¿Que cuando comenzó todo? No se decir los años que hace. Soy una viajera del tiempo que comenzó a conocerse cuando conoció una palabra: aceptación.
‘¿Que me equivoqué? Claro que lo hice, en realidad no buscaba lo que necesitaba. Necesitaba magia, y la magia llegó en forma de aceptación.
Cuando comprendí que todo comenzaba en ella, mi travesía se fue alejando de vicisitudes, lo oculto comenzó a mostrarse y fui convirtiéndome en la protagonista principal. Mi vida comenzó a cuidarme.
No es lo único que comenzó a cambiar al aceptarme, algo muy presente en mi vida, desde mis mas tiernos recuerdos, y que poco a poco se va retirando para dejar espacio a otras emociones, es la capacidad de cerrar los ojos y viajar a otros mundos.
Esta capacidad pasó a hacerse realidad sin necesidad de cerrar los ojos, solo pensando, aceptando también a mi maga escondida. Apareció la realidad de adoptar el punto de vista mas certero de acuerdo a mis sueños. La magia, si crees en ella, es lo más poderoso que existe sin necesidad de imaginación.
Creo que todos vivimos intentando encontrar esa parte inocente y pura que vive la realidad y la crea, con una mirada limpia, distinta, capaz de crear. Todos somos magos.
Todos tenemos en nuestro interior esa capacidad mágica que en algunos solo aparece en momentos de cambios profundos. En momentos de crisis, de sufrimientos o perdidas. Somos supervivientes, de lo contrario todo nos dañaría.
Nuestra maga nos invita a conocer las herramientas que tenemos a nuestro alcance, nuestras pócimas, los objetos de poder que poseemos y están a nuestro favor, para continuar el viaje adecuado hasta aceptar la magia.
Bienvenidos a una nueva aventura de la mano de una gran fanática de lo mágico. De una loca que hoy celebra de nuevo una vuelta al sol. Me siento bien.
Antes de continuar os voy a contar un cuento lleno de magia, espero que también os lo parezca y os ayude a pasar un rato divertido.
¿Como comenzar este divertido cuento?
Imagina al deshollinador de Mary Poppins, dando saltos, cantando, bailando y acercándose alegre a tu lado.
Un poco sorprendida te preguntas como ha llegado allí, sin color, con su camisa de rallas en blanco y negro, pero con esa alegría que le caracteriza.
Viene a brindarte un cuento, saca un papel doblado del bolsillo de su camisa y te lo entrega, el papel es de color rosa y las palabras que componen el cuento son de colores.
Cuando te fijas con atención en el reverso del papel hay un montón de sellos, como la Compostella de los peregrinos. Pero son sellos de países desconocidos, de lugares mágicos. Por la cantidad de firmas y colores parece que ha viajado por el mundo o por muchos mundos. Algunas palabras son totalmente desconocidas pero todas extraordinarias y exóticas.
Parece que esta especie de escrito ha viajado misteriosamente por muchos lugares. Además no hay un solo remitente, muestra un conjunto enorme de ellos. Es incomprensible ver que en un papel, aparentemente tan pequeño, pueden haber tantas palabras escritas.
Cuando te decides y despliegas este bello papel, una claridad resplandeciente y cálida inunda tu salón. La magia realmente ha llegado a tu casa. Dentro del papel, en uno de sus dobleces comienza a titilar algo. Es un pequeño lucero.
El lucero emprende un lento movimiento y empieza a crecer, parece que te observa y según va creciendo puedes distinguir unos ojillos que te observan.
También se origina y empieza a hacerse visible una pequeña sonrisa. Casi te caes de espaldas cuando le escuchar decir: puedes leer este mensaje especial para ti en estos días en los que tanto lo necesitas:
«En una cálida noche bajo un cielo sin luna, subí despacio los peldaños de la azotea, dejándome bañar por la sensación más mágica que había experimentado desde hacia muchos años.
Recordé las noches de verano cuando subía con mi padre a contemplar las estrellas y sentía esa indescriptible sensación de amor y protección. Me sentí niña, de nuevo niña, y decidí dejarme llevar por esa sensación que entonces percibía de formar parte de algo mucho mayor a mi. Dejé que esta bonita impresión me envolviese en un hermoso encuentro con el todo y aprovechando este momento de conexión pedí un deseo al universo.
Creo que si los deseos se pueden cumplir, solamente sería posible en momentos así, momentos de amor incondicional, de pura magia. En los que sientes que tu corazón no cabe dentro de tu pequeño cuerpo.
Deseé que mi cuerpo creciese hasta transformarse en el ojo de Dios, esa gran nebulosa llena de colores con el aspecto de un enorme ojo flotando en el universo. El ojo que todo lo ve desde la distancia.
Sentí como paso a paso mi cuerpo se comenzaba a expandir, primero ocupó el espacio de todo mi salón, luego, despacio, sobrepasó mi edificio completamente. Mis manos empezaron a transformarse en nubes de brillantes colores y después mis pies. Todo poco a poco fue cambiando de aspecto, aunque yo seguía sintiéndome yo. Si observas con atención puedes verme, cada vez mas luminosa y mas grande.
