Es una plaga muy corriente en nuestras colecciones de cactus, por lo que puede que te haya pasado en anteriores ocasiones.
Algunas veces es difícil descubrir que tenemos ese problema porque las hojas están muy apiñadas y las cochinillas se esconden en la base pegadas al tronco.
Debes eliminar las hojas secas que se agolpan en la base de la roseta que es donde podremos detectar a este insecto.
Si ves hormigas alrededor o descubres que las hojas brillan porque tienen melaza, es seguro que tienes cochinillas.
Si ya has detectado que tienes cochinilla en algún ejemplar, actúa rápidamente porque es seguro que se traspasará a los demás.
Para eliminarlas, utiliza algún producto insecticida que sea especifico. Seguro que tendrás que usarlo en mas de una ocasión porque es difícil eliminarlas.
Otro problema al que prestar atención es cuando les salen las flores, ¡a los pulgones les encantan!
Si has detectado hormigas, seguro que ya tienes algún pulgón en tus Echeverias.
Este caso es mas fácil de tratar que el de la cochinilla y cualquier tipo de insecticida (ecológico o no) puede servirte de gran ayuda.
¿Porque coleccionar estas preciosas plantas?
Una razón muy importante es por que son realmente agradecidas.
Puedes cultivarlas dentro de casa, en un sitio muy bien iluminado con luz natural.
Las encontrarás sin problema en cualquier tienda que venda cactus y suculentas. Quizá sea de las plantas suculentas mas distribuidas en los viveros.
Las Echeverias son muy fáciles de cuidar por lo que resultan muy adecuadas si estás comenzando con esta afición, obtendrás un rápido desarrollo y floración de tus plantas.
Tienen tanta variedad en colores y formas que realmente por si solas pueden ser un gran reto para cualquier coleccionista que se anime a cultivarlas.
Su fácil hibridación entre ejemplares del mismo género, puede ser un reto para iniciarte en el mundo de la producción de nuevos ejemplares a los que seguro vas a querer ponerles tu nombre preferido.
Puedes conseguir fácilmente bastantes variedades diferentes sin ningún problema.
Y si te gusta hacer composiciones o minijardines, puedes probar a mezclarlas con Sempervivum u otras especies similares, ¡llamarán la atención en cualquier salón, terraza o jardín!
Si mezclas bien con las especies adecuadas, tus Echeverias serán fáciles de cuidar.
Carecen de espinas, así no tendrás que tener la precaución que necesitan las que si las tienen.
Sus flores te permitirán tener un rincón en el que tus suculentas ofezcan un aspecto muy alegre y primaveral.
Colecciones de Echeverias agrupadas por colores
Las Echeverias poseen formas, colores y texturas muy variados. Quizá de estas cualidades nazca su gran popularidad y, seguramente por eso, son ideales para coleccionistas o para crear conjuntos de plantas.
A continuación, te muestro agrupadas algunas variedades populares organizadas en grupos de tonos de color.
Tonos gris-azulado
Echeveria «Blue Bird», Echeveria «Blue Prince», Echeveria «mystery, Echeveria «Grande Cinza», Echeveria «Mexican Giant».
Tonos gris-púrpura
Echeveria «Pearl Von Numberg», Echeveria «Purple Pearl», Echeveria «hera», Echeveria «Pink Frills», Echeveria «Orion», Echeveria «Asante Sana».
Tonos rosados y rojizos
Echeveria «Rosy», Echeveria «Taurus», Echeveria «Antares», Echeveria «Purpusorum», Echeveria «Nodulosa», Echeveria «Fred Ives», Echeveria «Rainbow».
Tonos muy oscuros, del negro al marrón
Echeveria «Black Prince», Echeveria «Marron», Echeveria «Echoc», Echeveria «Serrana».
Tipos de Echeveria y sus cuidados
Existen muchos tipos de Echeveria, entre los más populares destacan la agavoides, black night, black prince, chihuahuensis, elegans, laui, lilacina, lola, peacockii, pulvinata, secunda y setosa.
Vamos a ver cada uno de ellos, sus características y cuidados.
Posteriormente he encontrado una tabla comparativa para que sea más fácil diferenciarlas y se pueda elegir la mejor.
Echeveria Agavoides
La Echeveria agavoides, es una suculenta pequeña, es una roseta en forma de estrella, sin tallos, de hojas grasas de entre 7 y 20 cm de diámetro.
También conocida como ‘Cera moldeable’ o ‘Agave de cera’, entre otros nombres. Es endémica de los estados Hidalgo, Durango, Guanajuato y San Luis de Potosí, en Mexico, caracterizados por tener regiones de climas seco o semi seco.
Pertenece a la familia de las Crassulaceae y las Sempervivoideae (o siempre vivas), lo que les ha permitido adaptarse a las condiciones extremas del clima para mantener sus reservas de agua y ritmo de crecimiento.
Se pueden encontrar con diferentes matices, granates, rojos, burdeos, etc.
La agavoides, es una suculenta de naturaleza perenne.
Forma una roseta densa de hojas gruesas que acaban en una pronunciada punta, rematada por un trazo de color rojizo.
La superficie de las hojas es lisa, triangulares, con un grosor de 6 mm, más afiladas que otras echeverias.y de color verde claro, aunque puede pasar a ser total o parcialmente rojiza si la incidencia del sol es intensa y prolongada. De ahí viene su nombre de agavoides, “parecida a un agave”.
La mayoría de ellas crecen en solitario, pero algunas plantas maduras en buenas condiciones pueden llegar a producir hijuelos.
Es una planta que presenta distintas variedades, algunas tienen puntas rojizas y otras formas tienen márgenes ligeramente rojos a muy rojos.
La flor, emite varas florales, portan en su extremo numerosos racimos de flores con forma de farolillos, de color rosa anaranjado con el interior amarillo.
Florece en primavera.
Los cuidados de la Cera moldeable no suelen ser muy complejos. De hecho, están adaptadas a climas calurosos y sequías intensas. Sin embargo, es bastante susceptible al exceso de humedad, lo que desencadena en una serie de problemas.
Por otra parte, entre los enemigos naturales, figura la cochinilla y el pulgón, que aunque en diferentes localidades se les conoce como uno solo, son diferentes y cada uno afecta la planta succionando de su savia. En algunos casos estos insectos puede estar contaminados con algún virus, hongo o bacteria, y es allí cuando la planta enferma y muere.
Pero ese tipo de plagas son fácil de controlar, y generalmente aparecen cuando la planta tiene algún signo de debilidad. Sea por desnutrición, estrés hídrico, exceso de humedad o sombra. Los insecticidas orgánicos pueden ser muy útiles cuando se tiene las primeras evidencias de afectación de plagas.
El Agave moldeable es una planta que crece entre las rocas, a la sombra de un peñasco o en asociación a otros arbustos de mayor tamaño. Esto es así porque la planta puede vivir a la intemperie, pero protegida parcialmente del sol.
En un ambiente controlado, como el interior del hogar, oficina o jardín, su planta debe estar expuesta a la luz brillante, o a la luz del sol durante las primeras horas de la mañana, así como las últimas de la tarde, o en un jardín con una malla-sombra. Si no recibe suficiente luz brillante, la planta se estirará en busca de una fuente adecuada para hacer su fotosíntesis.
Por otra parte, cuando la planta recibe luz solar, va a desarrollar esa pigmentación roja en el ápice y bordes en las hojas, característico de esta especie.
La planta resiste los días cálidos y también las semi heladas de hasta -3.9 °C. Sin embargo, las temperaturas mínimas óptimas para la suculenta está entre los 8 y 10°C.
Esta suculenta proviene de un clima semi-árido, donde por lo general la humedad es baja por las escasas precipitaciones en el año.
No debe ser establecida en ambientes oscuros y húmedos, ya que pronto se debilitará y será el blanco de insectos como la cochinilla y los pulgones.
Por tanto, debe estar alejada de humidificadores y ventanillas del aire acondicionado, a fin de evitar la condensación del agua en sus hojas y cuello de la planta.
La Echeveria Agavoides no es una planta que deba regar varias veces por semana para que se mantenga viva. Sin embargo, usted podrá saber que la misma puede ser regada cuando el sustrato se haya secado por completo.
No es que le animemos a escarbar en la tierra todo el tiempo para revisar que tan húmedas están las raíces. Pero sí debe conocer cuánto dura la humedad en la maceta, ya que así podrá establecer los días de riego a fin de que esta no sufra de estrés hídrico por carencia o exceso de agua.
Eso si, en los días de lluvia o heladas, la planta debe llevarse adentro para evitar afectar el equilibrio que requiere para vivir sana.
La clave de un buen drenaje del agua en las macetas es el sustrato. Este debe estar compuesto por el sustrato orgánico, que contienen los macros y micros nutrientes, arena y suelo limoso en menor proporción.
Además de otros elementos como perlita y piedra pómez, que permiten drenar el agua en exceso, absorber la humedad para liberarla lentamente junto con sus nutrientes, oxigenar el suelo y darle una textura ligera para favorecer el crecimiento de las raíces.
En algunas tiendas y viveros es común encontrar sustrato para cactus preparado. En ese caso, podría emplear 3/4 parte de este para mezclarlo con 1/4 de sustrato universal para plantas de jardín, la perlita y piedra pómez.
Ahora bien, en cuanto a la fertilización, como se trata de una suculenta de crecimiento lento, no debe exceder la aplicación de más de 2 veces por año. El abono para plantas suculentas debe aplicarse diluida en el riego, procurando no mojar las hojas.
Entre las muchas variedades que existen, destaca la Echeveria Agavoides Romeo Rubin. Una variedad caracterizada por sus hojas de color rojo púrpura intenso, de 12,5 cm de alto por 20 de diámetro, y realmente es un espectáculo verla.
Mientras que la Echeveria Agavoides Red Edge, presenta un color verde manzana que contrasta con sus bordes y ápice de color rojo intenso.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Guanajuato, Hidalgo y SLP)
Altura: 3-5 pulgadas (8-12 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado, puede ser las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, pero evitar el sol intenso de mediodía.
Echeveria Black Knight
El primer nombre de esta suculenta fue Echeveria Affinis, pero cuando se llevó desde México a Asia, la empezaron a llamar también Echeveria Black Knight y de ahí que se le conozca por ambos nombres.
También conocida como Echeveria Negra o Echeveria Caballero Negro, es una especie originaria de Sinaloa y Durango.
Destaca por su resistencia al frío y la popularidad que se ha ganado entre los coleccionistas por la coloración oscura de su follaje, un color poco común en estas plantas y muy buscado para fines ornamentales.
Sus hojas son de color negro siempre que se les mantenga en exterior, ya que esta suculenta no puede desarrollarse bien en interiores. Por lo regular, bajo estas condiciones la planta se empezará a etiolar y perder su coloración negra para pasar a una más verde.
Si se cultiva mayormente en semisombra, la Black Knight crece con hojas de un negro tenue con tonalidades verdes en la parte central. Cuando se cultiva al sol directo, consigue un color negro intenso tanto en las periferias como en la parte central de sus hojas.
Es una suculenta pequeña pues su roseta llega a crecer hasta 15-18 cm de alto y 15 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color negro y rojo intenso, con algunas tonalidades amarillas en el centro.
Como dato curioso, la Echeveria Affinis junto con la Echeveria Shaviana son las suculentas que se usaron en el proceso de hibridación para crear la Echeveria Black Prince, otra de las suculentas negras más famosas.
Como la mayoría de las suculentas con tonalidades más oscuras, la Echeveria Affinis necesita de al menos 6 a 7 horas al día de sol directo.
