Un paseo verde y oro
¿Olivo? Mi padre, mis cuatro abuelos, mi madre y mi hermana, junto conmigo, camino de andalucía.
¿Olivar? Bienvenida en los caminos de llegada a la tierra amada.
¿Olivares? todos los campos que en mi infancia rodeaban mi pueblo querido, surgiendo entre su tierra rojiza.
¿Olivas? Mi abuelas preparando las especias y las aceitunas y mi padre inventando un util para sacar el hueso.
¿Aceite de oliva? Por entonces, oro verde, turbio y ligeramente amargo de los desayunos desde la mas tierna infancia, junto a las tostadas que mi padre nos calentaba en el brasero… calidos recuerdos de la niñez.
Mis mejores deseos de paz para el mundo y de ganas de hacernos sabios:
La primavera ha venido, la primavera ha venido
dejando en el olivar un libro en cada nido.
Vivir leyendo, leyendo mientras la paz en el mundo
no se nos vaya muriendo.
Paz, paz, paz para leer un libro abierto en el alba
y otro al atardecer.
– Rafael Alberti –
El árbol del olivo y el oro líquido que se extrae de sus frutos han estado presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Su origen se pierde en la noche de los tiempos, coincidiendo y confundiéndose con la expansión de las civilizaciones mediterráneas que durante siglos gobernaron el destino de la humanidad y dejaron su marca en la cultura occidental. Su territorio de cultivo se distribuye a lo largo de todas las tierras que rodean el mar Mediterráneo, siendo este venerado, cultivado y admirado , desde la misma época en que se generan sus propias culturas.
El olivo tal como lo conocemos (Olea Europea I) pertenece al género Olea, de la familia Oleaceae. Es un árbol de copa ancha y hoja perenne que puede vivir varios siglos gracias a la particularidad que tienen las yemas temporales de su bajo-tronco para emitir raíces y brotes, y a una propagación de lo más variada que incluye reproducción (carozo) y multiplicación (injerto, esqueje semileñoso o herbáceo, óvulos, estacas, brotes de pie y micro-propagación).
Árboles milenarios que, cuando hablan, nos cuentan los horrores, las alegrías y las transformaciones del mundo que han pasado por su raíces.
Si nos remontamos al origen del hombre
Según la religión cristiana:
En la tumba del mismísimo Adán creció un olivo.
Una rama de olivo portada por una paloma anuncio a Noé el resurgir del mundo que él se encargó de rescatar. El Olivo fue la única especie vegetal que no sucumbió al diluvio. Tal era el símbolo universal de paz y abundancia que el olivo representaba en todas las culturas mediterráneas, que continúa jugando ese papel universal al lado de la paloma. Este uso hebreo fue adoptado por la religión cristiana.
Jesús lloró en el huerto de los olivos y su muerte se consumó en una cruz de olivo, según antiguas versiones cristianas.
La entrada de Jesus en Jerusalen fue recibida con palmas y ramas de olivo.
– Lamina del Jardín de Getsemaní. Plantillustrations.org
Los judíos utilizaban el aceite de oliva no solo como combustible para sus candiles, también era imprescindible en sus ungüentos religiosos.
Alrededor del año 2000 a. C. ya hay constancia del cultivo del olivo en Egipto. Según la mitología egipcia, Isis, la esposa de Osiris, fue la que transmitió el procedimiento de extracción del aceite de oliva.
La importancia del olivo en Egipto es tal que numerosas momias, como la de Tutankamon, fueron amortajadas con una corona elaborada con ramas de olivo.
Su aceite era también utilizado en la momificación a través de ungüentos en los que éste era mezclado con otras esencias.
La veneración por el aceite se encuentra mostrada en estas poéticas y bellas frases del Corán: «Dios es la luz de los cielos y la tierra. Su luz es como la de un candil en una hornacina….Se enciende gracias al árbol bendito del olivo, el árbol que no es oriental ni occidental, cuyo aceite alumbra casi sin tocar el fuego: es luz de la Luz».
En la cultura Griega
El olivo surge como resultado de una competición entre Atenea (Diosa de la sabiduría) y Poseidón (Dios de los océanos).
Ambos rivalizaron por dar nombre y ser los patronos de una ciudad creada por el Rey Cecrops.
Zeus les impuso una prueba para lograr la paz y quien triunfara en la misma sería el que se llevara los honores.
Poseidón, dios de los mares y hermano de Zeus, codiciaba los reinos terrenales, por ello reclamó la posesión del Ática clavando su tridente sobre la Acrópolis ateniense donde brotó un pozo de agua salada
Atenea llegó a la ciudad y la tomó de manera pacífica. Hizo brotar el árbol divino, un olivo junto al pozo que había generado Zeus.
Pusieron su ciudad bajo la protección de la diosa. Determinaron que era ella quien tenía el derecho a poseer esa tierra porque había otorgado a la ciudad el mejor regalo: el primer olivo. Desde entonces la ciudad adoptó el nombre de Atenas y el olivo plantando por Atenea fue venerado durante siglos en la Acrópolis simbolizando la victoria.
