Hermosa reflexión
No estás deprimido estás distraído,
distraído de la vida que te puebla.
Distraído de la vida que te rodea:
Delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
¡En honor a alguien que se nos adelantó en la mudanza, mi tía Encarna Castillo La Torre, que ayer 12 de junio de 2021 partió a la eternidad!
Además, no es tan malo vivir solo.
Yo lo paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer.
Y gracias a la soledad me conozco;
Algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre.
Que se siente viejo porque tiene 70 años.
Olvidando a Rubistein que interpretaba como nadie a Chopin a los 90.
No estás deprimido estás distraído
No estás deprimido estás distraído.
Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible.
Porque todo te fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza,
por lo tanto, no puedes ser dueño de nada.
Además, la vida no te quita cosas, te libera de cosas.
Te aligera para que vueles más alto.
Para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela.
Por eso lo que llamas problemas son lecciones.
No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó.
Porque para allá vamos todos.
Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
No hay muerte: hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa:
Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa,
tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor.
Porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas.
Y nos aleja porque nos hace desconfiados.
Haz solo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama,
está benditamente condenado al éxito.
Que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será.
Y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación.
Ni por compromiso, sino por amor.
Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible.
Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida.
La que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija;
la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaron 3 o 4 meses de vida.
El creador te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo.
A ti debes hacerte libre y feliz.
Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.
No estás deprimido estás distraído
No estás deprimido estás distraído.
Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo.
Y piensa que esa criatura que estás viendo es obra del creador.
Y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.
Además, la felicidad no es un derecho sino un deber.
Porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio.
Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir,
mando matar seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto,
que sufrir es una pérdida de tiempo.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera,
el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno.
Los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros.
Las mil y una noches, la divina comedia, el quijote, el Pedro Páramo,
los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Mäiller, Mozart, Chopin, Beethoven, Carballo, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Y si tienes una enfermedad, pueden pasar dos cosas.
Y las dos son buenas; si te gana, te libera del cuerpo:
tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas …
Y si le ganas, serás más humilde, más agradecido.
Por lo tanto, fácilmente feliz.
Libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad, y la vanidad,
dispuesto a vivir cada instante profundamente.
Como debe ser.
No estás deprimido estás desocupado
No estás deprimido estás distraído.
Ayuda al niño que te necesita.
Ese niño será socio de tu hijo.
Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Además, el servicio es una felicidad segura.
Como gozar a la naturaleza y cuidarla
para el que vendrá. Da sin medida y
te darán sin medidas.
No estás deprimido estás distraído,
si escucharas al otro, al que llevas
dentro, sabrías todo, en todo encontrarías algo para ti,
entonces te elevarías constantemente y ya no habría confusión,
si no matices y en esa serenidad no buscarías nada, entonces lo encontrarías todo.
Estando en el presente dirías y harías lo que hay que decir
y hacer a cada momento, natural y graciosamente, sin esfuerzo.
Lo que haría que tu relación con los demás fuera plena y al crecer en
el amor serías más creativo, sin límites ni condiciones.
La ignorancia nos hace sentir encerrados y mortales,
es decir que nos encerramos y nos limitamos solos.
El miedo nos distrae del amor, que es sabio y valiente,
porque sabe que no hay medidas ni fin.
Busca dentro y desaparecerán las nubes de la periferia.
Quédate quieto y en silencio, para escuchar al sabio que llevas dentro.
El que tiene siglos, no años como tu cuerpo. Por eso está más
allá de tus caprichosas medidas, de los prejuicios que provoca el miedo,
y que es hijo de tu ignorancia.
El sabio que está más allá de los efectos que crees buenos o malos,
ricos o pobres, oscuridad o luz, porque está en lo esencial.
Es decir en la mismísima causa, está en lo invisible de donde surge todo.
Y cuando escuches al sabio que llevas dentro, sentirás a la lluvia buena y
saludable, el frío…
Estarás tan atento a la causa, que todos los efectos serán luminosos.
Ese estado de claridad impregnará todos los rincones,
lo compartirás todo y a todos llegarás con gracia,
y entonces la riqueza se multiplicará a cada paso.
David le pidió sabiduría al creador, que le
dijo, “No pides poco, porque la sabiduría incluye todo”.
No vives entre límites, sino en el mismísimo centro de lo milagroso,
libre del ilusorio orden de la mente lineal,
excitado por la imaginación y armonizado por la esperanza.
Eres un espíritu que por un rato ocupa un cuerpo,
un vehículo apto para este deambular por mares y montañas,
entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos
y que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento.
Ama hasta convertirte en lo amado,
Más aún hasta convertirte en el mismísimo amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas,
el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso,
una bomba hace más ruido que una caricia.
Pero por cada bomba que te destruya hay millones de caricias que alimentan la vida.
¡El creador no prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia,
pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino!
¡Cuando la vida te presente mil razones para llorar,
demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír!
— Adaptación de Facundo Cabral.
Precioso, muchas gracias prima, desde arriba mi mami lo habrá leído
Gracias. Seguro que lo leen, en sitios especiales para ellos.
Besos al cielo.
Ya tenemos bastantes para que puedan celebrar el estar juntos.
Un abrazo.