Desvelando los secreteos de las suculentas

Escrito por Marié

28 de abril de 2021

Vamos a intentar estudiar lo necesario para cultivar suculentas

 

Estas plantas que hemos crecido viendo en las terrazas de nuestras madres y abuelas, se están convirtiendo en las favoritas de gran cantidad de personas. Desvelando los secreteos de las suculentas, vemos que son plantas que almacenan gran cantidad de agua en sus hojas, tallos y raíces. Sus hojas suelen ser gruesas y carnosas, y varían mucho de unas especies a otras. Esta característica las permite sobrevivir bastante tiempo en épocas de sequía.

Esta adaptación hace que las suculentas tengan un aspecto peculiar e impresionante, con formas sorprendentes y casi imposibles, que dan a nuestras terrazas, casas o jardines unos toques casi mágicos.

Se las conoce también como plantas crasas, por sus hojas carnosas. No pertenecen a una sola familia de plantas, sino que se pueden encontrar bastantes familias de estas peculiares plantas. Los Aloes, cactus y los agaves son algunos ejemplos de suculentas.

La diferencia es que todos los cactus son suculentas, pero no todas las suculentas son cactus, los cactus son plantas carnosas que almacenan agua, pero no tienen hojas, se podría decir que sus espinas son sus hojas.

Los cactus son simplemente una subcategoría dentro de la familia de las suculentas.

Hay muchas familias de suculentas y muchas veces se difiere sobre que planta es suculenta y cuál no Hay veces que esto dificulta el trabajo de clasificación.

La mayoría prefiere temperaturas cálidas y no soporta temperaturas frías. Son bastante resistentes y fáciles de cuidar. Aunque el agua almacenada en sus hojas, puede dar lugar a la congelación de la planta y a su muerte, si sufren bajas temperaturas. Existe alguna excepción como algunas especies de sedum y sempervivums.

Lo más importante es la luz, ya que deben recibirla en abundancia durante bastante tiempo. Pero en ocasiones un exceso de temperatura o sol pueden dar lugar a un cambio de color en las suculentas. Pueden cambiar a tonos naranjas, rosas, rojos o púrpuras. Realizar esta práctica suele llamarse estresar a las suculentas y se dice popularmente que las suculentas se sonrojan cuando se estresan.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas variedades no toleran bien demasiadas horas de luz solar directa, así que las ubicaremos en lugares donde el sol incida varias horas al día, pero también tengan algunas horas de sombra.

El riego no debe ser excesivo. En invierno puede ser suficiente con regar una vez al mes y en verano una vez a la semana. Un riego adecuado garantiza un buen crecimiento y floración. Hay que estudiar bien cada caso.

Es importante que la tierra no esté demasiado húmeda y que las raíces no se encharquen de agua, ya que de este modo se pudren y mueren.

Una forma interesante de regarlas si las tenemos en una maceta es por inmersión, desde abajo. Introduciendo la maceta hasta la mitad en un recipiente con agua durante 5 minutos y dejando luego que se drene el exceso de agua, así conseguiremos regarla sin que el agua afecte a la base de la planta ni al tallo.

Lo primero que tienes que saber es que el nombre de crasas o suculentas no es ningún taxón (la taxonomía se ocupa de la clasificación de los seres vivos, encuadrándolos en categorías como orden, familia o género) que integre las diferentes familias de estas plantas, sino que es un término coloquial que quiere expresar una cosa: Plantas que acumulan agua en alguna parte de su estructura.

La evolución de estas amadas plantas llamadas suculentas, es convergente. ¿Qué significa?

Sencillamente que durante los millones de años de evolución y a lo largo de la extensión de nuestro pequeño planeta, distintas plantas han desarrollado características similares para adaptarse al medio en el que viven.

Aunque sean distintas, como digo, muestran características similares en cuanto a fisionomía (aspecto externo y característico que muestra o se da a una cosa) y fitología (estudia la estructura, las características, las propiedades y las relaciones de los vegetales y sus procesos vitales). Esto no significa que tengan un origen común, sino que provienen de diferentes familias y evolucionaron en especies similares. Por eso hay dificultad en clasificar algunas de ellas

Por ello, hoy día, se pueden considerar suculentas, a plantas que taxonómica mente no tienen nada que ver entre ellas.

