Fuentes potables desaparecidas y actuales
Los manantiales y fuentes, y sus aguas, son un yacimiento inagotable de conversaciones, comentarios, discusiones y curiosidades de muy diversa índole, especialmente entre las gentes del campo. He aqui un resumen de varias documentaciones sobre las fuentes de Écija y su comarca.
Fuente de los Cristianos.
También llamada de Tarik. Se sitúa a las afueras del pueblo a unos 2 km a la izquierda de la carretera de Sevilla, junto al cruce con la de Marchena, en el pago de los Viejos junto al Molino Almazara al que da nombre la fuente y al pie de un cerro. Constituyó el abastecimiento más importante de agua a Écija durante mucho tiempo. Con un caudal bajo,practicamente agotado, para uso rural y ganadero.
Fuente del Alamillo.
Fuente de la Añora.
Actualmente se encuentra seca, y su estado de conservación es muy malo, rodeada y cubierta de vegetación siendo muy probable que desaparezca en no mucho tiempo. Aún así todavía se conservan las gruesas paredes de ladrillo y cemento acabadas en pico de sus pilones (el cabecero está derruido) indicando que se trataba de una fuente importante tanto por su envergadura como por su robusta construcción.
Está compuesta por tres secciones escalonadas por donde iba cayendo el agua por efecto de la gravedad. La primera sección está compuesta por dos pilones muy anchos unidos entre sí a lo largo de unos 8-10 m. La segunda es otro pilón de menor envergadura, más bajo pero de aproximada similar longitud. Por último, la última sección encauzaba el agua a modo de regajo de vuelta al suelo natural.
Estas fuentes tenían su razón de ser en la utilidad de abrevadero para los animales de años atrás, siendo hoy día un vestigio de aquella necesidad. Era, por tanto, típico de la época en que se construyeron, este tipo de obras escalonadas que estaban pensadas para aguadero de las “bestias” en los pilones más altos y del ganado menor en las pilas más bajas. Fuente rural, Abrevadero.
Salina de Balmaseda.
En las proximidades existen otras dos salinas: la de La Torre, que en la actualidad comercializa salmuera, y la de Borreguero.
El agua es recogida en un pozo de unos 6 m de profundidad, del que parten unas conducciones que transportaban el agua a dos albercas de planta rectangular y a una alberca de planta circular. Desde las albercas el agua era conducida a las balsas de evaporación de la salina, actualmente en desuso.
En las proximidades de la salina existen dos construcciones en ruinas que parecen ser un almacén de sal (alfolí¬) y la antigua vivienda del salinero.
Fuente de Cañada Jimena Baja.
El origen de esta fuente es un pozo que existe en el límite municipal entre Palma del Río y Écija, en las tierras del cortijo de Cañada Jimena.En la parte superior del pozo puede leer la inscripción: » Construido por José Tortonda 8 – 8 -1968 con R.M.C. » . José Tortonda fue un maestro albañil que participó en la construcción de los canales del Genil entre Palma del Río y Écija entre los años cincuenta y sesenta del siglo XX. Rural y ganadero. En la zona de Cañada Jimena existe la memoria de un pozo con aguas que tenían propiedades beneficiosas para las piedras de riñón. Las personas afectadas por estas dolencias solían buscar ese pozo para tratarse sus dolores.
Fuente del Cañato.
Casco urbano. En la calle empedrada se encuentra el Cañato, fuente que da nombre al barrio. Sirvió y sigue sirviendo como ornato y para el abastecimiento público. Posee un gran fuste central de ladrillo rematado en mármol. Ha sido siempre una fuente muy popular que se engalanaba para la «visita» de los impedidos adornándola con macetas muy repintaditas. Pastora Vega verdadera animadora del barrio tocaba la trompeta para qye regaran todo y sacasen las macetas, se hacían hasta ocho altares en la calle San Gregorio para ese día y era la propia fuente el mayor de todos.
Manantial del cortijo El Villar.
