Persuasión oratoria retórica dialéctica

Escrito por Marié

5 de agosto de 2022

Palabras similares con distintos significados

Estas palabras van unidas, ya que la retorica en su forma más simple se puede definir como el arte de la persuasión. Más concretamente, la retórica es el arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito u oral la eficacia necesaria para deleitar, persuadir o conmover. El resto de palabras y sus definiciones van de la mano de las demás: persuasión, oratoria, retorica, dialéctica.

Voy a escribir sobre ellas porque ha estado estudiándolas mi hijo David para la EBAU y ha traído a mi memoria la época en que yo estudiaba estos recursos y la manera en que me hacían reflexionar sobre ellos.

La retórica es un arte, y muy bien dicho, arte porque las personas que se sirven de ella no tienen déficit de inteligencia. Ya que es una capacidad que no todo el mundo posee, que es la de defender por medio del discurso público una opinión propia, intentando influir así en la forma de pensar y de actuar de los demás. Si esta capacidad es bien utilizada, provoca una reflexión inducida en quien escucha y construye en su mente el edificio que deseamos llevar a término. Si logramos llegar a esas mentes, podremos introducir en ellas las conclusiones que previamente hemos previsto. Así que efectivamente es el arte de persuadir.

Si es utilizada con un buen fin es digna de alabanza, pero si no lo es, podría ser la peor forma de manipulación.

La retórica también se reconoce como recurso para alcanzar un objetivo comunicativo diseñando diferentes argumentaciones que logren activar las emociones, utilizando razonamientos que toquen el corazón con el mismo objetivo persuasivo. La parte emocional una vez encendida, es muy difícil de apagar.

El objetivo principal es lograr exponer nuestra postura y a nosotros mismos como algo favorable, merecedor, cautivador y atractivo. Quien se sirve de la retórica para lograr sus objetivos debe ser sugerente, simpático y amable al presentar sus ideas, con el fin de que sean fácilmente aceptadas por los oyentes.

La retórica engloba numerosas escenas, entre las que están la literatura, la política, el periodismo, la publicidad, la educación, el derecho… Y en algún sitio he leído también que es el arte de la palabra fingida.

Usada en literatura, la idea es transmitir una emoción intensa apelando a los aspectos estéticos de la palabra, incluso interviene, para esa puesta en escena, la musicalidad de las palabras utilizadas.

En publicidad no trata de convencer mediante argumentos basados en la lógica formal, sino en derribar la inseguridad psicológica propia del ser humano. Trata de inducir a las personas a la compra de servicios y bienes, mediante la técnica de persuadir, deleitar y conmover.

En el terreno de la política, la idea de su utilización es dar énfasis al discurso, buscando causar en el oyente una sensación de conexión a lo que se dice.

Leyendo las memorias de Thomas Mann en 1934, absolutamente todo lo que decía entonces podría haber sido escrito ayer. En el fondo, nada ha cambiado. El populismo y la “post-verdad” se basan en decir lo que la gente quiere oír.

A pesar de ello, no todo el mundo sabe utilizarla de manera adecuada, ni todo el mundo se deja convencer por bonitas palabras.

Y creo que hemos llegado a la época de la decadencia de la retórica, con la falta de liderazgo y credibilidad de cualquiera de las clases dirigentes.

De la mano de la retórica, tenemos la oratoria como puesta en escena de la capacidad persuasiva presentada por ella. Es un género literario específico utilizado, por ejemplo, en discursos, conferencias o sermones, etc.

En pocas palabras, se denomina oratoria al arte de hablar con elocuencia.

La retórica es la teoría, la oratoria la aplicación de esa teoría en un discurso concreto.

Persuadir no es lo mismo que manipular.

¿Cómo de importante es la persuasión para un líder? ¿Se puede alcanzar el éxito sin el poder de la persuasión?

Un estudio sobre los líderes más influyentes del mundo en diversos ámbitos demuestra que saber persuadir es una habilidad básica para ellos.

La persuasión es una característica que nos permite influir sobre otros. Para ello, es necesario saber escuchar, tener carisma y credibilidad. Jason Nazar, que ha dado cientos de charlas sobre la persuasión, explica en un artículo en Forbes cómo usarla en nuestro beneficio:

Persuadir no es manipular. La manipulación es la coacción por la fuerza para que alguien haga algo que no es de su interés. En cambio, la persuasión consiste en lograr que la gente haga cosas que también son de su interés.

Persuadir a las personas persuasibles. Todo el mundo puede ser persuadido en determinado momento, pero eso no quiere decir que sea a corto plazo. Para persuadir es necesario identificar a las personas que se encuentran en el momento adecuado para ser persuadidos, y centrar nuestra energía en ellos.

