¿Es esencial conocer los arquetipos?

Escrito por Marié

8 de mayo de 2023

Los arquetipos de personalidad son una serie de patrones emocionales y de conducta, son símbolos e imágenes universales y primarias que provienen del inconsciente colectivo. ¿Es esencial conocer los arquetipos? Considero que puede ser importarte para un autoconocimiento, sobre todo en esta época en la que nadie intenta conocerse.

Se puede definir también como la manera de entender las cosas que nos motivan, esas cosas que nos hacen únicos y diferentes entre nosotros, puede decirse que son los que definen las diferentes personalidades.

Si estudiamos cada uno y llegamos a entender las diferencias entre ellos, podemos sentirnos identificados con uno, con varios, o ¿Con todos?

Determinan como cada uno percibe la vida, sus sensaciones, las imágenes que observa, todo en general, podemos decir que nos podemos servir de ellos para extraer de la realidad que nos rodea, el sentido para averiguar que cosas nos motivan.

¿Y de dónde viene esto de arquetipos de personalidad?

Etimologicamente

Si unimos los términos sería algo así como modelo original o patrón único.

Apoyémonos en el significado etimológico de la palabra. Procedente del griego, deriva de la palabra “arjetipos”, condensación de dos partes:

“arje” que nos remite a origen.

“tipos” que por su parte nos conduce a modelos.

Se puede decir que a partir del arquetipo se moldean conductas o modos de pensar y/o actuar construidos a partir de la imitación o en su encuentro con la semejanza (explicado mas adelante). Los arquetipos son pensamientos que de forma colectiva se comparten, que alcanzan al pensamiento individual y, por tanto, a las acciones que se enlazan a dicho pensamiento; permiten ordenar y clasificar el mundo.

El arquetipo propuesto por Jung alcanza su máxima expresión en el texto de “símbolos de transformación”.

Propone que “entre los conflictos elementales humanos existe una identidad que está más allá del tiempo y del espacio”.

Jung se encarga de indicar que no se trata de representaciones heredadas, sino exactamente de una disposición funcional a reproducir representaciones iguales o análogas; en fin, de estructuras universales de la psique propias de un inconsciente colectivo. Estas estructuras universales de la psique son las que denomina arquetipos, y que equivalen al “concepto biológico de pautas de comportamiento”; son imágenes, tendencias de comportamiento y de personalidad.

El arquetipo se puede expresar bajo diferentes modalidades. Bien a través de la manera de hablar, del comportamiento, de las reacciones emocionales y, por supuesto, en los sueños.

Por eso, se pueden aislar y detectar en los diferentes tipos de conducta de las personas. Al estar incorporados profundamente en el inconsciente colectivo, afectan al comportamiento de forma inconsciente y las personas no tienen la capacidad de detectar que están bajo la influencia de sus arquetipos. Ellos desarrollan su componente psíquico. Son los ultimos o principales motivadores de la conducta, de los sentimientos y de los pensamientos humanos; son los que “construyen” lo que conocemos como naturaleza humana, satisfaciendo la parte animal y la espiritual.

A titulo personal

Mi motivación para explicar y mostrar como utilizar estos arquetipos es para intentar que te sientas reflejado en alguna de las personalidades individuales, y ver también como de cada uno derivan más patrones y modelos de comportamiento.

Es, a mi entender, una manera más sencilla de entresacar información útil sobre nosotros mismos, también de intentar entender quienes somos y por qué nos comportamos como lo hacemos. Sin necesidad de utilizar nuestros propios recursos ni buscar nuestras propias preguntas para llegar a ese conocimiento.

Yo creo que todos, unos en mayor medida que otros o en diferentes puntos de la vida, nos hemos preguntado e intentando comprender, buceando en nos otros mismos para dar una explicación satisfactoria a las preguntas que rodean cualquier personalidad humana. Es, quizas una manera mas sencilla de llegar a saber el porque de nuestras reacciones.

