Amigos hoy vamos a aclarar que significa constelar el pasado.
¿Pero, qué son las constelaciones familiares?
¿Has oído hablar de las constelaciones familiares, muchos seguro que no y otros si?
Se trata de una dinámica terapéutica creada por el psicoterapeuta, pedagogo y ex-sacerdote católico Bert Hellinger. Tiene el objetivo de abordar la resolución de conflictos, aumentar el autoconocimiento y favorecer el cambio personal, sanando el pasado.
Reconectándonos, perdonando, aceptando a nuestros ancestros. (Familienaufstellung, en alemán, cuya traducción es colocación de la familia), encaminada a la solución de problemas a través de sanar las relaciones en el núcleo de la familia y el entorno de todos y cada uno de sus miembros.
Intentaré hacer un resumen explicativo de las constelaciones familiares. Son, si conocéis estos temas, similares a otras terapias, como la Bioneuroemoción, metodología que aborda los conflictos y dificultades desde una visión probablemente más amplia.
Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica orientada a identificar el tipo de relaciones que se establecen entre los diferentes miembros del sistema familiar, actual y ancestral.
Se presenta a cada miembro de la familia como el arquetipo (modelo familiar) que representa, es decir, no como la persona que es, sino como la persona a la que representa para el participante en la constelación.
El objetivo principal es que el participante pueda identificar todo lo perjudicial, aunque sea inconsciente, que se ha establecido en su familia y como consecuencia en su vida. Así como las actitudes y conductas que los comportamientos o vivencias han generado entre sus miembros.
Toda la información que se pone en movimiento, por una parte, permite a la persona intentar interpretar los patrones familiares que han fallado y que ella reproduce de forma inconsciente. Para encontrar soluciones a los conflictos estancados.
Y, por otra parte, la constelación pretende despertar los sentimientos y emociones que están latentes en el inconsciente de la persona. Para que pueda gestionarlos y reconciliarse con algunas personas y eventos de su pasado o incluso de su presente.
Esta terapia de introspección familiar, o técnica psicoterapéutica, fue fundada en los años 90 por el psicoterapeuta mencionado anteriormente. El marco teórico se fundamenta en la teoría psicoanalítica, la terapia sistémica familiar y la terapia Gestalt.
Las constelaciones familiares, por tanto, se enfocan en la persona en relación con la enorme red de vínculos familiares. Ofreciendo una vivencia personal y experiencial que promueve una comprensión y una aceptación de vivencias y comportamientos, que favorecen la paz interior y la sanación.
¿Has sentido alguna vez que estabas repitiendo patrones de conducta o estilos de relación que habías observado en tus padres, aunque no te gustaran?
¿Han sido habituales las rupturas de parejas o de relaciones significativas?
¿Sientes que el éxito está fuera de tu alcance?
¿En tu familia se han repetido enfermedades o problemas de salud que parecen pasar de padres o abuelos a hijos y nietos?
Los hijos raramente o nunca se atreven a tener una vida más feliz o exitosa que sus padres.
Inconscientemente se mantienen fieles a las tradiciones familiares que se han transmitido de forma invisible saboteando así su propia vida y felicidad.
Las constelaciones familiares son un camino para el descubrimiento de estos lazos y fuerzas invisibles que han ido pasando inconscientemente de generación a generación.
Bertold Ulsamer
“La familia tiene una memoria. Lo que de ella sale a la luz es un regalo para nosotros.”
Bert Hellinger
Aunque no se considera una terapia grupal, esta dinámica terapéutica suele realizarse en grupos reducidos, de 5 a 12 personas, entre las que se encuentra el terapeuta que dirige la sesión. Sin embargo, en ocasiones se han realizado constelaciones familiares con cientos de personas o de manera individual.
Consiste en un solo encuentro que suele durar varias horas, donde los participantes que lo deseen pueden “constelar” una situación o conflicto. La cuestión la deben presenta brevemente al grupo. En dicha sesión, otros participantes son elegidos por el consultante (en algunos casos por el terapeuta) para que “represente” a las personas que integran la familia del consultante y para sí mismo .
Estos reproducen actitudes y emociones inconscientes que estarían relacionadas con las vivencias familiares de la persona que realiza la terapia, promoviendo luz sobre el problema planteado. En esta representación la persona puede ver y hacer consciente el tipo de relaciones que se han establecido entre los diferentes miembros de su familia de una manera simbólica.
