Personajes de los folklores navideños: Tienta Panzas
Semejantes son las tradiciones que se ofician a lo largo y ancho de nuestro pequeño planeta. Por lo tanto, igualmente similares son en el periodo navideño. La gran mayoría tiene cosas comunes: el personaje o personajes que se encargan de transportar regalos, o castigos navideños. Existe un gran número de personajes, así que voy a seleccionar los más representativos. Nochebuena Navidad y el Tienta Panzas.
– El primer ejemplo y uno de los más conocidos está ubicado en Holanda, según sus tradiciones existía un paje llamado Zwarte Piet (Pedro el negro), que pertenecía al grupo de jugueteros de San Nicolás.
Su misión era introducirse en las casas por la chimenea y dejar carbón para los niños traviesos. Otra de sus misiones, un poco macabra para mi gusto, era llevarse en un saco a los niños que no se hubiesen portado bien.
Sigue siendo curioso el uso de estas amenazas a los más pequeños en Holanda y Bélgica tan similares a nuestro «hombre del saco». Este personaje ha creado controversias en estos países, llevándose incluso a los tribunales. Dictaminando estos que el personaje era icónico es estas culturas y no podía desaparecer de la tradición popular.
– En Rusia y algunos países que anteriormente formaron parte de la Unión Soviética, la figura de Papá Noel es conocida como Dez Moroz o el abuelo helado.
Su función no es siniestra, sino llevar los regalos en Navidad a todas las familias que habitan en estas naciones de la Europa Oriental. En este caso con la ayuda de su nieta Snegurochka, la doncella de la nieve. Su personaje evolucionó de un hechicero malvado.
– En Alemania y Austria tienen a la bruja Frau Perchta que ofrecía monedas de plata a los que se han portado bien. Si no es así, lo mejor es no esperar nada bueno de ella, según la leyenda.
– En el hemisferio norte, la mitología habla de los Bendegums, caracterizados como duendecillos mágicos.
Son ancianos con gorros y botas coloridos que aparecen en Nochebuena. Ellos son el anuncio de que Papa Noel esta a punto de venir. Concretamente en el polo norte se los sitúa como fieles ayudantes de Santa Claus.
– Los muchachos Yule forman parte del folclore tradicional de Islandia. Aparecieron por primera vez en la década de los años 30.
Una celebración que en el país nórdico tiene lugar 13 días antes del 24 de diciembre. Su inicio está ligado a la llegada de los Yule Lads, que depositan los regalos en los zapatos de los niños islandeses.
– En el folklore alpino tenemos a una criatura con apariencia demoniaca que actúa como la contraposición de Papa Noel.
Su cometido es castigar a los niños que no se han portado bien durante el año, secuestrándolos mediante un saco para ser devorados posteriormente. Esta tradición es para escarmiento del resto de niños.
Su nombre es Krampus y arrastra cadenas oxidadas para hacer notar su terrorífica presencia de íncubo. Su aspecto es parecido al de un fauno, con cuernos en la cabeza, abundante pelaje, garras y patas de cabra.
Personajes de nuestras leyendas peninsulares
– Otro personaje nacido también para adornar estos días es El Carbonillas. Un personaje nacido de la cultura popular y que se vinculó en un principio a los Reyes Magos.
En algunas zonas decían que se trataba de uno de sus pajes que se introducía en los hogares a través de la chimenea. En ella depositaba el carbón para mantener el calor del hogar. Pero con el tiempo se convirtió en el encargado de dejar el correspondiente castigo para quien se hubiese portado mal. Este carbón se transformó en un dulce de azúcar, pero no perdió su simbolismo.
En otras zonas El Carbonillas venía como compañía de Papa Noel o sus personajes análogos. Según en que zona de la península escuches esta leyenda.
– Dentro del folklore leones hay un personaje que originariamente no pertenecía a las fiestas navideñas, pero con el tiempo ha sido asimilado por ellas.
Este personaje, femenino en este caso, sustituye a Papa Noel, la noche de navidad. Se la conoce como La Vieja del Monte y se trata de una ancianita entrañable que vive en las montañas. Su misión es hornear pan y otros dulces o alimentos. Estos son entregados a los pastores para que los transporten a las casas de los niños y niñas, leoneses.
– En otro punto de nuestra geografía, concretamente en Asturias, existe otro personaje navideño que ha cobrado bastante importancia en los últimos tiempos.
Se le conoce como El Anguleru, y se trata de un pescador que se encarga de pescar durante todo el año, angulas y anguilas en el mar de los Sargazos. Según la tradición El Aguleru regresa durante la navidad y en esta noche entrega regalos para todas las niñas y niños asturianos, conseguidos con los beneficios de la venta de su pesca.