Hasta el día de hoy, existe un olivo donde este hecho ocurrió.
El olivo, al ser considerado un árbol sagrado servía como ofrenda de los mortales hacia los dioses en numerosas ocasiones.
De él obtenían aceite para alimentarse, para iluminar y para hacer perfumes.
Además del fruto, usaban su madera para estatuas, cetros o instrumentos para los sacerdotes. Consideraban que era inmortal por su rebrotación al podarlo o talarlo. La estatua de Zeus en Olimpia se hizo con madera de olivo decorada con marfil y oro. E igualmente en Olimpia, los vencedores de los Juegos Olímpicos eran ungidos con aceite y coronados con ramas de olivo.
Es curioso también el caso del sabio griego Aristóteles gustaba de ser ungido con aceite de oliva tibio antes de dialogar con sus discípulos.
Otra de las aplicaciones del aceite de oliva de la antigua Grecia era la de perfume y ungüento para conseguir y conservar la belleza. Entre la alta alcurnia era muy común usar aceites aromáticos en diferentes partes del cuerpo.
Era tal la importancia que los antiguos griegos otorgaban al olivo que incluso había una severa legislación para su protección y uso. Quien arrancara un olivo próximo a la Acrópolis podía ser condenado al exilio, además de confiscarle todos sus bienes. Esta sanción se ampliaba a quienes talasen más de dos olivos aunque fuesen de su propiedad.
En Délos le erigieron un Templo como ofrenda y una estatua a Hércules Olivarius («Hércules de los comerciantes de aceitunas»). Patrón especial de los comerciantes de aceite de oliva.
En definitiva era un árbol sagrado y de hecho se creía que los hijos de las de las divinidades nacían bajo las ramas del olivo, por lo que era habitual en la vida diaria llevar a las mujeres embarazadas a dormir bajo los olivos.
Han existido pocas civilizaciones que dieran tanta importancia a este árbol en sus creencias y en su vida diaria.
Roma en la expansión del olivo
Esta cultura fue sin duda la gran propagadora del cultivo del olivo en toda la cuenca mediterránea. Su dominio de Europa se tradujo, a través del Mare Nostrum como medio de transporte, en un aumento del uso del aceite de oliva entre sus poblaciones al mismo tiempo que su imperio crecía.
Fue Sicilia la primera región en ser cultivada a gran escala. Son muchos los usos del aceite de oliva (oleum) en la vida cotidiana de la época.
Existen ejemplos tanto de la alta sociedad como del pueblo llano. Y no solo como alimento.
De hecho, Nerón usaba agua, aceite de oliva y pétalos de rosas tanto en fiestas como a diario y en las termas romanas era costumbre ungirse con aceite de oliva aromatizado previamente con hierbas silvestres.
Una curiosidad es que a Claudio Galeno (129-199 d.C.), médico en la escuela de gladiadores de Pérgamo, se le atribuye la creación de la primera crema hidratante conocida de la historia a partir de aceite de oliva, agua y cera de abejas, proporcionando hidratación y mejoras en la piel.
Tambien lo usaban para guardar los alimentos frescos.
Tenían su propia clasificación del aceite de oliva:
– El oleum ex albis ulivis procedente de las aceitunas verdes.
– Oleum viride procedente de aceitunas recogidas en el estado de envero.
– El oleum maturum procedente de aceitunas maduras.
– Oleum caducum procedente de aceitunas caídas a la tierra y tocadas.
– El oleum cibarium procedente de aceitunas casi podridas, que fue destinado a la alimentación de los esclavos.
Era tan importante el comercio y el uso del aceite de oliva que hasta nuestros días ha llegado un hallazgo que atestigua este papel crucial en esta civilización:
El Monte Testaccio. (Monte de los Tiestos). Un monte artificial creado por fragmentos cerámicos de vasijas de aceite, de unos 35 metros de altura y alrededor de una milla de perímetro, localizado cerca del Tiber.
Cerca del puerto de Ostia, fué descubierto y se pensaba que era natural, sin embargo era artificial, formado por más de 40 millones de ánforas usadas para el transporte de aceite. Se sabe por la catas que se han realizado en este monte, que provienen en su mayoría de las provincias Bética y Tarraconense de la Hispania ya que en los tiestos se han hallado restos de los sellos de estas provincias.
Este producto solía llegar al puerto de Ostia, y de ahí a Roma a través del Tiber, en barcos creados a tal efecto. Solo transportaban aceite y se llamaban “navi oleari” . Transportaban atadas las ánforas que se usaban en el comercio y que tenían una capacidad media de 50 litros.
Los romanos consideraban el aceite de oliva como un artículo de lujo, más que un producto necesario para la vida, por ello su consumo no estaba al alcance del pueblo llano y estaba prohibido para finalidades profanas.