El problema que encontramos al estudiar la taxonomía de las plantas suculentas es que continuamente se encuentran nuevas especies o se hibridan unas con otras, por lo que no existe una clasificación definitiva de especies y a veces lo que se consideraba un género, pasa a ser familia o a integrarse en otra subfamilia.

Tampoco debes extrañarte si ves que una familia que puedes considerar que está compuesta por plantas suculentas, a su vez tiene géneros de plantas que no son en ningún caso consideradas suculentas.

Es el caso de la Familia Agavaceae, donde se incluye los géneros de agaves y a su vez los géneros de Hostas, cuando no son plantas parecidas en ningún aspecto.

Vamos a ver las diferentes tipos de familias, características y origen de las suculentas, para optimizar sus cuidados.

En cuanto al origen de las suculentas, podemos decir que prácticamente se encuentran en hábitats a lo largo de todo el mundo.

Si bien es cierto que en su estado natural las encontraremos en zonas de escasez de agua, muchas de ellas se han naturalizado en zonas geográficas donde antes no se encontraban.

La globalización y el desarrollo humano, las han dispersado por todo el planeta y muchas están a fácil disposición para que las disfrutemos en nuestras terrazas y jardines.

Características principales que hacen que una planta sea suculenta: Modificación de algún órgano de la planta para almacenar agua. Es su principal característica.

Las suculentas son capaces de hacer engrosar algún órgano de su aparato vegetal y acumular agua para disponer de ella en las épocas de carencia predecible.

A este órgano se le llama órgano reservante y puede ser el tallo, la raíz o las hojas.

Por lo tanto, también podríamos clasificar las suculentas en función de esta característica tan especial.

Suculentas que acumulan agua en las hojas

Las suculentas que acumulan agua en sus hojas son la mayoría y seguro que tienes alguna a mano, cualquier tipo de Agave o Aloe al cortar sus hojas verás como segregan algún tipo de líquido o fluido.

Delosperma, Aptenia, Carpobrotus, por ser plantas tapizantes de pequeñas hojas pueden pasar desapercibidas, pero vistas al detalle te darás cuenta de que a su escala, poseen las mismas características de almacenar agua que el resto de las suculentas.

En este tipo podemos incluir a la mayoría de plantas suculentas que encontramos en los viveros y que tanto nos atraen, Sempervivum, Lithops, Haworthia, Echeverias, Greenovia, Crassula

La lista es interminable y cada día se amplía el catálogo de plantas a disposición de cualquier persona.

Suculentas que acumulan agua en el tallo

Las suculentas que acumulan agua en el tallo son las que todos tenemos en mente, las cactáceas.

Ya hemos hablado en otros artículos de los cactus y la características que los separa del resto de las suculentas.

Las cactáceas son suculentas que han engrosado el tallo como característica principal, en ese tallo acumulan agua y puede adoptar diferentes formas.

Pero no solo eso, sino que han desarrollado las hojas hasta convertirlas en espinas.

Pero no solo los cactus acumulan agua en los tallos.

En esta sección podemos incluir a muchas plantas, multitud de ellas son cotidianas en nuestros hogares, como las Euphorbias (el pascuero que todo el mundo tiene en navidad es una de ellas), Carissa macrocarpa (fruto delicioso) o Alluaudia.

Y por supuesto, las estrellas de esta sección de suculentas que almacenan agua en el tallo, las de tipo Caudex.

Estas poseen un tallo engrosado y endurecido que les sirve de reserva de agua.

A veces cultivadas como bonsais, las Adenium, Dioscorea, Beaucarnea, Fockea, Pachypodium, Adansonia…son realmente espectaculares.

Las plantas caudex a veces son excluidas de las suculentas por considerarlas árboles, pero debería darnos igual, su belleza y características las hace miembros honorarios de esta sección.

Tienen una capa gruesa de aspecto ceroso que rodea sus tallos y hojas.
Esta capa recibe el nombre de cutícula y cumple la función de defensa del agua almacenada frente a la evaporación.

Esta cutícula, a veces con diminutas pilosidades, funciona a modo de impermeable entre el agua almacenada y el exterior.

Pero de nada sirve acumular agua en tus órganos si después la puedes perder debido a las altas temperaturas.

Junto a esta característica, podemos encontrar otras similares que ayudan al proceso de captura de agua y evitan la pérdida de evaporación de esta.

Seguro que has tenido alguna suculenta que parecía tener una mancha blanca difusa cubriendo sus hojas.

Este aspecto es típico de algunas Echeverias, Kalanchoes y Pachyphytum, pero también lo encuentras en frutos como las uvas o los arándanos.

