No es un adiós es un hasta pronto

Escrito por Marié

31 de diciembre de 2021

No me gusta vivir en el pasado, pero me considero una ferviente admiradora suya. Y tanto a la vida como a la parca las saludo de igual forma. A los que partieron les digo: No es un adiós es un hasta pronto.

Creo que siempre se puede aprender de todo lo que el pasado nos contó y considero que siempre, también, le quedan cosas por decirnos.

Si lo miramos sin dolor, y observando desde la distancia, encontraremos en él infinidad de historias que nos servirán de ejemplo y siempre podemos seguir sus enseñanzas cuando volvemos a observarle.

Mirar al pasado me permite ver a mis ancestros, observar a miembros de mi familia y amigos que ya no están aquí.

Una manera de traerlos al presente es mirando sus fotos, recordando momentos preciosos o no tan bellos a su lado. Y una de las cosas que más me fascina es imaginar como fue su vida antes de mi nacimiento, o cuando yo no estaba en su compañía.

Todos me proyectaron algo, algunos temían a los muertos, y otros los respetaban y los honraban, yo comparto esta manera de recordarlos, sin temerlos, como igualmente no les temo a ellos que ya están en ese lado.

Cuando necesito mirar una foto de alguno de ellos, busco entre mis álbumes o en mis discos duros. No obstante de algunos no tengo fotos y debo conformarme con mis recuerdos.

Abundancia, Amor y Plenitud : ORACIÓN SISTÉMICA A LOS ANCESTROSSi siento la necesidad de su cercanía, de recordar sus palabras, su forma particular de hacer las cosas. Si me embarga la añoranza, converso con ellos.

Para ello miro una fotografía o le hablo a su visión.

Hablo con ellos como cuando estaban conmigo y, no voy a decir siempre, pero la mayoría de las veces obtengo respuestas. Y sé que son suyas, porque cada uno de ellos tenía una manera de hablar y un modo de pensar, que veo reflejados en las respuestas. Para mí es muy gratificante.

Hay días en que en mi mente aparece un nombre. Ese día necesito escribir sobre la persona dueña del nombre, necesito honrarla de alguna manera, es como una llamada.

Si me ocurre en la calle, pronuncio su nombre en voz baja o en mi mente, si hay personas cerca. Les comunico lo que me viene en ese momento a la memoria. Cuando estoy sola, busco un banco apartado, en un parque con árboles si es posible, y allí dentro del silencio, hablo con ellos.

Si la persona que aparece en mi recuerdo cumpliría años cerca de la fecha, intento honrarla escribiendo alguna vivencia o recordando como sería su nacimiento. Incluyendo su lugar de origen y sus fechas de principio y retorno.

Otra de mis costumbres y gustos, es atesorar algún recuerdo físico de cada persona que viajó. Pues otras memorias están impresas para siempre en mí.

Por poner algún ejemplo, aunque de alguna persona son muchos: de mi abuela Carmen tengo un abanico y sus hilos de bordar (que todavía uso), de mi abuela Esperanza, sus diademas y alguna de sus blusas; varios trozos de madera del taller de mi padre, junto con alguno de los pañuelos que solía usar.

Ciertamente de él tengo bastantes más cosas, muchos de mis cuadros están pintados en retales de sus tableros, y muchos de mis muebles están confeccionados por sus manos.

De él estoy rodeada, estoy inmersa en sus recuerdos, su energía, su esencia.

Es imposible no pensar en él a diario.

Y por supuesto noto la fuerza que todas y cada una de estas cosas conservan, sintiéndolos todavía más cerca si cabe.

Pensar en ellos me hace sentir siempre acompañada, los percibo en todos los planos, es muy gratificante notar estas sensaciones.

Otras veces me gusta recordarles escuchando alguna de sus canciones preferidas, esas que ellos tarareaban.

Me gusta sentir lo que ellos sentían al escucharlas.

Aunque a cada persona nos activa la sangre diferente música, cuando escucho esas canciones o coplas que ellos disfrutaban, regresan a mi lado.

Boleros, flamenco, chotis… incluso alguna letrilla que mi abuelo Francisco tarareaba simulando el sonido de una guitarra, o poemas que inventaba para mi abuela en estas fechas navideñas. Flamenquito de mi abuelo Curro: Mi niña Lola, otra de las coplas con las que crecí y que me sigue electrizando o los campanilleros, típico de estas fechas… todavía no he logrado escucharlo sin emocionarme…

Todos estos recuerdos me devuelven sentimientos, lágrimas silenciosas de emoción, menos veces de tristeza y muchísimas veces de alegría.

