Proyectos vitales como guia

Escrito por Marié

20 de septiembre de 2024

Como mujer y como sanadora, curandera, mística, me gustaría lograr que me sientan como yo me siento. Mi objetivo principal es lograr mis proyectos vitales como guía espiritual, o como guía en cualquier experiencia incomprensible que yo pueda explicar.

Desde muy pequeña, infinidad de personas, canalizadores, videntes u otras con dones extraordinarios, me han dicho que he nacido para ser guía. Nunca entendí estas afirmaciones. Ahora sé a qué se referían.

Desde hace algunos años veo que he puesto en camino a muchas personas y me alegro mucho por ello.

He observado que todos necesitamos en ocasiones un pequeño empujón, y muchas veces es muy muy pequeño, pero suficiente para ayudarnos a dar el paso correcto. Es muy gratificante sentir que puedes ayudar a dar estos pasos.

Creo que las féminas tenemos más capacidad para estas cosas, como creadoras que somos. Somos inspiración para nuestras creaciones, ya sean hijos, amigos, u otro tipo de comienzos.

Como mujer y como guía me siento respetada profundamente.

Desde hace mucho que mis plegarias viajan a la Diosa de diferentes formas, y digo Diosa como podría decir Dios, no creo que tenga sexo, es pura energía, sin apariencia conocida.

Mis peticiones suelen ser que me envíe pautas o patrones para inspirarme en lo que necesito, para ser escuchada. Para ser respetada en lo que soy. Que me permita mostrarme como soy a mi gente y a mi tierra.

Desde que acepté que realmente puedo ser guía, comenzaron a despertar más cosas, arquetipos almacenados en mi biblioteca por siglos de historia. Historias heredadas de mi linaje paterno, y desde él del materno.

Su ayuda me conecta directamente con un liderazgo interno capaz de llevar a cabo proyectos que pensaba imposibles. Todo gracias a tantas experiencias compartidas, a otras tantas recordadas, y a otras muchas tomadas de la historia que habita en mi sangre. Todo ello toma el poder desde el amor por mí misma, que también he tenido que aprender, alejando los disgustos, la furia o la ira.

Desde esta posición te hablo como mujer que quiere despertar en ti a esa otra mujer que también es guía. Todas lo somos, pero nos usurparon la seguridad de saberlo.

Puedo observar que lo que nace de mi corazón desde el amor es muchísimo más poderoso y transformador que cualquier otra acción que provenga de cualquier sentimiento más bajo que ellos. Por lo tanto, los que nacen desde un enfado o una desilusión no tienen poder alguno.

Lo que ocurre es que a las mujeres se nos ha negado la posibilidad de mostrar a la guía que vive en nosotras. Esta capacidad pertenece a algo sagrado y antiguo, a nuestra parte divina femenina y corresponde a todas las mujeres en general.

El mayor problema está en que nuestras mayores enemigas son precisamente mujeres, mujeres con apariencia de dureza, pero frágiles en realidad. Mujeres que necesitan del lado masculino para que las proteja o las ordene, para que les haga la vida más sencilla sin posibilidad de opinión y de acción.

Este antiguo arquetipo de la mujer como líder no es conocido, y no es aceptado, pero puede aportar muchísimo al mundo si tuviese una oportunidad real. Pero desafortunadamente no se nos permite aún. Todavía queda mucho trabajo por hacer, mucho por andar.

Hay mujeres con una pobreza mental tan enorme que no quieren dar el poder a otras mujeres, a menos que estas sean tan débiles y pobres como ellas. Aquí no hay solución posible a ningún problema, realmente es un problema mayor.

Las soluciones están en comunicar desde un diálogo amoroso y compasivo, sin dejar la entrada abierta a ataques y malas palabras. Para nadie. La mujer que se enfada, la que ataca es poco evolucionada, no tiene conocimiento de su sagrado femenino. El sagrado femenino habla dulcemente, sin alterarse, sin inmutarse, sin que su respiración se altere, ni su corazón sufra. Ha pasado por encima de todo esto, su vida es totalmente equilibrada y llena de amor.

Creo que hay acciones beneficiosas que puedes usar si estás cansada de estas actitudes en todas partes.