Esta mancha blanca es la pruina y son cristales microscópicos que dan a las plantas que lo poseen este aspecto de estar congeladas.

Esta capa de pruina actúa como cera, y hace que el agua quede atrapada en la superficie en forma de gota, aumentando las disponibilidad para la planta.

Otra característica de las plantas suculentas es que han reducido parcial o totalmente el número de estomas (microorificios en la superficie de las hojas), esto hace que la transpiración no tenga lugar o se vea disminuida en estas zonas tan expuestas. Además los estomas están hundidos y no en la superficie como en el resto de plantas.

Pero quizá sea su metabolismo el mayor logro en la evolución de las plantas suculentas.

Para todo esto se necesita de la energía del Sol.

Sin embargo, las suculentas han evolucionado para cerrar los estomas durante el día y abrirlos de noche.

Esto hace que aprovechen la menor temperatura nocturna para abrir estomas y evitar la pérdida de agua en la transpiración.

Estas adaptaciones de las suculentas, tienen muchas variantes que a día de hoy se siguen estudiando.

De todas ellas, las cactáceas se llevan la palma porque han llevado estas características de las suculentas a un nivel superior de adaptación.

A continuación os voy dejar algunas de las más espectaculares e interesantes para el balcón, el  jardín o como plantas de interior.

Argyroderma

Probablemente una de las más peculiares, por su forma similar a un huevo partido a la mitad. Con un color entre plateado, verde y azul y unas flores rojas y rosas muy vistosas, las Argyroderma son una elección muy interesante para el interior, sobre todo en el norte, ya que durante el invierno tendremos que reducir mucho el riego.

Una de las curiosidades de esta planta es que florece precisamente en invierno, aportando color a nuestra casa. Necesita mucho sol y temperaturas por encima de los 8ºC, aunque puede soportar alguna helada suave.

Echeveria

Este género incluye muchas especies diversas con formas y colores distintos. Desde la Echeveria Pulidonis, con forma de rosetón, hasta la Echeveria ‘Set Oliver’, más alta y ramificada, con toda seguridad hay alguna que se adapte a tus gustos.

A algunas variedades se las conoce también como ‘plantas peluche’, ya que sus hojas están cubiertas de un vello muy denso. Una de las variedades más hemosas y apreciadas es la Echeveria Elegans.

Lithops

También conocidas como plantas piedra, son con toda seguridad unas de las suculentas más peculiares. Tienen un tamaño muy reducido y el aspecto se asemeja tanto a una piedra que si no están en flor es difícil verlas. Sus flores, blancas o amarillas, son grandes y llegan a tapar casi por completo la planta.

Es recomendable mantenerlas a una temperatura de entre 15ºC y 30ºC, por lo que en el norte de España y en zonas frías es más apta como planta de interior. Asegúrate de que recibe suficiente luz del sol.

Sempervivum

Las siemprevivas son conocidas por su resistencia y por su capacidad para extenderse. Cuando una de las rosetas de siempreviva florece, se muere. Pero antes de florecer ya habrá producido nuevas rosetas que irán floreciendo en las próximas estaciones. Le gusta la luz y suele crecer bien en zonas rocosas.

Hay variedades con aspectos realmente impactantes, como la Sempervivum arachnoides, con hilos semejantes a una tela de araña.

Haworthia

Las haworthias son un género entre los que podemos encontrar suculentas muy decorativas. Están emparentadas con el Aloe, aunque se diferencian en sus flores, que son bilabiadas. Les gusta la luz abundante, pero no debes exponerlas directamente al sol muchas horas.

Es preferible ponerlas a la sombra de otro elemento del jardín durante una parte del día. Asegúrate siempre de que la temperatura no baje de los 8-10ºC para evitar que sufra. En invierno es recomendable que permanezcan dentro de casa, por las heladas. Puedes ver la Haworthia Truncata, con su extraño aspecto de haber sido cortada.

Cactáceas

Si hablamos de suculentas, no podemos olvidarnos de los cactus, probablemente las más famosas de estas plantas. Hay más de 1600 especies dentro de esta familia, decorativas, comestibles, enanas y enormes, con espinas y sin ellas… La variedad de cactus es inmensa y con toda seguridad hay alguna que se adapte a tu clima y a tu gusto. No requieren demasiados cuidados, lo que las convierte en plantas idóneas para decorar tu casa.

