Nuestra naturaleza es salvajemente compleja

Escrito por Marié

12 de julio de 2024

Una historia nueva, o mejor excesivamente vieja, sobre nosotros, “los humanos”. Existe algo en nosotros que nos hace únicos, algo inexplicable y difícil de hacer entender, somos los bichos más contradictorios de la naturaleza. Casi nada de lo que hacemos es comprensible, casi nada de lo que nos hacemos es beneficioso. No sabemos cuidarnos, ni a nosotros mismos ni a los demás como sociedad. Somos puro egoísmo y vamos hacia una individualidad que terminará con nuestra especie. Además, aunque nos observemos interiormente o intentemos reconocernos al mirar nuestro reflejo en un espejo solo podremos llegar a una conclusión y es que nuestra naturaleza es salvajemente compleja.

Realmente pensamos que estamos en lo más alto de la pirámide, y no es así de ningún modo, somos los más vulnerables.

Hemos ido abandonando a lo largo de la historia todas las capacidades que teníamos y que nos podían ayudar en nuestra supervivencia… nos hemos ido transformando en seres cada vez más tontos.

Independientemente de donde venimos, eso no es lo importante a partir de estos momentos, realmente no sabemos a donde nos dirigimos, pero para mí está cada vez más claro.

Hemos tenido siglos para aprender y poco hemos hecho, realmente creo que hemos ido desaprendiendo.

No hay más que observarnos, somos el animal más absurdo de la naturaleza, no nos alegramos del bien ajeno, no, todo lo contrario, nos gustaría que no fuese así.

Otra cosa inaudita para mí es que esto ocurre también a nivel familiar y más intensamente si cabe, es un asco.

¿En qué creemos que consiste vivir si nuestros comportamientos son estos?

¿Realmente no le importa a nadie lo que le ocurra a otra persona?, ¿tan poca evolución albergan en sus seres?

Hoy, por puro puñetero accidente he visto una noticia en las redes que me ha transmitido repugnancia hacia la humanidad, al menos hacia una parte de la humanidad, esa que solo ve su propio beneficio y su sola persona.

Se trata de una chica joven, no más de treinta años a la que le preguntan si no le importan las personas jubiladas que tienen solamente para cubrir una parte de su mes y el resto pasan necesidad o esas otras personas que no tienen para cubrir el pago de sus medicaciones contra el cáncer.

Ella contesta que no es su problema, que se apañen, que ella tiene su trabajo en una panadería (que no es suya) y con eso tiene suficiente (que no le importa si suben o no los precios de la electricidad o de las materias primas, total ella no lo tiene que afrontar). Y tampoco le importa que todo se vaya a la mierda a su alrededor, ni lo que les ocurra a esas personas, que esperen a que cambien las cosas, y si en el intento mueren esperando ser medicadas, que sigan esperando en el cielo. La noticia no era de nuestro pais, pero como me siento ciudadana del mundo, no soporto que alguien pueda pensar así de otra persona.

No sé dar una explicación a estos comportamientos, no sé si es falta de inteligencia, falta de evolución, falta de empatía o puro y duro egoísmo. Realmente las personas que piensan o dicen cosas así, ¿ciertamente las piensan? No lo puedo creer. Y desafortunadamente cada vez escucho más razones de este tipo.

“Que trabajen”, ¿Y si no pueden? ¿Y si están jubiladas? ¿O si están enfermas? ¿O si no encuentran trabajo? Que sencillo es decir algo así para quien no tiene problemas. ¡Pues arrieros somos! Todo puede suceder.

Te contestan: “Si, hay trabajo” Pero ¿En que condiciones? ¿Los que dan esta razón, aceptarían cualquier condición para trabajar? ¿Cualquier horario, cualquier sueldo? Seguro que no.

“Si lo necesito sí” ¡Demuéstralo!, es mentira. Espero que no se vean nunca en estas situaciones. ¿o si? El tiempo pasa para todos y la vida puede cambiar para cualquiera. No hay nada seguro absolutamente para nadie.

“La juventud se queja de todo” ¡Como no se van a quejar, más deberíamos quejarnos todos, ellos no quieren conformarse con unas condiciones indignas en todo ámbito!

Os invito, a todos los que dais estas razones a que bajéis de ahí donde estáis subidos a experimentar solamente un tiempo eso que defendéis como digno y normal y luego volváis a subir a seguir defendiéndolo como justo. Más que invitaros os deseo que tengáis que vivirlo.

No sé si es algo que dicen sin pensar, sin ver qué consecuencias puede tener en la propia vida, en el futuro, o que realmente no ven un futuro en sus vidas, no ven que la vida es cambio. Porque personalmente, repito, pienso que deberían verse en las situaciones que obvian mirando a otro lado, hacia su propio ombligo. ¡Mentirosos, enfermos!

