Parece que el mundo de hoy está basado en un entrenamiento continuo e increíble que nos quiere convencer para aceptar la infelicidad como tónica generalizada. Vayámonos de este entrenamiento, vente conmigo, tú también puedes, déjalo.

¿No te das cuenta de esto que digo? Casi todo el mundo parece entrenarse diariamente para estar cabreado, te cruzas con personas cabreadas, con conductores cabreados, con tenderos cabreados, con peatones cabreados, con jóvenes cabreados, con viejos cabreados… ufff. Pero nadie piensa en porqué.

Yo pienso en que seguro que alguien muy por encima de nosotros quiere que estemos así, le interesa que el mundo esté así, en continua búsqueda de algo que le haga salir de esa insatisfacción. ¿Como? Fumando, bebiendo alcohol, drogándose, jugando al bingo, consumiendo algo, comprando, gastando… y necesitando siempre …

Y esto ¿Que genera?: Enfermedad, más gastos sanitarios, más gastos farmacéuticos, más psicológicos, más accidentes, más conflictos, más procesos judiciales… en fin, más de lo que necesitan para que sigamos consumiendo. ¡Esta de moda estar enfermo! ¡Esta de moda tener ansiedad, tener estrés, tener migrañas, tener cáncer!

Afortunadamente yo no creo en modas, a pesar de mi profesión de tantos años «modista». Ja ja ja. Aclaro que no creo en ese tipo de modas que dan lugar a ciertos comportamientos. La moda que nos viste tampoco me define ya. Hay tiempo para todo.

Hoy no necesito ningún tipo de moda. Realmente necesito poco, aunque esté «mal visto». Lo bien visto es necesitar mostrar tu nueva adquisición, mejor que la de tu vecino o la de tu hermano… ja ja ja. Pobreza espiritual. ¡Estupidez humana!

Mis modas son muy básicas y sencillas, además veo que no son moda para muchas más personas. No me importa, a estas alturas no necesito aprobación de nadie, aunque realmente creo que nunca la necesité.

Tampoco necesito credibilidad, me da tan igual si me crees, como si no lo haces. No es lo importante.

Creo en muchas cosas que no son temas de actualidad, ni tienen seguidores, en cosas que no venden ni convencen a algunas personas, pero cada día somos mas.

Son cosas de las que hay quien presume, pero no práctica, me hace gracia, pero igualmente me da igual.

Como los distintos credos, ellos son para actuar, no solo para tranquilizar a las almas oscuras. Igualmente van a seguir siendo oscuras si solo escuchan y se dan golpes de pecho. O rezan cuatro oraciones, hasta la próxima. ¡No! Esa no es la solución a nada. La omisión, bajo mi opinión es uno de los mayores pecados.

Pienso que debemos quedarnos y mostrar en la propia vida los mensajes profundos, que los hay.

No solo llorar ante una estatua inmóvil pidiendo un milagro que no va a llegar. Nadie va a llevarte a tu puerta ese milagro.

Hay cosas que debemos hacer nosotros, ¡Nosotros somos el milagro! De nosotros nacen y en nosotros repercuten.

Lo primero que tu también puedes hacer es darte cuenta de que la vida no es eso que he descrito, es igualmente algo más que pasarla trabajando, acumulando dinero… excepto si esa dedicación también es tu pasión, algo que te hace feliz y que puedes ofrecer al mundo.

De lo contrario, ya vemos en las noticias, psicólogos tratando a infinidad de personas que no soportan los domingos, adolescentes con ganas de dejar este mundo de cualquier manera, jóvenes autolesionandose, buscando la atención que no tienen, ni van a conseguir así.

Vayámonos de eso, vente conmigo, vamos a reinventar el mundo, ¡alguien tiene que hacerlo! Es un mundo insufrible, insoportable. Vamos a conocernos, buscando las capacidades y talentos, eso en lo que te sientes fuerte porque lo haces mejor que nadie.