Todos hemos visto los enormes saguaros (Carnegiea gigantea) del desierto en el cine, pero hay cactus que se adaptan con gran facilidad a otros climas. Un ejemplo muy conocido es el de la chumbera (Opuntia ficus-indica) que se cultiva extensamente en el Mediterráneo.

Es importante saber el tamaño que alcanzará cada variedad para saber dónde ubicarlas. Algunos agaves crecen más de dos metros, así que piensa bien dónde los vas a colocar si no quieres que se coman medio jardín o invadan el camino. Por el contrario, plantas como los Lithops o los Pleiospilos son muy pequeñas, por lo que son una buena opción para realizar composiciones en el interior de tu casa.

Aeonium

Las cuarenta especies que componen el género Aeonium son muy resistentes a la sequía, por lo que no es necesario regarlas con demasiada frecuencia. Al contrario, durante el invierno procura no regarlas, en primavera comienza con un poco de riego y auméntalo ligeramente hacia el verano y el otoño. Asegúrate de que el sustrato drene correctamente el exceso de agua.

Este género destaca por sus rosetas bastante grandes, entre 20cm y 50cm de diámetro. En general no son demasiado grandes, aunque hay algunas variedades que pueden llegar al metro de altura. Antes de adquirir una, pregunta siempre por el tamaño que alcanzará y si se adaptará al clima de tu zona.

Agave

No se puede hablar de suculentas sin mencionar a los cactus. Pues bien, los agaves son otro de los géneros más conocidos de este tipo de plantas. Hay multitud de variedades de agave; las más vistosas, como el Agave Victoriae-Reginae, se utilizan ampliamente en diseño de jardines, mientras que otras se utilizan para la elaboración de mezcal o tequila, como el Agave Tequilana o el Agave Cupreata.

Como dije al principio de este documento i, debes tener cuidado con el tamaño que pueden alcanzar las plantas, ya que hay variedades de agaves que pueden extenderse unos 3 metros. También debes tener cuidado con las puntas de las hojas, ya que muchas variedades desarrollan unas agujas de hasta 5cm. Las rosetas son monocárpicas, es decir, que sólo florecen una vez, tras lo cual mueren. La floración de estas plantas suele ser espectacular, ya que desarrollan tallos de hasta nueve metros de altura.

Aloe

Otra de las grandes conocidas dentro de las plantas suculentas es sin duda el Aloe. La especie más popular es Aloe Vera o Aloe Barbadensis, famosa por sus propiedades medicinales. Muchas empresas de productos cosméticos utilizan el extracto de esta planta por su capacidad hidratante, suavizante y curativa.

Existen estudios que sugieren que el extracto de Aloe Vera puede ser un magnífico coadyuvante en el tratamiento de quemaduras de primer y segundo grado. Otras investigaciones apuntan a su posible efectividad contra enfermedades como la flebitis, el glaucoma, la esclerosis múltiple… Aunque aún no se han confirmado.

Como plantas decorativas, las especies de Aloe más destacadas, son el Aloe Arborescens con sus flores rojas, el Aloe Ferox o el Aloe Aristata. Igual que los Agaves, algunas especies de Aloe pueden crecer bastante, así que elige bien el lugar donde lo quieres colocar.

Graptopetalum

El género Graptopetalum incluye al menos dieciocho especies distintas muy decorativas y con un aspecto vistoso. Si vas a adquirir uno, lo más probable es que encuentres la variedad Graptopetalum Paraguayense, muy apreciada en jardinería por sus rosetas y sus flores blancas en forma de estrella. Destaca también la variedad Graptopetalum Superbum, con su color entre rosa y violeta. Por último, otra especie llamativa por sus flores es la Graptopetalum Amethystium, que resiste muy bien las heladas.

El riego de estas plantas, como en la mayoría de suculentas es moderado en los meses cálidos y muy bajo o nulo en invierno. En general soportan bien el frío, siempre que la tierra permanezca seca. Durante el resto del año, esta planta prefiere estar expuesta al sol y con temperaturas moderadas a cálidas.

Orostachys

Se han aceptado sólo doce especies dentro de este género, en general son pequeñas o medianas, lo que nos permite utilizarlas en composiciones con otras plantas, siempre que las necesidades de riego y abono sean similares.

Es probablemente uno de los géneros más desconocidos de las suculentas, aunque hay algunas variedades muy decorativas, como la Orostachys Furusei, con un color entre plateado y verde y con una textura que destacará en cualquier composición.