Yo creo que desde los antiguos filósofos hasta la actualidad, el querer saber de nuestra parte mas auténtica e íntima es algo que siempre nos ha perseguido. Unos le llaman alma, otros psique y en este caso, patrones de comportamiento o arquetipos.

Pero verdaderamente, creo que ellos nos pueden acercar a la clave para entender que somos maravillosamente únicos y nunca vamos a encontrar a nadie igual a ninguno de nosotros.

Se pueden buscar causas filosóficas, o científicas, pero durante toda la historia de la humanidad se ha indagado para explicar esta cuestión, pero por encima de todas las explicaciones, especialmente las causas psicológicas.

Uno de los psicólogos que se encargó de estos estudios y que propuso su manera propia y única de entender las motivaciones de la personalidad de los humanos a través de los arquetipos fue Carl Jung.

Y según su creencia no se aprenden, sino que son innatos y legados por nuestros ancestros (lo amo).

Inconsciente personal e inconsciente colectivo

Para Jung el inconsciente personal se ubica en una capa de nuetra personalidad, en cierta medida, mas superficial. Lo que contiene se definen porque no son pensamientos conscientes como los pensamientos reprimidos, los olvidados, o algunas percepciones personales de poco valor que no llegaron a la conciencia, o dicho de otra forma, aquellos contenidos que no alcanzaron la conciencia debido a que son aún demasiado débiles.

La capa donde esta ubicado el inconsciente individual descansa sobre otra más profunda. Esta capa no se origina en la experiencia y en la evolución personal, como ocurre con el inconsciente personal, sino que es innata.

Este inconsciente no es de naturaleza individual sino universal. Sus contenidos y modos de comportamiento son lo mismo en todas partes y en todos los individuos; es decir, es idéntico a sí mismo en todas las personas, “constituyendo así un cimiento o base moral, psíquica, espiritualidad, emocional e inmaterial de una naturaleza que va más allá de lo personal, o como él lo definía: suprapersonal, existente en toda persona”.

Jung opinaba que para poder hacer referencia al inconsciente solo es posible cuando podemos comprobar la existencia de argumentos. En el inconsciente personal, los argumentos, llamados por él contenidos, son los llamados complejos de carga afectiva. ellos forman parte de la intimidad de la vida anímica (moral, psíquica, espiritualidad, emocional).

En cambio, el inconsciente colectivo se compone de instintos y de los llamados arquetipos, que son tipos arcaicos, o primitivos. Los instintos son formas típicas de acción que nos empujan a realizar actividades específicamente humanas, sin que intervenga la parte consciente.

Así que, los arquetipos son formas típicas de discernimiento y comprensión; nos otorgan un tipo de percepción no consciente, esto es, la intuición.

El inconsciente colectivo es innato, heredado.

Jung pensaba que el inconsciente colectivo estaba conformado por “imágenes primordiales” (básicas, fundamentales, esenciales, y decisivas) que provenían de la historia pasada de la humanidad.

El inconsciente colectivo se contruye con motivos o imágenes mitológicos.

De ahí que podamos observar que diversas culturas han cultivado mitos equivalentes y similares independientemente unos de otros; por ejemplo, en el tema de la creación del universo las culturas presentan temas y personajes semejantes.

Jung aborda el estudio de la estructura mitológica de culturas antiguas y contemporáneas, además de realizar investigaciones antropológicas en sus viajes a diversos países (Nuevo México, Kenia, Uganda, India, Argelia, Túnez).

A partir de los resultados de estos estudios presentó la teoría de una estructura inconsciente común a todos los resultados culturales e individuales; así, llegó a la conclusión de que es posible abordar el inconsciente colectivo a partir de la mitología o a través del análisis de cada persona.

¿Quién fue Carl Jung?

