Buenas noches tripulantes del navío interno, hoy vamos a reflexionar sobre las frutas prohibidas. Fruta prohibida placer prohibido.

La fruta es la representación mas erótica de la alimentación, dulces, jugosas, tentadoras, seductoras, fragantes, regalan el sabor que contribuye a un cumulo de experiencias sensoriales indescriptibles por diferentes.

Cerezas, melocotones, granadas, naranjas, manzanas, peras, plátanos, todos ellos son las parte erótica de nuestra alimentación. En mi casa siempre ha habido juerga a costa de la fruta y sus connotaciones sexuales.

Dejando a un lado los traumas que todavía existen en relación con la manzana prohibida del Edén, sin saber a ciencia cierta si realmente fue o no una manzana. Dejo el tema para investigar mas adelante.

Otra imagen sexual es el plátano, con su cascara deslizándose sobre su tersa carne. O un delicioso racimo de uvas representación de las eternas orgías griegas.

La jugosidad de un higo y sus colores. Todas hacen gozar a nuestro paladar, a nuestra vista y nuestro olfato. Por no hablar de nuestro tacto.

Mas allá de todo esto, las criaturillas invisibles del bosque también se han servido de ellas de manera generosa, formando parte de relatos, leyendas y cuentos eternos llenos de hadas, duendes, gnomos, elfos, y otros seres encantadores que las han utilizado como sustento y como hogar.

Las frutas son un punto de encuentro de recuerdos infantiles, patios encalados, huertos, recuerdos juveniles, de toda época, también de creencias, ritos, arte, expresión y emoción.

El agua es origen de vida y la fruta es en gran parte agua, deberían ser juzgadas mejor.

Y si me aprietas, ni el diablo, tan temido, ni la serpiente, tan tentadora fueron los culpables… sino la fruta misma, la máxima tentación.

Los frutos, particularmente los rojos, denotan placer y lujuria, zumo resbalando, mordiscos… ya se deja ver en el jardín de las delicias… rojo pasión… sexualidad.

Pero la reina de lo prohibido, por historia es la manzana, desde antaño, mucho antes de nuestra historia, ya estaba ligada a lo que entonces era peligroso para aquella sociedad… conocimiento y sexo.

Siglos después siguió con esta mala opinión, ya que no se desligó nunca de estas connotaciones y el conocimiento fue perseguido sin descanso por oponerse a la fe incondicional…

Desde la antigua Grecia, la manzana fue comparada con el cuerpo femenino: Aristófanes relaciona en sus textos las manzanas como metáfora de los pechos de Helena de Troya. Y Talía, Eufrosine y Aglaya, las Cárites (Gracias) se representaban siempre con este fruto, que simbolizaba en ellas sus dos características principales: su belleza y voluptuosidad, y su amplia retorica, cosa que no se conoce.

En Egipto, una manzana partida a la mitad simbolizaba una matriz, un microcosmos humano, una mujer presta a recibir la semilla fecunda.

El erotismo es nuestra naturaleza mas sexual, y da un sentido al encuentro distinto de la reproducción.

Mi tema de hoy, la fruta, es el universo paralelo de lo erótico, el amor, la atracción, miradas, fascinación que lo complementa y enriquece desde nuestra parte mas ancestral a la mas actual.

Una fruta siendo algo totalmente cotidiano y humano, algo al alcance de casi todos, es un objeto clave del erotismo sensual, rodeado de fuerza y voluptuosidad.

La imagen succionando el jugo en cada bocado es erotismo en si mismo.

Otra imagen, sin ir mas lejos es la de dos dedos introducidos en cualquier fruta en sazón, no existe nada mas parecido a la sexualidad femenina.

Lo que ocurre es que la sexualidad femenina es tabú, lo es incluso para las mujeres, es inaudito. Para mi la sexualidad femenina es el mayor homenaje a la belleza de la vida.

La belleza, la sensualidad o el erotismo siempre están en quien se detiene a observar. Y según sea el método de observación así será la imagen. Desafortunadamente hoy esta castigado hasta pensar e incluso sentir si no es como alguien quiere que lo hagas.

Es una pena que delicias como la fruta tengan mala imagen y vídeos porno en la que se denigra el cuerpo de una mujer sigan al alcance de cualquiera.

Pero, espera, ¡claro! esto es para el placer masculino y eso es algo que siempre estuvo permitido… lo pecaminoso, lo prohibido, lo peligroso es el placer femenino.

Pues pese a quien pese, aquí está, siempre presente, en muchas metáforas y hoy en las frutas… ¿Cuáles son aquí las mentes con mayor nivel de perversión?… las que se esconden detrás de esta doble moral social.

Y pese a quien pese también, jamas me resignaré a dejar este mundo sin dar testimonio de lo que no es gustoso de escuchar por muchos, y para mi, al menos, no es escandaloso hacerlo publico… Somos tan eróticas como las frutas que representan nuestras partes mas intimas, pero para nuestro propio disfrute y para el de quien elijamos.

En esto como en todo, los curiosos siempre corren algún peligro. La curiosidad es peligrosa, todo lo que sea asomar el hocico a donde no quieren que mires, es peligroso. Si, como yo, eres curiosa, existe una posibilidad de que no vuelvas. Y también hay una metáfora exótica para ello, que son las sirenas, la leyenda nos dice que el fondo del mar esta lleno de «curiosos».

Demasiadas preguntas para intentar responder ¿por qué la manzana? La respuesta está en el Génesis:

 

“Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir conocimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su esposo, que estaba con ella, y él también comió. Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos…” Génesis,3:6-7

 

A lo largo de la historia la relación entre la lujuria y la comida siempre ha estado presente. Esa primera mordida, fue el despertar de una gran cantidad de sensaciones, placeres desenfrenados y la perdida de la inocencia.

