Maravillosa palabra, amor
El amor lo es todo.
Quien no lo sienta así debe aprender a hacerlo. Y para llegar a experimentarlo incondicionalmente deberíamos sentir amor frente al odio.
Es difícil y frustrante responder amando cuando quien tenemos enfrente está herido, cuando su energía es densa.
Encontrarás bastantes personas así.
No debes dejar que su pena, ni su ira enciendan la tuya, no le devuelvas lo que te está dando. No reacciones. Mantente en calma, necesita muchísimo cariño y si se lo das, él aprenderá y tú aprenderás.
Amar es catalizar ese odio que hace que el círculo nunca termine.
El amor es un estado
No es una relación, es un estado; no tiene nada que ver con nadie más.
Uno no se enamora, uno es Amor. Por supuesto, si eres amor estás enamorado, pero ése es el resultado, la consecuencia, pero no el origen. El origen es que eres amor.
¿Quién puede ser amor?
Evidentemente, si no eres consciente de quién eres, no podrás ser amor. Serás miedo. El miedo es exactamente lo contrario del amor. Recuerda que el odio no es lo contrario del amor, como la gente piensa. El odio es amor al revés, no es lo contrario del amor. Lo contrario de amar realmente es el miedo. Con el amor te expandes, con el miedo te encoges. El miedo te cierra, cuando amas te abres. El miedo crea dudas, cuando amas confías. Con el miedo te quedas en soledad. Cuando amas desapareces; se desvanece la cuestión de la soledad. Si no existes, ¿Cómo te puedes sentir solo? Entonces, estos árboles, los pájaros, las nubes, el sol y las estrellas están dentro de ti. Amar es cuando conoces tu cielo interno.
Los niños no tienen miedo; los niños nacen sin miedo. Si la sociedad puede ayudarles y apoyarles para que permanezcan sin miedo, si les ayuda a subirse a los árboles y a las montañas, y a nadar en el mar y los ríos, si la sociedad puede ayudarles con todos sus medios a ser aventureros, aventureros de lo desconocido, y si la sociedad puede provocar una búsqueda en vez de darles creencias muertas entonces, los niños se volverán grandes amantes, amantes de la vida. Ésta es la verdadera religión. No hay mayor religión que el amor.
Medita, baila, canta y profundiza más en ti mismo. Escucha a los pájaros más atentamente. Mira las flores con asombro, con admiración. No te vuelvas erudito, no etiquetes las cosas. Eso es la erudición, el maravilloso arte de etiquetarlo todo, catalogarlo todo. Conoce gente, mézclate con la gente, con toda la gente que puedas, porque cada persona expresa una faceta de Dios distinta. Aprende de las personas. No tengas miedo, la existencia no es tu enemigo. La existencia te cuida, la existencia está dispuesta a apoyarte de todas las formas posibles. Confía y empezarás a sentir un considerable aumento de energía. Esa energía existe cuando amas. Esa energía quiere bendecir a toda la existencia, porque cuando estás en esa energía te sientes bendecido. Y cuando uno se siente bendecido, ¿qué otra cosa puede hacer sino bendecir a toda la existencia?
Amar es un profundo deseo de bendecir a toda la existencia.
– Osho
– Fuente: goodreads
– Foto de la entrada: Wikimedia
Lo importante al amar no es preguntarte de donde vienes, sino a que vienes y a donde quieres dirigirte.
Para amar tienes que dejar de ser lo que no has elegido ser y dirigirte a lo que quieres ser. Toma tu posición para ello. La experiencia de amar es atemporal, puedes viajar a otras realidades, puede ser el astronauta de tu parte interna. Lo fundamental es atreverte a empoderarte y vivir de forma diferente, si es que quieres sentir diferente.
Cuando el empoderamiento del amor te alcanza, recuperas la energía emergente de tu interior y la magia comienza a dejar chispas de luz.
Aprender a amar, básicamente, tiene como propósito convertirte en amor, cada persona añade lo que desee.
Además de pensar en amar, hay que sentir, ese es el poder del amor. Mírate desde dentro, la parte externa no es plena, no es libre. Busca la libertad que da el amor.
Cuando el amor te encuentre y os reconozcáis, no habrá más posesión, ni pertenencia, solo libertad.
Es nuestro derecho de nacimiento, sin espacios vacíos ni interferencias.
¡Cuando el espejo en que te mires, te devuelva lo que deseas, has llegado!
¡Hablando de amor, aprovecho la entrada para felicitar a uno de los amores de mi vida, mi hijo Iván, que hoy cumple 19 preciosos años!
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