Carl Jung fue un médico psiquiatra y ensayista suizo, que vivió en los siglos XIX y XX, muy reconocido por su influencia en el psicoanálisis y después por su estudio de la psicología humana a través de la creación de la psicología analítica.

Jung, comenzó sus andaduras llevando a cabo una gran aportación en las primeras etapas del psicoanálisis.

El psicoanálisis es una corriente psicológica muy influyente en el siglo XX, tiene su origen en las teorías y la figura del popular psicólogo Sigmund Freud. Las teorías de Jung continúan y amplían las obras de este. Él teoriza sobre los procesos psíquicos inconscientes, afirmando que ellos son la base del comportamiento y de los problemas psicológicos que podemos sufrir las personas.

Es pionero en la psicología profunda, después de trabajar con Freud en sus comienzos. Su aportación al análisis de los sueños fue muy relevante.

Poco a poco comienza a alejarse del psicoanálisis freudiano al considerar que las explicaciones de este estaban demasiado simplificadas.

Por esta razón Jung creó su propia teoría psicológica, la psicología analítica, y amplió sus ideas centrándose en un concepto de inconsciente que iba más allá de las ideas freudianas.

Afirmaba que existía un inconsciente colectivo, heredado, que según él, conforma la base de la psique humana y que se construye a través de patrones innatos en todas las culturas: los arquetipos.

Aunque estas ideas siguen siendo controvertidas hoy en día, su influencia y aceptación es y ha sido muy importante.

Jung rechazó de plano la idea de que la mente del hombre al nacer es un folio en blanco, teoría desarrollada por David Hume. Para él, la mente humana retiene aspectos psicológicos fundamentales e inconscientes, que provienen de nuestros antepasados.

En su metodología de trabajo, incorpora nociones procedentes de áreas tan diversas como la antropología, la mitología, la interpretación de los sueños, la filosofía o la religión. Introdujo el concepto de los arquetipos, que no son sino modelos universales e innatos, personalidades o comportamientos, formas de conocimiento humano heredadas.

Los arquetipos descritos por Jung representan estereotipos y maneras de actuar, un género de esencias generales que forman parte del inconsciente común.

Para este estudioso de la mente humana, la psique estaba compuesta por: el ego que representa la mente consciente, el inconsciente personal, que contiene los recuerdos, y el inconsciente colectivo, una parte de la mente que contiene las experiencias y el conocimiento compartido por toda la humanidad.

Según la hipótesis desarrollada por Jung, todo lo inconsciente es impenetrable, incomprensible, inexplicable y arcano, por lo que solamente puede conocerse a través de sus manifestaciones. Ellas se refieren a estos patrones de comportamiento a los que llamó arquetipos.

Ellos actúan en todos los seres humanos, por eso él desarrolló el concepto de inconsciente colectivo, heredero de estos modelos de comportamiento que, según su teoría, no se aprenden, sino que son universales, remotos, innatos y legados.

Así, los arquetipos Junguianos son conceptos que forman parte de nuestra motivación más básica y a través de los cuales evolucionamos.

Resumiendo, en lugar de nacer como tabula rasa (pizarra en blanco) y dejarnos influir puramente por nuestro entorno, como creía el filósofo inglés John Locke, todos nacemos con algo común.

Un conjunto de recuerdos e ideas compartidas, con los que todos podemos identificarnos, independientemente de la cultura en la que nacimos o el período de tiempo en el que vivimos.

No podemos comunicarnos a través de ese conjunto común, pero reconocemos algunas de las ideas universales de manera innata.

Por ejemplo, muchas culturas han cultivado mitos similares independientemente unos de otros, que presentan personajes y temas semejantes, como la creación del universo.

Arquetipo dominante

Puedes encontrar toda la información relativa a este tema en la obra de Jung “La estructura de la psique”.

En ella explica la diferencia entre los cuatro arquetipos principales, aunque piensa que no hay límite. (lo comparto).