Cuando algo te apasiona te llena de energía, y no es un trabajo, es una pasión. Y ¿que pasa con las pasiones?, son enormes generadores de felicidad, enormes maquinas que fabrican energía, salud, bienestar, alegría, satisfacción… Pero eso no es bien visto. Nadie quiere ver que otro es feliz, solo quiere verlo tan insatisfecho y cabreado como los demás.

Sobre todo por que cuando tienes ese excedente de energía, la puedes repartir a tu alrededor, y eso no es rentable…

No voy a entrar en el juego del cabreo, solo me hace gracia. Aunque me tienta.

Cuando alguien por la calle me responde cabreada a algo, yo me río y se cabrean mas, es una pena, queda tanto por aprender. Vente conmigo, tú también puedes salir de este bucle.

Y a pesar de observar que mi sentir puede ser condenado, no voy a dejar de sentirlo. Ni quiero, ni puedo, no me lo permito.

Es el que mantiene una cierta satisfacción más continuada en mi cronología.

Otro ejemplo, algo mal visto hoy es ser solidario con «lo que sea» que esté un poco alejado de según que forma de vivir.

Veo y me da una sensación entre lástima, tristeza, vergüenza y a veces risa, de cosas que se presumen pero que se dejan para que otro las haga.

Presumir de una moda en boga, pero no mover un dedo para demostrarlo.

Veo que hay cada vez más apuestas para ver quién puede ser más cabrón, más cabrona…

Bueno, todo es equilibrio y la balanza puede equilibrarse hacia el lado más inesperado, cuando menos lo esperes. Ten cuidado.

¿Te ríes? Sigue riendo, disfruta mientras puedas de esa risa insatisfactoria y mentirosa.

El tiempo sigue y todos vamos cambiando con él, absolutamente todos.

Lo que pido que no cambie es lo aprendido, ni las ganas de seguir aprendiendo. Sobre todo porque queda mucho por hacer…

Ni en unas cuantas vidas me va a dar tiempo de todo eso que tengo en mente, pero intentaré que parte de ello quede integrado.

Es desesperanzador ver qué, por ejemplo ser solidario, como he dicho, se ha desterrado inevitablemente de nuestro vocabulario.

Solo aparece en alguno, y siempre y cuando se de a conocer esa solidaridad, se vea lo que hacemos…

¿Todo es eso? ¿Que alguien lo sepa?

No me gusta.

Y cuando alguien aparece y lo hace desinteresadamente, es mal mirado, sobre todo en política, por encima de todo en política, donde todos se insultan, donde hoy todo está permitido.

La política actual en este mundo poco evolucionado es una demagogia que, bajo mi observación, es la peor de las estrategias para llegar al poder y mantenerse allí.

Es la jugada, aunque sea a base de trampas, que apela a los prejuicios emocionales del oyente (la manera más vil de llegar a las personas y desafortunadamente la más usada hoy).

Es utilizar la facilidad de oratoria para conseguir ese apoyo popular, desinformado, inculto, y acomodado, que se deja engatusar por la ignorancia y la invención actual.

Luego quieren comparaciones, hacen comparaciones, ilusos.

Hoy igual que ayer. Buenos y malos. Unas veces unos y otras otros.

Desafortunadamente casi todos se olvidan de cosas importantes como son las personas. Y estás personas luchan por algo que no van a conseguir jamás.

Por eso creo que la insatisfacción es algo que se encargan de inducir en nosotros para crear lo que se observa en todo, resignación, adaptación a algo que no nos representa pero que no queremos solta.

Aceptamos dejarnos llevar por un piloto automático que nos ha conducido demasiado tiempo.

No quiero tragar anestesias innecesarias, bastantes he tenido que vivir por necesidad. Pero nunca es tarde para bajarte del tren de los conflictos.

La pena es que no hay academias que nos enseñen a vivir respetándonos, respetando nuestros valores reales, no los que creemos que son.

Deberían existir herramientas para demostrar esto a quien no quiere reconocerlo.

