¡Llegó un día muy especial del año, el Solsticio de Invierno!
Solsticio de invierno. El término Solsticio se deriva del latín solstitium que significa, el sol se detiene. Los solsticios ocurren debido a que la Tierra gira alrededor del sol, inclinada unos 23,5 grados sobre su eje.
Esta noche 21 de diciembre de 2020 ocurrirá a las 10:02 horas UTC, representando el día más corto del año y la noche más larga.
A partir de esta fecha los días se alargarán paulatinamente.
Poco antes de Navidad, sumándose a este evento, nuestro mágico universo nos ofrece una danza celestial.
Júpiter y Saturno se cruzarán en el cielo nocturno y, por un breve momento, parecerán brillar juntos como un solo cuerpo celeste.
Será un intercambio cósmico muy especial, mientras el solsticio de invierno se prepara para cubrir al hemisferio norte.
Este se convertirá en el momento astronómico ideal para renacer junto con los nuevos poderes de la naturaleza.
Proporcionar a nuestro espíritu paz y nuevos comienzos.
Pero antes de pasar al significado místico de estos eventos, vamos a conocer los detalles:
No importa donde estés, la gran conjunción será visible desde casi todos los lugares de la Tierra.
Aproximadamente una hora después de que se esconda el sol.
Aunque se verá mejor cuanto más cerca estés de la línea del Ecuador, dado que allí durará más tiempo.
Claro que, como todo fenómeno astronómico, su visibilidad dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas: hace falta que no llueva y que el cielo esté despejado.
Por su luminosidad, se podrá ver sin binoculares o telescopio.
Tienes que dirigir tu mirada hacia el sur oeste, pero es importante que lo hagas desde un sitio despejado como un parque o un piso elevado, sin nada frente a ti que te obstaculice la visión y, en lo posible, con poca contaminación lumínica.
Si tienes un telescopio pequeño o un par de binoculares, puede que estos te permitan ver las cuatro lunas más grandes de Júpiter orbitando alrededor de este planeta gigante.
Otra opción es visitar la página de algún observatorio internacional, como el Observatorio Lowell en Arizona, Estados Unidos, que hará una transmisión en vivo de la gran conjunción.
Aprovecha la ocasión, ya que estarán más cerca que en casi ocho siglos y también más brillantes.
Se tendría que retroceder hasta justo antes del amanecer del 4 de marzo de 1226 (Hartigan), para ver una alineación más cercana entre estos objetos visibles en el cielo nocturno.
Aunque estos dos planetas se habían unido con anterioridad, durante el 21 de diciembre estarán a una distancia récord entre sí: el beso de Navidad.
La siguiente ocasión para ver a Júpiter y Saturno tan juntos, será el 15 de marzo de 2080. Después de eso, esta pareja astronómica no hará tal aparición hasta después del año 2400.
Los dos planetas gigantes encajarán en un único campo de visión.
Las cuatro lunas de Júpiter y los anillos de Saturno se unirán en una danza celestial singular.
Sin embargo, esta no será una conjunción usual, ya que los planetas estarán unos 0.1 grados, no es una alineación total, aunque esto es lo normal.
Aunque desde la perspectiva científica este hecho no se relaciona con ningún suceso religioso. El momento ha llevado a una especulación sobre si este podría ser el mismo evento astronómico mencionado en la Biblia.
El que llevó a los Reyes Magos hasta José, María y el recién nacido Jesús: la estrella de Belén.
En distintas culturas el solsticio marca la llegada de la oscuridad.
Paradójicamente, además es el instante en que podemos celebrar que la luz del sol está comenzando a ganar terreno.
También se señala como el poderoso punto de transición entre las estaciones del año donde la energía suele reunirse con mayor intensidad.
Algunas civilizaciones aprovechaban esta energía del solsticio de invierno para reflexionar y lograr una regeneración y renovación del espíritu.
Por ejemplo, para los paganos el solsticio era conocido bajo el nombre de Yule, una celebración dedicada a la energía de la Luna, en la que se decía que daría a luz al Sol.
Estos son algunos datos sobre el solsticio de invierno
Te harán comprender la importancia de que el sol nos provea de la mágica estación invernal:
— El solsticio está regido por Saturno y el sol ingresa en este al signo de Capricornio. Saturno es el dios de la agricultura, y por eso en el solsticio se realizaban las Saturnales romanas, grandes fiestas de reinversión y de culto al astro.
— El nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre podría representar la sustitución del culto a Helio, representación solar del imperio romano.
— El solsticio es en realidad un momento de emparejamiento que divide la cultura en dos situaciones opuestas, pues en un hemisferio del globo es invierno y en el otro es verano. Pero en todos hay rituales similares en torno a estos momentos cósmicos.