Estos personajes arcaicos que componen los arquetipos simbolizan motivaciones, valores y personalidades.

Jung aseguraba que casi todos los individuos tienen un arquetipo dominante, que se expresa en función de factores como las experiencias personales y las influencias culturales.

Al pertenecer a lo que llamó inconsciente colectivo, no es posible observar la existencia de los arquetipos, pero sí detectarlos a través de distintas manifestaciones, como los sueños, las creencias religiosas, la literatura, el arte…

Los principales arquetipos descritos por el padre de la psicología profunda serían estos:

La persona

La forma en la que nos presentamos y adaptamos al mundo que nos rodea.

Las diferentes máscaras que utilizamos en sociedad para proteger nuestro ego y reprimir impulsos y emociones primitivos que no son socialmente aceptables.

Si te reconoces excesivamente con este aquetipo, puedes llegar a perder de vista la esencia de tu ‘yo verdadero’.

Nuestra persona es la identidad que deseamos proyectar, los rasgos que añadimos a nuestra personalidad por influencia del ambiente o por los roles que nos impone la sociedad. Es lo que adoptamos como imagen pública, a pesar de que nuestra verdadera personalidad pueda ser diferente.

Este arquetipo manifiesta publicamente lo que nos representa, sobre todo si queremos que los demás no nos conozcan. Son los rasgos caracteristicos que adoptamos de cara a los demás. No es la realidad y se puede asemejar mas a la mascará que adopta un actor.

También sería equivalente a los rasgos que nos creamos por la influencia del ambiente, o los papeles que nos sentimos a fingir por la imposición generalizada. Nuestra auténtica personalidad es diferente.

El ánima y el animus

Anima

En latín significa alma. Define el lado femenino del hombre en su inconsciente.

Este arquetipo realiza un vínculo entre la consciencia individual y el inconsciente colectivo, creando una conexión consigo mismo.

Es una imagen arquetípica vinculada al erotismo, refleja la naturaleza de la relación del hombre con la mujer.

Este arquetipo está muy basado en la parte emocional. Jung apunta que las dificultades de relación de los hombres pueden ser resultado de su identificación inconsciente con el Ánima, o, en su defecto, de la proyección del Ánima en la pareja.

Las figuras Ánima no son mujeres concretas, sino que son fantasías en las que se depositan necesidades y experiencias con grandes cargas emocionales. Ejemplos de ello, tenemos a actrices, artistas, mujeres famosas (mitos), diosas, hechiceras, etc.

Animus

En latín significa espíritu. Son imágenes arquetípicas masculinas en el inconsciente de una mujer.

De la misma forma, este arquetipo fabrica un vinculo entre la consciencia indivicual y el inconsciente colectivo, realizando una guía personal. Este arquetipo refleja la naturaleza de la conexión con el mundo de las ideas y el espíritu.

Jung señala que la identificación inconsciente con el Ánimus o, en su defecto, de su proyección en la pareja pueden hacer aparecer sentimientos de desilusión con respecto a tu realidad y dificultades de pareja.

No representa a hombres concretos, sino fantasías depositadas de necesidades y experiencias, también, con gran carga emocional. Ejemplos de ello, son los hombres famosos, figuras idealizadas, hombres jóvenes.

Es la representación del género opuesto al genero real.

El ánima es la imagen femenina en la mente del hombre y el animus es la imagen masculina en la mente de la mujer.

Representan el verdadero insconsciente individual y sirve como canal de comunicación con el inconsciente colectivo.

Estos arquetipos son el aspecto femenino de los hombres y el aspecto masculino de las mujeres y los relaciona con la identidad de género.

Este arquetipo se expresa en una gran emocionalidad en ambos y nos pone en contacto con aspectos que reprimimos en nuestra personalidad. También conforma el vínculo entre el individuo y el inconsciente colectivo.