En este mundo cada día mas individualista es complicada la solidaridad.

Sin embargo en mi infancia era algo común, todos pensábamos en todos, sobre todo en los pueblos.

También pensábamos en el entorno, en la limpieza, en recoger lo que utilizábamos, cosa que hoy brilla por su ausencia.

La gente es cada vez mas asquerosa y sucia. No hay mas que ver una playa, o cualquier otro lugar, después de cualquier evento. Dais asco. No actuáis correctamente, sois irrespetuosos y desagradables, seres sin evolución, estúpida y maleducada. ¿Me pasé? Creo que me quedé corta.

Pero afortunadamente hay otras personas que tienen la bonita capacidad de lanzarte al vacío, de hacer que pases por el mundo sin ver toda esta suciedad, que olvides que vives en una tierra injusta y desagradable.

Vente conmigo, vamos a buscarlas para que enseñen a todos los demás, quizás a ellas las escuchen. Quizás algo se mueva en el interior de esa juventud inmadura y descuidada.

¿Como se van a vaciar las consultas psicológicas actuando de esta manera? ¿Quien puede estar agusto dejando su entorno lleno de mierda? La cita debería ser con uno mismo, y en la que nos digamos que si no cambiamos no habrá solución.

¿Cuando os vais a dar cuenta de que la vida es otra cosa? Otra cosa que todo ese montón de basura que dejáis para que otro la recoja. Con personas así no serán suficientes ni siquiera unas cuantas vidas. Os queda mucho por estar en este mundo.

Y probablemente en la siguiente os tocará estar en el otro lado, quizás limpiando retretes, ¡cuidado con lo que haces! La vida no es ir dejando montones de basura. Ni de manera real, ni metafórica.

No seamos hipócritas al afirmar que nuestra conducta diaria constituye un ejemplo de sociedad desarrollada porque es mentira. La realidad es que cada vez somos más maleducados.

¿Ves? Al final  me tentó un poco el cabreo.

En estos temas no puedo evitarlo, me toca sortear botellas, vasos, cristales, restos de comida…y un largo etcétera, diariamente. En el parque frente a mi casa, el parque Tordesillas, cuando paseo a mis perris.

Tengo que tener cuidado de que no pisen cosas cortantes, de que no coman de la basura que dejan, además de observar que ya no bajan niños a jugar a él, y los ancianos tienen que tener un cuidado especial para no caer.

Eso es en mi parque, pero pasa en cualquier otro, en las calles e incluso en los patios de luz.

En el patio de luz de mi madre, en el centro de Alcorcón, tiran de todo, incluso escupen! Inaudito. Que falta de empatía y que pobreza espiritual y mental.

¿No tenéis suficientes papeleras, o lo que no tenéis es vergüenza, ni educacion?

En estos días observé a un vecino paseando a su perro y solicitando a unas mamás que se ocupasen de sus hijos, que estaban «dejando todo lleno de basura» y en lugar de corregir y educar a sus hijos, que sería lo razonable, increparon a este vecino.

Con madres o padres así, ¿Que futuro esperamos?

Siguiendo estos patrones, normal que cada vez esté todo más permitido. Lo que no se inculca en edades tempranas no se aprende jamás.

No merecéis el título más bonito del mundo. ¡Madre!. Para merecerlo hay que trabajarlo.

Voy a equilibrar el malestar que me provocan estos comportamientos apelando, como siempre a la luz.

Es hermoso poder hacerlo.

Mis seres de luz son como ese conjunto de globos que se le escapan al vendedor y al que puedo agarrarme para subir por encima de toda esta inmadurez.

Esta mágica imaginación me mantiene en equilibrio. Aun sabiendo que los globos pueden explotar y mi caída seria estrepitosa. Igualmente necesito esos momentos de descanso, flotando antes de caer de nuevo en esta realidad absurda.

 

¡Tu también puedes descansar de ella, pero poniendo cartas!

¡Cualquier día me pegan!

 

¡Namasté!