Gracias

 

Feliz día del padre, porque tú hiciste de esta palabra una de las más importantes en mi vida.

Aunque el dolor de tu partida fue el más grande que he sentido hasta el momento, el amor que nos diste, y que sigue presente en nosotras, nos ayuda a sentir tu presencia en cada una de nuestras acciones.

Por tus desinteresados ejemplos, por tu amor totalmente incondicional y por tantas cosas compartidas, quiero hoy darte las gracias:

Gracias por iluminarnos y hacernos ver que nuestros hijos son lo primero, al demostrarnos a lo largo de nuestra vida que fuimos lo primero para ti.

Con ellos comprendemos día a día la clave fundamental para superarnos en nuestra capacidad de amar.

Su aparición en nuestra vida, nos mostró desde la otra parte, lo que nosotras significamos en la vuestra. Comprendimos en su totalidad que, aunque el amor como hijas es enorme, el amor como madres/padres no se puede medir.

Gracias papá por favorecer nuestro mayor desarrollo. Recuerdo siempre tu entusiasmo enorme por compartir nuestra alegría al conocer y descubrir las maravillas que la naturaleza nos ofrece… todo lo creado.

Por recordarnos y explicarnos tus experiencias, y así facilitarnos la comprensión del funcionamiento del universo, su finalidad y todo lo que la vida puede hacer por nuestro crecimiento.
Siempre has sido nuestro mejor maestro.

Gracias Papá por brindarnos, con tu ejemplo, el conocimiento de que el único motivador real en la vida es la manera correcta de vivirla. Y por darnos el valor de comprender que el ejemplo invita y crea la posibilidad de que otro ser viva, goce y tenga el deseo de crear y de amar.

Gracias Papá por ser nuestro entrenador y junto con tu compañera de camino, nuestros ángeles guardianes aquí en la tierra. Vuestras enseñanzas nos prepararon para vivir.

Por mostrarnos la posibilidad de tener fe y autoconfianza en nosotras. Por no habernos hecho nunca sentir a prueba, sino plenas de libertad, al sabernos aceptadas incondicionalmente.

Gracias Papá por decirnos siempre la verdad, por hacernos sentir dignas de confianza y capaces de comprender el mundo.

Por decirnos tus puntos de vista, pero solo como una de las posibilidades entre infinitas, nunca como una obligación a seguir.

Gracias por enseñarnos la realidad, por mostrarnos que cuando actuamos en forma contraria a lo que pensamos o sentimos,  enfrentamos nuestra parte emocional con nuestra parte racional.

Gracias Papá porque con tu ejemplo, con tu forma de vivir como esposo, nos brindaste la posibilidad de aprender a vivir de la mejor manera el amor con nuestra pareja.
Por invitarnos a vivir nuestra unión como la máxima expresión de amor que existe entre dos seres.

Gracias Papá por tu comportamiento con tus hermanos, con él nos enseñaste y nos posibilitaste vivir de la mejor manera el amor entre hermanas. Igualmente, tu comportamiento con tus padres nos mostró el respeto y cariño que merecéis como nuestro mayor punto de apoyo.

Agradecemos tu confianza al explicarnos el porqué vives, cuáles son tus proyectos de vida.

Por contarnos por qué nos invitasteis a la vida… siempre regalándonos la oportunidad de vivir vuestro gran amor.

Gracias Papá por no sentirte superior a nosotras tus hijas. Por no esperar que te obedeciésemos por ser la autoridad, todo lo contrario, permitiste que nos equivocásemos en nuestras decisiones y acciones, de esta forma pudimos aprender de ellas.

Gracias por no imponernos tus ideas, por permitirnos elegir nuestra propia manera de vivir y ver la vida. Por obsequiarnos con la libertad para poder elegirte como nuestro guía, después de 11 años de tu marcha lo sigues siendo.

Por todo el amor que nos regalaste y que seguimos sintiendo con la misma intensidad, te percibimos siempre a nuestro alrededor, ayudándonos en nuestras inquietudes como siempre has hecho… Y por supuesto eternamente en nuestra memoria.

Mi más sincero agradecimiento por tantos hábitos que sin conciencia te copiamos, para nosotras tienen un valor incalculable y enumerarlos todos sería imposible.

Gracias papá por cada momento de amor que nos ofreciste.

Seguiría eternamente agradeciéndote, son tantas cosas, has sido tan grande y tan importante para todos nosotros, que las cosas que agradecer son infinitas.

No en vano has sido y sigues siendo tan querido.

¡Gracias porque tu espíritu ilumina constantemente nuestro camino!

Siempre a nuestro lado.

Feliz día igualmente al padre de mis hijos, el mejor padre que podría desear.

Feliz día a todos los padres del mundo, estén donde estén.

¡Namasté!