Por supuesto, el oleum era alimento para los romanos. Y el más apreciado como no puede ser de otra forma era el “oleum hispanicum”, procedente de Hispania:
Historia del olivo en España
Olivar, por cien caminos, tus olivitas irán caminando a cien molinos. -Antonio Machado –
Se cree que en España se utilizaba el fruto del Acebuche para la producción del aceite, se han encontrado en la Cueva de Nerja, Málaga, huesos de acebuche de hace más de 12.000 años.
El acebuche es una variedad silvestre de olivo. Su origen es incierto, cultivado desde tiempos milenarios. Ampliamente extendido por la Península Ibérica, salvo en la zona atlántica. Su fruto es una oliva mas menuda y con menor carnosidad.
– Foto de aceituneros en Arquillos Jaén, en 1965, foto de Anita Chinduende.
El olivo (Olea Europea) fue introducido en España por los fenicios.
Y los romanos ayudaron a la expansión de su cultivo, mejorando las técnicas de producción del aceite durante su estancia en España. Los primeros oleicultores de cada zona de la península seleccionaron los individuos que más se adaptaban al medio y con las mejores características de su fruto, creando así diferentes variedades.
Durante la invasión, los árabes perfeccionaron las técnicas de obtención del aceite, su comercio y su religión ayudó a sustituir el aceite animal por el aceite de oliva en la alimentación. Andalucía prosperó mucho, sobre todo las provincias de Jaén y Granada debido a las exportaciones de aceite de oliva. Se crearon rutas comerciales y tratados.
¡Viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día,
olivares polvorientos del campo de Andalucía!
¡El campo andaluz, peinado por el sol canicular,
de loma en loma rayado de olivar y de olivar!
– Antonio Machado –
Durante la reconquista, los cristianos siguieron con el cultivo del olivo. Pero la demanda de consumo fue disminuyendo, al ser un producto que se encareció bastante.
La tecnológica mejoró las técnicas de su producción y ayudó a expandir su cultivo en toda España, gracias a la construcción de las redes de Ferrocarriles.
En la actualidad España es el principal productor y exportador de aceite de oliva a nivel Mundial. Andalucía cuenta con el 60% de la superficie olivarera lo que indica la alta productividad de los olivos andaluces:
Andaluces de Jaén
Un paseo, entre verde y oro, por la campiña jienense, es un auténtico placer para los sentidos, en la conocida como Capital mundial del aceite de oliva.
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién, quién levantó los olivos?
No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada, el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,
decidme en el alma ¿quién quién amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador
que se enriqueció en la herida generosa del sudor.
No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán consagró al centro del día
eran principio de un pan que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava con todos tus olivares.
Dentro de la claridad del aceite y sus aromas,
indican tu libertad la libertad de tus lomas.
– Aceituneros. Miguel Hernández
El pleno de la Diputación Provincial de Jaén aprovó unanimemente el himno oficial tomado de esta entrañable letra, con musica del compositor Santiago José Báez Cervantes.
Jaén y el aceite, el aceite y Jaén.
Un binomio que nunca se separa.
La provincia de Jaén en Andalucía, es la región que más aceite de oliva produce, no solo en España si no también en el mundo, llegando a producir más que toda Italia año tras año.
Jaén cuenta con más de 550.000 hectáreas de olivar, lo que supone más superficie que todo el territorio de algunas provincias españolas.
Es la provincia que representa un 25% de la superficie española del olivar y un 42% de la andaluza lo cual desemboca en una producción del 50% del total nacional de aceites de oliva y más del 20% mundial.
Analizando esto desde una perspectiva interna, el 78% de la superficie agrícola de Jaén es destinada al cultivo del olivar el cual es casi en su totalidad de aceituna para almazara. Cubre desde las llanuras del Guadalquivir hasta el punto de fundirse con los pinares de las Sierras.
Tal cantidad de olivos hace que Jaén sea considerada una tierra fértil, en la que es tanto el espacio ocupado por el árbol magico, que apenas puede verse el suelo, lo que convierte a Jaén en ese “mar de olivos” embrujador, que se observa nada más entrar en la provincia. Aqui se puede usar el mito antiguo de la ardilla, que en este caso probablemente podría cruzar la provincia sin llegar a tocar el suelo.
Pudiéramos decir que el punto álgido donde este “mar de olivos” se puede captar o apreciar mejor, es en la comarca de la Loma por su privilegiada situación entre las vegas del río Guadalquivir y el Guadalimar. Un lugar donde sus almazaras, cortijos, haciendas, viejos molinos, palacios y caserías, amalgaman sensaciones extrasensoriales, que enamoran.
La comarca de la Loma abarca más de la cuarta parte de la producción en la provincia. Los municipios que producen un mayor volumen de aceite de oliva son: Úbeda, Villacarrillo, Martos, Baeza y Vilches. De hecho este mar de olivos no pasa desapercibido para nadie y en la actualidad se está trabajando en una candidatura para nombrar el Paisaje del Olivar de Andalucía como Patrimonio de la Humanidad.
Supone un cultivo de más de 66 millones de olivos. En los últimos años se ha estado superando la media de producción de aceite en la provincia con unas 600.000 toneladas.
