Agradece a la llama su luz

Escrito por Marié

23 de julio de 2021

Vivir conscientemente

 

A lo largo de la vida, tenemos la costumbre de interpretar lo que vivimos de maneras equivocadas, esbozamos borradores, patrones y esquemas sin saber si son los correctos. En la mayoría de las ocasiones, nos movemos a oscuras, no nos paramos a pensar detenidamente en como nos comportamos, es más cómodo no tener que pensar. Por eso, te invito a que si alguien pasa por tu vida iluminándola, agradece a la llama su luz.

Muchas veces reaccionamos como lobos heridos, respondiendo de manera defensiva ante un ataque imaginario.

Solemos convertir nuestra vida en una rutina de repeticiones y cotidianeidad, y esto provoca sentimientos y emociones mal gestionadas, insatisfacción y apatía.

Estas emociones nos hacen caer en errores, como comportarnos de manera controladora y dominante. Tambien podemos caer en el error de sentirnos superiores al  resto. Estas actitudes equivocadas nos acarrearán problemas con nosotros mismos y con los demás.

Si entramos en la dinamica de la no lucha, si nos dejamos llevar por estos erróneos comportamientos, nos abandonará la autenticidad con la que nacimos para dar paso a la comodidad y al aburrimiento.

Date cuenta de que los sentimientos que te hacen comportarte así, no son genuinos, son copiados.

Ellos dan lugar a que te mantengas en actitudes peligrosas y a que te impongas barreras que te mantienen encarcelado en tus creencias equivocadas.

Aprende a mirar las experiencias desde la luz, a tener más empatía. Aprende a ver desde el otro lado, compórtate como si la otra persona fueses tú. Desde este sentimiento, ya puedes actuar sin dañarte y sin dañarle.

Normalmente, el daño infligido a los demás nos hace un daño invisible pero intenso, que aparecerá mas adelante en cualquier forma.

Es complicado porque vivimos en un mundo demasiado físico, hemos dejado de confiar en nuestra intuición. Solo préstamos atención a lo que nos muestra la vista o el tacto, sin tener en cuenta los mensajes que el corazón nos envía.

Tenemos actitudes que levantan muros a nuestro alrededor, muros tras los que nos amparamos y que nos mantienen a oscuras y sin abandonar lo conocido.

Repetimos las mismas historias, recortamos los mismos patrones, cometemos los mismos errores, llegando incluso a pensar que son correctos, aunque no sea así.

Cuando nos habituamos a comportamientos como estos, nuestra visión del mundo es limitada, nos muestra paisajes incorrectos e incompletos.

No dejes que tus actitudes se cristalicen, adoptando la creencia de que debes permanecer en las regiones conocidas, seguras y cómodas. Aventúrate a conocer lo que puede ser lo mejor de tu vida, que siempre esta a tu alcance, sin negar la oportunidad.

Si te acostumbras a caminar infatigablemente por territorios que conoces a la perfección, sin pensar que tu objetivo es lograr un cambio en tu vida, no lograrás alcanzarlo, continuarás por ese camino desgastado de tus pasos.

La manera más cómoda de vivir es permanecer en ese territorio largamente transitado, pero es peligroso porque te crea una sensación engañosa de seguridad y piensas que si te refugias en él, el sufrimiento y el vacío quedaran fuera.

Pero si te paras a estudiarte y miras de frente lo que sientes, esa actitud pasiva te crea una sensación de culpa inconsciente.

Al percibir la culpa, también ves lo que has provocado, lo que falta en tu vida y caes en la cuenta de que lo que tienes y lo que haces no es suficiente para sentirte bien.

Poco a poco iras viendo que todo debería ser diferente, incluso tu. Llegar a esta conclusión es positivo, ya que va a generar el comienzo del cambio.

La luz se acerca a tí, agradece a la llama su luz.

Con esa luz, percibirás que tu tendencia natural es siempre evolucionar, aunque tus pensamientos y comportamientos tiendan a perpetuarse.

La forma adecuada de liberarte de esas tendencias perpetuas es inclinar conscientemente tus pensamientos hacia cosas que anteriormente te han funcionado. O hacia cosas opuestas a lo que no funcionó.

Mira hacia las cosas que te han sostenido silenciosamente, tejiendo el entramado de tu existencia unida con el resto del cosmos y han ayudado a que encuentres satisfacción.

Si eres capaz de ver todo esto que te rodea, aunque te mantenga apartado de tu cárcel de oro, comenzarás a apreciar lo que realmente no es necesario en tu vida, lo apartarás de ella. Igualmente verás lo que te ayuda a sostener, como un pilar, tu eterna aunque frágil existencia.

Vamos a por ello. Visualiza.

¡Manos a la obra!

Intenta mantener tus pensamientos hacia tu interior, intenta profundizar en tu corazón, escucha lo que tiene que decirte, y si haces eso que te hace feliz, verás manifestarse, sin lugar a dudas, las cualidades que esos pensamientos traerán a tu presente.

Pero no des nada por sentado, no esperes nada, ve en busca de lo que quieres cambiando tus actitudes. No intentes llegar a tus sueños cambiando a nadie, impulsa sus cambios a través de los tuyos y verás tu vida transformarse poderosamente.

Tienes que reconocer tu vulnerabilidad, tu fragilidad y tu impermanencia en el presente, la vida es continuo cambio, nada hay inmóvil, acéptalo y aumentará tu potencial para dar el siguiente paso hacia tu evolución.