Si vives en lugares muy calurosos, se recomienda que estas horas de exposición sean durante la mañana, para evitar el sol intenso de la tarde que pudiera quemar la planta.
Siempre recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que no la expongas a esta cantidad de horas de sol cuando la pongas en tu casa. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de horas.
Es importante mencionar que la Echeveria Black Knight no es una suculenta de interiores, por lo que se recomienda que estas horas de exposición sean en exteriores. En interiores la planta suele etiolarse perdiendo su forma de roseta compacta y cambiando bastante su estética representativa.
En cuanto al riego, la Echeveria Affinis retiene mucha agua en sus hojas y tallos como la mayoría de las suculentas con hojas gruesas.
Por eso debes tener mucho cuidado con el riego de esta suculenta para evitar que se pudra. Debes esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. Nunca la riegues si el sustrato todavía está húmedo porque podría comenzar a pudrirse.
Como un estándar para lugares sin climas extremos, una rutina de riego normal sería cada 7-10 días durante el verano, y cada 2-3 semanas durante el invierno. Sin embargo, siempre es importante revisar la humedad en el sustrato por encima de cualquier rutina.
Es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Si quieres intensificar el color negro de sus hojas, puedes dejarla pasar un poco de sed pero sin dejar que se deshidrate.
Por ejemplo, si normalmente la riegas cada 9 días, puedes esperar un par de días más entre cada riego y esto hará que intensifique su color. A este proceso se le llama “estresar” a la planta.
La Echeveria Affinis, como la mayoría de las suculentas, se adapta relativamente bien a cualquier sustrato siempre que permita un drenaje rápido para evitar encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más poroso como grava o piedra volcánica. Con esto evitarás que retenga mucha agua y termine pudriéndose.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje. Al ser poco tolerante a la humedad y al exceso de agua, hay que aumentar las precauciones en el cuidado de la suculenta Black Knight.
La temperatura ideal para un buen crecimiento y florecimiento de la Echeveria Affinis es entre los 20 °C y los 26 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Aunque prefiere los climas tropicales y subtropicales, la Black Knight resiste muy bien las bajas temperaturas, por lo que puedes cultivarla sin problemas incluso en lugares moderadamente fríos.
Puede estar por algunos días en temperaturas cercanas a los 0 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta -6 °C pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si se expone a estas temperaturas tan bajas por más tiempo, lo más probable es que muera rápidamente.
Las opciones más comunes y efectivas son la reproducción por esquejes y retoños, aunque esta última ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu planta.
Algunas personas deciden usar la reproducción por hojas, pero a la suculenta Black Knight no se le da muy bien reproducirse por este método. La mayoría de las veces fallará.
Incluso hay personas que la reproducen por semillas durante primavera y verano, pero es un método que se utiliza poco porque es más complicado y toma más tiempo que los anteriores.
La Echeveria Black Prince prefiere el sustrato común para suculentas que permite un buen drenaje y evite encharcamientos.
Sin embargo, si quieres hacer tu propio sustrato puedes hacerlo. Sólo toma en cuenta que, además de tierra, el sustrato debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Durango, Sinaloa y Chihuahua)
Altura: hasta 6 pulgadas (15 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminada, le gusta el sol directo pero en climas muy cálidos se recomienda un poco de sombra por la tarde.
Echeveria Black Prince
La Echeveria Black Prince es un híbrido creado a través de la polinización de la Echeveria Black Knight y la Echeveria Shaviana.
Esta echeveria destaca por tener una roseta hojas de color verde púrpura que llegan a medir 10-25cm de diámetro en su conjunto.
Como muchas suculentas púrpuras, se obtiene un mejor color colocándola en espacios con mucha luz. Durante el verano llega a dar flores de tonalidades rojizas.
La Echeveria Black Prince, también conocida como echeveria príncipe negro, echeveria negra o suculenta negra, es un híbrido entre la Echeveria Affinis y la y la Echeveria Shaviana, ambas originarias de México.
Curiosamente heredó la mayoría de los rasgos de su parental la Affinis y casi ninguno de su parental Shaviana. Por esto, muchas personas la confunden con la Affinis.
Sin embargo, la forma más sencilla de diferenciarlas es porque la Affinis tiene las hojas muchos más finas y puntiagudas, y la Black Prince las tiene en forma de espátula y sus puntas son un poco más anchas.
La Echeveria Black Prince pertenece a la familia Crassulaceae. Crece en forma de roseta como todas las echeverias con hojas de grosor medio y ligeramente puntiagudas.
Cuando se cultiva sitios donde recibe iluminación suficiente, la Echeveria Black Prince crece con hojas negras con tonalidades de un verde casi fosforescente en el centro. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono más verdoso con pocas o nulas tonalidades negras.
Es una suculenta de crecimiento lento y tamaño chico pues cada una de sus rosetas llega a crecer hasta 15 cm de alto y unos 20 cm de ancho en su etapa adulta.
Durante la primavera y verano, produce flores de color rojo intenso y pistilos amarillos. Las flores llegan a medir unos 20-30 mm de largo y brotan de varas florales que miden hasta 30 cm y brotan desde los laterales o el centro de la roseta.
La Echeveria Black Prince se debe cultivar preferentemente bajo sol directo durante las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la tarde, pero siempre evitando el sol intenso de mediodía. Esto porque sus hojas son algo sensibles a la exposición solar agresiva que suele haber durante estas horas.
Sin embargo, como cada espacio, condiciones de luz y temperatura son distintos dependiendo de tu casa y la ciudad en la que vivas, es importante poner atención en estos tres puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Cuando sus hojas pierdan su color negro y se comience a tornar muy verdoso, lo más probable es que le falta más exposición al sol.
Además, si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si sus hojas comienzan a tomar una tonalidad rojo oscuro o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
La frecuencia de riego recomendada para la Echeveria Black Prince en climas templados es la siguiente:
Cada 10-15 días en primavera y verano
Cada 16-20 días en otoño
Cada 25-30 días en invierno
Como estos números pueden variar en climas diferentes, todo dependerá de las condiciones del lugar en donde vivas. Así que, por encima de cualquier regla, siempre asegúrate que el sustrato esté seco antes de volverla a regar.
De lo contrario, el exceso de humedad pudiera ocasionarle daños graves y hasta terminar pudriéndose, sobre todo en esta suculenta que es especialmente susceptible a la pudrición de raíz por exceso de agua.
La variación de frecuencia durante el invierno se debe a que el agua se evapora mucho más lento en esta época. Además, las bajas temperaturas pueden hacer que la suculenta reduzca sus raíces, necesitando así menos cantidad de agua para sobrevivir.
Por último, es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
En general, el sustrato promedio ideal para suculentas debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de río
Opcional: Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Además, si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Por último, es importante tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje y el exceso de agua escurra rápidamente.
Recuerda que el sustrato no es algo permanente y lo recomendable es renovarlo al menos cada 2 o 3 años. Esto aplica sobre todo cuando la suculenta se cultiva en macetas, ya que de esta forma el sustrato va perdiendo sus nutrientes con el paso del tiempo y si se deja por más tiempo, la suculenta ya no estará cumpliendo con sus necesidades básicas y su crecimiento y salud se verán afectados.
La temperatura ideal para un crecimiento sano y constante de la Echeveria Black Prince es entre los 18 y 28 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Durante el invierno, se recomienda no exponerla a temperaturas menores a 5 °C. Sin embargo, cuando logra adaptarse bien al lugar puede soportar heladas leves de hasta 0 °C siempre que el sustrato esté seco.
Si se expone a temperaturas más bajas, lo más probable es que sus hojas comiencen a dañarse severamente y en situaciones extremas la planta podría morir.
Así que, si vives en un lugar con temperaturas bajo cero constantes durante el invierno, lo más recomendable será ponerla en un invernadero o dentro de casa.
Como la mayoría de las echeverias, las plagas más comunes que atacan a la Echeveria Black Prince son los nematodos, caracoles, el pulgón – sobre todo durante su etapa de floración – y la cochinilla algodonosa que es la más frecuente de todas y por lo regular se aloja en la base de sus hojas o en las intersecciones entre estas.
Para prevenir que estas plagas la ataquen puedes utilizar insecticidas como el aceite de neem o jabón potásico, aplicándolos en la suculenta cada 10 a 15 días. Por otro lado, es importante mantener la planta sana si déficit de nutrientes para que las plagas se vean menos atraídas hacia ésta.
La Echeveria Black Prince se puede reproducir o propagar por hojas, semillas y separación de hijuelos o retoños.
Las opciones más comunes y efectivas son la reproducción por hojas y por separación de hijuelos, aunque esta última ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: Híbrido
Altura: 4-10 pulgadas (10-25 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado pero de preferencia con la luz del sol filtrada y no directa. Tratar de evitar el sol intenso de mediodía de forma directa.
Echeveria Chihuahuensis
La Echeveria Chihuahuensis o Chihuahuaensis es una de las más bonitas del género de las echeverias. Forma una roseta de unos 10 a 15 cm de diámetro con hojas de color verde pastel que terminan en una punta rosada y muy pronunciada.
Los tallos de sus flores pueden alcanzar hasta 25 cm por encima de la roseta para mostrar las flores desplegadas de color rosa coral con un interior amarillo.
La suculenta conocida Echeveria Chihuahensis, cuyo nombre oficial es Echeveria Chihuahuaensis, es una especie originaria del norte de México, principalmente en los estados de Chihuahua, Sonora y Nuevo León.
Destaca por ser una de las suculentas más bonitas y fáciles de cuidar, que puede crecer tanto en interiores con mucha iluminación como en exteriores, ideal para principiantes. También es conocida por utilizarse frecuentemente en la creación de híbridos como la Echeveria Beatrice y la Echeveria Unami.
La Echeveria Chihuahuensis es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Chihuahensis crece con hojas gruesas de un tono verde pastel con los bordes en tonalidades de rosas o rojo pastel. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono más verdoso con una tonalidad rosa menos saturada en sus puntas.
Es una suculenta de lento crecimiento y tamaño chico pues su roseta, llega a crecer hasta 10-15 cm de alto y máximo unos 15 cm de ancho en su etapa adulta.
Durante la primavera y verano, produce flores de tonalidades coral y amarillo con forma de campana. Las flores brotan de tallos largos de hasta 20-25 cm que se extienden desde la roseta.
Dato curioso: Por su apariencia similiar, a la Echeveria Chihuahuaensis se le confunde frecuentemente con otras especies como la Echeveria Colorata y la Echeveria Beatrice.
Sin embargo, es importante aclarar que, aunque exista un parentesco y algunas similitudes, en realidad son 3 especies distintas.
La forma más fácil de diferenciar la Chihuahuaensis de las otras es por sus tonos pasteles y, cuando está en su etapa adulta, verás que no llega a crecer tanto como la Colorata o la Beatrice.
A la Echeveria Chihuahuensis le encanta el sol y requiere de mucha iluminación para tener un crecimiento saludable. La recomendación general es de al menos de 5 a 8 horas de sol directo al día.
Sin embargo, en lugares o épocas del año con un sol muy intenso, lo mejor será colocarla en un lugar donde reciba sombra de las 12 pm a las 3 pm, cuando el sol está más intenso.
Siempre recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que no la expongas a esta cantidad de horas de sol cuando la pongas en tu casa. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de horas.
Sin embargo, como cada espacio y condiciones de luz y temperatura son distintos, es importante poner atención en estos tres puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Cuando sus hojas pierdan la intensidad de su tono verde y se comienza a palidecer, significa que le falta más exposición al sol, ya que su color en estado normal, aunque sigue siendo verde, es una tonalidad mucho más intensa.