Por tanto, Jaén es considerada la “Capital Mundial del Aceite de Oliva” por el hecho de contar con el mayor conjunto de olivos y producción oleícola.
La variedad más abundante en la provincia es la Picual, pero no la única, ya que también podemos encontrar variedades como Royal, Arbequina y Hojiblanca.
En los últimos años, se han introducido variedades extranjeras, tales como el Frantoio o la Koroneiki.
El “Abuelo” de Jaén
Cuenta la leyenda que un anciano fue acogido durante una noche de Agosto de 1590 en una casería a las afueras de la ciudad, y al ver un grueso tronco de olivo a la entrada dijo a los dueños que “buen nazareno saldría de ahí”. Ante el comentario del anciano, le preguntaron “¿usted sería capaz de hacerlo?”, él asintió y pidió únicamente que lo dejaran trabajar a solas en una habitación sin herramienta alguna, pues no tenía necesidad de ellas.
Los sorprendidos dueños accedieron a tan singular petición y dejaron al abuelo a solas con el tronco de olivo. Pasaron las horas y ningún ruido salía de la habitación. Preocupados, tocaron a la puerta por si le había pasado algo y al no obtener respuesta decidieron entrar… en la habitación no había rastro del abuelo y en lugar del tronco de olivo se encontraba ésta hermosa talla de cuerpo completo de Nuestro Padre Jesús el Nazareno.
De ahí viene el nombre de esta procesión, conocida como «El Abuelo».
– Estampa de Toni Ruiz Nicás.
– Fuentes: olivaryaceite, lasmanillas, centrolivaryaceite, infovaticana, diariosur.
– Fuentes fotográficas entrada: Getsemani (Tim B), resto: redhistorica, oliveoiltimes, aceiteolives, pinterest, cendalibros.
Bombín y una prensa hidráulica para la extracción de aceite de oliva de una casa de maquinaria de Córdoba, hacia 1930.
El olivo
Sin ver nunca un olivar jamás yo supe el motivo
de por qué el anciano olivo fue en mi memoria a enraizar.
Cuando en mi niñez pintaba troncos de nudos resecos,
no sabía que era el eco de un sentir que me marcaba.
Al pintar el árbol que amas lo colmas de frutas rojas,
yo dibujaba, sin hojas, olivos de secas ramas.
En el mundo terrenal -a buena fe lo ignoramos
quizás un árbol tengamos como un signo zodiacal.
Tal vez posea el olivo un imán imperceptible,
que hace que sea imposible quedar de otro árbol cautivo.– Mercedes García Canalejas –
Propiedades de este mágico arbol
Siempre ha sido considerada una planta muy preciada, no solo porque de ella se saca el aceite, sino porque sus hojas eran utilizadas para diversos fines mágicos.
Por ejemplo, en Europa, los Druidas y sacerdotes celtas, en la edad media, atribuían propiedades mágicas a cada árbol e identificaban a cada persona con un árbol, para ellos un Dios, como signo del horóscopo. El Olivo está representado por los nacidos desde el 23 al 28 de septiembre en el zodiaco celta, fecha del equinocio de otoño. Bien, pues para ellos el Olivo simbolizaba la de sabiduría, paz, alegria, felicidad y ternura.
En la Edad Media, además de considerar al olivo como símbolo de protección y victoria, su aceite servía para irradiar luminosidad al condensar la luz. Gracias a ello era utilizado en rituales mágicos y como ungüento. La vibración de la luz a través del aceite ofrecía propiedades curativas a su destinatario.
La protección de un objeto podía llevarse a cabo por medio del aceite de oliva y sus usos mágicos. Lo único que hay que hacer es dibujar un pentagrama con el aceite sobre el objeto que nos interesa proteger y dejarlo así durante toda la noche. A la mañana siguiente lo limpiamos un poco y entonces podremos disfrutar del objeto purificado durante mucho tiempo.
Colocar hojas de olivo en diversas estancias de la casa sirve para atraer a la buena suerte. No hace falta que llamen la atención. Basta con una hojita sobre un mueble, apoyada en un cuadro o sobre una mesita. Con el paso de los días la buena suerte irá haciendo acto de presencia en nuestra vida.
Otra opción interesante para evitar que pueda caer un rayo en casa o entrar el mal manifestado de cualquier manera es colocar una corona elaborada con ramas de olivo en la puerta o sobre la chimenea.
Dentro de los usos mágicos del aceite de oliva también está la posibilidad de depositarlo en un pequeño recipiente junto a la foto o retrato de un difunto al que estuviésemos muy unidos, como ofrenda. Mojamos ligeramente la punta de una hoja de olivo y la pasamos por el marco. Esta pequeña ofrenda ayudará a sentirnos un poco más cerca de esa persona que nos dejó y a la que extrañamos.
Y si nos centramos en las energías, repara las fugas áuricas provocadas por sufrimiento sentimental: fortalece el chacra del corazón y del plexo solar, y el campo áurico en general.