Si tu guía interna se ha sentido aludida, comienza por priorizar en tu vida.

Es primordial cuidar de la vida, de toda vida como primera causa de estar aquí, poniendo a las personas por delante de cualquier productividad que puedan ofrecer. Las personas somos lo que somos, no lo que producimos.

Todas nosotras tenemos al líder más adecuado para hacer del mundo un lugar habitable, un lugar en el que la parte oscura de lo masculino no pueda acceder. No digo esto en contra de lo masculino, solo de la parte oscura masculina, esa parte que todavía viaja como humo en este mundo. Es un humo oscuro e invisible para casi todos, que puede rodear tanto a hombres como a mujeres.

Por eso digo que las mayores enemigas son precisamente mujeres. Mujeres que no hacen el amor, solo follan, y eso es muy triste. Follar todos los días no es amar, es puro instinto sin evolución. Quien necesita de esto tiene mucho que aprender sobre el amor. Amar todos los días si es evolución.

Otra cuestión que nos sirve para orientar al mundo es ofrecer nuestra dedicación desde lo que traemos de fábrica, eso para lo que hemos venido, y eso toca a cada una descubrirlo. Y lo que traes de fábrica es en lo que eres la mejor, lo que conoces a la perfección y que te hace realmente feliz, no exclusivamente satisfecha, ni exitosa, solamente feliz.

Por eso busca la manera de conectar con tu guía interna. Busca el liderazgo que habita en ti.

Y eso pasa por encontrar el equilibrio, un equilibrio perfecto y armónico entre tu sagrado masculino y tu energía femenina. Lo que hace que tu sagrado femenino no ofenda al resto de mujeres, ni te vean como amenaza que pueda quitarles su lugar bajo el yugo de siglos, al que se han acostumbrado y las hace sentir cómodas y cuidadas, aunque infelices.

Encuentra la preciosa conexión, con la madre, con la luna, con lo natural, con la tierra, reconoce las energías que despiertan en ti, y utilízalas, siempre te van a ayudar, son nuestras hermanas y están a nuestra disposición. De manera intuitiva y sencilla, con fluidez.

Todas sus energías nos sostienen como una abuela que ofrece su mejor abrazo. Nos envuelven y protegen, nos dan fuerza y energía.

Aprende a encarnar en tu misión única antes de que sea tarde, el tiempo pasa y todo se pasa, es un pacto divino que todas tenemos. Búscalo y úsalo, no pierdas la preciosa oportunidad de ofrecerte al mundo, él está esperando.

Cuídate, pues somos cuidadoras y tenemos que empezar por nosotras mismas, y desde ahí cuida de todo lo que te rodea, sabes hacerlo y te sientes feliz cuando lo haces.

Reconoce el valor de tus creaciones, sean las que sean, hazlo y aprécialo, muéstralo, usa tus manos y tu tiempo, equilibra las energías que ofreces. No hagas de ello un negocio sino una realización.

Crea a tu alrededor un templo sagrado, pues eso eres, sagrada en tu feminidad. Hermosa, sensual, no reprimas esta facultad bella. Pero no la sexualices. Diviértete si es lo que quieres, pero con la certeza de que eso es físico, no espiritual.

Medita en lo que hace bien a tu cuerpo, todo lo que entre por tu boca deben ser medicinas para él. Pero no de farmacia. Todo lo que apliques a tu piel, a tu cabello deben ser medicina para ellos, debe poder alimentarte. Tu intuición te va a ayudar en ello. No te alimentes de sufrimiento, pues crearás un cáncer imposible de frenar.

Si algo te enferma no lo uses, destílalo para transformarlo o mejor, pódalo para volver a renacer de manera saludable.

Pero por sobre todas las demás cosas, no brilles sola, ilumina. Y permite que la luz de tus hermanas sea igual de potente que la tuya, no envidies, potencia a las demás. Juntas brillamos como el sol más enorme de la creación.

Y permítete saber por qué es lo más cierto de lo que puedas experimentar, que todo está conectado con todo y todo tiene una reacción en lo demás. Así que ama lo femenino de igual manera que amas lo masculino.

