¿Dispuestos a crear?

Escrito por Marié

16 de enero de 2023

Hola queridas y queridos lectores. ¿Dispuestos a crear?

Y ¿Qué es crear? Crear es creer, es tener fe, es vaciarte para poder llenarte. Es volver a vaciarte, una vez llena de todo lo que aparece en ti, cuando se lo permites.

Todos somos creadores, y de cada uno depende la forma, el aspecto y la esencia de lo creado.

¿No confías en tener esa facultad? Pues sí la tienes, solo hay que llegar a ella.

Así que, manos a la obra… Vamos en busca de la facultad innata de crear.

Piensa en lo que haces diariamente, todo ello es crear cosas, unas veces transformando, añadiendo y embelleciendo, y otras es más mágico porque parece que la creación aparece de la nada.

Y realmente si buscas la definición de creación, se puede encontrar como dar forma a una cosa material a partir de la nada. Pero para mí no es una definición válida, es solo algo romántico… de la nada apareció… Prefiero pensar en producir, fabricar o transformar algo a partir de la capacidad artística, intelectual o imaginativa de cada uno.

¡Bueno! Casi de la nada. Podemos llegar a pensar que es de la nada cuando hacemos un poema o pintamos un cuadro, o fabricamos un jarrón de barro, o tallamos un trozo de madera o cocinamos una tarta… o hacemos un bebé… Pues ya ves que no. La nada es algo ambiguo y difícil de definir. Y nuestras limitadas capacidades no nos permiten conocer algo como la nada.

Realmente no me gustaría conocer esa sensación, o ese lugar llamado nada.

Pero, para entendernos un poco podemos usar la palabra como metáfora y decir que no tenemos nada y cuando nos embebemos de amor o de dolor, o de cualquier otro sentimiento intenso… se asoman desde esa «nada» las preciosas musas.

Vienen desde ese lugar escondido «que también podríamos llamar nada» para llenar el espacio vacío que igualmente podemos denominar nada.

Aparecen con toda su energía, con toda su magia a ayudarnos en nuestra creación. ¿O no has percibido que tenemos días creativos y días totalmente infructuosos?, Fijate en ello, los hay, incluso para hacernos el desayuno.

Esa energía creadora que puede aparecer de pronto y que yo llamo musas, tu puedes llamarla como quieras.

Yo la noto como una suave brisa. Tan suave que a veces no se percibe. Pero poco a poco se va transformando en un vientecito cada vez más intenso, hasta convertirse en un huracán y de pronto es tan intensa que parece explotar convirtiéndose en tu creación. Como un orgasmo sagrado. Y esa creación, nacida de ese perfecto éxtasis, será una de las obras de tu vida.

Hay que aprovechar estos momentos intensos para hacer cosas fabulosas.

Así que déjate llevar por esa fuerza creadora porque cuándo estás en esa misma cima, es cuando puede aparecer «de la nada» tu más bella creación.

Si lo piensas detenidamente es algo mágico, por eso me gusta decir que vivo inmersa en magia.

Todo es milagroso… y gracias a esos milagros, de la «nada», del silencio, del frío, del sueño del invierno vemos la creación que despierta con el calor y la luz.

El invierno gesta esas creaciones en sus profundidades. Desde «la nada» la quietud y la calma, las nutre para ofrecerlas al mundo.

De igual forma, cada persona puede crear desde lo que tiene en sus profundidades…

La creatividad surge de esos profundos silencios, ofreciéndonos la posibilidad de relacionarnos con esa parte desconocida que he decidido llamar «nada» y desde ella crear los frutos que alimenten nuestras almas. Igual que los frutos de la naturaleza alimentan nuestros cuerpos.

Esta forma de crear es saludable. Yo diría que es la fuente principal de nuestra salud. Es la manera de mantener nuestra vida viva.

Un ejemplo desde alguna de mis experiencias creativas puede ser cuando he «decidido» escribir un poema. Digo decidido entre comillas por qué suele ser algo que se decide fuera de mi, algo o alguien decide por mi y desde esa «nada» interna surge mi creación.