Propiedades saludables
Para poder beneficiarnos de las propiedades de las hojas de olivo, estas no han tenido que pasar por ningún proceso de fumigación; así garantizamos sus beneficios sin interferencias. Las hojas de olivo se suelen consumir en infusión, aunque también en cápsulas.
Las propiedades saludables que podemos encontrar en las hojas del olivo son las siguientes:
La cualidad curativa más conocida es el uso de las hojas de olivo para la tensión. La infusión de hojas de olivo es capaz de reducir la tensión arterial limitando los niveles de triglicéridos, lo que se traduce en una disminución de niveles del colesterol LDL (colesterol malo). Tiene un efecto vasodilatador, por lo que evita que se formen coágulos.
Las hojas del olivo contienen oleuropeína, un compuesto que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, es un agente antimicrobiano, contra las especies de bacterias Staphylococcus aureus, Salmonella enteritidis, Klebsiella pneumoniae y Escherichia coli y Bacillus cereus. La oleuropeína también la encontramos en el aceite de oliva virgen extra, aunque en menor cantidad. Le confiere su característico sabor amargo; es por esto mismo, que cuanto más “carácter” tenga el aceite y más intenso su sabor, mayor es también la concentración de fenoles (compuestos antioxidantes).
En cuanto a su función antioxidante, la Oleuropeína actúa directamente sobre la piel, destruyendo los radicales libres, e inhibiendo la consecuente propagación de reacciones oxidativas en cadena, causados por los rayos UV y la contaminación ambiental. Por tanto, ayuda a frenar los signos externos de envejecimiento celular: arrugas, flacidez y manchas, manteniendo la elasticidad, hidratación y firmeza. También actúa pero de manera menos directa contra otros tipos de envejecimiento celular como el neurodegenerativo, responsable de enfermedades como el Alzheimer.
Además, cuando la oleuropeína se metaboliza, libera un metabolito llamado hidroxitirosol, que por sí mismo tiene potentes efectos antienvejecimiento; tal es así, que está considerado como uno de los antioxidantes más potentes hallados en la naturaleza (su capacidad para contrarrestar los efectos de los radicales libres es diez veces superior que la del té verde). Lo bueno de éste metabolito de la oleuropeína es que puede actuar formando parte de la misma o bien solo, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, previniendo el cáncer y mostrando propiedades antiinflamatorias e inmunoestimulantes.
Hay otra sustancia presente que reclama su puesta en escena, el oleocantal. Mientras que los dos anteriores, el hidroxitirosol y la oleuropeína son responsables del característico sabor amargo del virgen extra, el oleocantal se encarga de darle su toque picante (las notas o atributos positivos del sabor del aceite de oliva son tres: frutado, amargo y picante). El oleocantal es “el primo” de la oleuropeína, ambos de estructura química parecida; sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes potencian a los de ésta, pero también muestra atributos únicos y exclusivos: se ha demostrado que inhibe unas enzimas llamadas ciclooxigenasas, exactamente igual que el ibuprofeno pero sin efectos secundarios; tanto es así, que se piensa que esta sustancia es la responsable mayoritaria de la baja incidencia de enfermedades cardiacas entre los seguidores de la dieta mediterránea.
A nivel cardíaco, destacamos los estudios que muestran sus efectos positivos en enfermedades como la aterosclerosis (creación de placas dentro de las arterias que con el tiempo limitan el flujo sanguíneo). También ayuda a combatir la isquemia (el bloqueo parcial o completo de las arterias que suministran sangre al corazón), e inhibe la acción de la adriamicina, un componente de la quimioterapia que provoca toxicidad cardíaca.
Por otro lado, al producir aminoácidos, protege los vasos sanguíneos y aumenta la producción de óxido nítrico, esencial para mantener relajadas las arterias. Además, actúa como antiinflamatorio y antiagregante plaquetario, lo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las hojas del olivo en infusión tienen propiedades antiinflamatorias. La oleuropeína bloquea una enzima que favorece la acumulación de ácido úrico. Así, alivia molestias y dolores relacionados con procesos inflamatorios leves. Se estudia si la infusión de hojas del olivo ayuda a prevenir y aliviar la artritis reumatoide, artrosis y la gota. En concreto impide la actividad de la enzima Lipoxigenasa y, como consecuencia, frena la producción de Leucotrienos, involucrados en enfermedades como alergias y asma.
Las hojas del olivo en infusión protegen nuestro sistema inmunológico. Propicia que nuestras defensas estén sanas y se activen en cuanto noten la presencia de bacterias, parásitos, hongos, virus, microbios e incluso resfriados y gripes comunes.
Mejora la salud intestinal, el aceite de oliva mejora la salud del estómago y del aparato digestivo, y actúa como protector reduciendo el exceso de ácidos.
El aceite de oliva virgen extra ayuda a perder peso. Consumir grasas sanas acelera el metabolismo y por lo tanto ayuda a la hora de quemar calorías. Por este motivo, ayuda a mejorar la digestión.
Aporta una correcta mineralización de los huesos, y ayuda a su desarrollo.