Además, si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si sus hojas comienzan a presentar quemaduras (manchas negras) o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
En cuanto al riego, la Echeveria Chihuahuaensis retiene mucha agua en sus hojas como la mayoría de las suculentas con hojas gruesas.
Por eso debes tener mucho cuidado con el riego de esta suculenta para evitar que se pudra. Debes esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. Nunca la riegues si el sustrato todavía está húmedo porque podría comenzar a pudrirse.
Como un estándar para lugares sin climas extremos, una rutina de riego normal sería cada 7 días durante casi todo el año, y cada 2-3 semanas durante el invierno o en épocas de mucha humedad. Sin embargo, siempre es importante revisar la humedad en el sustrato por encima de cualquier rutina.
Es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Si quieres intensificar las tonalidades verdes de sus hojas y el color rojo de sus bordes, puedes dejarla pasar un poco de sed pero sin dejar que se deshidrate. Por ejemplo, si normalmente la riegas cada 7 días, puedes esperar un par de días más entre cada riego y esto hará que intensifique su color. A este proceso se le llama “estresar” la planta.
La Echeveria Chihuahuaensis, como la mayoría de las suculentas, se adapta relativamente bien a cualquier sustrato siempre que permita un drenaje rápido para evitar encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En general, el sustrato promedio debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de ríoOpcional: Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Además, si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
La temperatura ideal para un buen crecimiento y florecimiento de la Echeveria Chihuahuaensis es entre los 18 °C y los 27 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Durante el invierno, puede estar algunos días en temperaturas cercanas a los 5 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta 0 °C cuando está completamente seca, pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días). Si se expone a estas temperaturas tan bajas por más tiempo, lo más probable es que muera rápidamente.
Si vives en un lugar con temperaturas más bajas, lo más recomendable será ponerla en un invernadero o dentro de casa.
Si quieres saber un poco más sobre el impacto de los climas extremos sobre las suculentas, te recomiendo echarle un vistazo a esta guía en la que te explico con más detalle este tema.
La Echeveria Chihuahuensis se puede reproducir o propagar por medio semillas, retoños y hojas. Las opciones más comunes y efectivas son la reproducción por hojas y por retoños, aunque esta última ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Algunas personas la reproducen por semillas durante primavera y verano, pero es un método que se utiliza poco porque es más complicado y toma más tiempo que los anteriores.
La ventaja de reproducirla por semillas es que se puede hacer en masa, ya que no te limitas a las hojas o retoños que pueda generar tu suculenta.
Como viste, la Echeveria Chihuahuensis es una de las suculentas más bonitas y a la vez muy fácil de cuidar, tanto por su resistencia a la sequía como flexibilidad para crecer bien tanto en interiores como al aire libre. Sin duda, una excelente opción para aquellos que recién inician en el mundo de las suculentas.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Norte del país)
Altura: 4-6 pulgadas (10-15 cm)
Iluminación: Preferentemente sol directo pero también en interiores (semi-sombra) con luz abundante.
Echeveria Elegans
La Echeveria Elegans rose, también llamada Rosa de Alabastro, bola de nieve o Rosa Mexicana, es una hermosa suculenta de hojas carnosas de color verde azulado, en forma de roseta. Su cultivo se estila en macetas y jardineras, expuesto a la luz brillante o luz solar parcial.
Es nativa del estado de Hidalgo, ubicado en el centro de México, caracterizado por un clima semi-desértico y de escasas precipitaciones.
Pertenece a la familia de las Crassulaceae y las Sempervivoideae (o siempre vivas), lo que les ha permitido adaptarse a las condiciones extremas del clima para mantener sus reservas de agua y ritmo de crecimiento.
Es una suculenta de crecimiento lento que produce rosetas apretadas, sin tallo, que crecen directamente en el suelo. Sus hojas verdes plateadas o azules son gruesas, ovales y carnosas ya que actúan como reservas de agua en épocas de sequía. Esto es lo que le confiere su gran rusticidad.
Tiene hojas perennes en forma de cuchara, compactas y las de mayor tiempo, hacia la periferia, son retro curvadas. Mientras que las hojas más recientes se mantienen erguidas hacia el centro, y pueden medir hasta 6 cm de largo por 2 de ancho, con un ápice semi puntiagudo.
Su tamaño máximo puede llegar a alcanzar los 10 cm de diámetro, por 8 de altura y no tienen tallo.
La flor de la Echeveria elegans surge produce entre finales de invierno y principios de primavera y se alarga hasta finales de verano. De la roseta emergen unos tallos con tintes rosados que producen unas flores de color rosa y amarillo.
Cuando el tallo floral esté ya envejecido y seco, suele ser recomendable quitarlo ya que es una fuente de desgaste natural.
La rosa de alabastro es una planta muy resistente a las altas temperaturas (30º C) y a las bajas (-4º C). Soporta los contrastes de temperatura entre los calores del día y las heladas suaves de la noche, siempre y cuando tengan el sustrato seco.
Si los inviernos son muy severos, será necesario cultivarla en interior aunque tenga el sustrato seco, y es que la Rosa de alabastro no forma parte del grupo de suculentas que aguantan heladas muy intensas.
Para las zonas con inviernos muy fríos, son más adecuadas las plantas del género sempervivum y muchas especies de sedum.
Funciona muy bien como planta de interior y de exterior, aunque es más recomendable tenerla a pleno sol en su período de floración para que sus hojas adquieran tonos más intensos. Si el sol del mediodía es demasiado intenso, busca una zona de semisombra.
En interior, ubícala en la zona más luminosa de tu hogar para que desarrolle toda su belleza. ¡Necesita mucha luz!
La Echeveria elegans es una planta crasa y, por lo tanto, no necesita mucha agua. Antes de regar, comprueba que el sustrato esté seco y, en caso de duda, es mejor pecar de menos que de más. Su origen le aporta una gran resistencia a periodos de sequía.
¿Cómo regar de forma adecuada esta suculenta? Siempre hay que mojar la tierra pero nunca las hojas.
¿Cada cuanto regar esta la echeveria elegans? Hazlo aproximadamente 1 vez a la semana o cada 10 días en primavera y verano (comprobando previamente el estado del sustrato). En invierno reduce considerablemente los riesgos ya que un suelo húmedo unido a temperaturas iguales o inferiores a los 0ºC provocaría que la planta muriese.
Cuando sepas que va a llover, protégela colocandola en un sitio tapado al que no le dé la lluvia. De esta forma tan sencilla evitarás un posible daño en las hojas y en los hijuelos.
La tierra de estas plantas debe ser muy ligera y que drene muy bien. En el mercado puedes encontrar sustrato para cactus o plantas crasas listos para usar, pero, si lo prefieres, puedes hacer tú mismo tu propia mezcla. En este artículo, Iñigo Segurola, te muestra cómo hace él su propio sustrato para cactus.
Estos sustratos tienen en su composición una gran cantidad de arena permitiendo de esta forma, que drene y que el agua no quede almacenada en él ni se encharque nunca.
Aunque no es imprescindible, en primavera y verano puedes incorporar al agua de riego un fertilizante líquido para cactus y plantas crasas para fomentar su crecimiento.
La Echeveria elegans no es una planta que requiera podas, pero sí que es recomendable ir eliminando las flores y hojas marchitas para conseguir un crecimiento mucho más vigoroso.
Plantación de la echeveria elegans
La rosa de alabastro es una buena opción para plantar en cualquier lugar del jardín, ya que se adapta fácilmente a cualquier terreno y no necesita muchos cuidados, siempre y cuando la tierra tenga un buen drenaje.
Debido a su poca necesidad de riego es una planta ideal para zonas de rocalla o con pendiente.
Otra opción muy recomendable es crear distintas composiciones con ella para la terraza o el balcón. Escoge un tiesto con orificios en su base y añade unas pequeñas piedritas para asegurar un buen drenaje. Planta junto a ella distintas variedades que compartan sus mismas necesidades como los cactus y otras plantas crasas. Por si te interesa, te mostramos cómo crear un centro con diferentes cactus.
La Echeveria elegans es una planta muy fácil de multiplicar mediante esquejes de hojas gracias a la multitud de hijuelos que tiene rodeándola.
Tan solo habría que coger las hojjitas de la base y esperar a que la herida cicatrice. Tienes que desprender las hojas directamente del tallo, no partirlas.
reproducir echeveria elegansCómo multiplicar plantas crasas por esqueje de hoja en casa
Una vez pasado el tiempo, habría que plantarlas en un sustrato especial para cactus y plantas crasas y ubicarlas en un lugar fresco y sombrío. Poco a poco, irás comprobando como, de la base de la incisión, empezarán a desarrollar raíces
La mejor época para reproducir la Echeveria elegans mediante esquejes de hoja es a principios de verano.
¿Cómo detectar si la Echeveria elegans sufre de exceso de agua?
La pudrición suele ser de una tonalidad oscura y pegajosa. Las hojas de la base de la suculentas echeveria estarán prácticamente sueltas y blandas, el tallo negro y el sustrato húmedo.
¿Por qué tiene las hojas caídas?
Si las hojas de tu echeveria se han puesto algo lacias, puede deberse a una falta de riego. Al tener esa deshidratación, la planta pierde turgencia y queda un poco inclinada hacia abajo.
¿Cuándo trasplantar la rosa de alabastro?
Es una planta de lento crecimiento por lo que apenas será necesario realizar transplantes. Pero, si lo deseas, la época ideal para hacerlo es durante la primavera. Sé muy cuidadoso al manipularla y evita que las hojas se fracturen, ya que el interés de esta suculenta reside en mantener la roseta completa y sana.
Crece alrededor de 8 pulgadas de alto y 12 de ancho. Durante el verano y expuesta a muy buena iluminación suele dar flores amarillas y rosadas.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Hidalgo)
Altura: hasta 8 pulgadas (20 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado pero de preferencia con la luz del sol filtrada y no directa. Tratar de evitar el sol intenso de mediodía de forma directa.
Echeveria Laui
La suculenta Echeveria Laui, también conocida por su nombre científico Echeveria Laui Moran & Meirán, es una especie originaria del sur de México, principalmente en el estado de Oaxaca.
Es famosa no sólo por ser una de las echeverias más bonitas, sino en general, una de las suculentas más atractivas de toda la familia. Debido a esto, se ha convertido en una especie muy buscada por entusiastas y coleccionistas de estas plantas.
Además, debido al pastoreo y la extracción indiscriminada de ejemplares en su hábitat natural, es una especie en peligro de extinción, lo cual la hace aún más valiosa y deseada por la comunidad.
En esta guía te compartiré toda la información que necesitas saber sobre las características, cuidados y reproducción de la Echeveria Laui.
La Echeveria Laui es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Laui crece con hojas redondeadas de color verde azulado, gris o blanco, el color dependerá mucho de la época del año y las condiciones climáticas y temperatura de cada lugar.
Cuando se cultiva mayormente en semisombra, sus hojas consiguen un tono más verdoso con muy pocas tonalidades azules, grises o blancas.
Las hojas de la Echeveria Laui están llenas de pruina, por lo que es importante evitar tocarlas, ya que al hacerlo, les quitarás esa pruina y quedarán manchadas permanentemente. Lo más recomendable para manipularlas es usar guantes y hacerlo con mucho cuidado.
Es una suculenta con ritmo de crecimiento lento y de tamaño chico pues su roseta llega a crecer hasta 10-15 cm de alto y 15-20 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color rosa durazno con puntas amarillas y una forma acampanada.
Las flores brotan de tallos no muy largos que se extienden desde la roseta y miden desde 6 cm hasta 20 cm.
A la Echeveria Laui le gusta el sol y necesita de buena iluminación para tener un crecimiento sano.