Otra variedad interesante es la Orostachys Spinosus, con una roseta verde y compacta, que además tolera el frío como ninguna otra. Se sabe que esta variedad puede sobrevivir a temperaturas hasta -40ºC, aunque es poco probable que tengas que exponerla a estos extremos.

Pleiospilos

El género Pleiospilos está emparentado con una variedad que vimos en el post anterior: los Lithops. Son pequeñas y muy suculentas, con sólo dos o cuatro hojas opuestas entre ellas. El tamaño que suelen alcanzar es de unos 8cm, aunque las flores pueden llegar a cubrir toda la planta. Son perfectas como plantas de interior o de invernadero, ya que la temperatura no debe bajar de los 6ºC. Toleran bien algo de sombra, aunque prefieren estar en un lugar soleado.

En cuanto al riego, como es habitual en estas plantas, moderado durante el año, escaso o nulo durante el invierno. El sustrato debe drenar muy bien y ser poroso, ya que no toleran el exceso de humedad. La más conocida de estas plantas es la Pleiospilos Nelii.

Diseño con cactus y otras plantas suculentas

En esta parte nos centraremos más en el diseño y composición con suculentas. Ahora que ya conoces algunas variedades interesantes puedes ponerte manos a la obra y decorar tu casa de un modo diferente y llamativo. Para ir abriendo boca, te dejo algunos diseños para que veas las posibilidades de estas plantas.

A la hora de crear una composición con suculentas debemos tener en cuenta si las queremos para interior o exterior. En el caso de elegir exterior es importante tener cuidado con el clima. Las suculentas son plantas de climas secos, de modo que si vivimos en una zona con altos niveles de humedad, como Galicia, tendremos que escoger aquellas que no sufran con la lluvia y asegurarnos de que el drenaje del suelo elimina cualquier exceso de agua.

En climas más secos no tendremos problema, siempre que cuidemos las distintas necesidades de cada variedad. Muchas suculentas son plantas pequeñas y podremos plantarlas en macetas. De este modo tendremos la posibilidad de meterlas en casa en época de lluvias y llevarlas de nuevo al jardín cuando el tiempo sea más seco y templado.

Jardines Verticales de suculentas

Una de las ideas que más éxito tienen son los jardines verticales. Con materiales sencillos y fáciles de encontrar, como un marco de madera o un pallet podemos crear nuestra composición mural.

También podrás encontrar sistemas colgantes o de apilado vertical en tiendas de jardinería. Algunos están preparados para conectarlos a riegos automático, no siendo necesario para crear pequeñas composiciones de interior. Además de la vistosidad de estos arreglos, la disposición vertical incluso te permitirá crear tus propios “cuadros” con plantas.

Terrarios con plantas suculentas

Los terrarios son una solución perfecta tanto para interior como para exterior. Puedes encontrarlos de muchas formas y tamaños, lo que te permitirá crear múltiples diseños para cualquier entorno. Estos pequeños recipientes de cristal permiten que la luz llegue hasta las plantas sin obstáculos. Como puedes ver en las imágenes, las combinaciones son muchas y los resultados muy originales y decorativos.

Kokedama

El kokedama (bola de musgo en japonés) está de moda y parece que ha llegado para quedarse. Esta técnica de cultivo japonesa consiste en crear esferas de turba y akadama cubiertas de musgo. El akadama es un tipo de sustrato arcilloso para bonsáis que puedes encontrar en tiendas de jardinería. Mezclando tres partes de turba y una de akadama, haz una bola húmeda. Haz un agujero e introduce la planta, apretando un poco la bola para asegurarla.

Ya sólo falta cubrirla con musgo y sujetarlo todo con un hilo de algodón o un cordón. Puedes utilizar hilo verde para que no destaque sobre el musgo o cordón grueso para conseguir el efecto contrario. En cuanto al musgo, el más efectivo suele ser el sphagnum. Los kokedama son decorativos, originales y quien los vea te preguntará dónde lo has conseguido y cómo hacer uno.

Puedes utilizarlos como decoración de sobremesa o como un elemento colgante. Las posibles combinaciones son infinitas, así que anímate y haz tu propio kokedama.

 

Fuentes: Guía de cactus y otras suculentas, Enciclopedia ilustrada de cactus y otras suculentas, Clubsuculentas, otras fuentes…

 

¡Namasté!

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