Es muy beneficioso en problemas hepáticos como hepatitis, hígado congestionado e hígado graso.
Ayuda en la eliminación de cálculos biliares y previene su formación.
La infusión de sus hojas en ayunas favorece la expulsión de lombrices y parásitos intestinales.
Su corteza posee propiedades astringentes y bactericidas.
Sus hojas y corteza se usan para lavar llagas, aftas y heridas bucales.
Calma el dolor de encías en niños a los que están saliendo sus primeros dientes.
Tiene también excelentes propiedades diuréticas que reducen la retención de líquidos en el organismo y previenen infecciones urinarias como la cistitis.
Es un remedio natural ideal para casos de estreñimiento ya que cuenta con potentes propiedades laxantes.
Usos de las hojas
Infusión. Sumerge 3 gramos de hojas por litro de agua caliente durante 10 minutos. Bebe la mezcla como un té antes de cada comida.
Decocción. Coge 20 hojas y cuécelas en 250 ml de agua durante 15 minutos. Toma esta infusión justo al levantarte o antes de ir a la cama.
Extracto de Hoja de Olivo. Lava 250 gramos de hojas de olivo y secalas. Después ponlas a fuego lento con 5 litros de agua destilada. Cocina la mezcla durante 12 horas con una temperatura entre 79ºC y 85ºC. Si coge demasiada temperatura, paralo hasta que llegue otra vez a estar dentro del rango descrito.
Filtra la mezcla, cuela las hojas y embotellalo. Guárdalo en la nevera.
El extracto de hojas de olivo ha sido estudiado en varias universidades alrededor del mundo, y hay un montón de estudios e informes hablando de sus beneficios
¿Cuántas hojas de olivo para un litro de agua? No todas las hojas son igual de grandes. Sin embargo para hacer una cuenta aproximada serian 80 hojas por litro, o 20 por cuarto. Mas o menos unos 3 gramos por cada cuarto de litro de agua.
Toxicidad. No existen datos sobre esto. Los investigadores fueron incapaces de determinar si hay algún limite de extracto de hoja de olivo a partir del cual comienza a ser toxico.
Efectos secundarios. El único efecto secundario que podría resultar es el conocido como «Reacción Herxheimer». Esta reacción ocurre debido a la destrucción masiva de microorganismos, lo cual produce una aparición repentina de sustancias toxicas en la sangre , produciendo una reacción similar a las alergias de temporada. En este caso, debes de reducir la dosis o dejar de tomar el extracto por un par de días. En realidad la aparición de estos síntomas es un indicador de que el tratamiento esta funcionando.
Crema hidratante casera de aceite de oliva
Otras recetas utilizan cera de abeja en lugar de esta cera lanette sin embargo esta es de origen vegetal (aceite de coco) y no animal, tiene un color blanco inmaculado, no tiene olor y sirve para emulsionar la mezcla.
Lo primero que vamos a hacer es calentar el agua hasta unos 50º para después diluir en ella el ácido cítrico removiendo con una cuchara hasta que esté totalmente disuelto.
A continuación pondremos en un cazo (al baño María o a fuego muy lento) las grasas que vamos a utilizar para nuestra crema. En este caso, el aceite de oliva virgen extra y la cera lanette pulcra. Removemos y calentamos despacito hasta que ambas estén perfectamente mezcladas. Recuerda que la mezcla no debe sobrepasar los 50º para que el aceite no pierda sus propiedades por lo que es conveniente que utilices un termómetro o bien calientes a fuego muy lento o baño María. Cuando la cera lanette esté derretida es buen momento para retirar la mezcla del fuego y dejar de calentar.
Posteriormente añadimos la mezcla de agua y ácido cítrico y los aceites y batimos con la batidora hasta que estén totalmente mezclados.
Una vez batido enérgicamente puedes añadir los mejorantes: las vitaminas C y E y las gotas 3-4 gotas de aceite esencial. A continuación vuelve a batir suavemente con la batidora.
Rellena con la mezcla los envases para tus cremas y deja enfriar.
Esta mezcla puedes conservarla hasta 3 meses fuera de la nevera ya que contiene ácido cítrico, pero para mas seguridad puedes guardarla en el frigorífico, así cuando la uses también tendrás un efecto refrescante al aplicarla bien fría.
Crema para manos y cuticulas
Introducir cinco cucharadas de cera de abejas en un recipiente resistente al calor y calentarla al baño María.
Una vez derretida, hay que agregar seis cucharadas de aceite de oliva y remover hasta que quede una mezcla homogénea.
Retirar la mezcla del fuego y dejar que repose durante 10 minutos.
Agregar una cucharada de vitamina E para su conservación.
Verter la mezcla en un tarro de cristal y conservar en un lugar oscuro y a temperatura ambiente.
Champú casero con aceite de oliva
Un tercio de taza de jabón líquido tipo Castilla u otro jabón neutro
Una cucharadita de aceite de oliva
Dos cucharaditas de zumo de aloe vera o sábila
15 gramos de manzanilla (puede ser reemplazada por hibisco o romero)
Colocaremos el gua al fuego, en cuanto empiece a hervir agregaremos la manzanilla y la dejamos hervir a fuego lento durante unos tres minutos, pasado este tiempo retiramos del fuego y dejamos reposar por un par de minutos, lo colamos y lo vertemos en un recipiente con tapa.