La sombra

 

«Tomada en su sentido más profundo, la sombra es la cola saurí invisible que el hombre todavía arrastra detrás de sí. Amputada con cuidado, se convierte en la serpiente curativa de los misterios»

 

La sombra es el arquetipo que refleja aquellos elementos propios que consideramos negativos. Son las características que tratamos de no mostrar a los demás porque esto podría causarnos vergüenza o ansiedad. Es derivada de un pasado animal en el que se incluyen los instintos.

Dentro de la sombra, se hallan pensamientos o ideas reprimidas que, según Jung, deben resolverse para conseguir nuestra individualización total. Aunque aquello que está en la sombra puede ser considerado negativo, quizás no siempre lo es y pueden existir cualidades positivas que queramos esconder por algún motivo.

Representa el sexo y los instintos, las ideas reprimidas, las debilidades, los deseos no mostrados o los defectos.

Esta máscara contiene lo que puede ser inaceptable para la sociedad, como el odio o los prejuicios, y también lo que va en contra de los propios valores personales.

Se nos puede mostrar en sueños, en forma de dragón o demonio, y representa el lado más oscuro de la mente.

Este arquetipo tiene dos significados diferentes. Uno de ellos está ligado a que la sombra, es un arquetipo que representa la totalidad de lo inconsciente. El segundo significado alude al aspecto inconsciente de la personalidad individual. La parte consciente de la persona, no reconoce que le pertenecen estos rasgos y actitudes de carácter inconsciente.

La consciencia no asume ni todas las disposiciones psíquicas personales ni las colectivas en la medida en que son rebeldes y opuestas a la propia personalidad.

Estos elementos rechazados por la personalidad consciente desarrollan un adverario propio en el inconsciente.

Este rival se presenta mediante el arquetipo de la sombra, se expresa en rasgos de personalidad y comportamiento que la parte consciente no acepta como propios, ocultándolos a los demás. Son las características que no mostramos porque nos causan ansiedad o incluso vergüenza.

Jung dispone que dentro de la sombra se guardan pensamientos o ideas reprimidas que serán convocadas para su total resolución, con el objetivo de alcanzar nuestra individuación total.

El yo, el sí mismo

Representa la unificación de inconsciencia y conciencia del individuo.

Para Jung, algunos problemas psicológicos derivan de la escasa armonía entre la mente consciente e inconsciente.

Conciliar estos conflictos en la conciencia forma parte del proceso de individualización, ya que la personalidad abarca la conciencia, el ego y la mente inconsciente.

Es el arquetipo central del inconsciente colectivo, la imagen de la totalidad de la persona que da sentido a la vida, así como el centro de la psique humana.

Así pues, es la coherencia y la organización que concede el equilibrio de la personalidad.

La gran madre

Es el arquetipo que abarca las cualidades maternales idealizadas: el cuidado, la compasión y el amor, así como la guía a seguir.

Está simbolizado por la madre original o la madre tierra, así como se ha adaptado a diferentes religiones en nombres como María, Hera o Juno.

El gran padre

Este arquetipo representa a un guardián del orden y la cordura en un mundo caótico.

Jung describió otros 12 arquetipos, que pueden combinarse entre sí:

1 El héroe

Destinado a cambiar el mundo, trabajador, valiente y siempre muy comprometido con lo que hace, este perfil es altamente productivo y está listo para enfrentar cualquier desafío que se presente en su camino.

Superar los fracasos cotidianos es considerado como la mejor forma de ganar al final: los héroes no se dejan sacudir por respuestas negativas o procesos que van en contra de sus expectativas.

Es el típico protagonista que busca ser fuerte y defender a los demás.

El héroe es valiente, busca la justicia y la igualdad y muchas veces se mueve para llegar a un destino que quiere cumplir.

Se enfrentará a los enemigos más poderosos si cree que están equivocados. Su objetivo es ayudar a los demás y proteger a los débiles.

Encaja muy bien con lemas que representen el esfuerzo, la victoria y el honor.