Se recomienda una exposición de 5 a 6 horas de luz directa o indirecta, preferentemente durante el sol de la mañana.
Si vives en un lugar muy caluroso (arriba de los 37 °C), es recomendable colocarla en un lugar donde reciba semisombra de las 12 pm a las 3 pm. Esto para evitar el sol de mediodía, que es el más intenso y pudiera llegar a quemarla cuando se combina con altas temperaturas.
Sin embargo, recuerda que no existe una regla general que aplique para todos los casos. Cada lugar tiene distinta temperatura y situaciones ambientales variadas. Por tanto, lo mejor es experimentar con tu suculenta.
Si con las condiciones de iluminación actuales notas que sus hojas empiezan a quemarse, disminuye la cantidad de exposición a la luz progresivamente, poco a poco hasta que llegues al punto en que tu Echeveria Laui ya no sufra de quemaduras.
Además, siempre recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que, cuando la pongas en tu casa, no la expongas a la cantidad de horas recomendada previamente. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de 5 a 6 horas por día.
En cuanto al riego, la Echeveria Laui como la mayoría de las echeverias y suculentas con hojas gruesas, retiene una cantidad considerable de agua en sus hojas, por lo que no necesitan tanto riego.
Por esto, debes tener mucho cuidado con la frecuencia de riego en esta suculenta, ya que tiene poca tolerancia a la humedad y puede pudrirse rápidamente si no tienes cuidado. Debes esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. Nunca la riegues si el sustrato todavía está húmedo porque podría comenzar a pudrirse.
Como un estándar para lugares sin climas extremos, una rutina de riego normal para la Echeveria Laui sería cada 18-25 días durante el verano, y cada 5-6 semanas durante el invierno. Sin embargo, siempre es importante revisar la humedad en el sustrato por encima de cualquier rutina. Si el sustrato llegara a estar completamente seco antes, será momento de regarlo.
Es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Como en la mayoría de las suculentas, si quieres intensificar el color de sus hojas, puedes dejarla pasar un poco de sed, pero sin dejar que se deshidrate. Por ejemplo, si normalmente la riegas cada 20 días, puedes esperar un par de días más entre cada riego y esto hará que intensifique su color progresivamente. A este proceso se le llama “estresar” la planta.
La Echeveria Laui, como la mayoría de las suculentas, se adapta relativamente bien a cualquier sustrato siempre que tenga un buen drenaje que evite encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En especial esta suculenta, por la cantidad de agua que retiene, requiere un sustrato más poroso que el promedio. Por lo que debería tener las siguientes proporciones:
30% de sustrato universal con humus de lombriz
40% de piedra volcánica (tepojal) con un poco de corteza
15% de turba o perlita
10% de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
5% de arena de río
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
La temperatura ideal para un buen crecimiento y florecimiento de la Echeveria Laui es entre los 18 °C y los 21 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Es una echeveria relativamente resistente al frío que durante el invierto puede estar algunos días en temperaturas cercanas a los 0 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta -3 °C cuando está seca, pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si se expone a estas temperaturas tan bajas por más tiempo, lo más probable es que muera rápidamente.
La Echeveria Laui se puede reproducir o propagar por medio de hojas, retoños y semillas. Las opciones más comunes y efectivas son la reproducción por hojas y por retoños, aunque esta última ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Algunas personas la reproducen por semillas durante primavera y verano, pero es un método que se utiliza poco porque es más complicado y toma más tiempo que los anteriores.
Por supuesto, la ventaja de reproducirla por semillas es que se puede hacer en masa, ya que no te limitas a las hojas o retoños que pueda generar tu suculenta.
Reproducción por hojas. Aunque es un proceso lento, la Echeveria Laui se puede reproducir bien a través de sus hojas.
Desprende la hoja: Debes quitar la hoja con mucho cuidado asegurándote de retirarla completa desde su base y no se quede ningún fragmento en el tallo. Lo más recomendable es que sea de las hojas de más abajo. Procura hacerlo como si la estuvieras girando – de izquierda a derecha y viceversa –, el margen de error es mucho menor que cuando simplemente la jalas con fuerza y en una sola dirección.
Colócala en una maceta o recipiente: Coloca la hoja en una maceta o recipiente previamente desinfectados con alcohol.
El sustrato debería tener por lo menos 4 centímetros de profundidad.
Cuando pongas la hoja, colócala boca abajo para permitir que las raíces crezcan, que puedan penetrar debajo del sustrato y evitar que el sol les dé directamente. Otra opción es enterrar ligeramente la hoja en el sustrato. Si lo haces de esta forma, te evitarías la parte de cubrir las raíces en el paso 4.
Pon la maceta en un lugar con luz indirecta: Aunque en su estado normal esta suculenta no tiene problemas con el sol directo, cuando estás reproduciéndola por hojas no es recomendable exponerla, sobre todo en las primeras etapas de su crecimiento.
Cubre las raíces y riega el sustrato: Cuando las raíces comiencen a crecer, hay que cubrirlas con sustrato y darle a la planta los cuidados normales: buena iluminación y riego cada que el sustrato esté seco.
Si reprodujiste varias, trasplanta a macetas individuales: Con el paso del tiempo, la planta crecerá más hasta tener tallo y la hoja madre se secará completamente y se desprenderá.
Una vez desprendida, si realizaste la propagación con varias hojas, será el momento de trasplantarla a una maceta individual pequeña para que continúe su crecimiento con más espacio. Si la propagaste sola, sólo retira la hoja madre para evitar plagas y continúa dándole los cuidados normales.
En caso de haber cortado mal la hoja y una parte de ella se haya quedado en el tallo, la reproducción no funcionará. Por lo tanto, deberás cortar otra hoja para reproducir y deshacerte de la que cortaste mal.
Reproducción por semillas. Puedes conseguir semillas de Echeveria Laui comprándolas por internet, en alguna tienda especializada de tu ciudad o de forma natural con la polinización de las flores de la planta.
Prepara el sustrato: Debes preparar un sustrato drenante y esterilizarlo regándolo con agua hirviendo. Esto es para matar cualquier tipo de hongos o bacterias que pudieran estar ahí.
Colócalo en un recipiente con tapa: Una vez que el sustrato se haya enfriado, ponlo dentro de un recipiente de preferencia transparente y que tenga tapa. Esto para simular el efecto invernadero.
Mézclalo con otro elemento menos denso: Como recomendación, mezcla el sustrato con pequeñas cantidades de algún otro elemento menos denso como aserrín, fibra de coco o cáscara de arroz. Esto para que el sustrato sea un poco más suelto y ligero. De esta manera facilitamos que las raíces puedan penetrar bien y crecer sin tanto esfuerzo.
Pon las semillas y riega el sustrato regularmente: Ya con el sustrato listo, debes dejar caer (no enterrar) las semillas dentro de éste. Para lograr que germinen, las debes de mantener siempre bien hidratadas y con abundante iluminación filtrada, por ejemplo, al lado de una ventana. En este proceso debes evitar tenerlas al sol directo.
Es importante que el recipiente tenga agujeros para evitar el encharcamiento y al regar se debe hacer con un atomizador preferentemente.
Además, debes dejar el sustrato con al menos unos 3 o 4 cm de profundidad para que las raíces se puedan desarrollar correctamente.
Por lo general, las semillas germinan entre 1 y 2 semanas después y quedan listas para trasplantarse después de unos 2 o 3 meses.
Reproducción por retoños. Cuando tiene las condiciones y cuidados adecuados, la Echeveria Laui produce retoños ocasionalmente. Estos son pequeñas plantas completas que crecen en la base de la planta principal o planta madre.
Escoge los retoños: Procura elegir los retoños más maduros, que incluso ya tengan algunas raíces en el tallo. Estos retoños son los que podrás desprender más fácilmente y crecerán más rápido.
Retira los retoños: Retíralos de la planta madre con mucho cuidado ayudándote de unas tijeras o cúter previamente desinfectados. Algunos retoños se desprenderán con sólo girarlos suavemente. En cualquier caso, siempre ten cuidado de no dañar las raíces.
Siembra los retoños: Siémbralos en una maceta pequeña con sustrato universal para suculentas, una maceta para cada retoño. Para la mezcla de tu sustrato recuerda seguir las recomendaciones mencionadas anteriormente.
Riega el sustrato: Debes regar el sustrato generosamente y esperar hasta que esté completamente seco para volver a regar. Algunas personas recomiendan regar con un atomizador durante las primeras 2 o 3 semanas, sobre todo en los retoños que no tengan raíces.
La temporada ideal para trasplantar los retoños es durante la primavera porque es cuando crecen y se reproducen más rápido. Sin embargo, no es una regla ni significa que no puedas hacerlo en otra época, simplemente crecerán más lento.
Este método, al tratarse de pequeñas plantas completas, es muy efectivo y permite que la planta se adapte a su nuevo hogar rápidamente.
Si llegaste hasta aquí, ya te habrás dado cuenta de que la Echeveria Laui es una de las suculentas más bonitas que hay y que, por la gran cantidad de agua que retiene en sus hojas, es una especie relativamente fácil de cuidar. Esto la hace una excelente opción tanto para expertos como para principiantes.
Además, sus tonalidades grises y blancas que la hacen resaltar frente a la mayoría de las suculentas la hacen una buena opción para plantar en un terrario o maceta junto con otras especies.
La Echeveria Laui es una de las echeverias más atractivas que hay y es muy buscada por los coleccionistas de suculentas. En forma de roseta con hojas de tonalidades de verde azulado, gris y blanco.
Su forma es bastante simétrica, con las puntas de sus hojas redondeadas y generalmente gorditas. Sus flores son de color rosa durazno y el tallo que las sostiene puede crecer de 6 a 20 cm de largo.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Oaxaca)
Altura: hasta 6 pulgadas (15 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado pero evitando recibir el sol directo.
Echeveria Lilacina
La suculenta Echeveria Lilacina, también conocida como Echeveria Fantasma, es una especie originaria del norte de México, principalmente en el estado de Nuevo León.
Es una suculenta muy llamativa por su forma al estilo alcachofa y el color gris plateado de sus hojas. De ahí que se le dio el apodo de Echeveria Fantasma y se hizo tan deseada por los amantes de las suculentas.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Lilacina crece con hojas de color grisáceo con leves tonalidades de un lila muy claro. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono un poco verdoso con muy pocas o nulas tonalidades grises.
Es una suculenta no muy grande pues su roseta llega a crecer hasta 15 cm de alto y 15-20 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color naranja con forma acampanada. Las flores brotan de tallos de hasta 15 cm que se extienden desde la roseta.
A la Echeveria Lilacina le gusta el sol y necesita de buena iluminación para tener un crecimiento sano. La puedes cultivar en semisombra pero procura que sea un lugar en el que reciba esta luz indirecta al menos 6 horas al día.
Sin embargo, para lograr un crecimiento ideal e intensificar al máximo sus colores, se recomienda una exposición de 4 a 6 horas de sol directo al día tratando de colocarla en un lugar que reciba sombra de las 12 pm a las 3 pm. Esto para evitar el sol de mediodía, que es el más intenso y pudiera llegar a quemarla.
Recuerda que no existe una regla general que aplique para todos los casos. Cada lugar tiene distinta temperatura y situaciones ambientales variadas. Por tanto, lo mejor es experimentar con tu suculenta.
Si con las condiciones de iluminación actuales notas que sus hojas empiezan a quemarse, disminuye la cantidad de exposición a la luz progresivamente, poco a poco hasta que llegues al punto en que tu Echeveria Lilacina ya no sufra de quemaduras.