Se encuentra en la provincia de Sevilla, pero a escasos 200 m. de la división de términos municipales entre Écija (Sevilla) y Fuente Palmera (Córdoba). Fue utilizada por pastores y habitantes de la aldea del Villar, hasta hace dos décadas. Desde finales del siglo XVIII este manantial, se convirtió en uno de los más importantes para la subsistencia de los colonos llegados desde CentroEuropa. También muy frecuentado por las hordas de bandoleros que controlaban todos los caminos de esta zona del Desierto de la Parrilla, entre ellos, los Siete Niños de Ecija, que utilizaban los caminos entre Ecija y Fuente Palmera para guarecerse de migueletes y buscarecompensas. Una de sus rutas más habituales era la que conecta este acervo histórico con el Conjunto Hidráulico Carolino existente en las proximidades de lo que era el núcleo de Fuente Palmera a finales del s. XVIII , siguiendo en dirección hacía el «paso de barcas» por el río Guadalquivir, cercano al pueblo de Posadas. (Ruta Bandolera 1, de los Siete Niños de Ecija).
La carretera A-8203, hacía Ecija y separadora de los términos, pasa a unos 200 m. A unos 450 m. al Sur de esta fuente, se encuentra la urbanización Villa Alegre (núcleo residencial aislado pendiente de legalizarse en el término de Fuente Palmera).
Fuente del convento de San Francisco.
Casco urbano. Esta fuente, que actualmente no tiene agua, se encuentra adosada a la capilla mayor del Convento de San Francisco de la ciudad de Écija, en la plaza de España.
Fuente el Invernadero.
Sin cultivos de arboleda cercanos que se aprecien, la fuente se cobija bajo el amparo de dos cerros y una alameda que contempla los oteros vecinos sembrados de mieses y, paradójicamente, despoblados de los olivares típicos de las zonas cercanas.
En buen estado de conservación, la fuente dispone de un pilón enfoscado en mortero de gran longitud por donde discurre el agua que sale del único caño existente en el cabecero frontal de forma semicircular; el agua mana durante todo el año y cubre la pileta hasta lo más alto de sus laterales, desarrollados de manera sólida con ladrillo viejo típico de este tipo de construcciones.
La misión original de esta y otras fuentes del lugar era la de abrevadero para los caballos y ganado de los antiguos carreteros que transitaban por la zona de unos núcleos de población a otros. La situación geográfica de esta fuente y su protección entre cerros hicieron de la misma un lugar propicio de descansadero para estas gentes que por unas u otras razones se cobijaban en ella.
Además, en la zona de la fuente se celebró durante muchos años la Romería de San Isidro (El Villar), por entonces había gran cantidad de retamas, palmas y chaparros y muy buena sombra para los asistentes a tal celebración.
Al parecer la fuente hereda el nombre del Cortijo El Invernadero, situado muy cerca de la misma, el cual era destinado en muchas ocasiones para guardar el ganado en invierno, pues el resto del año los animales pastaban en otras fincas.
Esta fuente fue usada por las gentes de Cañada de Rabadán para representar la película Los bandoleros de la Cañá, film documental creado con motivo de la IV Concurso Rincones de la Vega y que les valió el primer premio en dicho evento.
Se representa en la primera escena la llegada de unos bandoleros al abrevadero, donde se da de beber a los caballos y se plantea una jornada de descanso. La fuente aparece continuamente y se puede ver representada su función de antaño.
La Fuensanta.
Se encuentra en mal estado de conservación. En 1952 Fray Pedro de Plasencia, Rector del monasterio de la Victoria, pide al Concejo que el agua de la Fuensanta se pudiese traer a la calle que está a la puerta del monasterio para hacer allí una pila. Actualmente da nombre a un barrio.
Fuente del Galgo.
Se trata de una fuente desaparecida que se podía visitar hasta finales del siglo pasado en la localidad. De estas fuentes periféricas que antaño sirvieran de abrevadero del ganado de los antepasados carretereños sólo se conserva la de La Zorra en término de Fuente Carreteros estando las otras dos enterradas y/o desaparecidas.