Soñadores ingenuos, siempre tratan de ver lo bueno en el mundo y buscan el lado positivo en cada situación.

Critican a quellos que se identifican con el arquetipo inocente por ser soñadores ingenuos. Sin embargo, su actitud positiva y personalidad despreocupada puede elevar a otros como un soplo de aire fresco. El inocente siempre trata de ver lo bueno en el mundo y busca el lado positivo en cada situación.

La fuerza se retrata de una manera sutil y, al mismo tiempo, muy llamativa. Uno de los principales dispositivos es el uso de «modelos de la vida real», como atletas o figuras superadoras, en medio de alguna actividad física o con un semblante inspirador.

Objetivo: ser feliz.
Miedo: ser castigado por hacer algo malo.
Debilidad: confiar demasiado en los demás.
Talento: fe y apertura mental.

2 El sabio

El sabio valora las ideas por encima de todo, es un buen oyente y es capaz de explicar conceptos complejos de manera que todo el mundo los entienda, tienen la capacidad de hacer que las ideas complicadas sean fáciles de comprender.

Sus principales características son la inteligencia y la curiosidad, aunque a veces se frustra por no poder saberlo todo.

Sus lemas son los que creen en la importancia del conocimiento para entender el mundo.

A menudo se pueden encontrar en los roles de enseñanza.

Meta: usar la sabiduría y la inteligencia para entender el mundo y enseñar a otros.
Miedo: ser ignorante o ser percibido como un estúpido.
Debilidad: no puede tomar una decisión porque cree que nunca tiene suficiente información.
Talento: sabiduría, inteligencia y curiosidad.

3 El inocente

Este arquetipo es el del soñador ingenuo, con una actitud positiva y un proceder despreocupado, que inspira alegría en aquellos que le rodean.

Su meta es ser feliz y su mayor miedo es ser castigado por hacer algo malo.

El lema de este arquetipo se basa en ideales y valores utópicos que buscan evocar emociones relacionadas con la ingenuidad y la nostalgia.

Idealista quijotesco, sencillo y franco, que siempre trata de ver lo bueno en el mundo y buscan el lado positivo en cada situación.

Aquellos que se identifican con el arquetipo inocente a veces son criticados por su forma de ser. Sin embargo, su actitud pragmatica y personalidad informal puede elevar a otros como un soplo de aire fresco.

Meta: ser feliz.
Miedo: ser castigado por hacer algo malo.
Debilidad: confiar demasiado en los demás.
Talento: fe y apertura mental.

4 El gobernante

A este arquetipo le encanta tener el control y tiene las cosas muy claras.

Les importa el bienestar de su grupo o comunidad y quiere que los demás compartan su visión, lo que a veces puede llevarle a la frustración.

Está muy ligado a lemas superiores y se rodea de personas con un alto estatus socioeconómico.

Creen que saben lo que es mejor para quien les rodea y quieren eludir los fracasos si otros no estan de acuerdo.

Sin embargo, generalmente tienen los intereses de los demás en el corazón, incluso si en ocasiones sus acciones son erróneas.

A menudo tienen una visión clara de lo que funcionará en una situación determinada.

Meta: crear una familia o comunidad próspera y exitosa.
Miedo: el caos, ser socavado o derrocado.
Debilidad: ser autoritario, incapaz de delegar.
Talento: responsabilidad, liderazgo.

5 El amigo

Este arquetipo es una persona de fiar, realista y honesta.

Busca un sentido de pertenencia y su objetivo es encontrar un lugar donde encajar.

Por contra, tiene miedo a quedarse fuera o a destacar entre la multitud.

Quien más se identifica con este estereotipo es quien busca conectar a través de la empatía y no abusan de la ostentación.

Confiables, realistas y honestos. Siempre buscando su pertenencia en el mundo y un lugar donde encajar.

