El lado oscuro

Escrito por Marié

31 de octubre de 2024

Hola compañeras. De nuevo aquí otro Halloween. Hoy hablaremos del lado oscuro de la historia.

Este Halloween lo voy a pasar fuera de mi ciudad, estoy en mi pueblo de adopción. Además con un resfriado importante.

Todavía no hace frío, pero seguro que he dormído con el culo al aire, jajaja.

¿Porque titular hoy está reflexión como lado oscuro? Bueno he decidido mirar Halloween como lo miran algunos ojos, y no con los míos.

Para muchos, la noche de difuntos es una puerta que se abre a un «supuesto» lado oscuro, aunque para mí no tiene nada de oscuridad.

Bueno, sinceramente, también hay oscuridad en ese lado, pero no todo lo que allí habita es oscuro, igual que aquí en este lado.

Además de luz, también tienen una bonita iluminación festiva, fijaros sino en los cementerios mexicanos, nada más lejos de la oscuridad.

Ya sabéis lo que pienso, la muerte no existe, es una transición, detrás de ella continua todo con un nuevo nacimiento.

La muerte no es sino otro viaje similar a la vida.

Me gustaría que se estudiase la muerte como una manera de dar sentido a la vida y no como algo siniestro y oscuro.

Creo que la mejor manera de mirarla es aprendiendo a leer en los vientos que soplan en todas y cada una de las etapas que vivimos y que debemos atravesar hasta cruzar el puente.

Debe ser un puente fuerte que resista bien cualquier conflicto generado en la vida, los fuertes vientos nos acompañan al otro lado, «el oscuro».

Cada uno necesita un tiempo diferente hasta comprender estás cuestiones de las que se habla demasiado poco.

Todos tenemos trabajos que hacer entre vidas, y la mayoría de almas tienen que viajar a lo más profundo de sus sombras para poder ofrecer después luz.

La luz y su sombra son como dos gemelas siamesas, una es más oscura y manifiesta la representación de lo que nos gustaría dejar atrás.

Las cosas de las que no nos sentimos orgullosos, lo que a pesar de los esfuerzos no queremos ser.

Y la luz, ya sabéis, es lo opuesto, lo bonito que ofrecemos a los demás, lo que ilumina sus caminos a la par que el nuestro.

Pese a lo que nosotros deseemos, la sombra también nos viste, y debemos aceptarla como parte importante, para poder llegar a ser eso que se esconde detrás de ella, eso que no hemos atrevido a mostrar porque pensábamos que no poseíamos.

Cuando quiero comprender estás cuestiones, siempre intento imaginarme a dos hermanos, o a dos hermanas. Nunca son iguales, es más, suelen ser opuestos, por eso me sirven para entender.

Los dos o las dos emprenden el camino juntos desde que aparece el segundo. Da igual cual sea el primero. Hay quien comienza en la oscuridad y de pronto aparece la luz y viceversa.

Supongamos que primero aparece la sombra, en la infancia, si no la detectamos pronto, puede crecer con las negaciones que nos rodean.

Se alimenta de las sombras que a su vez tienen personas oscuras, ellas se encargan de hacernos sentir mal, de negarnos la posibilidad de ver la luz que también nos acompaña.

Nuestra pequeña sombra engorda con los sentimientos que aparecen en nuestro pequeño corazón al no tener todavía los recursos necesarios para gestionar los comportamientos de los demás y su impacto en nuestra vida.

Cómo todavía no tenemos medios suficientes, solo alcanzamos a ver a esa pequeña sombrita que somos nosotras, pero que vemos a nuestro lado, acompañándonos.

Cómo nuestro objetivo en ese momento es jugar y divertirnos, lo hacemos con ella. Es una parte a la que le damos demasiado valor y un papel importante en nuestra manera de jugar. De ahí que en la infancia temprana aparezcan rápidamente rabietas, miedo, egoísmo y otros sentimientos y reacciones incontrolables.

Todavía no sabemos que podemos reaccionar de otras formas y la parte oscura toma el poder.

No debemos pensar que no somos eso, porque si lo somos, forma parte de nuestra naturaleza. Y si en alguno de nosotros en esa etapa infantil, asoma algo de luz, ya se encargará algún adulto o algún amiguito de usurparla a veces inconscientemente.

En muchas de estas ocasiones, nos sentimos destronados, descorazonados, heridos en nuestro interior, sobre todo por qué la persona con el poder de hacer esto suele tener autoridad sobre nosotros o le somos leales por amistad o amor.

Ya vas comprendiendo que la oscuridad de la vida toma el control demasiado pronto.

Pero bueno, es en una fase demasiado inocente. No todo está perdido.

A lo largo de la historia del mundo, podemos ver comportamientos oscuros de padres o abuelos con respecto a sus descendientes. Obligándolos a unos comportamientos que perpetúan la oscuridad en sus vidas y haciendo de ellas un lastre pesado que tienen que arrastrar a lo largo de varias vidas.

Sobre todo en familias poderosas donde no cabe la posibilidad de elección por parte de los menores.