— También hay festejos en torno al solsticio de invierno fuera de Europa. En Japón, por ejemplo, está el resurgimiento de Amaterasu, la diosa del sol de la mitología japonesa, y además, Orus, Adonis, Atis, Mitra, Huitzilopochtli…
— El solsticio es simbólicamente la muerte y resurrección del sol. Durante este momento el astro alcanza su máxima declinación sobre el ecuador, hundiéndose en la fosa cósmica para resurgir poco a poco de las entrañas de Capricornio en un nuevo ciclo de vida.
— Capricornio representa la puerta de los dioses, mientras que Cáncer, situado a 180 grados, es la puerta de los hombres. Así, el solsticio de invierno está asociado a la divinidad en la astronomía occidental antigua.
— La inclinación del eje terrestre hace que veamos al sol cada vez con un menor ángulo. Ese momento de inmovilidad es el que le da su nombre a los solsticios, voz que deriva del latín y significa sol que permanece quieto.
En muchas ocasiones se relaciona el solsticio con el nacimiento del sol espiritual interior.
En cierto sentido es una buena ocasión para promover el renacer de la tranquilidad del alma, de aquella oportunidad de mirar hacia nosotros mismos y concentrarnos en sanar nuestra energía para crear un despertar personal.
Aunque el solsticio científicamente dure muy poco, se suele vivir en muchas culturas durante todo un día y por eso te recomiendo un ritual sencillo para atravesar la oscuridad con éxito.
Ritual de Solsticio de invierno
Enciende algunas velas en tu hogar durante todo el día (asegúrate que no haya riesgos), honra la luz del día y todo aquello que ilumina tu camino.
Después, cuando el sol caiga pasa unos momentos en completa oscuridad.
Apaga las velas, reflexiona un poco sobre los momentos difíciles, prepárate para encender las luces nuevamente y renace con la iluminación. Es un símbolo bonito que hace a nuestra mente aceptar la nueva luz que llega.
Podemos orientar nuestra percepción y vivir este momento mágico dando la bienvenida al espíritu de la Navidad.
Aunque para muchas personas no hay cambios porque tienen la suerte de estar cerca de sus seres queridos, para muchos otros es una forma de reencontrarse con familiares y amigos.
Por ello, podemos aprovechar las muchas energías de esta fecha especial para disfrutar de estos encuentros.
Para los que están lejos disfrutarlos, y para los que estamos cerca agradecer el poder seguir haciéndolo. – Hablando lógicamente de condiciones normales.
Leyenda Escandinava
Según otra leyenda, hace más de ochenta mil años un ser de una galaxia muy lejana, aterrizó un 21 de diciembre en el planeta Tierra, específicamente en la zona que actualmente se conoce como Escandinavia.
Este personaje caracterizado por una contagiosa alegría, era un viajero errante que predicaba sus conocimientos, repartía regalos y bendiciones durante su recorrido.
La celebración de la llegada del Espíritu de la Navidad también tiene un origen nórdico que se conmemora igualmente el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio. Lo viven como una fecha muy especial por su vibración magnética.
Destacar que la mayoría de celebraciones de esta fecha no son católicas. Sin embargo, es muy común que se le rinda tributo al espíritu navideño. Para acogerlo, utilizaban diferentes rituales:
Limpiar el lugar donde se habita la mañana del 21 y mantenerla ordenada.
Prender inciensos de mirra por la mañana y mandarina a partir del medio día.
Colocar la estrella de cinco puntas, fabricada o comprada en un árbol, en la puerta, pared o donde se desee, como símbolo de iluminación sagrada. Encender números impares de velas en color rojo o violeta, como símbolo de amor.
Purificar tu cuerpo con un baño en esencia de mandarina.
Escribir deseos en un papel, deseos espirituales y materiales y guardarlos para verlos el próximo año. Cenar en honor del espíritu para que con su energía nos llene de paz y prosperidad.
Tras la cena prender una vela y bendecir la perfección de las peticiones, bendecir a cada una de las personas de nuestra vida y bendecir nuestro mundo, para nuestro bien y el de la humanidad.
Honrar a su Diosa, Dios… Dioses, con actos de amor y gratitud.
— Varias fuentes.
Son muchas las creencias sobre esta celebración, y este año en especial debería ir más allá de ser propicia para elevar peticiones, deberíamos aprovechar para una reflexión espiritual.
Yo pediría volver a sentir este espíritu, símbolo de agradecimiento por los favores y buenos deseos.
Sumar nuestras inquietudes de crecimiento y evolución, de sanación y unión a las del resto del universo para crear una nueva realidad mejor: salud mundial, más empatía, responsabilidad, compromiso, compasión y amor.
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