Algunas personas pueden describirlos como un poco negativos a veces. El amigo siempre está buscando unirse a muchos grupos y comunidades para encontrar un lugar donde sentirse aceptados.

Objetivo: pertenecer.
Miedo: quedarse fuera o sobresalir de la multitud.
Debilidad: puede ser un poco demasiado cínico.
Talento: honesto y abierto, pragmático y realista.

6 El cuidador

Es una persona que se desvive por los demás, está lleno de empatía y compasión.

Su punto débil es precisamente su bondad, ya que los demás pueden aprovecharse de él con facilidad.

Este arquetipo es un ideal de valores relacionados con la generosidad, la compasión, el altruismo, la protección y la cercanía.

Se caracterizan por su empatía y compasión. Deben prestar más atención a cuidarse a sí mismos y aprender a decir no a las demandas de los demás.

Desafortunadamente, otros pueden explotar su buena naturaleza para sus propios fines.

Meta: ayudar a los demás.
Miedo: ser considerado egoísta.
Debilidad: ser explotado por otros.
Talento: compasión y generosidad.

7 El amante

Es el personaje que busca la armonía en todas sus acciones, siempre intentando buscar una buena relación con las personas, el trabajo y el entorno.

Es un gran diplomático, pero a cambio corre el riesgo de perder su propia identidad a base de complacer a todo el mundo.

También se caracteriza por su pasión y su entusiasmo, lo que le convierte en un arquetipo muy atractivo en la comunicación de marca.

Le resulta difícil lidiar con los conflictos y puede tener dificultades para defender sus propias ideas y creencias frente a personas más asertivas.

Objetivo: estar en una relación armónica con las personas, el trabajo y el entorno que aman.
Miedo: sentirse no deseado o no amado.
Debilidad: deseo de complacer a otros en riesgo de perder su propia identidad.
Talento: pasión, aprecio y diplomacia.

8 El explorador

Este arquetipo siempre está a la búsqueda de nuevas aventuras y emociones, ya sea un deporte de riesgo, un país nuevo o una filosofía desconocida.

A cambio, le resulta difícil establecerse en un trabajo o en una relación durante demasiado tiempo.

Es el arquetipo de una personalidad independiente, atrevida y auténtica.

Necesita sensaciones nuevas. Sin embargo, le resulta difícil establecer una ocupación o una pareja duraderas, a menos que estas le permitan conservar su libertad para explorar.

El explorador nunca es feliz a menos que tenga experiencias nuevas de forma más o menos constante. Puede disfrutar visitando diferentes países o puede estar feliz de aprender sobre nuevas ideas y filosofías.

Objetivo: experimentar la mayor cantidad de vida posible en una vida.
Miedo: quedar atrapado o verse obligado a conformarse.
Debilidad: deambular sin rumbo e incapacidad para aferrarse a las cosas.
Talento: ser fiel a sus propios deseos y una sensación de asombro.

9 El rebelde

Es el estereotipo del eterno inconformista, siempre intentando cambiar el mundo para mejor y hacer las cosas de manera diferente al resto.

Le da pánico ser parte del rebaño y siempre está buscando inspirar a los demás para unirse a su revolución.

Todo esto le convierte en el arquetipo de personalidad de Jung de quien busca ser recordado por romper los patrones y esquemas preestablecidos.

Les gusta hacer las cosas de manera autentica. Pueden ser carismáticos y animar fácilmente a otros a seguirlos en su búsqueda de la rebelión.

Cuando el rebelde ve algo en el mundo que no funciona, intenta cambiarlo.

Meta: derribar lo que no funciona.
Miedo: ser incapaz de lograr un cambio.
Debilidad: llevar su rebelión demasiado lejos y obsesionarse con ella.
Talento: tener ideas grandes e indignantes e inspirar a otros a unirse a ellos.

10 El bufón

¡Es el alma de la fiesta!

Quiere hacer felices a los que le rodean y le encanta usar el humor para cambiar las percepciones de los demás.