Con la infusión aún caliente, añadimos el jabón, tapamos y agitamos muy bien hasta que el jabón se diluya completamente, repetimos esta misma operación al añadir el aceite y el aloe vera y lo tendremos listo para utilizar.
Ten en cuenta que al ser todos ingredientes naturales y sin conservantes, el tiempo de utilidad del mismo no suele ser muy elevado. Lo ideal es prepararlo en proporciones pequeñas y usarlo en el momento.
Luego no tendrás más que usar este shampoo casero natural como cuando lo haces con cualquier otro.
Si en lugar de manzanilla quieres usar otra hierba, el romero suele dar muy buenos resultados, puesto que esta hierba suele ser muy benéfica para evitar la caída del pelo.
Para hacer gel de baño con aceite de oliva, los procesos son similares.
En esta receta para hacer gel de baño con aceite de oliva, podrás escoger cualquier tipo de jabón, pero con propiedades tan puras y beneficiosas, se recomiendan pastillas de jabón natural. Necesitaremos aproximadamente 100 gramos de jabón en pastilla preferiblemente natural, 30 ml de aceite de oliva virgen extra y 300 gramos de agua mineral.
Jabón casero con aceite de oliva
Este proceso de hacer jabon casero, es en honor a mi tia Carmen, la que me recordó como se hace despues de partir mi abuela Esperanza, (a la que he ayudado siempre).
Medio kilo de sosa cáustica. Mi abuela usaba 1kg para esta cantidad.
Tres litros de agua.
Entre tres y cinco litros de aceite de oliva
Se pueden añadir gotas de cualquier aceite esencial o aromas, como lavanda, tomillo, romero, almendra dulce, coco, manteca de karité, aloe vera, etc. O aderezarlo con hierbas o frutas para que adquiera un aroma agradable.
Mezclar cuidadosamente la sosa en agua templada y remover con la cuchara hasta conseguir que esté homogéneo.
Cuando se enfría la mezcla, se va echando el aceite poco a poco. Se debe hacer en un barreño grande de plástico, con cuidado de no salpicar, hay que tener paciencia debido a que tarda en cuajarse alrededor de una hora, mover constantemente la cuchara o palo en la misma dirección hasta conseguir una pasta dura. Si quieres acelerar el proceso puedes usar una batidora. A mi me gusta hacerlo a mano en los lebrillos de barro de mis abuelas. Echar el resto de ingredientes poco a poco.
Desmoldar en unos dias, siempre antes de que se ponga duro del todo.
Cortarlo en trozos pequeños.
Dejar curar antes de su uso no menos de un mes.
Debemos tener la precaución de usar guantes de goma para que las manos no entren en contacto con la sosa y nunca deben emplearse recipientes de aluminio o estaño para evitar que expulsen vapores nocivos.
Si es para limpieza de prendas, pueden aprovecharse los aceites que se han utilizado en la cocina, es una buena manera de reciclar el aceite de oliva virgen que ya ha perdido sus propiedades y esta deteriorado. Simplemente colarlo muy bien con un filtro para que no queden residuos y elaborar la receta anterior.
Cómo hacer jabón liquido casero para lavadora con aceite usado
Seguimos el mismo procedimiento que hemos realizado anteriormente, con la salvedad, de que ahora cambiamos la proporción de agua y aceite empleada.
En este caso necesitaremos:
3 litros de agua
500 ml de aceite de oliva usado
100 gramos de sosa cáustica
Basta con ir echando poco a poco la sosa cáustica en el recipiente que contenga los 3 litros de agua sin dejar de remover. Por último, añadiremos el aceite cuando la mezcla haya bajado su temperatura y lo dejaremos reposar.
Este procedimiento se puede hacer con una batidora y será menos tedioso.
Cuando notemos que la preparación ha cambiado su textura a una mas espesa, es que ya tenemos listo nuestro jabón líquido casero para lavadora.
Recomendamos echarlo en una botella de las de detergente que tengamos vacías por casa, así será más cómodo de manejar.
Si pasados unos días ves que el jabón se ha separado del agua, no te preocupes, simplemente agítalo un poco y ya podrás lavar con el de nuevo.
Cómo hacer jabón casero con aceite de oliva y aloe vera. Las propiedades de aloe vera son ampliamente conocidas. Es un regenerador celular natural, mejora la elasticidad y tiene un elevado poder de cicatrización. ¿Quién no querría añadir todas estas propiedades a nuestro jabón hecho en casa?
Para ello tan solo necesitas dos hojas de aloe vera de tamaño medio.
Deberemos lavarlas bien y retirar la parte verde (externa). Cuando tengamos la pulpa separada la trituraremos para elaborar una especie de gel.