El resultado de la constelación es una imagen-solución de la que no se saca una conclusión definitiva, sencillamente se ve, se siente y se deja que haga su trabajo, que puede desarrollarse desde ese momento en adelante.
El trabajo que se realiza en las constelaciones familiares puede aportar comprensión y paz interior. Las soluciones prácticas y herramientas que proponen se dirigen, sobre todo, a resolver conflictos familiares más que a fomentar el desarrollo de recursos personales.
En muchos casos, puede ser reconfortante, por ejemplo, para personas que han sufrido la pérdida de un ser querido de forma repentina o temprana. Y, también, resulta ser reconciliador para mujeres que perdieron un hijo durante el embarazo, sea de manera provocada o natural.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el resultado de una constelación familiar es una imagen o solución, solo podrá ser reinterpretada desde una nueva percepción. Y ser útil, cuando el cliente muestra la suficiente actitud de responsabilidad hacia su propia vida.
Por tanto, si el conflicto inicial tiene que ver con una falta de desarrollo de un recurso propio, como por ejemplo, la confianza en uno mismo, o de un comportamiento disfuncional caracterizado por la falta de responsabilidad, entonces una constelación familiar puede no ser la herramienta más adecuada para la persona.
En este caso podría serle más útil aprender a desarrollar sus recursos personales para aumentar su capacidad de “digerir” un trabajo personal. Entrenando su presencia, su responsabilidad y los recursos que le permitan reinterpretar cada situación de dificultad, vivida y por vivir, desde un prisma más funcional para su vida.
Incluso podría confundirla, pues pone el énfasis en los conflictos de su red familiar en lugar de ponerlo en sí misma.
Una de las limitaciones que podría presentar el método de las constelaciones familiares es que las personas crean que haciendo una sesión sus problemas desaparecerán o que se queden en la fase de hacer constelaciones. Procesando duelos, escribiendo cartas, etc., sin pasar a la acción consciente.
Aquellos que sin hacer cambios significativos en su propia vida esperan que cambie algo de su alrededor, se quedan anclados en una posición victimista que genera frustración y sufrimiento.
“Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.”
Henry David Thoreau
En resumen, las constelaciones familiares son un acompañamiento que guía a las personas a conocer el impacto en sí mismos de los conflictos de su red familiar. Pero sus herramientas de indagación posiblemente no facilitan llegar a la raíz más profunda e individual de los mismos. En tal sentido, no siempre se dirigen a desarrollar los recursos propios del cliente.
Nuestra historia familiar afecta muy profundamente nuestra personalidad, nuestro comportamiento y nuestras relaciones.
Forja nuestros valores, actitudes, creencias sobre nosotros mismos, los otros y nuestra vida. Constelar es un proceso que nos permite percibir y comprender los eventos y misterios de nuestra familia.
En el trabajo de constelaciones familiares se observa a menudo que los hechos y destinos difíciles ocurridos a los miembros de nuestra familia que nos antecedieron, pueden tener una resonancia en nosotros.
En muchos casos, la vinculación con la familia y la lealtad al destino de nuestros ancestros produce en la persona la tendencia inconsciente de sacrificarse donde otros padecieron. De buscar la enfermedad para pagar culpas ajenas, de asumir el trastorno mental o físico para seguir protegiendo el mito familiar. Del mismo modo, el trabajo con constelaciones familiares nos permite adquirir una mayor consciencia acerca de los dones y talentos que hemos recibido de aquellos que nos precedieron
El constelador familiar usualmente debe ser un profesional de la psicología, o un terapeuta Gestalt. Sin embargo en las formaciones de constelaciones familiares puedes encontrar maestros, logopedas, o médicos. Independientemente debes tener una preparación previa a los estudios de constelaciones familiares, para ofrecer esta terapia. Y también independientemente debes tener unas aptitudes y capacidades adecuadas y un animo de sanar y ayudar, no solo como negocio.
En el área de la psicología es recomendable que las constelaciones sean ofrecidas por profesionales que se hayan formado como psicólogos o como terapeutas en centros o en universidades. De manera que realmente les posibilite acompañar todo ese mundo psicológico que se observa a través de una constelación.
¿Qué se hace en un taller de Constelaciones Familiares?
En un taller de Constelaciones Familiares, trabajan todos los que participan en él. Esta participación puede ser de tres maneras diferentes:
Como cliente: exponiendo un asunto que se quiera trabajar.
Si eres representante: poniéndose al servicio del cliente, representando a algún miembro de su familia o elementos implicados en el caso.
Como participante: observando y ayudando a contener aquello que va ocurriendo durante el transcurso de la constelación.