– Hay un personaje sorprendente porque en este caso no es una persona, sino un tronco o leño de árbol con una cara sonriente pintada en la parte superior, al que se tiene que alimentar desde el comienzo del Adviento. Cada noche se le alimenta y se le arropa humanizándolo. Este ritual concluye en nochebuena, fecha en la que los niños le golpean para que defeque dulces y regalos (una piñata un tanto particular), llamando a esta ceremonia cagatió. El nombre por el que se le conoce es Tío de Nadal, y es tradicional en Cataluña, Aragón y Andorra.
Es una tradición con un origen rural y cristiano que representa el tronco que aporta el calor y la luz necesaria en los meses que dura el invierno. Su significado tiene semejanzas con el árbol de Navidad.
– Con una profesión similar a la de Santa Claus, Olentzero es el encargado de llevar los presentes en Navidad a todo el País Vasco: Guipúzcoa, Álava, Navarra y Vizcaya.
Según la tradición, es conocido como un carbonero mitológico que el día de Nochebuena llega cada año a los hogares con obsequios, en este caso, no solo para los niños sino para toda la familia.
Se le caracteriza como un personaje un poco andrajoso, manchado de carbón, pero de buen comer que tiene su hogar en el interior del bosque como un ermitaño. En su entorno trabaja haciendo carbón hasta la llegada de los fríos, momento en el que baja a los pueblos desde su bosque de montaña.
– Otro célebre personaje navideño de la mitología gallega y también de profesión carbonero, es El Apalpador, Pangigueiro o Apalpa Barrigas.
Se cuela en los hogares cuando los niños duermen para palpar sus barriguitas con la intención de saber si han comido bien en el año. Si así ha sido les premia con un puñado de castañas.
Tienta Panzas
– Como curiosidad, en una ciudad situada a un millar de kilómetros al sur de Galicia, tenemos un personaje muy similar al gallego, bautizado como Tienta panzas. Para mí el más entrañable por ser un personaje que ha vivido en las tradiciones de mi hogar durante mi infancia. La tradición era relatada por mis abuelos y lo recuerdo con mucho cariño. Lo tengo como un entrañable recuerdo de mi abuela materna y su preciosa ciudad natal, Écija.
Su función era similar al personaje gallego: por las noches tocaba la barriga de los pequeños para comprobar si habían comido lo suficiente, informaba a sus majestades y premiaba las barrigas llenas con regalos.
Recuerdo infinidad de navidades en las que mi abuela nos advertía, sobre todo a mí, que era muy mala comedora, de que debíamos comer bien para que Tienta panzas lo pudiese corroborar.
Cuando llegaba la noche, mi abuela nos decía que si no cenábamos bien, por la noche nos visitaría Tienta Panzas. Nos contaba que vendría a verificar si habíamos cenado bien tocando nuestra panza. Si así era, éramos merecedoras de los regalos.
Esta tradición, pasaba de generación en generación, pero a mí personalmente no me ha hecho falta usarlo pues mis hijos han sido buenos comedores. De todas formas su bisabuela tuvo la oportunidad de emplear igualmente a este personaje con ellos.
Según ella nos contaba, cuando era niña, al llegar la navidad, los adultos encargados de ellas, con el fin de que no se negasen a comer, les contaban esta leyenda. En el caso de su familia, no era necesario, ya que no tenían comidas abundantes, con lo cual cuando había más comida de la normal, era bien recibida.
Si encontraba que tenían la barriga llena, al menos en esos días especiales, les decía: «así todo el año», recomendación que acompaña con un regalo.
Según relatan las personas más mayores de la ciudad que tienen memoria de la tradición, al llegar las fiestas navideñas, los padres, con el fin de evitar que los más pequeños se negarán a comer, les contaban la historia de un hombre que les visitaba mientras dormían y comprobaba, tocándoles la barriga -de ahí el nombre del personaje-, si habían cenado o no, para informar posteriormente a sus majestades los Reyes Magos de Oriente, que debían decidir entonces si les llevarían regalos.
Este personaje, bien puede ser procedente de Galicia, debido a que muchas familias gallegas fueron a repoblar Écija tras la reconquista cristiana.
Aunque el origen exacto de esta tradición se desconoce, se recuperó en 2004, para ser mostrado por la ciudad. Esta cabalgata se realiza gracias a asociaciones de vecinos de El Carmen, San Juan Bosco y Puerta Cerrada. Es por esto que toda esta zona de la villa sevillana se encuentra incluida dentro del recorrido de la cabalgata del Tienta Panza, ademas de la plaza del Salón.
Desde esa fecha, el Tienta-panzas recorre actualmente las calles de Écija con una cabalgata el fin de semana entre Navidad y Año Nuevo y al finalizar recibe a los más pequeños.
– Fuentes; 20 minutos, fuerzaecijana, fuente de las fotos ecijaweb, nationalgeographic.
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