Ya puedes imaginar lo que realmente está ocurriendo, mi consciencia es tan enorme en este momento que puedo ocupar el espacio de todo el planeta y sigo creciendo cada vez más deprisa. Mi ser comienza a girar hasta conformar la nebulosa que había deseado ser. Y desde este tamaño puedo observar el universo y el conjunto de universos. Así que tengo la bonita capacidad de firmar y sellar tu papel con todos los sellos que existen, por eso están allí.
Lo puedes comprobar en ese papel que tienes en tus manos. Lo que deseo ahora es que toda persona en el mundo pueda observar los mágicos colores que componen sus palabras. Hay palabras de todos los mundos, y colores que nunca habías visto. Tiene mensajes de aceptación y deseos cumplidos para todo ser.
Si te fijas en lo que está escrito en una de sus esquinas, allí esta mi deseo, este que estoy experimentando, este que me ha hecho crecer y me ha llevado viajando por un enorme portal a la parte mas oscura y ruidosa del firmamento.
Hay oscuridad, pero también pequeños luceros a mi alrededor, luceros que cuando los contemplo comienzan a brillar cada vez más. Y el ruido que me rodea no es realmente ruido, es un sonido tranquilizador, es un sonido que me parecía desconocido pero que ahora reconozco como el que escuchaba cuando habitaba en el vientre de mi madre.
Gracias amigos, gracias por llegar hasta aquí, por continuar leyendo este cuento mágico.
Si quieres seguir con esta fantasía, sigue observando el gran ojo, tiene forma de ojo pero también, si te fijas bien, parece un enorme corazón. Él siente como lo que es, un enorme corazón en el que pueden habitar todos los mundos. Si ves que es demasiado grande, ayuda a que su viaje sea mas rápido abriendo tu ventana para que pueda viajar al centro de nuestro universo.
Me observas, aun sin creer lo que estás viendo y comprendes que mi hogar está allá arriba, donde también habitan todas las constelaciones que te cuidan y definen tu suerte. Donde habita el gran sol que te calienta y la luna que define tus mareas. Los fluidos de tu cuerpo, tu placer.
Y quieres acompañarme, quieres ver como se observa nuestro mundo desde mi morada, así que dejo que mi bruma te acoja y te transporte arriba, a mi lado, dentro de mi, y desde allí comienza tu nueva vida, una vida llena de inspiración y amor.
Puedes sentir este amor, es un amor que no habías sentido nunca antes, es comprobar como tu corazón crece y te absorbe, como tu corazón acoge a toda vida a tu alrededor.
Pero lo que mas anhelas, el deseo más profundo que te llega desde mi, es volver a tu niñez. Regresar a la mano de tu padre y retornar a esa azotea bajo la calidez del cielo nocturno. Andalucía. Quieres contemplar las estrellas que hoy son tan poco visibles.
La noche, las estrellas, el cielo en verano, los aromas, siempre me han servido de inspiración.
Y ellos son los que han hecho posible este deseo soñado.
Ya no soy Marié, ahora pertenezco al todo y siento que mi sangre ya no es sangre, mis venas no pueden contenerla, ya no tengo manera de volver a encauzar la pasión que me desborda. Y con un impulso que me llega de tus deseos, dejo que puedas viajar a mi lado.
Este cuento es la historia de la aceptación, y como has aceptado que tu deseo sea posible, es posible.
Puedes observar como tu cuerpo también va expandiéndose, creciendo cada momento un poquito mas. Piensas que vas a fracasar, pero no sabes que ya has triunfado, porque te has aceptado. Aceptas que formas parte de un todo como cualquier ser.
Sientes que te faltan las fuerzas, pero es por la oposición a lo que está sucediendo, déjate llevar y fluye conmigo.
Cada noche que observes las estrellas recuerda que tu ser es enorme, que puedes aceptar pertenecer a algo superior, que formas parte de ello y deja sentir a tu corazón.
Comprendes que cada vez que lo intentes lo vas a lograr, vas a viajar en cada ocasión mas profundo, mas lejos, sin tiempo y con todo el espacio posible. Tu viaje es entre las estrellas, entre los sueños, tu eres realmente tu sueño.
¡Lo has logrado!
Estás en tu azotea de la mano de tu padre, o de tu madre, o de esa persona que te ayudaba a soñar. Sientes el latido desbocado de tu corazón como un caballo salvaje. Lleno de amor, de fascinación, de gozo y felicidad profunda. Ahora tienes la certeza de que puedes ayudar a otro a cumplir su deseo. Lo has aceptado por fin.
Y desde mi posición, allá arriba, junto a ti, junto a muchos más, puedo decirte que se ha consumado lo que siempre anhelé. La aceptación de que somos universos completos dentro de universos mayores, dentro de universos enormes y eternos, creciendo sin descanso y sin medida.»
¿Puedo agradecerte que hayas aceptado viajar conmigo? ¿Te está gustando el cuento?
