Historias de brujas
Hace algunos años, vino a visitarme mi gran amiga Patricia, realmente hace bastantes años de esto. Mis niños aún eran pequeños. Lo que ocurrió despertó mi alma pagana.
Con Patricia venía una amiga, recuerdo estar sentadas en la cocina mientras nuestros niños jugaban.
Estábamos comentando cosas cotidianas, cuando de pronto la amiga de Patricia, de la cual no recuerdo el nombre, se quedó como ensimismada mirando a la nada.
Me di cuenta de que realmente estaba mirándome a mí, pero como sin verme, de pronto y con voz pausada me dijo:
– Hace años, a ti te quemaron en la hoguera…
Siguió hablando como en una ensoñación y continuó diciéndome que, por siglos, a las mujeres de mi familia incluida yo, habían estado masacrándolas por nuestra condición de brujas.
También me dijo que en mi familia actual, todos tenemos dones que son heredados de esas otras almas anteriores, y continuamos teniendo en nuestra presente vida.
Me dijo que mis hijos también tienen el don de la comunicación con lo etéreo, y, si no se asustan, podrían profundizar y evolucionar en él.
Por supuesto, tenía razón.
Llámanos brujas, sabias, herboleras, sacerdotisas, artesanas, magas, sanadoras, psicólogas, dadoras y maestras de la vida, enamoradas del universo.
Recuerdos
Mis recuerdos con la espiritualidad se remontan a mi más tierna infancia… siempre acompañada con el resto de mis familiares.
Realmente, el resto de componentes de mi familia tiene dones espirituales avanzados, unos más presentes que otros o más desarrollados que otros. Cada uno, por supuesto, en una parte diferente de su camino.
Yo creo que todos lo sabemos, y cada uno accede a ellos de manera distinta.
Unos intentando seguir aprendiendo y buscando, y otros respetando el proceso de aprendizaje, sin forzar su marcha.
Yo me considero un poco impaciente y siempre he ido en busca de algo más, sin pensar que las cosas tienen sus ritmos y que todo tiene que llegar cuando se está preparado para comprender.
Esta afirmación tan contundente, que hizo sobre mí, no es la primera vez que me la dicen, me he cruzado con bastantes personas, durante mi camino, que han visto lo mismo y me lo han comunicado. También a otros miembros de mi familia.
La evidencia para ellos no deja de ser curiosa para mí, no hacen más que corroborar lo que en mi interior sé desde siempre.
Sueños
Sueños, pensamientos y evocaciones traen a mi presente la certeza de que aunque en la actualidad estamos libres de las hogueras de la inquisición, en anteriores experiencias no pudimos hacerlo.
Todo esto me acerca a mi alma pagana, por su libertad implícita. Tener la certeza de que Dios es todo, vive en todo, engloba el universo completo, los universos, la naturaleza, la diosa. Mi religión son mis creencias y mis actos.
Aunque siglos atrás fuese juzgada injustamente, señalada con el dedo, quemada por mis libertades y sabiduría, siempre me negaré a asumir el papel de bruja con escoba y con verruga. Jamás me he considerado una persona mala, de esas que actúan desde las sombras y los pactos con lo oscuro.
Mi forma de sanar
Mi bruja interna ama el silencio, así como ama la noche y sus infinitas estrellas.
También puedo decir que mis sensaciones y emociones son intensas, impredecibles y cambiantes al igual que mi naturaleza como mujer bajo en influjo, siempre cambiante, de la luna y sus fases, a la que adoro.
Si me conoces, y muchos me conocéis, sabéis que vuestro tiempo conmigo es mágico y las cosas cotidianas se transforman instantáneamente en aventuras: velas, incienso, cristales, aceite, contactos, sonidos, sombras, luces, colores, percepciones inusuales… amor.
Sabes que a través de mí conoces un poco mejor el universo a tu alrededor. Los misterios ocultos se muestran si es necesario que los conozcas. El velo es retirado para manifestar lo necesario. Para mí las respuestas que se te desvelan pueden resultar incomprensibles, son tuyas y su mensaje es para ti, a ti te toca descifrar sus misterios.
En ocasiones en nuestras sesiones, al mirarte a los ojos, descubro en ellos tus dramas, también todo lo bello que tienes para mostrar pero te empeñas en esconder, tus sueños, tus miedos, tus sufrimientos y tus pasiones.
Si has estado conmigo y has compartido un contacto espiritual, sabes de lo que hablo. Has disfrutado en uno de nuestros viajes, has tenido un sueño lucido, has viajado a las estrellas, a una pradera, a un acantilado, a una cueva o a un océano… has visto los colores profundos del alma… Y cuando has regresado de ese sueño has percibido que ya no eres la misma persona.
A partir de esas experiencias compartidas, ya formas parte de mí, tu energía y la mía siempre van a estar unidas, se van a reconocer y van a reaccionar al contacto.
Solamente puede existir un alejamiento, un desprendimiento, si el fino tejido creado entre nosotros se separa lo suficiente. Si existe una decepción, una falta de entendimiento, comprensión o tacto. Pero nada que el amor que se me muestra a diario, con cada amanecer, no pueda reparar.
Las brujas estamos forjadas por sufrimiento y amor.
Gracias
Mi familia conoce el poder de las hierbas, de las gemas, de los sahumerios, infusiones, tacto, palabras, visiones etéreas, contactos etéreos, sonidos… Y trabajamos con ellos para aumentar los conocimientos, sabiduría y evolución en este camino.
Gracias ancestros, mujeres sabias, hombres magos. Señores todos de los vientos que nos traen en sus sonidos las causas, del agua que purifica y sana nuestras heridas, de la tierra que nos alimenta y nos da cobijo y del fuego que nos ilumina, calienta y reconforta.
La naturaleza siempre nos ha mostrado, si realmente paramos a prestarle atención, que nuestros ciclos son los mismos que los suyos. Sus manifestaciones tienen un espejo en nuestra vida. Sus sonidos y sus silencios nos unen perpetuamente con la tierra y con el cosmos.
La gran madre, el padre, la luna, las estrellas, dan el pulso que me mantiene en continuo contacto con mis ancestros, con su gran legado. Y con las vivencias que mi alma ha experimentado.
Adiós sociedad represora que niega la energía, la sabiduría ancestral, la sexualidad sagrada, la sensualidad femenina, el placer.
Hola de nuevo a mi pasado rescatado de las profundidades del tiempo, lo que fui, lo que soy y lo que seguiré siendo.
En honor a todos esos ancestros, y sobre todo a todas esas ancestras, que dieron su vida por seguir su naturaleza, sus costumbres y creencias. Ellos han dejado en sus sucesoras las ganas de seguir mostrando al mundo, ese otro mundo desconocido aún, la magia y el amor.
Por mi parte comencé hace tiempo a enseñar a mis hijos y a todo el que quisiera aprender, mi forma de trabajar las energías y la magia desde el amor.
¡Nunca dejaré de compartir lo que es natural, lo que ayuda, lo que sana, lo que enamora!
¡Ven conmigo, te enseñaré!
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