Otras veces pienso que las personas que actúan y piensan así se oyen más. La bondad y las buenas acciones no venden, “no tienen seguidores”. Los comportamientos agresivos, egoístas, absurdos o destructivos crean morbo y son mirados con más atención, es más entretenido, y tiene “más seguidores”. Lo malo es que tambien es tomado como ejemplo por mentes simples.

¿De verdad es esto lo que nos espera? ¿Esta es la juventud que nos va a guiar en adelante? Da mucho que pensar, al menos a mí. Y mucho miedo.

Afortunadamente, no soy temerosa si tengo que vivir en peores condiciones, creo en nuestro poder de supervivencia, son procesos que tenemos que vivir, pero sí me preocupa el resto de personas a las que da pánico casi todo lo que se oye o se predica hoy. Y si esto es lo que vamos a ir viendo en adelante, no dudo de que mucha parte de la juventud viva desesperanzada.

¡Juventud realmente acomodada!, a vosotros no va dirigido esto, vosotros no tenéis estos problemas, y vuestro mundo no se va a acercar ni de lejos a estos temas.

Va dirigido a las personas que como la chica entrevistada, piensan que su vida está resuelta porque trabaja en una panadería y lleva cada mes un sueldo a casa (no se sabe hasta cuado), ¡Realmente la profesión o la dedicación es lo que menos importa!, lo importante es que es necesario realizarla para poder al menos comer.

Y lo más inaudito es que se dejen grabar y aparecer en redes o en informativos diciendo estas barbaridades.

No llamaría “humana” a una persona que dice no importarle lo que le suceda a otro “humano”. Independientemente de colores e ideologías.

Chica, tú que has dicho estas duras palabras, el tiempo pasa también para ti, y cabe la posibilidad de que puedas verte en la otra parte de la ecuación. No te deseo mal, pero sí que veas y experimentes en tus carnes durante un tiempo, lo que has ignorado tan egoístamente, el tiempo suficiente para que tu humanidad se muestre antes de partir de este mundo tan brutalmente complejo.

Esto es solo un ejemplo de los tantos que se observan hoy en todas partes.

¿Somos merecedores de llamarnos humanos? La palabra Humanidad denota muchas cosas, y no veo que se acerque a los comportamientos actuales. Solamente se permiten decir sus opiniones algunas personas, otras no son dignas ni siquiera de ser escuchadas, como siempre, el poder, el dinero, pero el dinero no compra todo, no puede comprar la vida, ni la felicidad, ni la tranquilidad, ni la paz. Solo a algunas personas que sigan al poderoso, igual que corderinos para comer las migajas caídas… ¡Pobreza mental!

Los que estáis leyendo esto ¿En qué parte de la ecuación estáis? ¿Podéis llamaros humanos? ¿Sabéis que lo que hacéis define lo que sois?, no lo que pensáis que sois.

Por favor, ocupad parte de vuestro tiempo en conoceros, para no tener que arrepentiros después de las decisiones tomadas.

Ser humano es reconocer en uno mismo sentimientos de compasión, piedad, ternura hacia todas las personas que pertenecen a tu misma especie “humana”. ¿Realmente no ves que la gran mayoría de especies animales tienen más “humanidad” que muchos de nosotros?

Sentirte humano es tener capacidades de amar y cuidar de los demás, de todos, y preocuparnos por su bienestar.

Si nos creemos en el derecho de llamarnos sociedad, deberíamos saber al menos que la sociedad se llama así por los valores que deberíamos tener como humanidad, con costumbres, códigos de coexistencia, actitudes y comportamientos aceptables para una convivencia sana. Hoy eso no existe, no creo en esta sociedad.

La sociedad en la que yo creo se basa en una convivencia pacífica, en armonía, que permita construir relaciones fuertes con todos, no destruir. No merecemos llamarnos humanos.

Considero que podemos flaquear, pero hacia nosotros mismos, y solo para tomar impulso y seguir adelante. Creo que es imprescindible tener compasión frente a las desgracias de otros, ser amables y afables, de lo contrario no deberíamos llamarnos humanos

¿Un salto evolutivo? ¿Hacia qué? Yo me bajo de este tren. No me causa felicidad observar toda esta complejidad salvaje.

Realmente pienso que los humanos somos seres que podemos autoperfeccionarnos, pero para ello debemos saber cuando estamos actuando incorrectamente. También pienso que esto es posible solo con nuestros actos, en como obramos, pero no en nuestra personalidad, en nuestro ser o esencia.

Intentaré explicar esta conclusión, creo que deberíamos vincular la calidad y la dignidad de lo que decidimos hacer con como va a afectar a todo lo que nos rodea, a nosotros mismos, a nuestras familias y amigos, pero también a la sociedad y nuestro futuro o el futuro de nuestros hijos dentro de ella.

No me considero una persona perfecta, distingo diariamente infinidad de defectos en mí, pero intento corregir y aprender sin dañar a nadie, al menos no voluntariamente, por eso no puedo aceptar comportamientos con falta de honestidad, integridad, respeto, y sobre todo veracidad. Y sobre todo lo demás desprecio por otro ser humano.