Fuente rural de la localidad de Fuente Carreteros que junto con la de La Zorra y la de Las Pilas forman el conjunto de fuentes situadas en los alrededores del municipio en distintas alamedas.
A aproximadamente 1 km. del núcleo, se trata de una fuente desaparecida que se podía visitar hasta finales del siglo pasado en la localidad. De estas fuentes periféricas que antaño sirvieran de abrevadero del ganado de los antepasados carretereños sólo se conserva la de La Zorra estando las otras dos enterradas y/o desaparecidas. Dentro de la localidad existieron otras dos: La Vieja y la Fuente del Pueblo, construyéndose en honor a éstas la Fuente Vieja que se puede visitar hoy día.
Cuentan los lugareños que la estructura de las tres fuentes era similar: dos pilones rectangulares de gran longitud conectados entre sí por donde circulaba el agua. Al igual que Las Pilas y a diferencia de La Zorra, la construcción de ésta estaba a ras de suelo.
La fuente está en el término de municipal de Écija, si bien por su proximidad a la localidad de Fuente Carreteros se considera patrimonio propio. Se accede a ella desde un camino rural que parte del municipio.
Fuente de Guadamelenas.
Durante la baja Edad Media coexistieron los dos acervos, aunque Guadamelena presentaba menor caudal que el de Fuente Palmera. A parte de comprobarse desde el siglo XX hasta la actualidad, se deduce también por el paso obligado que los nuevos pobladores castellanos hicieron con su Cañada Real a Sevilla. Durante 5 siglos fueron muy conocidas sirviendo tanto a hordas de bandidos, como a tropas regulares, y sobre todo al ganado de los pastores transhumantes castellano leoneses. No fue hasta el año 1.768, cuando Fernando de Quintanilla a las órdenes de Pablo A. de Olavide, tratando de negociar los terrenos donde se ubicaba la conocida fuente de Guadamelena, con su propietario el marqués de las Torres, descubrió muy cerca de allí junto con el resto de sus jinetes, otra vieja fuente pegada a la antigua Cañada Real en un lugar mejor para establecer uno de los asentamientos colonos. Fue así como se lo comunicó a Olavide de fundar allí el núcleo de Fuente Palmera y por qué decidió ponerle este nombre (el topónimo) «la fuente palmera».
La carta decía : «… todos los terrenos son muy llanos y hay buenos caminos» y según describía en su informe “el sitio que mejor parecía para establecer la población es donde está la fuente palmera, ya que allí hay muy buen agua y abundante y que será mucho más cultivándola”.
Fuente del matadero.
Fuente de la Higuerilla.
Hasta mediados del siglo XX (1950-1960) los lugareños de las fincas cercanas estuvieron usando este agua para el consumo humano, ya que el ganado abrevaba en la antigua fuente de Guadamelenas, situada a 370 m. en línea recta. No molestaba para el cultivo tradicional, al estar justo en un lindero de diferentes fincas. Fue arrasada en los años 90 cuando se empezó a intensificar el rendimiento de los cultivos de algodón y a sembrar hasta en las orillas de los arroyos, destruyendo buena parte de la flora de ribera, más movidos por la codicia que por la ignorancia de muchos agricultores de la zona. Sin embargo el cañuelo construido en 1750, permaneció protegido precisamente por una trama de higueras hasta nuestros días.
La metodología empleada para recuperar las dimensiones de yacimientos históricos de reciente destrucción a fin de inventariarlo y reconstruirlo virtualmente se hace mediante la valoración promediada aproximativa de todos los posibles testimonios que se puedan conseguir. Para luego extrapolarlo a los restos que surjan a fin de corregir medidas de manera fiel. Para este caso se debería haber contado al menos con 2 testimonios más a fin de contrastar resultados y no se pudo debido a la dificultad de encontrar personas vivas que trabajaran por los años 50 en esta zona rural.
Fuente de las Peñuelas.