En cada caso, se pueden tener comprensiones profundas a nivel propio a partir del trabajo de otras personas, a través de los procesos de proyección e identificación que se despliegan. Cualquiera que fuera el rol que ocupes, en el transcurso del taller se irán produciendo movimientos internos.
A veces las personas que trabajan solo como participantes, pueden tener una percepción más amplia de los procesos que se desarrollan, y recoger muchas comprensiones, hasta llegar a emocionarse.
Éste es un indicador crucial de que algo se ha movido en el interior durante el transcurso del taller, con el trabajo de otra persona.
Antes de iniciar una constelación, el terapeuta elige espontáneamente entre las personas que desean trabajar, las invita a sentarse a su lado y les hace una pequeña entrevista.
No es necesario exponer tu caso al terapeuta antes de asistir al taller, ni tampoco es necesario que expongas ante el grupo demasiada información acerca del asunto a trabajar. Solamente tendrás que responder a 3 preguntas:
¿Cuál es el problema?
¿Qué deseas conseguir?
¿Cuáles son los hechos importantes de tu sistema familiar?
Es importante que antes de asistir al taller recojas un poco de información sobre los acontecimientos importantes de tu familia. Como por ejemplo: uniones, separaciones, enfermedades graves, muertes tempranas, abortos espontáneos o provocados, migraciones, hechos de guerra, etc.
Una vez recabada esta información, el desarrollo de la constelación sigue generalmente los siguientes pasos:
La persona que hace su constelación (cliente), tras exponer el asunto que le preocupa, elige representantes, entre los participantes del taller. Éstos representarán a personas implicadas en el problema.
El cliente distribuye a los representantes, es decir, los coloca en el espacio relacionándolos unos con otros. Lo único que tienen que hacer los representantes, es moverse o actuar de acuerdo a lo que perciban y/o sientan corporal y/o emocionalmente mientras están en ese rol.
A partir de ahí el terapeuta acompaña al cliente en el desarrollo de la constelación. Orientándose a través de lo que expresan verbal, corporal y emocionalmente los representantes, ayudándose con frases sanadoras y o con movimientos corporales. Buscando una imagen de solución, entre otras cosas.
Con este método, el origen del desorden sale a la luz. De modo admirable y sorprendente, la verdadera historia de la familia se manifiesta y expresa viéndose con total claridad por primera vez. El facilitador va guiando a las personas hasta una constelación final donde cada cual toma la responsabilidad que le corresponde.
La belleza de la constelación familiar radica en que es un trabajo en comunidad. Juntos hacemos un trabajo para alguien. Y todos se llevan algo para si mismos, todos: cliente, terapeuta, representantes y observadores.
El ordenamiento y la colocación de cada uno en su lugar tienen como efectos la resolución de muchos problemas psicológicos y físicos: autoestima, depresión, ansiedad, timidez, obsesiones, enfermedades físicas, psíquicas y emocionales. Reconciliación con padres, hermanos, parejas, hijos, antiguas parejas, claridad y desbloqueo en las relaciones de pareja. Resolución de problemas laborales y en la relación con el éxito y el dinero. En definitiva, encontrar nuestro lugar y vivir en sintonía con el propio destino.
Fuente: Constelaciones Familiares
Voy a poner un ejemplo de lo que hay que pensar antes de participar en una constelación para sanar una relación familiar.
Imagina que el amor de tu madre (puede ser tu padre o uno de tus abuelos, o uno de tus hermanos) no ha llegado a tu vida como pensabas que merecías o como necesitabas. Has pasado la vida como si tu corazón estuviese congelado.
Normalmente al vivir una relación difícil con alguno, o incomprensible para ti provoca un gran vacío interno, una sensación de abandono, de desamparo y una constante pregunta: ¿Que he hecho? ¿Porque no me ha querido como yo esperaba?
La sensación es un dolor profundo que nos va haciendo compañía y vive con nosotros sin apenas darnos cuenta.
Cuando tenemos esta sensación de desamparo, la vida se va moldeando definiendo todo, sobre todo nuestra manera de reconocernos y de amarnos. Ademas del mundo que construimos a nuestro alrededor.
Cualquiera de ellos tiene su propia historia, todos somos el resultado de nuestra historia. Fruto de un linaje que probablemente también tuvo carencias, carencias y necesidades de amor no recibido.
Así que debemos pensar que no es que no quisiesen amarnos, seguramente no tenían los recursos para hacerlo, no sabían.