Además, siempre recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que, cuando la pongas en tu casa, no la expongas a la cantidad de horas recomendada previamente. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de 4 a 6 horas por día.
En cuanto al riego, la Echeveria Lilacina retiene una cantidad considerable de agua en sus hojas como la mayoría de las suculentas con hojas de un grosor similar.
Además, al ser una suculenta que crece extendiéndose bastante hacia los lados y cubre la totalidad de la maceta, cuando es adulta hace que el sustrato quede con muy poca exposición al aire y retenga la humedad por más tiempo.
Debido a esto, debes tener mucho cuidado con el riego de esta suculenta, ya que tiene muy poca tolerancia a la humedad y puede pudrirse rápidamente si no tienes cuidado. Debes esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. Nunca la riegues si el sustrato todavía está húmedo porque podría comenzar a pudrirse.
Como un estándar para lugares sin climas extremos, una rutina de riego normal para la Echeveria Lilacina sería cada 8-10 días durante el verano, y cada 2-3 semanas durante el invierno. Sin embargo, siempre es importante revisar la humedad en el sustrato por encima de cualquier rutina. Si el sustrato llegara a estar completamente seco antes, será momento de regarlo.
Es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Si quieres intensificar el color rosado de sus bordes, puedes dejarla pasar un poco de sed pero sin dejar que se deshidrate. Por ejemplo, si normalmente la riegas cada 10 días, puedes esperar un par de días más entre cada riego y esto hará que intensifique su color progresivamente. A este proceso se le llama “estresar” la planta.
La Echeveria Lilacina, como la mayoría de las suculentas, se adapta relativamente bien a cualquier sustrato siempre que tenga un buen drenaje que evite encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En general, el sustrato promedio debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de río
Opcional: Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
La temperatura ideal para un buen crecimiento y florecimiento de la Echeveria Lilacina es entre los 18 °C y los 27 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Durante el invierto, puede estar algunos días en temperaturas cercanas a los 5 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta 0 °C cuando está seca, pero no por mucho tiempo.
Hay algunos casos de ejemplares de Echeveria Lilacina que han llegado a soportar temperaturas por debajo de 0 °C pero no de forma prolongada (no más de 1 o 2 días). Normalmente, si se le expone a estas temperaturas por más tiempo, la planta muere rápidamente, por lo que no se recomienda tomar el riesgo.
La Echeveria Lilacina se puede reproducir o propagar por medio de hojas, retoños y semillas. Las opciones más comunes y efectivas son la reproducción por hojas y por retoños, aunque esta última ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu planta.
Algunas personas la reproducen por semillas durante primavera y verano, pero es un método que se utiliza poco porque es más complicado y toma más tiempo que los anteriores.
La ventaja de reproducirla por semillas es que se puede hacer en masa, ya que no te limitas a las hojas o retoños que pueda generar tu suculenta.
La reproduccion es igual que la anterior. Tanto si es por hoja, por semilla, por esqueje o retoño.
Como viste, la Echeveria Lilacina es una suculenta muy llamativa y poco común por el color de sus hojas. Además, es relativamente fácil de cuidar por su flexibilidad para crecer bien tanto en interiores como al aire libre. Sin duda, una buena opción para aquellos que recién inician en el mundo de las suculentas.
La Echeveria Lilacina, también llamada Echeveria Fantasma por su follaje gris plateado pálido, es una suculenta perfecta para contrastar con otras variedades como la Black Prince o la Black Knight.
En verano produce flores de color rosa coral y llega a crecer hasta 8 pulgadas de alto y ancho.
Destaca por ser de las más grandes entre las echeverias pero de crecimiento lento. También es una de las más fáciles de cuidar y propagar.
Suele ser atacada por cochinillas.
Cultivarla en un sitio bien ventilado minimizará los riesgos de plagas y enfermedades.
Retira las hojas muertas del fondo de la planta a medida que crece. Estas hojas muertas proporcionan un refugio para las plagas e incrementan la humedad junto al tallo.
Trasplantar solo cuando la roseta supere los limites de la maceta. Si la maceta queda chica para el tamaño de la roseta quedará el sustrato con menor exposición al aire por lo que retendrá humedad por más tiempo.
Preferentemente deberemos trasplantarla durante estaciones cálidas. Para trasplantarla deberemos asegurarnos de que el sustrato se encuentre totalmente seco. Luego retiraremos suavemente la planta de la maceta. Quitaremos el sustrato de las raíces, asegurándonos de eliminar las raíces podridas o muertas en el proceso. Si en el proceso se produce algún corte deberemos aplicar azufre o canela en polvo sobre la zona afectada.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Nuevo León)
Altura: hasta 8 pulgadas (20 cm)
Iluminación: Puede crecer en ambientes de poca luz pero logra su máxima belleza en ambientes bien iluminados.
Echeveria Lola
La Echeveria Lola también conocida como suculenta lola, es un híbrido creado por Dick Wright con la cruza de la Echeveria Derenbergii y la Echeveria Lilacina, ambas originarias de México.
Las lolitas no crecen muy grandes, generalmente menos de 15 cm de alto y 30cm de ancho. Son relativamente duraderas, y la puedes cultivar como planta de interior o exterior.
Destaca por su abundante floración cuando tiene las condiciones necesarias y por no ser monocárpica, que son plantas que mueren después de florear.
Además, al ser una suculenta tan bonita y compacta, se convirtió en una especie muy popular entre los coleccionistas y amantes de estas plantas.
Cuando se cultiva en lugares con buena iluminación y dependiendo de la época del año, la Echeveria Lola crece con hojas de color verde claro con algunas tonalidades de lila y las puntas de un color rosáceo. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, mantiene su tono verde claro pero con muy pocas o nulas tonalidades lila.
Es una suculenta con ritmo de crecimiento moderado y de tamaño no muy grande pues su roseta llega a crecer hasta 15 cm de alto y 30 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color naranja y amarillo con forma acampanada. Las flores brotan de tallos de hasta 20-30 cm que se extienden desde la roseta.
Dato curioso: Conforme va creciendo, la Echeveria Lola puede desarrollar un tallo muy largo que pudiera dar la sensación de que se está etiolando. Sin embargo, esto es algo normal en esta suculenta y no deberías de alarmarte. La clave para detectar una etiolación está en la separación de sus hojas y no en el tamaño del tallo.
La Echeveria Lola es una suculenta que debe cultivarse preferentemente bajo sol directo, ya que necesita de buena iluminación para tener un crecimiento sano y constante.
Sin embargo, si vives en un lugar donde las temperatura llega a subir por encima de los 35 °C, te recomiendo ponerla en un espacio donde esté en semisombra o luz filtrada durante las horas de sol más intenso (12pm a 3pm).
Se recomienda una exposición de al menos 5 a 6 horas de sol directo al día, aunque puede exponerse durante todo el día y no debería haber mayor problema, es una suculenta que soporta bien la exposición al sol.
Recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que, cuando la pongas en tu casa, no la expongas a la cantidad de horas recomendada previamente. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de horas.
Por último, como cada espacio, condiciones de luz y temperatura son distintos dependiendo de tu casa y la ciudad en la que vivas, es importante poner atención en estos dos puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si ves la roseta se cierra demasiado o sus hojas comienzan a presentar quemaduras (manchas negras) o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
Gracias al tamaño y grosor de sus hojas, la Echeveria Lola retiene una cantidad considerable de agua, por lo que no es una planta que deba regarse constantemente.
La frecuencia de riego recomendada para esta suculenta es la siguiente:
Cada 7 a 8 días en primavera y verano
Cada 10 a 15 días en otoño
Cada 20 a 30 días en invierno
Estos rangos de frecuencia pueden variar dependiendo de las condiciones del lugar en donde vivas. La única regla que nunca falla es esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar la planta. Nunca la riegues cuando el sustrato todavía está húmedo porque esto pudiera causarle daños graves y provocar que se pudra.
La diferencia en la frecuencia durante el invierno se debe a que, por las bajas temperaturas, el agua se evapora más lento que en las otras estaciones.
Además, el frío puede hacer que la suculenta reduzca sus raíces, necesitando así menos cantidad de agua para sobrevivir.
La Echeveria Lola se puede cultivar tanto en macetas como en suelo de jardín.
Si decides plantarla en el suelo, te recomiendo que sea sobre algún pequeño jardín de crasas o suculentas. Este, al ser una estructura con cierta elevación sobre el nivel del suelo, permiten un mejor escurrimiento del agua, algo muy importante sobre todo durante los temporales de lluvia.
Si prefieres cultivarla en maceta, la Echeveria Lola prefiere el sustrato común para la mayoría de las suculentas que permite un drenaje rápido y evita encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En general, el sustrato promedio debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de río
Opcional: Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos.
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
La temperatura ideal para un constante crecimiento y florecimiento de la Echeveria Lola es entre los 20 °C y los 26 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Durante el invierno, puede estar algunos días en temperaturas cercanas a los 7 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta 5 °C cuando está seca, pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si vives en un lugar con temperaturas más bajas que sean constantes durante el invierno, lo más recomendable será ponerla en un invernadero o dentro de casa.
La Echeveria Lola se puede reproducir o propagar por medio de hojas, retoños y semillas. La opción más común y efectiva es la reproducción por retoños o separación de hijuelos, aunque esta ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Hay personas que la reproducen por hojas e incluso por semillas, pero estos son métodos más lentos y con una tasa de éxito más baja. Se reproduce igual que las anteriores.
Está bonita suculenta está formada por una roseta con hojas de color verde grisáceo pálido y sutiles tonos púrpura con luz brillante. En el verano produce flores de color naranja rosado.
Llega a crecer hasta 6 pulgadas de alto (15 cm) con algunas rosetas que crecen hasta 12 pulgadas (30 cm) de ancho.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: Híbrido
Altura: hasta 6 pulgadas (15 cm)
Iluminación: Prefiere los lugares bien iluminados en donde pueda recibir sol directo ya sea por las mañanas o las tardes. En algunos lugares se puede cultivar a pleno sol.
Echeveria Peacockii
La suculenta Echeveria Peacockii, también conocida como Echeveria Desmetiana o Echeveria Peacock, es una especie originaria de México, en el estado de Baja California Norte, y de Estados Unidos, en la parte sur del estado de California.
Destaca por ser una suculenta atractiva y fácil de cuidar que crece bien tanto en interiores como al aire libre, ideal para principiantes.
Esta suculenta está formada por grandes rosetas de hojas de color gris azulado o plateado con terminación en punta.
La Echeveria peacockii tiene una situación confusa en cuanto al nombre y la morfología entre una y otra.
La primer planta que se popularizó como peacockii (en 1875) es de hojas con puntas triangulares. En 1905 el investigador Joseph Nelson Rose viaja a Tehuacán, Puebla, y encuentra una Echeveria muy similar y la bautiza como subsessilis.
Tiempo después de observarlas y analizarlas en cultivo, además de estudiar la inflorescencia, llegan a la conclusión que es la misma planta (peacockii y subsessilis), sólo con variabilidad morfológica por el polimorfismo natural propio del género.
Es así que subsessilis pasa a ser sinónima de peacockii, al igual que desmetiana.
Actualmente se sabe que la descripción de subsessilis es la única que menciona la distribución de manera certera, ya que ni peacockii ni desmetiana coincide con el lugar de origen de la planta.
La descripción de desmetiana habla de que la planta crece en alta montaña, y peacockii o subsessilis crece en un valle tipo matorral. La población más alta que se ha encontrado hasta el momento es de 2,400 metros sobre el nivel del mar. Y eso no es aún alta montaña.
Aún nadie ha hecho el cambio de nombre de peacockii a desmetiana de manera científica, así que para la ciencia aún se sigue llamando peacockii.