Los moradores del Paraíso, fueron expulsados de este cuando desobedecieron el mandato de “no comer del fruto del árbol del Bien y del Mal”. La relación de este con la manzana se ha podido deber a un error de traducción. En la época en que la Biblia estaba escrita en latín, en esta lengua manzana se dice “malus” y mal se dice “malum” y como Adán y Eva comieron del fruto del “malum” se relacionó con una manzana.

En la religión judeo cristiana el tabú de la fruta prohibida tiene dos siglos y poco de historia y ha condicionado enormemente a la humanidad. El Árbol del Conocimiento de los Jardines del Edén era un manzano, aunque no se refleja en las escrituras con precisión. En otros momentos de la historia se pensaba que podría haber sido una vid o una higuera. Después en la edad media y en el renacimiento se optó por espigas de trigo y por granadas.

Incluso en una capilla del siglo XII en Plaincourault, en el centro de Francia hay una variante insospechada como hongos alucinógenos. En los escritos traducidos de Maimónides llamaban a las bananas las frutas del Edén en el siglo XIII.

Pero lo que hoy realmente me interesa conocer es ¿Porqué las frutas frescas y jugosas, tienen connotaciones prohibidas y producen una estimulación incontrolable?

Las frutas representan a las mujeres, a nosotras nos gustan los rituales y ellas tienen un fuerte matiz sexual, son jugosas, húmedas, refrescantes y muy estimulantes, al mismo tiempo son como una golosina, todo lo que se requiere para obtener mayor intensidad sensual.

Algunas, además, tienen propiedades estimulantes con poderes eróticos, pócimas de amor que nos da la naturaleza, donde lo único que se requiere es creatividad, imaginación y por supuesto inspiración y deseo a la hora de compartir, ¿buscamos ejemplos?:

En las orgías romanas siempre estaban presentes las dulces uvas, eran arrancadas con los dientes directamente de los racimos. Así que se relacionan con la fertilidad, los dioses alegres como Baco, con el placer. De ella se obtiene el nectar que utilizaban en sus «reuniones eróticas».

La carne voluptuosa y dulce de los higos recuerda a la zona intima femenina. Desde siglos atrás tiene connotaciones de deseo y pasión.

Hay estudios actuales que indican que la sandia tiene un milagroso componente con efectos similares a la pastillita azul, dilatando los vasos sanguíneos y sin efectos nocivos.

De forma similar a las fresas, encontramos infinidad de bayas y frutas del bosque que resultan lujuriosas sobre todo si le das ese enfoque, sobre todo combinadas con otros dulces, como chocolate o dulce de leche. Ademas protegen frente a problemas de disfunción eréctil.

De manera similar a lo que ocurre con las fresas, sucede con el resto de bayas. Comerlas puede ser lujurioso si te lo propones y combinan fácilmente con otros elementos también considerados afrodisíacos como el chocolate.

Los cítricos son ricos en antioxidantes, flavonoides que ayudan también frente a la disfunción eréctil. Además, contienen una gran cantidad de vitamina C, que mejora que la sangre fluya a todas las partes del cuerpo.

Los dátiles, fruto de la palmera datilera, son exóticos, dulces y sensuales. Utilizar el polvo de la flor de la palmera datilera ayudaba frente al dolor durante las relaciones sexuales que suele vincularse entre otras cosas con la sequedad vaginal.

Hay que aclarar que estas frutas difícilmente te harán sentir más con solo comerlas, pero si las tomas con intención, harán un efecto intenso.

En literatura a las fresas se las conoce como pezones frutales y su sola visión invita al amor. Su rojo intenso y sus sensuales formas invitan a morderla suavemente. He oído que ponerles un poquito de pimienta negra recién molida les da un toque explosivo. Representaba a Venus, diosa del amor.

Otra fruta muy sugerente por que terminamos chupándonos los dedos es el mango. Es divertido y delicioso para compartir. En alguna zona, como Perú, realizan un ritual preparando mango bañado con leche condensada y canela para compartir en las nupcias, de manera lenta. Que excitante es terminar este ritual con un buen baño compartido.

Ahora quiero proponerte un ejercicio pelar las frutas sin usar las manos, es un engorro y el cuerpo pide romper las prohibiciones… jejeje.

El nombre afrodisíaco viene de la diosa griega del amor, Afrodita, y los alimentos que utilizaba ligados a la lujuria y el desenfreno. Además de frutas existen otros muchos, como las ostras o el caviar,

Lo de frutas afrodisíacas proviene del nombre de la diosa griega del amor, Afrodita. Tradicionalmente estos alimentos están ligados a la lujuria y el desenfreno. Pero hay otros alimentos exóticos como el caviar o las ostras, que también tienen efectos en nuestra lívido. Podemos decir que también podemos usar otras plantas y flores con esa intención.

– Fuente de la fotografía: Stephanie Sarley (fotógrafa erótica)

Soy una mujer de ideas muy claras, raíces profundas y un gran amor a mis grandes amores.

Vivo en una ciudad aledaña a Madrid pero me gusta mas el campo que a las amapolas, y la naturaleza.

Estoy felizmente casada con un loco mas loco que yo.

Me apasiona la  buena literatura y ahora también escribir, aunque no lo haga bien.

Ver una buena película en buena compañía y hablar con mis amigos.

Y siempre puedes encontrarme en mi pagina http:/www.universo

 

 

¡Namasté!