Oportunidad. La persuasión depende de contexto y del momento.

Interés en ser persuadido. Es imposible convencer a alguien que no está interesado en lo que estás diciendo. La gente pasa la mayor parte de su tiempo pensando en el dinero, el amor y la salud, por lo que para ser persuasivo es importante saber hablar correctamente sobre estos temas, para poder atraer la atención de la gente.

La reciprocidad obliga. Cuando alguien hace algo por ti, te sientes obligado a devolverlo. Ayudarse mutuamente para sobrevivir es parte de ADN humano. Si tenemos pequeños gestos con los demás después es más fácil pedirles cosas.

Persistencia. La persona que está dispuesta a insistir en un objetivo logra ser más persuasivo. Los grandes líderes de la historia tuvieron la capacidad de mantener sus esfuerzos y sus mensajes ante las masas durante mucho tiempo. Es el ejemplo de quien pierde elecciones en bastantes ocasiones antes de llegar a ser presidente, pero que durante todo el tiempo mantiene su esfuerzo.

Felicitar. Las felicitaciones afectan positivamente a todo el mundo, y la gente que da buenas sensaciones tiene más posibilidades de que confíen en él. Felicitar con sinceridad a la gente, incluso por cosas sencillas, es una buena forma de convencer a los demás.

Establecer expectativas. Gran parte de la persuasión pasa por la capacidad para gestionar las expectativas del otro.

No dar nada por sentado. Defendiendo siempre tus valores, no dar por hecho que tu interlocutor no necesita lo que ofreces.

Crear escasez. Todo lo que tiene valor suele ser escaso. Hay que hacer creer al persuadido que el producto que ofrecemos es escaso, aunque sea un servicio.

Crear urgencia. Hay que estar motivado para hacer creer a la otra persona que debe actuar de inmediato. Si ahora está dispuesto a ser persuadido, no debemos dejar que se lo piense, pues en el futuro puede no estar tan receptivo.

Apoyarse en imágenes. Lo que vemos es más potente que lo que oímos. Hay que perfeccionar la primera impresión que se da.

Decir la verdad. A veces, la manera más efectiva de persuadir a alguien es diciéndole cosas que nadie más está dispuesto a decirle. Las verdades duras son penetrantes.

Construir una buena relación. Hay que ser abierto, y llevar las relaciones hacia un terreno en el que el interlocutor se sienta cómodo.

Flexibilidad. La persona más flexible es la que tiene el control. Los niños son convincentes porque están dispuestos a pasar por muchos estados para conseguir lo que quieren (llorar, poner mala cara, suplicar, ser encantadores…).

Transferir energía. Hay personas que drenan energía a los demás. En cambio, los persuasivos saben como transferir su energía a los demás, para motivarlas. Hay muchas formas: el contacto visual, el físico, la risa… o simplemente sabiendo escuchar.

Comunicar con claridad. Si un pre adolescente no es capaz de entender lo que queremos explicar, es que es demasiado complicado. Hay que simplificar las cosas, hasta destacar solo lo realmente importante.

Estar preparado. Hay que saber más sobre la otra persona que lo que la otra persona sabe de ti. Es la mejor forma de ganar ventaja y poder llevar a cabo una persuasión más efectiva.

Mantener la calma. Nadie es eficaz cuando está ‘encendido’. En las situaciones más tensas, lo mejor es mantener la calma, y no mostrar emociones. En situaciones de conflicto, la gente acude a la persona que controla sus emociones.

Ser moderado. La gente no se siente cómoda en el conflicto. Trata de rebajar el nivel de tensión, se moderado y evita un lugar emocional basado en el autocontrol.

Confianza. Si realmente crees en lo que haces, siempre tendrás capacidad de persuadir al resto.

Por último la dialéctica, que es una técnica argumentativa por la que se busca la verdad a través de la manifestación de las contradicciones en los argumentos expuestos por el adversario.

Podría decirse que es el arte de la conversación. La dialéctica supone que las contradicciones y las confrontaciones no bloquean sino que dinamizan, entendiendo que su esencia es la contradicción como método.

En un discurso, la dialéctica consiste en presentar una idea principal o concepto, denominado tesis, al cual se le contraponen diferentes argumentos e ideas, conocidas como antítesis. Ahora bien, para solventar esta oposición de ideas surge la síntesis, que se presenta como una nueva manera de comprender el tema.

La dialéctica también es conocida como una manera de filosofar. Su concepto fue debatido durante años por diversos filósofos.

– Fuentes: recursosyhabilidades, concepto, forbes…

 

¡Namasté!

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