Los cultivadores las ven un poco diferentes y necesitan distinguirlas para poderlas clasificar y vender. Las siguientes fotografías son de ejemplares en sus hábitat natural.
Iluminación: de semisombra a pleno sol
Altura: crece hasta 20-30 cm de alto y 15-20 cm de ancho
Sustrato: drenaje rápido
Riego: normal a bajo
Temperatura mínima: 0°C
Reproducción: por semillas, retoños y esquejes de hojas o tallo
Origen: México (Baja California Norte) y Estados Unidos (California)
La Echeveria Peacockii es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Desmetiana crece con hojas de color azul plateado y, a menudo, con las puntas rojas. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono de azul más pálido y con poca o nula tonalidad roja en sus puntas.
Es una suculenta de tamaño mediano pues su roseta llega a crecer hasta 20-30 cm de alto y 15-20 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color naranja y rojo intenso, con algunas tonalidades amarillas en el centro. Las flores brotan de tallos largos y delgados que se extienden desde el centro de la roseta.
A la Echeveria Peacockii le encanta el sol y requiere de mucha iluminación para tener un crecimiento saludable. Se recomienda al menos 5 horas de sol directo o 7-8 horas de sol indirecto al día.
Cuando se cultiva en interiores se le debe dar la mayor cantidad de luz posible, ya sea en una ventana o muy cerca de un balcón o terraza.
Si se cultiva en exteriores, sobre todo en climas muy cálidos, lo recomendable es poner la Echeveria Peacockii en un lugar donde reciba sombra durante las horas de la tarde, cuando el sol está más intenso.
Siempre recuerda que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que no la expongas a esta cantidad de horas de sol cuando la pongas en tu casa. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de horas.
En cuanto al riego, la Echeveria Peacockii retiene mucha agua en sus hojas y tallos como la mayoría de las suculentas con hojas gruesas.
Por eso debes tener mucho cuidado con el riego de esta suculenta para evitar que se pudra. Debes esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regarla. Nunca la riegues si el sustrato todavía está húmedo porque podría comenzar a pudrirse.
En lo personal, he visto que esta suculenta tiene buena tolerancia a la sequía, una razón extra para evitar regarla más de lo necesario.
Como un estándar para lugares sin climas extremos, una rutina de riego normal sería cada 7-10 días durante el verano, y cada 2-3 semanas durante el invierno. Sin embargo, siempre es importante revisar la humedad en el sustrato por encima de cualquier rutina.
Es importante aclarar que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca en las hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Si quieres intensificar el color azul de sus hojas, puedes dejarla pasar un poco de sed pero sin dejar que se deshidrate. Por ejemplo, si normalmente la riegas cada 9 días, puedes esperar un par de días más entre cada riego y esto hará que intensifique su color. A este proceso se le llama “estresar” a la planta.
La Echeveria Peacockii, como la mayoría de las suculentas, se adapta relativamente bien a cualquier sustrato siempre que permita un drenaje rápido para evitar encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más poroso como grava o piedra volcánica. Con esto evitarás que retenga mucha agua y termine pudriéndose.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje. Al ser poco tolerante a la humedad y al exceso de agua, hay que tener precaución en el cuidado de la Echeveria Desmetiana.
La temperatura ideal para un buen crecimiento y florecimiento de la Echeveria Peacockii es entre los 18 °C y los 28 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas más altas y bajas.
Puede estar por algunos días en temperaturas cercanas a los 5 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta 0 °C pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si se expone a estas temperaturas tan bajas por más tiempo, lo más probable es que muera rápidamente.
La Echeveria Peacockii se puede reproducir o propagar por medio semillas, retoños y esquejes de hojas. La opción más común y efectiva es la reproducción por retoños o hijuelos, aunque esta ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu planta.
Algunas personas la reproducen por semillas durante primavera y verano, pero es un método que se utiliza poco porque es más complicado y toma más tiempo que los anteriores.
La ventaja de reproducirla por semillas es que se puede hacer en masa, ya que no te limitas a los esquejes o retoños que pueda generar tu suculenta.
Aunque es un proceso lento, la Echeveria Peacockii se puede reproducir bien a través de sus hojas cuando el método se hace correctamente y se dan los cuidados necesarios. Elproceso es el mismo que las anteriores.
Las semillas de la Echeveria Peacockii las puedes obtener comprándolas en alguna tienda especializada o de manera natural con la polinización de las flores de la planta. Mismo proceso anterior.
Por lo general, las semillas germinan entre 1 y 2 semanas después y quedan listas para trasplantarse después de unos 2 o 3 meses.
La temporada ideal para trasplantar los retoños es durante la primavera porque es cuando crecen y se reproducen más rápido. Sin embargo, no es una regla ni significa que no puedas hacerlo en otra época, simplemente crecerán más lento.
Este método, al tratarse de pequeñas plantas completas, es muy efectivo y permite que la planta se adapte a su nuevo hogar rápidamente.
Durante el verano produce flores de color rojo o naranja y llega a crecer hasta 12 pulgadas de alto con hojas de entre 2 y 3 pulgadas.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México y California
Altura: hasta 12 pulgadas (30cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado pero evitando recibir el sol directo.
Echeveria Pulvinata
La suculenta Echeveria Pulvinata, también conocida como Echeveria Peluda, Echeveria Terciopelo o suculenta pulvinata, es una especie originaria de México, principalmente en el estado de Oaxaca.
Es muy conocida por sus hojas suaves y peluditas que parece que fueran de peluche y le dan un toque que resalta frente a otras suculentas. Son de color verde claro grisáceo cubiertas por unos pelillos que dan la sensación de aterciopelado.
También se hizo popular por los múltiples híbridos que se han hecho con ella, algunos de los más conocidos son la Echeveria Bombycina, la Echeveria Morvan y la Echeveria Pulvicox.
En esta guía aprenderás todo lo que debes saber sobre las características, cuidados y reproducción de la Echeveria Pulvinata.
Puede llegar a crecer hasta unas 12 pulgadas de alto y 4-6 pulgadas de ancho. Sus flores son pequeñas con tonalidades rojas o naranjas.
También destaca por ser de las más grandes entre las echeverias pero de crecimiento lento. Además, es otra de las más fáciles de cuidar y propagar.
Con más frecuencia durante la primavera y verano, produce pequeñas flores de color amarillo y rojo de hasta 1 cm de diámetro y una forma acampanada.
Las flores brotan de tallos desde 8 hasta 20 cm de longitud que se extienden desde la roseta.
Para lograr un crecimiento constante y saludable, lo recomendable es tener a la Echeveria Pulvinata en un lugar donde reciba sol directo durante las primeras horas de la mañana y quede en semisombra después de mediodía, cuando el sol está más intenso, sobre todo en primavera y verano, cuando las temperaturas son más altas.
También puede ser en un lugar donde sólo reciba luz directa durante las últimas horas de la tarde y esté bajo semisombra el resto del día.
Si por las condiciones de tu casa no te es posible ninguna de estas dos opciones, también puedes tenerla bajo una malla sombra durante todo el día. La malla debe ser de luz filtrada pero no estar demasiado tupida o cerrada como para que cubra los rayos del sol por completo y deje la suculenta bajo sombra total.
Estas opciones me han funcionado muy bien con esta y otras echeverias similares. Sin embargo, como cada espacio, condiciones de luz y temperatura varían dependiendo de tu casa y la ciudad en la que vivas, es importante poner atención en estos tres puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Cuando sus hojas vayan perdiendo esa tonalidad verde claro o se pongan de un color verde más oscuro, lo más probable es que le falta más exposición al sol, ya que su color en estado normal no debería tener tonalidades tan oscuras.
Además, si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si sus hojas comienzan a presentar quemaduras (manchas negras) o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
Por el grosor de sus hojas, la Echeveria Pulvinata retiene una cantidad considerable de agua, por lo que no es una planta que deba regarse demasiado. La frecuencia de riego recomendada para esta suculenta peluda es la siguiente:
Cada 7 a 10 días en primavera y verano
Cada 12 a 14 días en otoño
Cada 20 a 30 días en invierno
Estas frecuencias pueden cambiar dependiendo de las condiciones del lugar en donde vivas. La única regla que nunca falla es esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar la planta. Nunca la riegues cuando el sustrato todavía está húmedo porque esto pudiera causarle daños graves y provocar que se pudra.
La diferencia en la frecuencia durante el invierno se debe a que, por las bajas temperaturas, el agua se evapora más lento que en las otras estaciones.
Además, las bajas temperaturas pueden provocar que la suculenta reduzca sus raíces, necesitando así menos cantidad de agua para sobrevivir.
Por último, no olvides que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca sobre sus hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
Puedes cultivar a la Echeveria Pulvinata tanto en macetas como en suelo de jardín.
Si decides cultivarla en suelo, te recomiendo que sea sobre algún pequeño jardín de crasas o suculentas. Este, al ser una estructura con cierta elevación sobre el nivel del suelo, permiten un mejor escurrimiento del agua, algo muy importante sobre todo durante los temporales de lluvia.
Si prefieres plantarla en una maceta, la Echeveria Pulvinata prefiere el sustrato común para la mayoría de las suculentas que permite un drenaje rápido y evita encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En general, el sustrato promedio para la gran mayoría de las suculentas debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de río
Opcional: Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
La temperatura ideal para un crecimiento sano y un buen florecimiento de la Echeveria Pulvinata es entre los 18 °C y los 26 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas fuera de este rango.
Con respecto al frío, es una suculenta que resiste heladas ligeras siempre que haya pasado por un proceso previo de aclimatación a las condiciones del lugar. Puede estar varios días en temperaturas cercanas a los 5 °C sin dañarse. Incluso, en algunos casos puede soportar bajas de hasta 0 °C cuando el sustrato está seco, pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si vives en un lugar donde el invierno tiene temperaturas por debajo de esos niveles y de forma constante, lo más recomendable será ponerla en un invernadero o dentro de casa.
Como suele pasar con las echeverias y otras familias de suculentas, estas pueden ser atacadas por distintas plagas e insectos que varían dependiendo principalmente de las condiciones climáticas.
Las plagas más comunes que atacan a la Echeveria Pulvinata son los nematodos, caracoles, el pulgón – sobre todo durante su etapa de floración – y la cochinilla algodonosa, que por lo regular se aloja en la base de sus hojas o en las intersecciones entre estas.
Para prevenir el ataque de estas plagas puedes utilizar insecticidas orgánicos como el aceite de neem o jabón potásico, aplicándolos en la suculenta cada 10 a 15 días. Si prefieres utilizar insecticidas químicos, lo recomendable es aplicarlos una vez al mes.
También es importante mantener la planta sana y con los nutrientes necesarios para que las plagas se vean menos atraídas hacia ésta.
La Echeveria Pulvinata se puede reproducir o propagar por medio de hojas, esquejes y semillas. La opción más común y efectiva es la reproducción por esquejes. Igual que las anteriores.
El esqueje de tallo, al tratarse de un grupo de hojas brotando de una o varias ramificaciones de tallo, suele dar raíces en poco tiempo.
Sigue estos pasos para reproducir la echeveria peluda por esquejes de tallo:
Escoge el esqueje de tallo a cortar: De preferencia elige uno que ya tenga su roseta bien formada y de buen tamaño para que el desarrollo de las raíces sea más rápido.
Corta el esqueje: Una vez escogido, corta el esqueje de tallo con mucho cuidado usando un cuchillo, tijeras o cutter previamente esterilizados con alcohol. Es importante que el corte del tallo sea horizontal para facilitar el proceso de cicatrización de la herida y una vez plantado en el sustrato pueda generar raíces más rápido.
