta el lago, recojo un poco de agua con mi pico y la vacio sobre las llamas para mitigar el fuego.

 

Y aunque sólo no pueda apagarlo, estoy haciendo mi parte.

 

Desconozco el autor

En algunas zonas, cuentan los abuelos que en ese preciso instante, los espíritus del bosque escucharon al colibrí,  y sintiéndose profundamente conmovidos por esta pequeña ave y la gran devoción que sentía por su hogar, enviaron una gran tormenta que refrescó el ambiente y terminó con el inmenso incendio.

Las abuelas indias concluían esta leyenda diciendo a sus nietos:

– ¿Queréis ver milagros en vuestra vida? ¡Pues que cada uno haga su parte!

Moraleja

Si cada uno de nosotros no aporta el pequeño esfuerzo individual para vencer las dificultades o los problemas comunes que nos aquejan a todos, nunca seremos capaces de superarlos. Lo que dejamos de hacer o lo que hacemos sin el esfuerzo necesario, se convertirá en un problema para todos.

Gran lección del colibrí que, siendo el más pequeño, hizo lo más grandioso: arriesgar su propia vida para salvar su hogar común. Si cada uno de nosotros actuásemos igual que el colibrí nuestro mundo sería más humano.

Reflexión

Como en toda situación o vivencia en la vida, todo es dual, tiene dos polos. Podemos dejarnos llevar en función de nuestras percepciones negativas y estaremos en lo cierto (método de autoprotección), pero también estaremos en lo cierto si orientamos nuestro rumbo en función de una visión más amplia y positiva que dé un resultado feliz y beneficioso para todos.

La esperanza, es un recurso emocional, sanador. El colibrí permitió que entrara en su vida. Permítelo tú también, porque a través de ella fluye tu espíritu y servirá para encontrar tu parte más humana.

…No recuerdo bien donde escuché por primera vez esta fábula, pero si recuerdo que me gustó especialmente, sobre todo por su sencillez y a la vez profundidad. La enseñanza que nos deja, ilustra perfectamente el esfuerzo, la lucha, la constancia de un solo individuo,  y el cambio que puede generar en quien lo observa.

¡Cuidad de la tierra, cada uno con lo que esté en su mano! Es nuestro gran bosque, nuestro hogar.

 

¡Dedicado a las personas que huyen de los incendios y que se han encontrado conmovidos por esta bonita historia!

¡Pero sobre todo a los que van de frente hacia las llamas para, con su pequeño aporte, dar ejemplo y ayudar a cuidar de nuestro mundo!

¡Namasté!

 

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