Y si partimos de un origen humano, de un humano recién nacido, sería la mejor manera de ayudar a que la humanidad no se distorsione. ¿Pero quién tiene las respuestas correctas para todo?

Realmente cuando venimos a la vida somos una especie muy vulnerable, muy débil en los inicios. Para sobrevivir en este mundo desconcertante y desconocido del que nada sabemos y del que no podemos defendernos ni crecer, ni movernos, ni alimentarnos, tienen que pasar cada vez mas años.

Somos pequeños seres desprotegidos totalmente, y con un libro totalmente en blanco.

¡Qué gran responsabilidad comenzar a escribir cada historia! Sea cual sea el origen, debemos partir de lo más elemental.

¿Quién decide traer a la vida a un bebé? Un bebé es un ser biomecánico que necesita todas las herramientas externas posibles para poder sobrevivir de la nada. Nacemos necesitando a otro ser que haga todo por nosotros.

Dependiendo de lo que ese ser haga por nosotros, la herramienta más importante que traemos de fábrica debe llenarse, ese libro vacío debe comenzar a escribirse.

Creo que es de una gran responsabilidad escribirlo bien, no con nuestras historias sin terminar, nuestros dolores y enfermedades sin superar, nuestras inquietudes sin lograr aprender… ¡No!

Escribamos impecablemente este libro, respetando cada inteligencia individual y humana con la que nacemos, sin aprovechar que la conciencia está vacía y limpia de maldad.

Este libro necesita un buen escritor y un buen editor, agente, corrector, primer lector, ilustrador, diseñador, impresor, representante, distribuidor y el más importante… critico.

El crítico es el que se debe ocupar de valorar positivamente o negativamente, y en el caso de la persona o personas ocupadas de un bebe, debe ser todo esto. Pero por encima de todo, lo último.

Este protector debe cuidar perfectamente de este pequeño proyecto humano, enseñándole a saber que es, quién es, donde se encuentra y que debe aprender para tener una vida adecuada, feliz, y sobre todo correcta.

Pero por encima de lo demás, básicamente, a sobrevivir sin dañar, sin menospreciar, sin emitir juicios ajenos.

El humano cuidador tiene el gran honor de hacer un humano digno. Ayudar a una pequeña mente a ser un ser que no se haga un lío al ir creciendo. Es complicado, te lo dice una madre, y nunca sabrás si lo has hecho bien.

Pero al menos, que lo que observes sea bueno, que no hagan este mundo peor de lo que estaba cuando llegaron a él.

Me siento muy responsable de su futuro, aunque lo hecho ya está hecho, los míos ya son mayores.

Afortunadamente lo que veo me fascina, no es soberbia, ellos tienen libre albedrio y eligen lo que hoy son.

Aunque realmente no sé si lo hice bien o no, tengo la fortuna o la desgracia de haber traído a otros humanos a esta vida salvajemente compleja.

Y extrapolando todo a mis cositas.

Nace un humano, es su principio. Él tiene una vida visible y otra invisible. Las dos lo conforman.

Cuando un humano es bebé ¿Qué aprende? Su pequeña mente es la que maneja su pequeño cuerpo, su cuerpo no sabe todavía cuidarse.

El bebé grita, su primera escuela es demostrar su furia ante lo que no puede conseguir. Necesita ser atendido y su mente le dice que necesita su agresividad todavía inmadura desde los primeros días de vida para que se le atienda. Entonces el bebe obtiene todo por medio de sus gritos.

La mente del bebe le maneja, aunque los dos son inexpertos, su mentecita le dicta gritar o llorar para transmitir lo que necesita sin palabras, no sabe comunicarse de otro modo. Llora patalea y se mueve de maneras retorcidas para intentar sobrevivir. Parece un poco intenso, incluso algo fantástico ¿no? Pero es la realidad.

Realmente la mente enseña al espíritu a manejar todo y como los bebés tienen una conciencia mínima, la mente es la manejanta del cuerpo. El espíritu es prisionero de la mente y el cuerpo el carcelero.

¿Qué te dice todo esto? ¿Te suenan estos comportamientos? ¿No parece muy similar a cada día de los que vivimos en la actualidad en este salvaje y complejo mundo? Desafortunadamente hay adultos así, adultos bebés.

Es más que evidente que estamos rodeados e intentan guiarnos mentes agresivas, mentes que hacen de sus cuerpos bebes llorones, que gritan, patalean y se mueven en posiciones inverosímiles, utilizando instrumentos peligrosos sin tener noción del peligro real.

¿Perdón? ¿Queda algún espíritu con consciencia real y perfecta ahí fuera?

¡No! Hay poca consciencia general, estamos dominados por reacciones de supervivencia a pesar de todo, de agresiones y de menosprecio por los demás.

 

Demasiado Ego.

El problema de fondo no es que nuestra naturaleza sea ser “malos o buenos”, el problema es que hay personas educadas y personas que no quieren serlo.

 

¡Namasté!

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