También quiero darte las gracias por seguir procurando aceptarte, por intentar también continuar a pesar de que encuentres fracasos en tu caminar. Por mirar al cielo y reconocer lo que hay en su inmensidad y sobre todo por saber que en un lugar remoto de él, alguien te observa con amor. Y con el deseo profundo de cumplir tus deseos.
Todo mi agradecimiento igualmente por confiar en mi, por leer este cuento hasta el final, por tu constancia a la hora de pedir un deseo y esperar con paciencia los resultados. Ya que, en algunos casos, la misma pasión hace que perdamos la esperanza, y el corazón paciente ya es vencedor. Los obstáculos serán apartados de tu camino gracias a la aceptación de que hay magia en ti y de que todo es posible.
Gracias también al ojo de Dios por permitir que me convierta en él por un instante y poder ver la inmensidad de lo que realmente somos.
Y ahora que has terminado de leer mi cuento. ¿Quieres tu escribir el tuyo? El primero.
¿Quieres que te ayude?
Voy a decirte lo de siempre, encuentra un momentito solo para ti, un momento de calma para estar contigo misma.
Sigue imaginando, imagina con empeño una noche de verano de tu infancia, lo suficientemente lejos de la actualidad como para sentir que tienes magia en ti. Eres un gran mago.
A tu lado está tu padre, o tu madre, te observa y te da la fuerza suficiente para conseguir lo que te propongas.
Mira tus manos, en ellas descansa una varita mágica, una vara verde de arce real, o de roble, o de aliso, de lo que tu prefieras. A su alrededor hay envuelto un hilo de plata que sujeta pequeñas plumas blancas y suaves, mas bien son plumones que acarician pequeños topacios.
Con tu varita en la mano, la diriges al cielo y apuntas hacia la constelación que mas te represente, en mi caso elegiría Orión y en particular la estrella Sirio. Siente lo mágico de la situación. Deja de pensar en la comida de mañana, esto son solo unos momentos para ti.
Toma tu varita y agítala con fuerza hacia el cielo como si de su extremo fuese a salir un rayo, observa como este rayo viaja hasta tu estrella y disfruta de la respuesta que trae de vuelta, siente en tu mano la vibración de la respuesta que entra de nuevo por el extremo de la varita hasta tu corazón.
Cuando diriges el poder de tu interior desde tu varita a tu estrella favorita ¿Que te llega de vuelta?¿Sientes que te reconoce?¿Notas como si te observa a su vez?¿Tiene algo que comunicarte? Quizás algún mensaje de un ser querido que viaja en su compañía.
Cree en su poder, ahora coge una libreta o tu teléfono y escribe lo primero que llegue a tu cabeza, que las respuestas viajen desde las estrellas, desde lo mas profundo del universo. Él siempre tiene las respuestas y ademas concede deseos.
¿Eres capaz de ver el rostro de la persona que te devuelve el mensaje? Ese rostro amado de tu infancia que te hacía sentirte protegida. ¿Que te diría si pudieses escucharla? Quizás tenga mensajes importantes para ti. No pienses demasiado, solo déjate llevar y escribe, ya tendrás tiempo después de leer. No pierdas mucho tiempo para que los mensajes no se pierdan.
Puedes utilizar tu varita cuantas veces quieras, imaginándola, fabricándola, comprándola, como prefieras y cuando veas que llega el atardecer, cuando sientas que la temperatura disminuye y el sol se esconde, en ese preciso instante en el que la luna aparece enorme en el horizonte opuesto, puedes utilizarla para volver a recibir algún mensaje de tus seres queridos.
Esto es un cuento, pero tú y tu magia podéis hacer que todo se haga realidad.
Te espero en el rincón de un papel, allí donde están escritas bellas palabras de colores.
Gracias, sin ti todas mis historias perderían su razón para existir. Gracias por permitirme ayudarte a aceptar tu propia luz.
Cada uno de vosotros sois las palabras de colores que habitan en mi.
Me encanta participar en este mundo en el que cada vez nos aceptamos menos, y tengo fe en que cada caída tendrá de nuevo un resurgimiento en este mundo loco. Gracias por intentar andar este camino mágico, nadie va a hacerlo por ti.
Escribir libera y al mismo tiempo conecta con aquello que andas buscando. Visualizar y permitir que tú subconsciente te hable es muy emocionante.
Yo creo en los toques mágicos, llegan a mi las personas adecuadas, llegan a mí instrumentos que me impulsan y me hacen crecer. Me ayudan a seguir aceptándome de tal manera que yo me convierto también en alguien que suma y que expresa esperanzas y amor a otro ser humano.
Escribir este cuento ha sido muy esclarecedor, muy emotivo y gratificante.
Siempre que escribo siento que comparto y aprendo.
Hay partes de mi que todavía no tolero aunque acepto, y vivo intentando rodear todo del amor necesario para mi y para todos.
Siempre me he sentido la oveja negra en todos lados, la rara, tal cual, y escribir me hace feliz.
Me siento contenta con lo que hago y con lo que tengo, aunque mis modelos mentales sigan sin estar de acuerdo con estos tiempos que me está tocando vivir.
¡Inténtalo!
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