Quizás su vida estaba marcada por heridas profundas y no supieron darnos lo que no tenían ni siquiera para darse a si mismas, o a si mismos.
A nosotros no nos sirve de consuelo, pero no es que no nos quisiesen, o no quisieran demostrarlo, es que no sabían hacerlo. Nadie les había enseñado o quizás un dolor que no conocemos no les dejaba vernos como lo que eramos realmente.
Y aquí tenemos la herramienta necesaria para liberar el dolor, las constelaciones familiares.
Aunque el amor no llegase a nuestra vida como lo necesitábamos, no significa que no seamos dignas de amor.
Nada en nuestra vida significa que estemos haciendo algo mal, ni ellos tampoco. Todos nacemos con derecho de ser amados, porque el amor es nuestra esencia mas profunda. Lo mas puro que tenemos.
Lo que no nos dieron no nos define, no tiene la capacidad de darnos valor ni de quitárnoslo.
Sanar este tipo de heridas no es sencillo, no se puede hacer culpando a quien nos negó su amor, ni de intentar encontrar en ellos eso que no supieron darnos. Sanar todo esto es el acto de amor mas grande que podemos darnos y darles a ellos.
Es necesario observarnos con compasión, con aceptación, con amor y con la convicción de que lo que buscábamos fuera de nosotras realmente existía en nuestro interior. Solo teníamos que observarlo y aceptarlo.
De la misma forma que tenemos que observar a ese familiar con compasión, de la misma forma que nos debemos amar.
Reconocer todo esto, a pesar de lo que nos faltó, a pesar de todo el dolor sufrido nos hace fuentes. Nos hace saber que somos lo suficientemente fuertes, con la capacidad maravillosa de amar, de emitir nuestra luz. Siempre lo hemos sido y siempre lo seremos. Con esta terapia comienza la sanación.
Cuando encontramos en nuestro interior la capacidad de mirar a ese familiar desde la humanidad que sabemos que tiene, no como la persona que pensamos que debería haber sido.
Si somos lo suficientemente fuertes de reconocer sus dolores y carencias, su historia, podremos abrir el camino en nuestro corazón.
Cada uno de ellos lo hizo lo mejor que supo o pudo con los recursos que tenían. Quizás no tenia nada mas para dar, no por falta de amor, sino por no saber como hacerlo.
Aquí entra tu papel, en el que puedes hacer la mejor de las actuaciones, la maravillosa oportunidad de romper los eslabones que impiden la sanación y que perpetúan los dolores.Continua esta sanación ofreciéndote el amor que mereces.
Imagínate abrazándote. Abraza tu infancia. Abraza a la persona desesperanzada que quería un te quiero, un abrazo, un reconocimiento, una mirada de orgullo.
Ofrece la explicación que necesitas, que esta bien sentirte mal, que el dolor hay que vivirlo, pero que mereces todo el amor del mundo. Eres digna o digno de amor, de todo el amor del mundo, solo por como eres. Ofrécete las palabras que nadie te dijo. Mereces todo ese amor y llena los vacíos que dejo tu pasado.
Si tienes hijos, tienes una responsabilidad enorme, pero no tienes que ser perfecta. Solamente debes estar presente.
Si eres madre, recuerda que no tienes que ser perfecta. Simplemente, sé presente. Escucha, abraza, y valida a tus hijos como te hubiera gustado que te validaran a ti. Pero también, recuerda que tus hijos no son responsables de sanar tus heridas. Esa labor es tuya, y al hacerla, les das el regalo más grande: una madre libre, amorosa y consciente.
Sanar la relación con un familiar es difícil pero liberador. Cuando comienza la sanación y aceptas el amor interno, todo se pone en marcha. Te sientes mas ligera, el amor llega mas fácilmente y do todas las maneras posibles. Somos poderosos y ponemos en marcha los engranajes necesarios para comenzar el capitulo perdido de tu linaje.
Todo esto no significa que debas olvidar, olvidar es de necios, sanar es reconocerte, abrazar tu dolor, honrar la historia que te precede y que te ha formado. Sanar significa reconocer que todos merecemos una vida de calma y amor.
Todo pasa por dejar de mirar a ese familiar esperando lo que no sabe darte y comienzas a mirarte como mereces.
En ese momento te permites ser tu madre, tu padre, tus abuelos, tus hermanos y te nutres, te cuidas de la manera que siempre quisiste.
¡Si quieres participar en una costelación, contacta conmigo y te acompaño en el proceso!
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