Ambos crean el todo.

Hazte visible, no te escondas, muestra tu luz, muestra tu creación, muéstrate, el mundo te necesita, eres única e insustituible, no dejes que tu vida pase en balde, sería una perdida de tiempo y de oportunidades.

Amate por encima de todo y de todos.

Puedes vivir una vida tan intensa como te propongas, y eso lo vas a lograr con tu liderazgo, emprende de manera vital con la certeza de que la parte profesional dejará de ser trabajo para ser pasión. No sentirás que trabajas y no necesitarás jubilarte, nadie se jubila de lo que ama, nunca. “Ikigai”

Si para ello tienes que partir de cero, hazlo, cuando se emprende algo que se ama se consolida desde el amor y se disfruta, no se sufre, no hay cabida para la ansiedad ni la preocupación.

No pienses en los frenos patriarcales, la sociedad lo sigue siendo y la mayoría de mujeres también. Nosotras somos nuestras mayores enemigas. Lo he vivido en propia carne.

Aunque los roles estén muy establecidos, pueden abrirse huecos y siempre se ama más lo fabricado por unas manos. Se ama más lo artesanal, lo amorosamente elaborado, la calidez de esa dedicación.

Pon alguno de tus dones al servicio de alguien, es una preciosa misión que hace sentir un enorme placer.

Uno de los proyectos que mejor me hace sentir son los círculos de mujeres, o las sesiones individuales en las que una mujer siente su conexión conmigo. Es espectacular.

También los círculos mixtos, ellos notan la conexión y nos ven como lo que somos, no como lo que pesaban que somos.

Tienes grandes capacidades, búscalas, pero no te quedes como siempre, leyéndome y pensando: ¡debería hacerlo!… ¡¡¡Hazlo!!!

Yoga, meditación, conferencias, sanaciones, comunicaciones, artesanías, gastronomía, o cualquier otra cosa que pueda parecer masculina, todo está permitido, todo lo que no te dañe ni dañe a nadie.

No quieras enfocarte en ser masculina, no lo eres, eres femenina. Si te sientes femenina por supuesto. Si eres femenina y emprendes un camino masculino solo por comer terreno a lo masculino, la vida te dejará árida, deshidratada, seca.

Y si eres masculina, vive tu masculinidad de manera fresca y natural, no te reprimas.

Pero si decides un modelo a seguir masculinizado sin sentirlo realmente, como habitualmente ocurre por el mero hecho de luchar contra el yugo impuesto injustamente, por querer eliminarlo o sustituirlo, es la peor de las maneras de hacerlo. Y sobre todo la más extendida, por eso el feminismo ha perdido todo el valor que ha tenido a lo largo del tiempo.

Tiene la culpa la distorsión en el mensaje.

Pon el foco en la distancia, desde la distancia se ve todo más claro, obsérvate como si observases a un extraño, mira tus actitudes y tus aptitudes, tus comportamientos, tus decisiones, tus ideas, todo tu conjunto y emite un veredicto.

Ahora mira desde dentro, desde lo que sientes, desde el lenguaje propio que está impreso en tus células desde el origen de los tiempos. Un lenguaje cálido, que nos resulta familiar, como mujeres que saben que tienen una manera distintiva de estar en el mundo, femenino. Aceptando tu belleza y sencillez.

Me contáis tantas cosas, me siento tan orgullosa de todas, de vuestro despertar, de lo que queréis conseguir, de vuestros emprendimientos, de la certeza de que podéis.

He comprobado cambios radicales en el modo de vida que os sienta maravillosamente y os hace brillar.

He visto sanaciones casi imposibles, freno en dolencias que parecían imposibles.

Eliminación de energías de todo tipo que os hace la vida más sencilla y con menos miedos.

Mientras escribo pienso en todos ellos y deseo que tú te decidas a hacer los cambios que necesitas para ser la guía que has venido a ser.

Muestra al mundo tu despertar, y percibe todas las cosas que le puedes ofrecer.

Da un giro y transita el camino para el que has nacido.

 

 

Lo más importante en tu vida es cuidar de ti misma.

Y encontrar tu proyecto de vida.

 

 

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