Se encuentra a unos 2 km de Écija, junto a la carretera de Lucena, posee un gran frontal semicircular construido en fábrica de ladrillo. la construcción parece ser del s, XIX y en aquella según la bibliografia consultada (Fuentes públicas de la provincia de Sevilla de P. A. Cantero, 1995) solían venir las gentes de paseo siendo además sus aguas, muy apreciadas por los aguadores a pesar de no faltar agua en la Villa.
Fuente del Palacio de los Marqueses de Benamejí.
Antiguamente sus aguas venían con toda seguridad de un venero cercano.
Fuente de las Pilas.
Situada a un par de kilómetros del núcleo, se trata de una fuente desaparecida que se podía visitar hasta finales del siglo pasado en la localidad. De estas fuentes periféricas que antaño sirvieran de abrevadero del ganado de los antepasados carretereños sólo se conserva la de La Zorra estando las otras dos enterradas y/o desaparecidas. Dentro de la localidad existieron otras dos: La Vieja y la Fuente del Pueblo, construyéndose en honor a éstas la Fuente Vieja que se puede visitar hoy día.
Cuentan los lugareños que la estructura de las tres fuentes era similar: dos pilones rectangulares de gran longitud conectados entre sí por donde circulaba el agua. Al igual que El Galgo y a diferencia de La Zorra, la construcción de ésta estaba a ras de suelo.
Fuente de la Calle San Antonio.
Patrimonio de Écija o de Fuente Carreteros
El manantial que abastecía las pilas todavía sigue manando, aunque el agua directamente se vierte al arroyo que forma, justo con la unión de otro reguero de otro manantial situado más arriba del cerro (en ese punto tienen afloramiento algunos manantiales que no se secan nunca).
El reguero que forma los diferentes manantiales en ese punto discurre en dirección Suroeste, uniéndose al Arroyo de las Valbuenas apenas 1.300 m más abajo, arroyo que desemboca en el Genil.
Las pilas estaban al otro lado del arroyo, tierras del vecino, en las cercanías de algunos eucaliptos cuya misión eran dar sombra, únicamente. Al quitarse la fuente también se quitaron los eucaliptos, quedando algunos que todavía aparecen en las imágenes de satélite de Google (vuelo en 2015), pero fueron talados poco tiempo después (en septiembre de 2017 no queda rastro de ellos). El paso del arado de las tierras donde estaban ubicadas las pilas limpiaron de restos, no quedando absolutamente nada de ellas, tan solo es detectable la salida conducida bajo tierra, tras unas piedras, del manantial.
Fuente de la zorra.
De estas fuentes periféricas que antaño sirvieran de abrevadero del ganado de los antepasados carretereños sólo se conserva ésta puesto que las otras dos se hallan enterradas y/o desaparecidas. Dentro de la localidad existieron otras dos: La Vieja y la Fuente del Pueblo, construyéndose en honor a éstas la Fuente Vieja que se puede visitar hoy día.
En no muy buen estado de conservación, la fuente de la Zorra se encuentra a varios cientos de metros del paseo Cerro Galindo y se accede en pocos minutos a ella desde el núcleo urbano de Fuente Carreteros por dicha vía. Rodeada de una gran alameda característica de la zona y de las gramíneas de los cultivos cercanos la fuente se deja entrever debido a su gran longitud (varios metros) dando indicios de la gran construcción que fue. Posee dos grandes pilas rectangulares de cerca de un metro de alto por donde según los lugareños corría el agua hasta finales del siglo pasado. Constitución robusta para este abrevadero de frontal en U , paredes enfoscadas y bordes rematados con ladrillo viejo.
La fuente se incluye dentro del reclamo turístico local ruta de las fuentes históricas de Fuente Palmera.
– Manantiales y fuentes de andalucía, Fuentes públicas de la provincia de Sevilla, http://www.iaph.es/ecija/contenidos/C10/Introduccion.html, A. Ventas y Wikanda – Cordobapedia, A. B. Galán Díaz, E. J. Navarro Martínez y R. Jiménez Sánchez, Sevillapedia, F. Moral Martos (Univ. Pablo de Olavide), L. Baños, J. A. Palomino León y M. J. Madrid García (Grupo Ecologista ABRA).
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