En noches que no puedo dormir, que no son muchas, me levanto y prendo una velita, lo hago en honor de la primera persona que me viene a la mente. Y siento como se acerca a mí mediante esta luz. Siento como ella le sirve de guía para encontrarme. Y si lo que siento no es muy agradable, igualmente prendo una vela para pedir bendiciones para ellos, y para enviarles mi agradecimiento.

Cada persona querida, que ha viajado a la eternidad, ha dejado una huella imborrable en mí y creo que debo escribir de todos y cada uno de ellos, pero será en otras ocasiones. Mi cariño está con todos e independientemente de como fuesen sus vidas, yo honro lo que hicieron conmigo, tanto las cosas buenas que nos hicieron reír, como las malas que nos hicieron crecer.

En otras ocasiones uso diferentes procedimientos para que me acompañen, para seguir conectada a ellos, mis raíces. Y sé que ellos me acompañarán a cruzar la línea entre la vida y la muerte cuando tenga que viajar a su encuentro. Pido que sea lejano el momento en que esto suceda, pero acepto lo que tenga que suceder. Desde ese momento sé que seré también ayuda para los amores que aquí continúen.

Estos dos últimos años han sido años duros para muchas familias, de despedidas dolorosas. Unas esperadas, por conocidas, y otras totalmente inesperadas, pero todas profundamente sentidas.

Por esta razón, para despedir este año 2021, quiero ofrecer un homenaje, especialmente, a todos los seres queridos que han abandonado este plano en tan corto periodo de tiempo. Pero también a todas las personas que igualmente lo han hecho, aunque me sean desconocidas.

Deseo que todos estén tranquilos y puedan encontrar luz en su nuevo hogar. También a todos sus familiares, para que encuentren paz y esperanza.

En especial honor a, los que en muy poco tiempo han marchado, mi tíos: Julián y Fidela, Antonio y Encarna, Julián y Carmen, Reyes y Pepa, y mi tía abuela Elisa, para mí, mi última abuela. Con todos he tenido infinidad de vivencias y todos me dejaron su impronta especial.

Estas fechas van a ser difíciles para vuestros descendientes y seres queridos. Deseo que, desde donde estáis, les hagáis sentir que seguís aquí con ellos para ayudarles en su camino.

Para ellos y para todos, los que bastantes años antes que ellos viajaron a la eternidad, es mi texto de hoy.

Siempre presente, el primer hombre y gran amor de mi vida: mi padre.

A mis abuelos, Francisco y Carmen, Curro y Esperanza.

Para dos de las perdidas más abrumadoras de mi vida, mi prima Mari Carmen, una gran maestra y persona, y mi primo y grandísimo amigo Armando, al que no tuve la fuerza suficiente de despedir como merecía… siempre estarán en mi recuerdo.

Siempre os encuentro cuando os llamo. Gracias.

– Fuente de la foto: gris bravo 

 

¡Y en este día de términos, de cierres, siento gratitud por mi vida y por cada ser que ha contribuido a que en este instante esté escribiendo!

¡Honro mi linaje, a todos los que me precedieron en mí caminar!

¡Puedo sentir sus huellas integradas en mi persona y la alegría de estar en esta vida!

¡Como cada año, deseo que el próximo siempre sea mejor para todos!

¡Bienvenido 2022!

 

¡Namasté!

4 Comentarios

  1. Lola Muñoz

    Como siempre me ha llegado al corazón y está vez no he podido dejar de llorar, gracias por tus preciosas palabras.

    Responder
    • Marié

      Muchas gracias Loli.

      Siento haberte hecho llorar, pero sienta bien de vez en cuando.

      Me alegro de que te haya gustado.

      Un abrazo.

      Responder
  2. Ana Rosa

    Es precioso Marié!!!! Pero precioso de verdad… 😍😍😍😍😍

    Responder
    • Marié

      Muchas gracias Ana.

      Sé que todos lo que tenemos seres queridos en ese lugar invisible, entendemos mi dedicatoria.

      Me alegro mucho de que te haya gustado.

      Un abrazo.

      Responder

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