Deja libre la base del tallo: Una vez cortado el esqueje, debes desprender las hojas de más abajo para dejar la base del tallo libre para facilitar la generación de raíces, con 1 o 2 cm será suficiente.
Deja secar la herida: Como la herida queda húmeda, es recomendable dejar secar el esqueje por 1 o 2 días hasta que se forme su callo. Déjalo en un lugar donde circule bien el aire, que no le dé el sol directo y que quede en posición vertical (colgando o sosteniéndose de algo) para favorecer el proceso de cicatrización.
Pasa el esqueje a una maceta: Cuando ya esté cicatrizado el esqueje, pásalo a una maceta con sustrato y no lo riegues hasta 5 a 7 días después. Esto es para que el corte pueda seguir cicatrizando y salgan unas raíces más sanas y resistentes.
Después del primer riego, mantén la planta con los cuidados normales mencionados previamente.
Características principales
Iluminación: pleno sol (mañana) y semisombra (tarde)
Altura: crece hasta 30 cm de alto y 15-20 cm de ancho
Sustrato: drenaje rápido
Riego: normal
Temperatura mínima: 0 °C
Reproducción: por hojas, semillas y esquejes
Origen: México (Oaxaca)
Nombres comunes: echeveria peluda, echeveria terciopelo y suculenta pulvinata.
La Echeveria Pulvinata es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Pulvinata crece con hojas de color verde claro con sus bordes color rojo. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono verde más oscuro y los bordes pierden su tonalidad roja.
Es una suculenta de crecimiento moderado y tamaño mediano pues su roseta llega a crecer hasta 30 cm de alto y de 15 a 20 cm de ancho.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Oaxaca)
Altura: hasta 12 pulgadas (30cm)
Iluminación: Preferentemente sol directo pero también en interiores (semi-sombra) con luz abundante.
Como viste, la Echeveria Pulvinata es una suculenta exótica no sólo por su combinación de tonalidades verde y rojo sino también por todos esos pelitos que recorren sus hojas y la hacen ver como si fuera una suculenta de terciopelo.
Echeveria Secunda
La Echeveria Secunda, también conocida como Echeveria conchita, tiene una roseta de hojas con tonalidades azules y verdosas.
La suculenta Echeveria Secunda, también conocida como tememetla, echeveria conchita o suculenta conchita, es una especie originaria de México, principalmente en los estados del centro como Hidalgo, Puebla, Morelos y Ciudad de México.
Destaca por su buena tolerancia al frío, siendo una de las más resistentes de todo el género de las echeverias. Además, también es muy famosa por la gran simetría de su roseta, lo que la ha convertido en una de las echeverias más atractivas y deseadas por los coleccionistas.
Características principales
Iluminación: pleno sol
Altura: crece hasta 15 cm de alto y 10-15 cm de ancho
Sustrato: drenaje rápido
Riego: normal
Temperatura mínima: -8 °C
Reproducción: por hojas, semillas, retoños
Origen: México (Hidalgo, Puebla, Morelos y CDMX)
Nombres comunes: echeveria conchita, suculenta conchita o tememetla
La Echeveria Secunda es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Secunda crece con hojas de color verde azulado con orientación hacia arriba, simulando la forma de las rosas comunes. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono un poco verdoso con muy pocas o nulas tonalidades azules.
A finales de la primavera y durante el verano, suele producir flores de pétalos rojizos o naranjas con las puntas amarillas. Es relativamente fácil de cultivar y alcanza unas 6 pulgadas (15 cm) de alto y 4-6 pulgadas (10-15 cm) de ancho.
Es una suculenta chica pues su roseta llega a crecer hasta 15 cm de alto y 10-15 cm de ancho.
Durante la primavera y verano, produce flores de color amarillo con la base de tonalidades rojizas y una forma acampanada. Las flores brotan de tallos de hasta 30 cm que se extienden desde la roseta.
La Echeveria Secunda es una suculenta que debe cultivarse en sol directo pues necesita de buena iluminación para tener un crecimiento sano y constante.
Se recomienda una exposición de al menos 5 a 7 horas de sol directo al día, aunque puede exponerse durante todo el día y no habrá problema, es una suculenta que soporta bastante bien la exposición al sol.
No olvides que si en el vivero donde la compraste recibía luz filtrada bajo una malla sombra o algo similar, es importante que, cuando la pongas en tu casa, no la expongas a la cantidad de horas recomendada previamente. Debes permitirle aclimatarse progresivamente, poco a poco hasta que se acostumbre.
Una vez que esté adaptada al sol directo por varias horas, puedes exponerla la cantidad normal de horas.
Sin embargo, como cada espacio, condiciones de luz y temperatura son distintos dependiendo de tu casa y la ciudad en la que vivas, es importante poner atención en estos tres puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Cuando sus hojas vayan perdiendo esa tonalidad verde azulado o se pongan de un color muy verdoso, lo más probable es que le falta más exposición al sol, ya que su color en estado normal, aunque tiene algunos verdes degradados, también tiene varias tonalidades azules.
Además, si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si sus hojas comienzan a presentar quemaduras (manchas negras) o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
Como retiene una cantidad considerable de agua en sus hojas debido a su grosor, la Echeveria Secunda no es una planta que deba regarse demasiado. La frecuencia de riego recomendada para esta suculenta es la siguiente:
Cada 7 a 9 días en primavera y verano
Cada 10 a 15 días en otoño
Cada 20 a 30 días en invierno
Estos números pueden variar dependiendo de las condiciones del lugar en donde vivas. La única regla que nunca falla es esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar la planta. Nunca la riegues cuando el sustrato todavía está húmedo porque esto pudiera causarle daños graves y provocar que se pudra.
La diferencia en la frecuencia durante el invierno se debe a que, por las bajas temperaturas, el agua se evapora más lento que en las otras estaciones.
Además, el frío puede hacer que la suculenta reduzca sus raíces, necesitando así menos cantidad de agua para sobrevivir.
Por último, no olvides que el riego se debe realizar sobre el sustrato y nunca sobre sus hojas, ya que esto podría provocar hongos en la planta.
La Echeveria Secunda se puede cultivar tanto en macetas como en suelo de jardín.
Si decides plantarla en el suelo, te recomiendo que sea sobre algún pequeño jardín de crasas o suculentas. Este, al ser una estructura con cierta elevación sobre el nivel del suelo, permiten un mejor escurrimiento del agua, algo muy importante sobre todo durante los temporales de lluvia.
Si prefieres cultivarla en maceta, la Echeveria Secunda prefiere el sustrato común para la mayoría de las suculentas que permite un drenaje rápido y evita encharcamientos.
El sustrato, además de tierra, debería incluir algo más suelto o poroso como grava, piedra volcánica o corteza de árbol. Esto evitará que la planta retenga mucha agua y ayudará a que sus raíces crezcan con facilidad.
En general, el sustrato promedio para la gran mayoría de las suculentas debería tener las siguientes proporciones:
50% de sustrato universal con humus de lombriz
30% de grava, piedra volcánica, corteza de árbol o una mezcla de todos
15% de turba o perlita
5% de arena de río
Un poco de cáscara de huevo molida y carbón activo de acuario para prevenir la formación de hongos
Por supuesto, las proporciones de cada material pueden variar dependiendo de la temperatura y humedad del lugar donde vives.
Si no te es posible conseguir todos los materiales, no pasa nada. Lo importante es siempre mantener un mayor porcentaje de materiales inorgánicos para que sea un sustrato ventilado, ligero, con drenaje rápido y no muy alto en nutrientes.
Orgánicos: turba, fibra de coco, humus de lombriz, composta, etc.
Inorgánicos: grava, piedra volcánica, perlita, vermiculita, arena, etc.
Adicionalmente, ayudará mucho tener la maceta con varios orificios para favorecer aún más el drenaje.
El sustrato es un tema que puede variar dependiendo de tu ubicación, por lo que no es una ciencia exacta sino algo experimental. Las recomendaciones anteriores son un estándar de lo que le pudiera servir a la mayoría, pero siempre escoge lo que veas que mejor les resulta a tus suculentas. Esto dependerá de muchos factores como la humedad, temperatura, iluminación, entre otros.
La temperatura ideal para un constante crecimiento y florecimiento de la Echeveria Secunda es entre los 15 °C y los 23 °C. Sin embargo, puede mantenerse en buen estado con temperaturas fuera de este rango.
Con respecto al frío, es una suculenta que resiste muy bien las heladas fuertes y no tiene mayores problemas con temperaturas bajo cero. Puede estar varios días en temperaturas cercanas a los -2 °C sin dañarse. Incluso puede soportar bajas de hasta -8 °C cuando el sustrato está seco, pero no por mucho tiempo (máximo 1 o 2 días).
Si vives en un lugar con temperaturas más bajas que sean constantes durante el invierno, lo más recomendable será ponerla en un invernadero o dentro de casa.
Como es común tanto en suculentas como en otras plantas, estas pueden ser atacadas por distintas plagas e insectos que varían dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de suculenta.
Las plagas más comunes que atacan a la Echeveria Secunda son los nematodos, caracoles, el pulgón – sobre todo durante su etapa de floración – y la cochinilla algodonosa, que por lo regular se aloja en la base de sus hojas o en las intersecciones entre estas.
Para evitar los ataques de estas plagas puedes utilizar insecticidas orgánicos como el aceite de neem o jabón potásico, aplicándolos en la suculenta cada 10 a 15 días. Si prefieres utilizar insecticidas químicos, lo recomendable es aplicarlos una vez al mes.
También es importante mantener la planta sana y con los nutrientes necesarios para que las plagas se vean menos atraídas hacia ésta.
Aunque no es necesario hacerlo, puedes abonar tu Echeveria Secunda para aportarle más nutrientes y mejorar la calidad del sustrato.
Te recomiendo utilizar materiales orgánicos para este propósito y seguir un calendario anual similar al siguiente:
A finales del invierno: cáscara de huevo
Durante la primavera: cáscara de plátano o papa
Mediados del verano: fertilizante de humus de lombriz
Resto del año: dejar descansar a tu suculenta sin ningún abono o fertilizante
Otra opción es comprar fertilizantes para cactus y suculentas en tiendas especializadas de jardinería. Estos deberás aplicarlos una vez al mes.
Si quieres aprender más sobre este tema, te recomiendo echarle un vistazo a nuestra guía de fertilizantes para suculentas donde lo explicamos con más detalle.
La Echeveria Secunda se puede reproducir o propagar por medio de hojas, retoños y semillas. La opción más común y efectiva es la reproducción por retoños o separación de hijuelos, aunque esta ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Hay personas que la reproducen por hojas e incluso por semillas, pero estos son métodos más lentos y con una tasa de éxito más baja.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Querétaro)
Altura: hasta 6 pulgadas (15 cm)
Iluminación: Preferentemente sol directo pero evitando el sol intenso de mediodía.
Sin duda, la Echeveria Secunda es una de las más bonitas de su género, tanto por el color de sus hojas como por la simetría de su roseta.
Además, tiene una muy buena resistencia al frío, una característica poco común en este tipo de plantas. Esto la convierte una excelente opción para aquellas personas que vivan en lugares con este tipo de climas y que normalmente no pueden cultivar suculentas.
Echeveria Setosa
La echeveia setosa es la preciosa variedad más peluda de su familia. Ésta, es una crasa muy carnosa original de México. Las características de la echevería setosa más destacables son su floración en ramillete con pequeñas flores rojizas y una capa de pelo que recubre la totalidad de las hojas de esta planta. Este pelo es utilizado por la planta para acumular humedad y sobrevivir así mejor en los ambientes extremos de los que es original.