Nunca sé el resultado, las palabras se van ordenando y aparecen en mi pantalla mágicamente.

Los conozco cuando los termino y los leo, igual que conocí a mis hijos cuando salieron de mi cuerpo y pude verles.

Crear es como engrasar una gran máquina, preparar y limpiar sus engranajes para mostrar la magia escondida en sus rincones. Es la suma de varios ingredientes que todos tenemos por naturaleza: nuestro poder innato, una necesidad creciente de mostrar algo íntimo y profundo y momentos de silencio sumergidos en «la nada».

Si en tu vida no existen esos saludables y necesarios momentos de silencio, creo que es el momento de reflexionar y preguntarte para qué y por qué vives.

¡Siempre la misma conclusión! Control externo, control por parte de alguien que te quiere distraída, distraído. Los que quieren crear con los demás un mercado seguro. Perfección, para poder comerciar de manera segura.

Creo que la vida y las dedicaciones profesionales deberían estar basadas en nuestras pasiones. Considero que dejarlas para nuestros momentos de ocio y diversión, arrinconarlas solo como un hobby es el mayor de los errores.

Cuando nacemos con una capacidad significa que es lo que tenemos que potenciar y utilizar en la vida, es sobre lo que tenemos que continuar aprendiendo para ofrecerlo al mundo. No deberíamos dejarlo relegado, deberíamos utilizarlo en el terreno de lo esencial y vital en nuestra existencia.

Creo que no deberíamos dejar de crear para producir. Dejaríamos de considerarlo nuestra pasión para llamarlo trabajo y esa diferencia hace que lo vivamos de manera distinta… perdería su magia.

La producción está enfrentada con la creatividad, anula la sensación de asombro, de sorpresa, solo fabrica productos conocidos y el efecto en nuestra vida genera vacío frente a la creación, que origina cosas únicas y maravillosas. Como ves no es lo mismo fabricar que crear, la segunda representa vida, la primera no.

Si no encuentras en tu vida momentos de creatividad, tal vez es el momento de pensarlo.

Sobre todo porque es, ante todo, saludable. Y la salud no se puede fabricar, debe crearse. Espíritu, mente, corazón, cuerpo.

Nadie ha nacido para pasar la vida «trabajando», pero todos hemos nacido para disfrutar nuestra vida «creando».

Deja de hacer culto al trabajo, me parece sospechoso de conformismo eludir la responsabilidad única de dar sentido a tu vida.

No quiero decir que mi entrada de hoy sea una apología del ocio, todo lo contrario, es darle un valor añadido a la forma de trabajar, redefinir su trascendencia, descubrir el placer de vivir trabajando en creaciones, descansar y priorizar. Percibir que hay mentiras escondidas en las verdades y eso provoca que algunas personas desperdicien de su vida.

Deja de correr tras los objetivos engañosos que muestran una vida externa abundante, pero vacía por dentro.

Trabajar exclusivamente por dinero es perder el tiempo, es un saqueo a la vida.

Quien utiliza su creatividad y trabaja disfrutando, esas personas que aman lo que hacen, viven unas vacaciones pagadas. De esta forma el dinero que obtienen es equiparable al placer de lo que realizan, si no es así, estarían mal pagados.

– Fuente de la fotografía de entrada: James R. Eads

 

¡Lo indispensable es vivir!

¡Crea tu vida!

 

 

¡Namasté!

 

2 Comentarios

  1. Javier Humberto Perez Clavijo

    HERMOSO ENFOQUE🌈🌈🌈🌎
    TE ENVIO LA PLENITUD DE MI AMOR DIVINO PARA BENDECIRTE Y PARA QUE PROSPERES💙💛💖🙏🙇🌎🌈

    Responder
    • Marié

      Muchas gracias. Me alegro de que te guste. Te deseo lo mismo.

      Responder

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