Enamorarte es
Cuando conoces a una persona y empiezas a hablar con ella como si nada, cada día un poco más, sin importar de que. ¡Feliz aniversario!
Da igual dónde ni cómo la conociste.
Darte cuenta de que cuando pasáis un tiempo sin hablar, comenzáis a extrañaros.
Conoceros mutuamente y percibir que se está convirtiendo en algo más profundo.
La primera salida puede que en la discoteca de toda la vida, el primer beso en un bar escondido, el lugar es lo de menos.
Sentir que es tu mejor amigo o amiga.
Jugar como niños, protegerse como hermanos, pasar meses y meses juntos.
El primer ¡Te quiero!
Ir a su casa, conocer a su familia.
Invitarla a la tuya, presentarle a tus padres.
Enamorarte es cuando sientes una confianza total en esa persona, cuando sois los mejores amigos siendo pareja.
Llorar juntos, reír juntos, vivir miles de momentos.
Darte la mano para ir a cualquier parte.
Enamorarte de las cosas que hacen a esa persona extraordinaria y única, sea lo que sea, son de ella y eso debería ser suficiente.
Enamorarte de cómo cierra los ojos cuando ríe o de su cara al bostezar o al despertar.
De su desorden porque si estas en su vida, formaras parte de su caos.
Enamorarte de los conciertos que da en la ducha, de sus sustos inesperados… de su peculiar manera de dar la vuelta a tu mal humor y convertirlo en unas risas.
Enamorarte de sus ocurrencias de bombero, de como se mueven las columnas cuando va a aparcar o de su particular sentido de la orientación.
De esa forma que tiene de jugar al escondite con el bolso, el teléfono, las llaves…
Enamorarte y seguir enamorado cada día, cada mes, cada año…
No importa cuándo, en el momento más inesperado, está persona aparece, entonces hay que agarrarla fuerte, luchar juntos en la misma dirección, para que el amor pueda con cualquier contratiempo y mantenerla unida a ti para siempre alma con alma.
¡Os deseo que este día sea el comienzo de algo eterno!
03 de mayo de 2019
¡Feliz aniversario!
Y ahora después de dos años de camino común, después de ese precioso día, os deseo que sigáis escribiendo vuestro libro de aventuras desde un amor sano y consciente:
Desentrañando el placer terrenal sin poneros tabúes, sintiéndolo de manera celestial, sin limitación, sin miedo. Compartiendo y aprendiendo a cada instante.
Utilizando la sensualidad y la sexualidad de forma sagrada, disfrutando de la esencia al máximo nivel. Invitad a la fiesta a todos vuestros dioses y a todos vuestros demonios en la misma escena.
Ayudándoos en el camino a descubrir el universo, compartiéndolo y respetándolo.
Podéis involucraros en las actividades del otro pero sin obstaculizarlas.
Sintiendo veneración y respeto por los momentos necesarios de silencio, acompañando este silencio, intentando aprender juntos de él.
Dejando que el otro sienta que estáis presentes en su desarrollo personal en todos los ámbitos. Desde el más profundo al más trivial. Aprendiendo a englobar e integrar todos ellos en vuestra aventura, el mental, el espiritual, el emocional y el físico.
Ya estáis comprobando que cuatro manos tienen más fuerza para subir a la cumbre y hacen más sencillo el trayecto. Así podéis disfrutar la recompensa y la seguridad que ofrece la fuerza en común.
Y si la rutina y los hábitos diarios comienzan a volver la vida monótona, toca sonreír, buscar nuevas inquietudes, jugar y buscar conscientemente nuevos retos.
La ilusión se renueva paso a paso, día a día siendo innovadores.
Para ello hay que decir diariamente palabras de amor.
Si las palabras no salen, se utiliza la magia de cambiar un te quiero por un beso, un te amo por la aventura de una noche seductora en un bar de copas, un te necesito por mirar juntos las estrellas en un parque alejado del bullicio, un te extraño por una canción del recuerdo, un te deseo por una caricia, una mirada, un suspiro… sin miedo.
O pasando juntos una tarde de lluvia contemplando la magia tras los cristales de un café.
Mostrándoos la misma reverencia y admiración día a día, agradeciendo la existencia del otro, sintiendo a cada momento vuestras almas.
Respetando la esencia profunda del otro, para que cada personalidad se muestre sin límites y sin miedo pero con respeto.
Con respeto también para las virtudes del otro, con confianza, dejando a vuestro ser interno que sienta y se muestre.
Teniendo la certeza de que hablando todo tiene solución, los diálogos alejan los malentendidos, soluciona las diferencias, resuelve los conflictos. Y si es necesario respirar y meditar antes de hablar, es mejor antes que herir.
Siendo fieles a los ideales y los sentimientos, fundamentalmente fortificando y apuntalando las metas comunes y blindando y acrecentando las promesas.
¡Así podréis ver como cada día el amor aumentará, fluirá, se transformará en vuestra fragancia común!
¡El amor se transmutará en una experiencia a compartir en muchas vidas!
¡Eternamente!
¡Feliz aniversario!
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