Al igual que otras variedades de su familia como la echeveria victor, la subsessilis o la leucotricha; esta planta tiene la increíble capacidad de acumular agua en cada poro. Por eso esta planta peluda es muy apta para tener en el interior de tu casa. Ésta resistirá casi cualquier condición por dura que sea. Puede que no sea tan conocida como su hermana mayor la rosa de alabastro. Pero de la misma manera que ella, esta variedad es ideal para el cultivo en interior y la ornamentación de cualquier tipo de casa.
También conocida por el nombre científico Echeveria pilosa o por su apodo en inglés de mexican firecracker, la Echeveria Setosa es una bonita suculenta formada por una roseta de hojas verdes cubiertas con pequeños pelos blanquecinos que fungen como protectores.
Llega a crecer hasta unas 6 pulgadas (15 cm) de alto y 8-10 pulgadas (20-25 cm) de ancho. Como muchas otras echeverias, durante el verano produce flores con pétalos rojizos y amarillos.
La suculenta Echeveria Setosa, también conocida como Echeveria Pilosa o suculenta setosa, es una especie originaria de México, principalmente en los estados de Puebla y Oaxaca.
Es muy conocida por la cantidad de pelitos que tiene a lo largo de sus hojas que dan la impresión de que la planta fuera de peluche.
También se volvió popular por los múltiples híbridos y variedades que se han hecho con ella debido a que su cultivo es casi a nivel mundial y ha ido sufriendo modificaciones genéticas.
Características principales
Iluminación: pleno sol (mañana) y semisombra (tarde)
Altura: crece hasta 15 cm de alto y 20 cm de ancho
Sustrato: drenaje rápido
Riego: normal
Temperatura mínima: -2 °C
Reproducción: por hojas, semillas, retoños
Origen: México (Puebla y Oaxaca)
Nombres comunes: Echeveria Pilosa y suculenta setosa
La Echeveria Setosa es parte de la familia de las crasuláceas. Crece en forma de roseta con hojas gruesas y carnosas como la mayoría de las echeverias.
Si se cultiva en un lugar con buena iluminación, la Echeveria Setosa crece con hojas de color verde claro con los bordes color marrón. Cuando se cultiva mayormente en semisombra, consigue un tono verde más oscuro y los bordes se pintan de tonalidades verde grisáceo.
Es una suculenta de crecimiento moderado y tamaño chico pues su roseta llega a crecer hasta 15 cm de alto y 20 cm de ancho.
Principalmente en primavera y verano, produce flores de color amarillo con la base de tonalidades rojas y una forma acampanada.
Las flores brotan de tallos de 15 a 20 cm de largo que se extienden desde la roseta y llegan a tener de 6 a 9 flores cada uno.
Actualmente, la Echeveria Setosa se encuentra en un caso peculiar de peligro de extinción. Aunque no es difícil encontrarlas en viveros porque muchas personas la cultivan y comercializan, ya es muy raro (casi imposible) encontrarla en su hábitat natural.
El saqueo constante de esta suculenta provocó su extinción en espacios naturales y ahora pareciera que sólo se puede encontrar a la venta.
Para conseguir que tenga un crecimiento constante y saludable, se recomienda tener a la Echeveria Setosa en un lugar que reciba sol directo durante las primeras horas de la mañana y quede en semisombra después de mediodía, cuando el sol está más intenso.
También puede ser en un lugar donde sólo reciba luz directa durante las últimas horas de la tarde y esté bajo semisombra el resto del día.
Si por las condiciones de tu casa no te es posible ninguna de estas dos opciones, también puedes tenerla bajo una malla sombra durante todo el día. La malla debe ser de luz filtrada pero no estar demasiado tupida o cerrada como para que cubra los rayos del sol por completo y deje la suculenta bajo sombra total.
Estas opciones son las que a me han funcionado sin problemas con esta echeveria. Sin embargo, como cada espacio, condiciones de luz y temperatura son distintos dependiendo de tu casa y la ciudad en la que vivas, es importante poner atención en estos tres puntos incluso por encima de lo mencionado anteriormente:
Cuando sus hojas vayan perdiendo esa tonalidad verde azulado o se pongan de un color verde oscuro, lo más probable es que le falta más exposición al sol, ya que su color en estado normal, aunque tiene algunos verdes degradados, también tiene tonalidades azules.
Además, si notas que entre cada fila de hojas comienzan a separarse mucho y la roseta se empieza a alargar, también será una señal de que necesitan más sol.
Si sus hojas comienzan a presentar quemaduras (manchas negras) o se ven arrugadas a pesar de que han tenido un buen riego, significa que hay un exceso de sol y lo más recomendable será disminuir un poco la cantidad de horas de exposición.
Por sus hojas gruesas y carnosas, la Echeveria Setosa retiene una cantidad considerable de agua, así que no es una planta que deba regarse demasiado. La frecuencia de riego recomendada para esta suculenta es la siguiente:
Cada 8 a 12 días en primavera y verano
Cada 13 a 15 días en otoño
Cada 20 a 30 días en invierno
Estas frecuencias pueden cambiar dependiendo de las condiciones del lugar en donde vivas. La única regla que nunca falla es esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar la planta. Nunca la riegues cuando el sustrato todavía está húmedo porque esto pudiera causarle daños graves y provocar que se pudra.
La diferencia en la frecuencia durante el invierno se debe a que, por las bajas temperaturas, el agua se evapora más lento que en las otras estaciones.
El cultivo de la echeveria setosa es una tarea muy sencilla si sigues los siguientes tres puntos básicos.
Para conseguir un crecimiento óptimo, el mejor sustrato para la echeveria setosa tiene que contener una mayor proporción mineral que orgánica. Personalmente te recomendamos utilizar un sustrato para cactus específico. Con estas tierras te asegurarás que tu planta siempre goce de buena salud.
Para regar la echeveria setosa lo mejor sera comprobar periódicamente el estado de la tierra. Y aplicar agua únicamente cuando ésta comiece a estar seca. Con esto evitaras el encharcamiento y la aparición indeseada de hongos y podredumbre. Recuerda que esta planta es una experta en acumular agua. No necesitará más de lo imprescindible.
Si quieres que u planta crezca y florezca de manera natural, lo mejor será abonar la echeveria setosa con un abono para cactus específico cada primavera, con un periodo de 2 a 3 semanas. Con esto conseguirás una floración correcta y darás los nutrientes necesarios a la planta justo cuando ésta más lo necesita.
A diferencia de otras variedades como la echeveria laui. Esta planta es capaz de retener grandes cantidades de agua a través de su piel, por lo que tendremos que tener cuidado a la hora de regar la planta. Es importante evitar mojar los pelos que la recubren. Dado que un exceso de agua sobre estos generará la aparición de hongos de una manera muy rápida.
¿Dónde plantar una echevería setosa?
Para triunfar en el cultivo de tu echeveria setosa, lo mejor es recordar su hábitat natural. En este caso, ésta es una planta de ecosistemas áridos. Por lo que la mejor manera de cultivarla será:
Sombra ligera, evitar la exposición al sol directa en las horas del día más calurosas.
Usar macetas y jardineras mas anchas que altas.
No necesitan poda.
La multiplicación de la echeveria setosa puede realizarse mediante esquejes o semillas.
Si quieres una copia exactamente igual que la madre, el método que deberás escoger es la reproducción por esquejes.
Para ello, espera a que tu planta genere unos hijuelos basales (normalmente de manera anual). Extrae estos pequeños clones con las herramientas adecuadas y, tras dejar que la herida seque durante al menos 24h, entierra esta nueva planta en un recipiente con tierra nueva y limpia.
Si por el contrario quieres reproducir la echeveria setosa por semillas; lo primero que tendrás que hacer es conseguir que tu planta florezca.
Tras esto, intenta fecundar las flores más sanas (mediante frotación o polinización cruzada). Si consigues fecundar correctamente la planta, en 3 o 4 semanas ésta generará unas pequeñas vainas repletas de semillas, que deberás sembrar en un recipiente nuevo.
Una curiosidad de este tipo de plantas es que pueden llegar a reproducirse también a través de sus hojas, por lo que si extraes una y la plantas a una profundidad de 2/3 de la misma, probablemente consigas que la hoja comience a enraizar por si sola. ¿Parece magia verdad, como en todas las demás?
La Echeveria Setosa se puede reproducir o propagar por medio de hojas, retoños y semillas. La opción más común y efectiva es la reproducción por retoños o separación de hijuelos, aunque esta ocurre de manera natural y no la puedes controlar más allá de cuidar bien a tu suculenta.
Familia: Crassulaceae
Lugar de origen: México (Puebla)
Altura: hasta 6 pulgadas (15 cm)
Iluminación: Lugar bien iluminado pero de preferencia con la luz del sol filtrada y no directa.
Tabla comparativa (Tipos de echeveria)
Tipo de Echeveria | Origen | Altura aprox. | Iluminación |
Echeveria
|
México (Guanajuato, Hildalgo y SLP) |
3-5 pulgadas (8-12 cm) | Sol directo evitando el sol intenso de mediodía |
Echeveria
|
México (Durango, Sinaloa y Chihuahua) | Hasta 6 pulgadas (15 cm) | Sol directo pero con sombra por las tardes |
Echeveria
|
Híbrido | 4-10 pulgadas (10-25 cm) | De preferencia luz filtrada (no directa) |
Echeveria Chihuahuensis
|
México (norte del país) | Hasta 6 pulgadas (15 cm) | Sol directo o interiores con luz abundante |
Echeveria Elegans | México (Hidalgo) | Hasta 8 pulgadas (20 cm) | De preferencia luz filtrada (no directa) |
Echeveria Laui | México (Oaxaca) | Hasta 6 pulgadas (15 cm) | Buena iluminación pero evitar sol directo |
Echeveria Lilacina | México (Nuevo León) | Hasta 8 pulgadas (20 cm) | Soporta tanto ambientes de mucha y poca luz |
Echeveria Lola | Híbrido | Hasta 6 pulgadas (15 cm) | Sol directo por las mañanas o tardes |
Echeveria Peacockii | México y California | Hasta 12 pulgadas (30 cm) | Buena iluminación pero evitar sol directo |
Echeveria Pulvinata | México (Oaxaca) | Hasta 12 pulgadas (30 cm) | Sol directo o interiores con luz abundante |
Echeveria Secunda |
México (Guanajuato, Hidalgo, |
Hasta 6 pulgadas (15 cm) | Sol directo evitando el sol intenso de mediodía |
Echeveria Setosa | México (Puebla) | Hasta 6 pulgadas (15 cm) | De preferencia luz filtrada (no directa) |
– Fuetes y fotos: Global Biodiversity Information Facility, Echeveria Affinis, GardenTags Encyclopedia, Echeveria Affinis, @mumma.of.succas, suculentasvip, Echeveria Black Prince, Texas Agrilife Extension, Echeveria Black Prince, @ross_floral,The Royal Horticultural Society, Echeveria Chihuahuaensis, Royal Botanic Gardens, @ milana.de.balcon,Universidad Autónoma Chapingo, Manual del género Echeveria, Llifle Encyclopedia, Echeveria Laui
Plants of the World Online, Echeveria Laui, @cuentosuculento, Universidad Autónoma de Chapingo, Gobierno de México, Echeveria Peacockii, @cik.kehadapan.kebahagiaan
¿Que opinión te ha quedado de estas plantas?
Como has podido comprobar, existen bastantes tipos de Echeverias, bastantes colores, formas y tamaños. Hay diferencias entre ellas, algunas requieren mas cuidados pero todas son especiales y hermosas.
¿Podrías elegir?
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