Aquí no hay nada para nosotros, somos alma y el alma no lleva equipaje.

¿Pensabas que era tuyo? Cuan equivocados estamos todos. Y qué distinto sería si entendiésemos.

¿No te gustaría salir de este bucle de insatisfacción, de miedo y desesperanza?

Y no me puedes decir que tú no sientes eso, porque es una sensación generalizada. Lo que puedes decirme es que vives distrayendo a tu mente y a tus sentimientos con todo lo que me quieras contar, pero la vida no es eso, ni es lo que el alma necesita.

Hay que tener cuidado porque nada vuelve a repetirse igual, puede ser similar, pero todo se pasa eliminando preciosas oportunidades.

Las personas no esperan, ni siquiera con amor, y la vida no se detiene por nadie.

Todo, absolutamente todo cae en el olvido, tú también, y yo, todos. Ya sabes que nadie es imprescindible, aunque cada presencia es insustituible, así que da todo lo que tienes guardado, no hay más que una oportunidad.

No comiences como siempre, los cambios se dan por la más pequeña diferencia.

No corras para levantarte, ni para que el día pase deprisa. Eso no es vivir es querer acercarte más a tu partida.

No hagas todo rápido y automático, llegar, dar un beso rápido, tumbarte a descansar, coger tus cacharros electrónicos…

¿Siempre ha sido así? Yo recuerdo que no.

¿Por qué tanta prisa? Todo lo queremos terminar deprisa, absolutamente todo, ¿Qué nos espera al terminar?

No me gusta esta dinámica de vida, prefiero vivir despacio, mirar el paisaje… Sentir a mi alma.

¿Que no es posible? Si lo es, ya te lo digo yo.

No para que me juzgues, ya me juzgan demasiadas personas, no necesito más. Solo para invitarte a disfrutar.

Nada de lo que tengas en propiedad lo necesita tu alma.

¡Disfruta!

Sobre todo de tus hijos. Y no les asustes, no les heredes tus miedos, tus limitaciones.

Quieres que crezcan rápido para quejarte cuando han crecido.

Inaudito. Las cosas no son así.

Disfruta de todos sus procesos, enséñales bien, riendo, jugando, aunque a veces sea difícil.

¿Ya crecieron? ¿Y te gusta el resultado? Parte de él es tu responsabilidad.

Tú también serás abuela, abuelo, y no te gustarán las visitas rápidas, de beso al aire e ignorancia.

Tú también pensarás si será la última vez…

Siembra lo que quieras recoger.

Aunque te sobre el dinero y pueda cuidarte un extraño, nunca sabes cómo será.

Aunque no creo que sea posible aprender de experiencias ajenas, si nos puede quedar algo de mensaje. Y uno muy elocuente es este:

 

La riqueza no es tan valiosa como la vida misma, piensa en cuántas veces escuchas la pregunta ¿Qué hiciste con todo ese dinero que acumulaste?»

 

Y cuántas veces has oído a alguien preguntar, ¿Qué has hecho con tu vida?

 

¡Así que Vive el hoy, el mañana no existe!

 

Eso suena impactante, pero es la realidad, morimos y nada nos llevamos.

 

Por eso los italianos lo llamaron simplemente: «Hoy estás en la Tierra, mañana estarás en la tumba”.

En la Tierra puedes dejar huellas o sombras. En la tumba, ya no eres ni un rastro ni una sombra tuya.

 

– John Ruskin, descendientes de familia muy rica, escrito siglo y medio atrás.

 

Las cosas no cambian tanto, a la vista está.

Somos alma que posee un cuerpo prestado del que no sabemos fecha de caducidad. Así que no debemos creer que poseemos algo, nada es nuestro, también es un préstamo.

Nos prestan el cuerpo, nuestra via de llegada, los padres, nuestros compañeros de camino, hermanos, abuelos, hijos, familiares, amigos. También nos prestan las posesiones materiales, casa, coche …

Todo ello queda aquí en nuestra partida.

¿Propósito? Amar.

Porque amar es ser lo que somos, alma.

Hay que vivir aprendiendo, disfrutando, compartiendo desde el amor con cualquier vínculo que se cree en nuestra vida.

Y también brindando libertad, y permitiéndonos la nuestra propia, sin miedo, sin límites, desde la sinceridad.

Tómate tu tiempo, pero no lo pierdas más. El tiempo perdido es energía desperdiciada.

Puedes ir comprobando, si dejas percibir a tus sentidos, como se va tejiendo una red luminosa a tu alrededor, una red indestructible y protectora totalmente invisible para otros, pero imperecedera.

Así comprobarás la presencia de tu alma.

Cualquier relación puede romperse, todas sin excepción. Cualquier ilusión puede resquebrajarse en mil pedazos de un día para otro. Y también puede ocurrir lo opuesto.

No pierdas la esperanza aunque personas que amas dejen de vivir a tu lado o tengan que partir, la vida es algo más que los conceptos que tanto miedo nos dan.

Siempre permite tu libertad y deja ser libre. Todos no podemos o no sabemos comportarnos igual.

Lo único imprescindible es ofrecer amor, comprensión y respeto, tiempo y energía, vínculos y amistad.

Esto no entiende de tiempos ni de espacios, son etéreos y viven en la eternidad.

No juzgues, ni cuestiones, ni invadas, no pierdas tu tiempo en quien no es como tú. Solo muestra lo valioso.

Escucha, observa sus necesidades, pero las reales, no los deseos materiales. Observa su energía, lo que emite, el color de su aura.

En todos existe un ser, un ser eterno que merece valor y respeto, aprende a honrar este ser, esta alma única igual a la tuya.

Por lo tanto, sé ecuánime, ya sabemos que todo es prestado, hasta nuestro propio aliento así que tenemos que tener claro que nosotros no tenemos la última palabra, aunque a muchos esto no les guste en absoluto.

Ante ello, humildad, consciencia, grandeza, equilibrio, todos pasamos, todo pasa, lo bueno y lo menos bueno.

 

Mi pensamiento de hoy es que aunque sea una loba medio vieja y un poco herida, mi objetivo de cada día es continuar aullando mientras la vida quiera.

 

¡Namasté!