Su gran talento es hacer reír y ver el lado divertido de todo, aunque a veces peca de frivolidad.

Un arquetipo ideal y fresco, cómico y de actitud despreocupada.

Al bufón le encanta animar una reunión con ingenio y trucos, sin embargo, tienen un alma profunda. Quieren hacer felices a los demás y con frecuencia pueden usar el humor para cambiar las percepciones de las personas.

A veces, sin embargo, el bufón usa el humor para cubrir su propio dolor.

Objetivo: aligerar el mundo y hacer reír a los demás.
Miedo: ser percibido como aburrido por los demás.
Debilidad: frivolidad, perder el tiempo y ocultar emociones bajo un disfraz humorístico.
Talento: ver el lado divertido de todo y usar el humor para un cambio positivo.

11 El creador

Este arquetipo es el opuesto del consumidor pasivo.

Prefiere crear su propio entretenimiento y a menudo se dedica al arte o la música.

La creatividad y la imaginación son sus puntos fuertes, y define a quienes buscan inspirar a su audiencia para sacar lo mejor de sí y dejar su huella en el mundo.

Necesitan crear, por eso suelen ser artistas o similares. Son perfeccionistas y tienen bloqueos creativos debidos al miedo a no ser excepcionales.

El arquetipo creador ha nacido para crear algo que aún no existe.

Se pueden encontrar en casi cualquier área de trabajo un estímulo para sacar a la luz su talento innato.

Objetivo: crear cosas de valor duradero.
Miedo: no crear nada importante.
Debilidad: perfeccionismo y bloqueos creativos causados ​​por el miedo de no ser excepcional.
Talento: creatividad e imaginación.

12 El mago

Un personaje carismático, que es capaz de ver las cosas de manera diferente y usar esta visión para cambiar el mundo.

Cree firmemente en sus ideas y quiere compartirlas con otros, pero a veces puede parecer manipulador o egoísta.

Es el arquetipo de personas imaginativas, carismáticas, exploradoras y seguras de sí mismas.

A menudo son capaces de ver las cosas de una manera completamente diferente a otros tipos de personalidad y pueden usar estas percepciones para aportar ideas y filosofías transformadoras del mundo.

Objetivo: comprender las leyes fundamentales del universo.
Miedo: consecuencias negativas no deseadas.
Debilidad: convertirse en un manipulador o egoísta
Talento: transformar la experiencia cotidiana de la vida de las personas al ofrecer nuevas formas de ver las cosas.

 

Según Jung, cada persona posee un conjunto organizado diferente de estos arquetipos, pero suele ser uno de ellos el que domina la personalidad total del individuo.

Estos 12 arquetipos nos ofrecen una guía que puede ayudarnos a comprender nuestras motivaciones y aprovechar nuestras propias fortalezas mientras trabajamos en nuestras debilidades. Comprender cuál de los 12 arquetipos domina nuestra personalidad puede ayudarnos a comprender lo que es realmente importante para nosotros. Este conocimiento nos ayuda a mejorar nuestro enfoque y alcanzar nuestros objetivos.

Como conclusión podemos decir que los arquetipos expuestos son solo algunos de los que Jung considera que motivan nuestra personalidad. Realmente cada uno de nosotros tiene características de varios de los arquetipos, aunque nunca hay que olvidar que una cosa es nuestra verdadera personalidad y otra muy distinta lo que proyectamos en los demás.

 

– Fuentes: adaptaciones de: aimdesarrolloprofesional, psicoactiva, Carl Jung https://www.simplypsychology.org/carl-jung.html
Carl Jung – What are the Archetypes? https://academyofideas.com/2017/02/carl-jung-what-are-archetypes/
Carl Jung: Archetypes and Analytical Psychology. https://www.psychologistworld.com/cognitive/carl-jung-analytical-psychology

 

¡Namasté!

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