Doy las gracias en esta vida, por haber nacido en una familia sencilla, humilde y enormemente bondadosa, llena de luz. Gracias a ello, he tenido oportunidades más sencillas de encontrar el camino luminoso de la vida.

Igualmente cualquier circunstancia tiene sus peligros y sus cualidades.

Cuando vamos creciendo vamos haciendo consciencia de nuestro libre albedrío, de nuestra capacidad de elegir.

El peligro está siempre presente, sobre todo en esa etapa contradictoria en la que todavía no somos adultos pero tampoco somos niños.

La adolescencia, ella a veces no nos deja ver bien el paisaje completo, nos ciega en nuestro deseo de libertad.

Y la libertad es traicionera si no la manejamos bien. En esta etapa aparecen muchos peligros.

Pero también la posibilidad de soltarnos de la mano de nuestra gemela oscura. Sobre todo porque la persona externa que la mantenía anclada, ese «poderoso personaje» que manejaba nuestro poder personal, cada vez tiene menos fuerza y capacidad de decidir por nosotras.

Y aunque continuemos de la mano de la oscuridad hermana, con la que hemos jugado desde la infancia, ahora podemos decidir que sea nuestra luz la que tome el control, tirando con más fuerza que nuestra eterna compañera. ¡Ya podemos comenzar a decidir!

Por eso es una etapa peligrosa, es la edad en la que se cruzan lineas que no deben ser cruzadas. Teniendo en cuenta que una vez hecho, la oscuridad puede tomar todo el control y soltar de su mano a su parte luminosa. Todo puede quedar, en adelante, en manos de las sombras.

Es habitual que suceda esto, y en algunos casos es irreversible, pero en otros no.

¿Recuerdas esa etapa en tu vida? Muchos no quieren recordarlo por qué trae recuerdos difíciles de gestionar.

¿Recuerdas que parte ganó en tu caso? La sombra o la luz.

O quizás, como es lo más normal, seguimos el camino de la mano intentando mantener un equilibrio saludable.

Vamos comenzando a caminar por una linea confusa entre la adolescencia y la edad adulta. En ella que vamos teniendo más responsabilidades: estudios, un primer trabajo, primer contacto con una posible «libertad» financiera, sexualidad.

Con todo ello vamos construyendo nuestro castillo, con un puñado de aquí y otro de allá.

Ya no tenemos que luchar con nadie externo, solo con nosotros mismos, y puede comenzar una cruenta guerra de sombras y luz. Está es más complicada, es una guerra civil y es más dolorosa y dañina que ninguna.

Sus efectos prevalecerán eternamente. Y puede suceder que uno de los hermanos muera en ella. El otro comenzará su reinado sobre el cadáver de su gemelo.

Lo más sencillo es dejarte vencer sin lucha, dando poder a la hermana oscura. Entonces nuestra vida tendrá solo la posibilidad de ir camino del averno, soberano de las sombras. Probablemente la vida antes de llegar a él nos resulte atractiva, llena de pasiones, dinero y poder, lo más peligroso de la lucha

Lo más difícil es elegir la soberanía de la luz, luchar con nuestras partes podridas, iluminarlas, sanarlas, alimentarlas y hacerlas crecer. En las estaciones luminosas la reina blanca se nombrará soberana, y en las oscuras existirá el peligro siempre escondido en el infierno.

Ella siempre rencorosa, puede aparecer en cualquier momento de la vida, a recordarnos donde la enviamos, por eso la personalidad tiene que ser bien cimentada e iluminada.

Las dos somos nosotras y el peligro estará mientras vivamos esta vida. Nuestro castillo fue construido sobre los escombros de la otra así que ya no seremos amigas, seremos rivales y estamos solas en la lucha.

Si la personalidad es fuerte nadie externo tendrá poder, pero si nos dejamos engatusar, volveremos a ser manejadas como en la etapa infantil.

No seas infantil de nuevo, toma tus decisiones desde la luz y de manera madura.

Está noche de Halloween me ha hecho pensar en todo esto, me ha acercado la posibilidad de pensar aprovechando mi catarro. He tenido un rato intenso en el que he aprovechado para visitar a mi gemela oscura. Durante esta noche la llamo a mi lado por la facilidad que tengo de ser protegida por mis seres de luz, para decirle que se de su existencia, que la reconozco también. Reconozco que hemos compartido muchas experiencias, que me ha enseñado muchas cosas y que gracias a ella pude tomar el impulso necesario para ascender.

Ella me mostró que las diferencias entre ambas eran necesarias, y que sentir su dolor junto al mio me enseñó a elegir y saber lo que no quiero en mi vida. Ambas siguen en mi y el equilibrio perfecto es el que creó mi identidad.

Nunca le voy a dar la espalda porque soy yo, y muchos días al cerrar mis ojos, busco en esa oscuridad ficticia y ahi sigue sonriendo a mi paso. Creo que al final también se siente orgullosa de lo que juntas hemos conseguido. Realmente el poder es compartido, ademas prefiero que lo tenga ella a que lo tenga alguien externo a ambas. Y si en algo me equivoco prefiero que sea una decisión tomada en consenso con ella que en algo adoptado de una creencia externa o unas ideas que no sean nuestras.