Por último, bastará con añadir este gel que acabamos de realizar antes del Paso 5. Es decir, antes de pasar 1 hora removiendo toda la mezcla.
Con este truco tan sencillo hemos aportado mejores características al jabón de aceite casero aparte de las muchas que ya tiene.
Cómo hacer jabón de aceite de oliva sin sosa caustica. En este apartado veremos otra forma de hacer jabón de aceite de oliva sin sosa caustica. Algunas personas pueden ser reacias a emplear esta sustancia debido a que hay que manipularla con cuidado de no quemarnos. En esta sección verás un método más sencillo que te ahorrará tener que usar sosa caustica.
Los ingredientes que vamos a utilizar son los siguientes:
2 pastillas de jabón de glicerina de 250 gramos
100 ml de aceite de oliva usado o sin usar
Para hacer jabón de aceite de oliva sin sosa caustica tan solo debemos fundir las pastillas de jabón a fuego lento hasta que estén totalmente liquidas. Posteriormente, hay que calentar ligeramente el aceite y mezclarlo poco a poco con el jabón. Este proceso lo realizaremos a mano o usando una batidora.
Por último, vertemos la preparación en el molde que queramos y lo dejamos reposar durante al menos 1 día.
Hacer jabón con aceite usado o sin usar con aromas. Para añadir aromas al jabón casero que hemos preparado , simplemente podemos añadir la fragancia que más nos guste. Mi consejo es que utilicéis esencias aromáticas que no sean muy potentes. También puedes emplear aceites aromáticos o infusiones de plantas.
Lavanda, limón, naranja, canela, menta o romero son algunos de los aromas que combinan mejor con el jabón casero.
Hidrolato o extracto al vapor de hojas de olivo
300g hojas secas y picadas de olivo silvestre.
500g de agua filtrada, o de lluvia esterilizada o de agua de manantial, hervida y/o solarizada. Olla de cocer al vapor.
Papel aluminio.
Hielo en bloques en bastante cantidad.
Cuenco de cristal mediano para recoger el extracto.
Paño para absorber el agua que se derrite.
Pones las hojas bien lavadas en la parte de arriba de la olla de cocción al vapor, es importante asegurarse de que sean de un cultivo ecológico, para que no estén contaminadas.
En la parte de arriba de una olla de cocer al vapor, es mejor si se han secado a la sombra en un lugar aireado antes y si las picas pequeñas, se liberarán más fácilmente las sustancias del interior.
Hay que meter una buena cantidad, algo así como 200g o 300 g de hojas secas bien picadas, pero no apelmazadas, dejando un hueco en medio para poner el recipiente donde se recolecta el extracto acuoso de hojas de olivo, condensado.
Pones debajo 500ml de agua pura, filtrada de la lluvia es lo ideal, de un manantial, o de botella, o filtrada para que no tenga ni carbonatos, ni cloro. La dejas hervir a fuego bajo durante el tiempo necesario para que se llene el recipiente del cesto de arriba.
A veces hay que removerlas para que se impregne bien el vapor de las sustancias que estamos extrayendo, puede tardar varias horas,3 o 4 horas, depende del fuego y del recipiente disponible. Hay que ponerle la tapadera, puesta del revés para que el vapor caiga en el recipiente, y ponerle cubitos de hielo durante todo el proceso, para mantener siempre fría la parte de arriba, donde se condensa el vapor que arrastra los aceites esenciales y los nutrientes volátiles no deben escapar por ningún lugar.
Razón por lo que se hace necesario sellar lo mejor posible la tapadera de la olla con varias vueltas de papel de aluminio bien ajustado para que se escape el vapor por ningún lado.
Entonces para provocar la condensación del vapor es necesario mantener fría la parte superior de la tapadera, aquí debes poner hielo o poner algo para descongelar encima de la tapadera para que esta se mantenga fría y se condense el vapor que arrastra los nutrientes de la planta.
Se deja reposar varias horas para que sigan los extractos condensándose, se destapa con cuidado al enfriarse de no perder el extracto acumulado en la tapadera, se retira el envase lleno, se embotella, en un recipiente esterilizado, se tapa, pone fecha y guarda en un lugar oscuro a temperatura ambiente.
Este hidrolato lo puedes usar directamente como tónico, también se lo puedes añadir a la preparación de cremas como parte líquida de la fórmula.
Que la cantidad de plantas que pones es esencial para la obtención de un hidrolato, es decir si pones 200 g de planta, debes obtener un 200 ml de hidrolato. Para que la concentración sea la idónea y no obtengas una infusión al vapor aguada de una planta.
Es importante que las plantas para hacer oleatos y hidrolatos caseros estén secas, para que se concentren al máximo las sustancias de las plantas, y hay que poner cuidado en mantener una proporción 1:1 con la cantidad de plantas a destilar y el hidrolato conseguido, para obtener una buena concentración.
http://www.variedadesdeolivo.com/?fbclid=IwAR2MyfhKIF2C20xTh_DwdMVtzmaGEmojXPDw0DC_syyhadR0ccvUAJ8V1O8
0 comentarios