Vive la vida desde un vaso siempre dispuesto a llenarse. No sientas culpa, acepta de buen grado toda la belleza y todas las buenas experiencias que lleguen a tu vida, las mereces. Ilumínalas y aprende a hacerlas visibles a tus ojos, acéptalas y  súmalas a tu forma de sentir.

Aprende día a día, vivencia a vivencia, no respondas de manera reactiva y apresurada.

Date la oportunidad de ver la belleza siempre presente. Al aprender a apreciar todo cuanto sucede a tu alrededor, su funcionamiento, tendrás un contacto más estrecho con ello, y agradecerás su presencia en tu vida.

Eterno consejo: interioriza y autoconocete, si no es así, desconocerás siempre tus propios y únicos procesos y no lograrás llegar a tu verdadera naturaleza.

Aprendiendo a conocerte dejarás de confundir las tonalidades, podrás disfrutar de los cambios que aparecen al emerger tú yo más profundo y disfrutarás de tu realidad última.  Si ignoras esta realidad te alejarás de la belleza que puede aportar a tu vida y a tu mundo.

Vive al máximo diariamente, haz extraordinario lo ordinario y transformalo en una costumbre.

Aprende a percibirte y percibir tu entorno reconociéndote siempre como parte de él. De manera que te sostengas en él de manera habitual, apreciando todas las experiencias, condiciones y personas que irán apareciendo a tu paso para ayudarte sin apenas darte cuenta. Agradece a la llama su luz.

Puede que de forma anónima, verás que van apareciendo amigos, compañeros o situaciones para ayudarte sosteniendo la llama que iluminará tu vida.

Percibe todo el conjunto que formas, aumenta tu consciencia haciendo presente todo tu cuerpo, tus órganos, sistemas, aparatos, tu cerebro y tu complejo sistema nervioso, tus células y todos los átomos que te conforman.

Haz presente el milagro de la respiración, algo extraordinario, cotidiano y olvidado.

También agradece el aire del que dispones para ella. También el te sostiene silenciosamente y segundo a segundo. Agradece también su luz.

Agradece por todo lo bueno en ti, esa complejidad que permite que existas, el milagro de tu cuerpo, de la vida en él, si lo piensas cada día al despertar, en tu vida no tendrá cabida la insatisfacción.

Hazlo siempre desde el corazón, todos tenemos infinitas cosas por las que estar agradecidos.

Cuando seas capaz de separar lo superficial y cotidiano de lo extraordinario de estar vivo, podrás contrarrestar los pensamientos negativos. Esos pensamientos negativos que tienden a llevarte a lo que no funciona.

Aunque no debes echarlos de tu vida tampoco, la vida es equilibrio, guárdalos en tu biblioteca porque ellos, en ciertos momentos, pueden servirte, ya que su finalidad última es servir de ayuda en tu supervivencia. Búscalos en las ocasiones necesarias.

Ya sabes, emociones que habitualmente son negativas, como el miedo o la rabia, aparecen para ayudarnos en situaciones de amenaza.

Tu respuesta ante estas situaciones son de lucha o de huida, enfócate bien para no provocar estrés o ansiedad, dando lugar a que se vuelvan a acomodar en tu vida.

Reconoce de manera correcta cuando estás en una situación en la que necesitas de estas emociones, para llegar a tener una visión de ella más clara e imparcial.

Desde la calma, amplía las posibilidades y percibe y aprecia las soluciones de manera más abierta.

Comienza a practicar la forma de vivir desde el corazón.

Verás que de forma progresiva, aprenderás a apreciar el camino que te conduce a tu luz. Sentirás gratitud sin apenas darte cuenta, cuando aprendas a valorar, en su totalidad, tu vida.

Tu corazón dejará entrar todas las posibilidades, percibirá las soluciones con mayor claridad.

No reacciones y sé más receptivo, dando paso a esa gratitud y las manifestaciones que ella despierta en tu conciencia. El agradecimiento es una de las mayores cualidades del desarrollo espiritual y te permite vivir más plenamente, con más sentido, perspectiva y comprensión.

Pero para sentir gratitud, debes cultivarla, aprendiendo a apreciar lo que nos ha sido regalado y que tenemos a nuestra disposición.

Es una manera sencilla, pero potente de comenzar a despertar, de aumentar la consciencia, de no dar nada por sentado. Para esto, tenemos que querer que así ocurra, y ver que todo lo que nos sucede podría no habernos sucedido, comenzando, como antes dije, con la respiración que nos mantiene vivos segundo a segundo.

Cuando veas aparecer la incertidumbre, también tendrás la certeza de la frugalidad vital y podrás agradecer las oportunidades que te trae cada día.

Cualquier momento pasará a ser buen momento, ya que será el único de verdad disponible para mirar con los ojos del corazón. Será el momento perfecto para sembrar y poder cosechar amablemente. Y sobre todo para agradecer el regalo precioso y el misterio de la vida.

Gratitud, gratitud, gratitud, es la que prepara el camino como respuesta de tu parte interna a la vida. Sé y conviértete en agradecimiento, empieza ahora mismo.

Cuando nos regalan una flor hacemos bien en agradecerlo, también cuando nos devuelven un libro, cuando nos ayudan, o cuando intercambiamos un objeto, un pensamiento, un email o un mensaje.

Cuando damos las gracias estamos reconociendo el esfuerzo de alguien. Apreciando su atención, correspondiendo al impacto de sus acciones.

Ser agradecido es la mas bella costumbre y hace del mundo un lugar mas amable. Lo que regales de manera desinteresada te devolverá con creces lo que diste: gratitud, alegría, energía y amor.

“Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil
que constante y paciente la sostiene en la sombra”
Rabindranath Tagore

¡Namasté!

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