Supongo que al leerme te asustará la posibilidad de bajar allí, a tu zona oscura, pero ella existe y mientras más te opongas a mirarla, más presente querrá hacerse en tu vida, así que mírala y sánala con tu luz.

Me alegra saber que ella esta allí, formando un equipo perfecto, donde nuestras partes no se juzgan una a la otra sino que cada una tiene su hogar en mi. Este reinado común que vive en mi interior y que lo forman mis luces y mis sombras.

Todos tenemos que hacer un trabajo de sombra para alcanzar la luz, pero no tengas miedo, esas sombras son tuyas y tienes que integrarlas en el lugar para el que vinieron, como trampolín.

Puedes intentar ver a tu hermana o a tu hermano, según sea el caso, mediante un ejercicio muy sencillo.

El trabajo de las sombras será tan intenso como intenso sea tu trabajo y los resultados dependerán de ello. No te puedo decir exactamente lo que debes hacer porque el trabajo es personal y experiencial, pero te puedo dar alguna noción para comenzar.

Busca un ratito en el que sepas que no vas a ser molestada, apaga todos los aparatos, incluido el teléfono.

Cierra los ojos e intenta imaginarte mirando profundamente en tu interior, en lo mas profundo de las sombras que aparecerán en ti, observa a tu hermana sentada en un lugar privilegiado de ti, porque realmente eres tu.

Intenta sentir lo que siente esa parte oscura cuando la observas y reconócela observándote igualmente. ¿Como se siente?¿Como te sientes tu? ¿Te reconoces en ella?¿Reconoces las malas decisiones, las repercusiones que ellas han tenido en tu vida?¿Se siente mal?¿Por qué crees que siente eso?

Sigue en ese lugar, aunque te sientas mal, si la sigues observando te mostrará las acciones que han provocado malentendidos, disgustos, peleas, enfados, y te mostrará algo conocido, a ti misma.

Observarte y promete a esa zona oscura que no vas a hacer nada para despertarla de su sueño. Sabes que quieres luz, la luz es mas benevolente, aunque mas difícil de conseguir.

¿Conoces a alguien en tu vida con la capacidad suficiente de sacar esa luz que hay en ti? Si la conoces llámala por teléfono, toma un café con ella o con ellas si son mas de una, y conversa con ellas todas las veces que puedas aunque sea solo un par de minutos.

Cuando puedas ser capaz de reconocer estas caracteristicas en ti, tu hermana de las sombras liberará a tu hermana de la luz.

Si no eres capaz de reconocer esa oscuridad en ti, pídele a tu amiga o amigo que te hable de tus partes oscuras, probablemente desde fuera se reconozcan mejor. Quizás no seas demasiado buena critica contigo misma.

Normalmente esa parte oscura de nosotras se viste de soberbia y no nos deja ver la realidad.

No se si te gustan estos trabajos, pero si quieres lograr llegar a la oscuridad y arrancar la luz para llevarla a tu superficie es una de las maneras de hacerlo.

Coge un cuaderno y manuscribe lo que te llegue, o un ordenador o lo que sea mas sencillo para ti. Pero no lo escondas, para poder leerlo de vez en cuando y volver a repetir el ejercicio, normalmente nos sorprenden las diferencias entre las respuestas a las mismas preguntas.

Mientras que has permanecido con los ojos cerrados, ¿Que es lo primero que llegó a tu mente? ¿Algún recuerdo?¿Alguna persona? ¿Que sentías, luz u oscuridad? ¿cual de las dos tenia mas poder?¿Te sentías mal si te sentías mala?¿Te sentías mal si te sentías buena?¿Le dabas tu poder a otra persona o personas?¿Como te sentías si cedías tu poder?

¿Como imaginas que hubiese sido tu vida en cada uno de los casos y que hubieses sentido? No lo escribas desde la razón, deja que lo primero que venga tu mente sea lo que defina lo que habías sentido.

Probablemente alguien, incluso tu subconsciente decidía por ti. Normalmente vivimos adiestrados y uno de los adiestramientos es para que cedamos el poder a otro, que otro decida por nosotros, incluso sin darnos cuenta.

Este ejercicio puede servir para ver a que o a quien cedes tu poder en cada una de tus decisiones. Puede ser de manera voluntaria cuando decidimos algo en contra de nuestros principios solo por agradar a nuestros padres, o a nuestros hermanos, a nuestros hijos o incluso a nuestros amigos.

Intenta reconocer donde escondiste tu poder o quien te lo sustrajo voluntaria o involuntariamente.

El reino de las sombras habita en todos, hay que explorarlo con valentía, sin temor, con respeto y amor. Son parajes gobernados por nosotros mismos, por lo tanto podemos cambiar el paisaje.

Reconoce tu lado oscuro y disfruta de él, utilízalo solo para llegar al otro lado, mira a su alrededor, no intentes mirar a traves de él, es demasiado oscuro y no te dejará ver el otro lado.

 

Feliz Halloween, feliz noche de difuntos. Un abrazo a los míos.

 

¡Namasté!

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